Umji es la persona mas emocionada de la casa, brincó de felicidad  cuando vio a Taehyung cruzar la puerta de su hogar. Enseguida comenzó a preparar pastelitos y dulces para que Yoongi le diera a su invitado. Sowon solo ríe enternecida al ver a su esposa tan activa por los niños en casa.

-Oye Yoongi, ¿Por qué si tus mamás son lobos, tu eres un gato? Mi mami y yo somos Zorros de montaña, pero ya no vamos mucho al campo desde que creció su negocio.- confiesa triste, jugando con los cojines amarillos del sillón.

-Soy adoptado.

-¿Qué es eso?

- No se, eso dijo la mujer del tribunal.

-Oh...

Yoongi ignora el tema de conversación y enciende la tele de la sala, sonriendo emocionado al ver que justo está comenzando el nuevo episodio de Pororo. Ambos niños se sientan en la alfombra del piso, disfrutando de la canción de inicio. Sin darse cuenta, están tan relajados y felices que dejan salir sus orejitas y colita. Taehyung con una colita esponjosa de color anaranjado  y sus orejas puntiagudas con manchas negras, y Yoongi su colita y oreja de gatito.

La comida ya está lista, pero Umji no quiere arruinar el bello momento que sus ojos están presenciando, su cachorro está recostado en el hombro de Taehyung, ambos mirando en silencio la televisión.

-¿Qué haces amor?.- Pregunta Sowon a su esposa.

-Míralos, son tan tiernos. Estoy feliz por nuestro cachorro, por fin hizo un amigo.

-Lo se, yo también estoy feliz, pero dejémoslos solos para que miren su caricatura, mejor vamos a poner la mesa.

Ambas lobitos se alejan a la cocina, dejando que Yoongi y su nuevo amigo sigan conviviendo.

El capitulo llega a su fin después de varios minutos, y es cuando Umji les grita a los niños que vengan a comer al comedor de la cocina. Los ojitos de Taehyung brillan cuando ve los platos de porcelana con comida humeante, el olor a la comida recién hecha hace que se sienta gustoso rápidamente. La mamá de Yoongi le a dado un vaso con dibujos de flores que tiene limonada, y un plato de plástico color rojo en forma de oso.

-Waaa, que bonito plato.- comenta emocionado, pues hace mucho que no veía un plato de plástico con figuras. Su mamá acostumbraba a ordenarle comida de diferentes restaurantes y todos llegaban en los mismos platos aburridos con tapa y una bolsa plástica. Las mamás de Yoongi se ríen enternecidas, pasándole palillos entrenadores también. Yoongi sigue en silencio, jugando con un vaso igual al de Taehyung y esperando a que su comida se enfríe un poco.

-Yoongi, tu también deberías visitarme, siempre estoy solo.

-Claro, pero tengo que pedir permiso.

Taehyung se voltea con las madres de Yoongi, haciendo una cara triste a propósito.

-¿Puede Yoonie visitarme por favor?

-Si, pero solo si prometes cuidarlo bien.

-¡POR SUPUESTO!

Las carcajadas de sus mamás se escuchan en la cocina, logrando que a él también se le dibuje una sonrisa en el rostro.

Desde entonces, Kim Taehyung, se volvió en su mejor amigo.

Y el único que tenía también.

💐

Yoongi sostenía las correas de su nueva mochila como de costumbre, esperando a que el chofer de Taehyung pasara por él para ir a la escuela.

Se habían vuelto inseparables totalmente, se tenían mutuamente para cualquier cosa. Además, eran los únicos que se soportaban entre si. Recuerda haber escuchado murmullos en los baños de la primaria a la que ambos iban cuando eran mas pequeños, los niños solían decir que Taehyung hablaba demasiado, que tenía un comportamiento exagerado y demasiada felicidad no era normal. De Yoongi decían lo contrario, que era imposible hablar con alguien tan tímido, frio y reservado como él. Al final, ambos se volvieron los mejores amigos del mundo. Tenían tardes llenas de diversión, haciendo casas encantadas en la sala de Yoongi o descansando en su forma animal en el verdoso césped de la casa de Taehyung. Yoongi como un perezoso gatito de pelaje gris, y Taehyung como un Hiperactivo Zorro de montaña.

Cuando el coche al fin llegó, corrió como de costumbre a saludar al chofer y darse paso en el asiento de atrás junto con un Taehyung de 12 años.

-¿Puedes creerlo? Vamos a nuestro primer año de Secundaria.

-Me sorprende mas que tu mamá te haya dejado inscribirte a una escuela pública, pensé que te mandaría a ese internado de niños ricos en Suecia.- Responde Yoongi, sacando su caja de leche de la mochila y entregándole un paquete de galletas a Taehyung.- Te las manda mi mami Umji.

- ¿Son de su nuevo menú?.

-Ajam.

La madre de Yoongi por fin había logrado cumplir un sueño mas, abrir su propia tienda de postres, una pequeña cafetería en el centro comercial. Los compañeros de trabajo de Sowon y los empleados de la madre de Taehyung se habían convertido en sus primeros clientes, logrando que se corrieran las voces y terminara llena de clientes y con todos sus productos agotados con apenas una semana abierta al público.

-¿Vas a ir a mi casa saliendo de la escuela?.- Pregunta Taehyung, comiendo las galletas y pasando el paquete al chofer para que tome una también.

-Si, mamá Sowon está trabajando tiempo extra, al parecer tienen otro sospechoso de ese caso que salió en las noticias.

-¿El del secuestro?

-Si, pero mami dice que ya casi lo tienen.

El chofer detiene el auto frente a la nueva escuela de los niños, bajando de su lugar hasta la puerta trasera para abrir la puerta como de costumbre, ambos niños agradecen, despidiéndose de Woosung y viendo como la camioneta negra desaparece lentamente entre los autos. Es ahora cuando ambos niños se dan cuenta que muchos alumnos los están viendo.

- Creo que dimos una buena primera impresión, ¿No?.- TaeTae siempre tan optimista.

Yoongi se limita a asentir con la cabeza y esconderse tras de su amigo, como siempre, cada que algo lo pone nervioso. Hay muchos niños, además de adolescentes entrando en pubertad, se da cuenta de eso por los aromas que desprenden, muchos ya se han presentado y su olor es insoportable para su delicada nariz.

Él y Taehyung siguen siendo unos cachorros, y aunque ya hayan tenido la charla sobre lo que implica presentarse, ninguno de los dos está cómodo con eso.

El salón nuevo es 2 veces mas grande y con enormes ventanales. Ya hay algunos chicos sentados en los pupitres individuales, así que él y Tae buscan lugares cerca de la ventana, uno junto a otro y esperan pacientemente.

La aventura está a punto de comenzar.