🐱17🐱
Sowon y su equipo de investigadores se hacen pasar por civiles en el mercado de fruta y verdura orgánica que su esposa logró identificar en los videos. Había un patrón que solo el ojo perfeccionista de su esposa podía ser capaz de notar, la mayoría de los días que al hombre se le veía cargando esa bolsa eran los miércoles y sábados, siempre después de las 6.
Hoy es miércoles, y Sowon junto a su equipo han estado rondando por el mercado desde las 4, esperando impacientemente localizar al acosador de su cachorro, de su dulce gatito.
Ella, y Taehyung también, se han vuelto paranoicos al respecto, protegiendo a Yoongi de cualquier cosa mínima y llenándolo de su aroma una y otra vez cada que sale de casa. Taehyung se encarga de cuidarlo en la escuela, y ella después de eso, en casa junto a su esposa, a veces en el restaurante y otras pocas en la jefatura.
- Aquí ratón uno, sujeto con el perfil entrando por el lado sur. Repito, lado sur. - Sowon respondió al llamado de su compañero, caminando despacio hasta el lugar.
Unos pasos más y logró identificar al hombre, alto, de cabellos negros como la noche y una apariencia felina que le causó escalofríos. Siguió su camino, su rutina normal de la compra, hizo algunas paradas en las fruterías, comprando mandarinas, fresas, entre otras. Después lo siguió hasta la carne fresca, viendo como prefería los mariscos y las sardinas, cosa algo extraña para su gusto.
Cuando el calor le atacó, el hombre retiró su gorro y cubrebocas, permitiéndole ver su rostro. Su corazón se paralizó un segundo, dejándole aturdida por unos segundos sin saber que hacer o cómo reaccionar, alguien estaba hablándole por el audífono oculto, pero no era capaz de contestar cuando vio la cara de su Yoonie en ese hombre.
Era imposible. Los ojos gatunos, la preciosa nariz de botón de su bebé, todo el rostro de ese hombre era igual a su bebé, a su cachorro.
En cuanto recuperó la cordura ya era demasiado tarde, el hombre había desaparecido de su radar.
¿Quién demonios era ese hombre en realidad?
🐱
Seokjin, Taehyung y Yoongi habían acordado después de clases a las tiendas de un dólar a perder su tiempo, y también su dinero. Para Yoongi era casi terapéutico ir a ese tipo de tiendas, igual que la tienda de chucherías chinas, podía pasar horas y horas paseando por los pasillos de las tiendas, le encantaban los artículos de esas tiendas, los peluchitos, las figuras, las tazas, todo. Era terapéutico ir de vez en cuando para liberar estrés.
Los 3 habían ido caminando desde la escuela hasta la tienda, pues estaba relativamente cerca, y en cuanto entraron Yoongi, como el gatito curioso que es, fue directo al área de cristalería, viendo lo nuevos floreros de colores y las tazas de cerámica.
Taehyung y Seokjin, por su parte, fueron al área de dulces para encontrar el dulce mas bizarro de toda la tienda, además de papitas y galletas. No entienden por que ese tipo de tiendas tiene marcas tan raras.
- Oye Tae, ¿por qué Yoongi parece niño en un parque? - Seokjin voltea a ver a Yoongi, quién parece enloquecer en cuanto entra al pasillo de papelería y ve los post-it de colores y los marcadores de doble punta.
- A Yoonie le gusta mucho estas tiendas, supongo que es parte de su naturaleza, es como su zona de confort. Sus madres y yo solemos traerlo cuando lo notamos estresado o triste, en cuanto pone un pie dentro de la tienda su estado de animo cambia drásticamente.
Para los más cercanos a Yoongi no es novedad estas actitudes, pero para Seokjin que recién se unió al circulo vaya que es una novedad.
Ambos siguen distraídos en el pasillo de los dulces, donde el adorable hámster encuentra los pistachos y las nueces y no duda ni un segundo en llevarse varios paquetes cuando lee la oferta de dos por el precio de uno. Taehyung escoge gomitas dulces y algunas picantes para él, llama a Yoongi en voz alta para que venga a escoger algo que le guste, pero el no obtener respuesta dentro de los primeros 10 segundos le preocupa. Yoongi es un gatito de oídos sensibles, así que no es normal que se tarde aunque sea 10 segundos en responder.
Taehyung corre ansioso por los pasillos, buscando en que parte de la tienda se escondió ese gatito travieso, Seokjin lo sigue igual de ansioso, deteniéndose en cuanto ve una cabellera conocida en una esquina de ls tienda.
- Tae...- susurra Seokjin, viendo como Yoongi está casi paralizado viendo las herramientas de jardinería y los cables.
Yoongi aprieta sus muñecas de manera inconsciente, incluso sus tobillos empiezan a presentar algo que denominaría como 'dolor fantasma', hay lagrimas escurriendo por sus mejillas pero está tan asustado de sus propias reacciones que no las nota.
¡Deja de chillar!
¡Nunca debí tenerte!
¡Me estorbas!
Hace ya un tiempo que Yoongi había dejado de escuchar esas voces en su cabeza, los gritos de ser una molestia en la vida de alguien quién apenas puede recordar. El frío de la lluvia en el bosque, el hambre, los golpes, el ardor de sus muñecas cuando debían estar atadas. Las cuerdas no eran cuerdas, eran extensiones como las que están exhibidas en la tienda, la que creyó que era una cama nunca lo fue, era un pedazo de cartón donde la gente guarda las cosas usadas.
¿Qué es todo esto?
Taehyung lo toma por los hombros, sacándole un grito de susto y empieza a golpearlo como si Taehyung fuera a lastimarlo. Tanto Tae como Seokjin intentan calmarlo, pero nada parece hacer efecto cuando Yoongi sigue llorando a todo pulmón y grita que ya no lo lastimen más. Seokjin se apresura a sacar su teléfono en cuanto Tae se lo ordena, marcando los números que le dicta mientras apresa con su cuerpo a Yoongi, tirándose en el piso para evitar que siga enterrando sus uñas afiladas en sus propios brazos. Hay sangre corriendo de su brazo, incluso Tae tiene rasguños en la cara, pero nada de eso importa mientras Yoongi sigue llorando y gritando que por favor ya no lo lastimen.
En cuanto mami Umji responde la llamada de Seokjin este se apresura a decirles su ubicación y lo que está pasando con Yoongi.
🐱
La psiquiatra sale de la habitación de Yoongi en un silencio terrorífico que pone los pelos de punta a los presentes. Yoongi había entrado a su cuarto en un estado de shock donde rápidamente buscó sus peluches y mantas, buscando la comodidad de su cama y haciéndose un ovillo sin poder dejar de llorar, Taehyung intentó acercarse, abrazarlo y mimarlo, pero Yoongi estaba en un estado tan extraño que pensaba que todos querían lastimarlo.
- Es un shock emocional. Algo debió alterarlo para terminar así. Le administré un sedante para que pueda dormir tranquilo, les dejo mi número en caso de alguna otra emergencia y les recomiendo programar una cita lo antes posible.
Umji agradeció el que la psiquiatra haya podido venir hasta su hogar, acompañándole hasta la puerta.
- Taehyung, ¿Qué pasó? Se supone que solo irían a la tienda, ¿Cómo es que mi hijo terminó así?
Taehyung quiere llorar también, se supone que su naturaleza de Alfa es proteger al Omega, pero las cosas se volvieron turbias y de un momento a otro estaba abrazando con fuera a Yoongi mientras recibía los rasguños y los gritos. Explicó toda la situación, junto a Seokjin, de lo que había pasado, de como de pronto Yoongi empezó a llorar en cuanto vio todas esas cosas de ferretería.
Antes de que terminara de explicar Sowon entró corriendo, azotando la puerta de la entrada e intentando subir las escaleras para ver a su pequeño, pero Umji la detuvo en cuanto notó sus ojos ámbar, mostrando el control total del Alfa.
- Yoonie no se encuentra bien, lo dejaremos descansar, ¿Okay? - Sowon asintió arrepentida por su impulsivo comportamiento, tomando lugar en el sillón de la sala.
- ¿Yoongi necesitará más terapia? - Pregunta Tae preocupado, sintiéndose ansioso dé repente.
- Es lo mejor. Tal vez un año sabático, no lo se... la doctora nos habló sobre una clínica qué...
- NO, no llevarán a mi omega lejos de mi. - Los colmillos de Taehyung han salido a la luz, sus ojos se han teñido de un anaranjado intenso igual que los ojos de un zorro de caza, como lo que es el. Tan pronto como mencionaron la palabra clínica no pudo evitar pensar en que internarían a Yoongi y lo alejarían de él.
Seokjin se estremeció, al igual que Umji por la voz del Alfa, y en cuanto una parte racional de su humano se dio cuenta de la situación que estaba ocasionando se mostró arrepentido de inmediato.
- Per-perdón, no se que pasó. - Susurra despacio, buscando a tientas la salida al patio de los Min. Sus pulmones le exigían aire puro o se iba a desmayar.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro