Parte Única
Quiero aclarar que este omegaverse es narrado a mi perspectiva los únicos que cambian a forma animal (cualquier tipo) son los omegas y además ellos deciden si quieren conservar las orejas de su forma animal u ocultarlas.
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Era un día común y silvestre, el pelirrojo debía presentarse a las nueve en el trabajo, era mesero en la cafetería del primo de su mejor amigo y eran las 8:20 de la mañana y ni siquiera se había despertado hasta que una música de fondo empezó a sonar. El alfa estiró la mano intentando alcanzar el celular pero lo empujó de la mesita así que ahora el celular sonaba en el suelo casi debajo de la cama. Ya con bastante mal humor se asomó a un lado de la cama y tomó el celular.
TaeTae, el nombre de su mejor amigo brillaba en la pantalla y que el alfa recuerde, no le había colocado así a la alarma ni siquiera le colocaba nombre a las alarmas. Frotando sus ojos con su mano hecha puño, atendió.
-¿Tae?
- ¡JEONGGUK! ¡¿DÓNDE DEMONIOS ESTÁS?!
- Sí Tae, buenos días.
El alfa puso los ojos en blanco mientras se levantaba y caminaba al baño.
- ¡eres un jodido Jeon! ni siquiera te habías despertado y aún así dices que necesitas trabajo.
- Carajo Kim, lo necesito y lo sabes solo que me desvelé terminando un ensayo.
Colocó la llamada en altavoz para cepillarse los dientes y lavarse la cara.
- La universidad te tiene bastante mal, menos mal yo no estudio.
- Lo dices porque eres un maldito modelo.
- Maldito y todo pero así me amas, lo sé.
-Si si si, calmate mejor dile a Jin hyung que llego un poquito tarde.
- ¿un poquito tarde? Jeon JeonGguk te conozco y sé que llegarás a las díez.
- Callate TaeHyung.
Luego de que el pelirrojo colgara, se duchó lo más rápido que pudo, cambió la toalla azul marino por boxers, jeans, camiseta negra y sus desgastadas vans, añadió un tapabocas negro y secó su cabello. Eran las nueve cuando salió del departamento con una manzana en mano, no era su desayuno favorito pero por lo menos despistaba el hambre por unas cuantas horas.
El lugar de trabajo quedaba a quince minutos del departamento del alfa era realmente cerca por lo que prefería ir caminando que gastar dinero en transporte público o sea mataba a dos pájaros de un solo tiro, hacía ejercicio y ahorraba dinero.
El suave tintineo de una campana avisaba la llegada de un cliente o en este caso de su mesero. Jeon observó que su mejor amigo estaba atendiendo a una pareja en una de las mesas cerca al gran ventanal así que caminó hasta la pequeña puerta y empujándola con la cadera, entró a la puerta del lado derecho, "Zona de descanso" allí tenían casilleros para guardas sus cosas y uniformes también un sillón para dos personas, una mesa de centro y una planta de decoración. Colocó la clave de su casillero, ubicó sus cosas en la parte inferior y cambió su camiseta por la camisa blanca del uniforme, la cual arremangó hasta los codos y amarró el delantal color café claro en su cintura, guardó la libreta en un bolsillo y acomodó el lapicero sobre su oreja como toque final. Cerró su casillero y emprendió camino a la cocina que quedaba a lado para saludar a su amigo y jefe, Kim SeokJin.
- Hyuuung. - El alfa no quería que el beta lo regañara así que hizo el esfuerzo de que su voz sonara tierna.
- Ningún Hyung, ni nada Jeon. Vete a atender mejor.
El pelirrojo se paró recto, al parecer su jefe no estaba de buenas pulgas además no llegó tan tarde, eran las 9:20.
- Si señor, con permiso.
Como perrito regañado, el alfa salió y pasando al lado del otro alfa, empezó a atender. El lugar era bastante agradable y espacioso, contaba con dos pisos, el primer piso regularmente era para alguna reunión de amigos o solo para pasar el momento, el suelo era de madera delicadamente pulida, al lado izquierdo de las vitrinas habían dos grandes ventanales que daban vista al parque de flores de cerezo, al lado de las vitrinas un largo mostrador donde se exhibían diferentes tipos de café, el computador para tomar los pedidos y la caja registradora. En la pared arriba del mostrador, estaban escritos los productos con sus respectivos precios y una frase motivadora que cambiaba cada día. Las maquinas de café perfectamente acomodadas en fila sobre un mesón, en los gabinetes guardaban los vasos, servilletas, platos, mezcladores y demás cosas. Una pequeña puerta estaba pegada al mostrador cerrando justo al lado de la pared y al costado dos puertas, una era para entrar a la moderna pero sencilla cocina y la otra para la "Zona de descanso". Las mesas eran café y tenían una pequeña planta suculenta de decoración y la carta de la cafetería, las sillas eran de color negro. Diferentes cuadros con estilo vintage decoraban las paredes y el segundo piso no cambiaba mucho, lo único es que tenía un estante con libros que personas habían dejado para los demás y cada vez era más grande la colección, lo cual hizo que ese segundo piso se convirtiera en un lugar de lectura o trabajo.
JeonGguk y Taehyung trabajaban en la cafetería pero debido a la ocupación sobre modelaje del rubio tenían a otro mesero, Jung Hoseok un omega conejo, el cual conservaba sus lindas orejitas color crema. El omega era un amor con todos y con solo sonreír, alegraba el día de cualquiera además estaba su delicioso y no hostigante aroma a galletas y miel. HoSeok era mayor que los alfas pero estos lo cuidaban como si fuere su hermanito menor, no dejaban que otro alfa se acercara mucho a él hasta lo abrazaban bastante fuerte para impregnarlo del aroma de alguno de los dos para que ningún alfa lo acechara, ya habían tenido un susto y no querían tener otro.
El turno de los alfas terminaba a las cuatro de la tarde y a las 3:45 sonaba la campana avisando que el tierno omega llegaba. El dulce aroma del conejo se mezclaba con el café dejando un agradable olor en el lugar. El omega era muy querido por los clientes, es que por favor es un tierno conejito.
Luego del trabajo, JeonGguk tenía sus clases nocturnas así que fue a su departamento a tomar la mochila con su portátil y tableta digital, empacó la libreta de apuntes y algunos lapiceros, cerró la mochila. Ese día tenía clase hasta las díez de la noche por lo que entró a la cocina y se preparó un sándwich de atún para llevar
Y se sentó en el sofá a esperar a que fueran las 5:30 para irse. Antes de salir, tomó la chaqueta negra de cuero del perchero, acomodó la mochila en el hombro y salió.
Al llegar a la universidad, saludó a sus amigos Park JiMin un tierno alfa y Kim NamJoon un inteligente omega. Eran una tierna pareja debido a que el omega era mucho más alto que el alfa pero era bastante mimado y el alfa era terriblemente posesivo. Juntos acompañaron al alfa pelirrojo hasta el salón de clases y luego se fueron.
JeonGguk debía presentar el trabajo que terminó en la madrugada, esperaba obtener una buena nota y poder mantener su beca, la cual dependía de su promedio. La primera clase terminó quince minutos antes de las ocho así que aprovechó para comprar una coca-cola y comer su sandwich. La siguiente clase quedaba dos pisos abajo de donde estaba así que a paso lento se dirigió al salón mientras disfrutaba de su comida.
El alfa sin darse cuenta se quedó dormido unos díez minutos, agradecía estar atrás para que el profesor no lo regañara. Todos sabían que el profesor Lee odiaba que sus estudiantes se durmieran durante su clase de historia, pero para JeonGguk era la clase más aburrida y sin sentido que tenía que ver, solo asistía porque debía o sino se quedaría en su casa durmiendo o jugando algún videojuego.
El profesor Lee se retiró del salón y esta vez no les dejó ningún trabajo, lo cual agradeció bastante. Empacó sus cosas y se acomodó bien la chaqueta para salir.
Era otoño pero aun así la brisa era algo fría logrando desordenar algunos mechones rojizos y enfríar las mejillas del alfa; su nariz era la única que tenía un leve color rojizo, esperaba llegar al departamento y meterse bajo las cobijas y quizás ver alguna serie.
Las calles estaban solas y frías, dando un toque lúgubre pero relajado. Eran pocos los autos que pasaban dándole un respiro a las calles de Seúl y aprovechando el panorama, JeonGguk sacó su pequeña cámara y capturó el paisaje en una pequeña sesión de fotos.
El alfa no se dio cuenta que llevaba alrededor de veinte minutos en su pequeño trabajo así que rápidamente guardó su cámara y siguió su camino.
Una caja café pequeña estaba en frente a la puerta de su departamento; el pelirrojo frunció el ceño, era algo extraño ya que él no había ordenado algo. Miró a ambos lados del pasillo y no vio a nadie así que se acercó lentamente a la casa, paso a paso.
"Necesitas compañía JeonGguk así que disfruta y cuida de este lindo regalo"
¿qué podría ser? ¿un peluche? ¿la cafetera que tanto quería? ¿una nueva consola?, muchos pensamientos rondaban por la cabeza del alfa pelirrojo ni siquiera podía intentar saber quien fue el destinatario, la maldita nota estaba impresa.
Pasando a un lado de la caja, abrió la puerta, estiró una de las piernas para que no se cerrara y agarró con suma delicadeza la caja. Era algo liviana y le pareció escuchar un maullido pero lo descartó al instante al recordar que la Señora Shin tenía cuatro gatos.
Cerró la puerta con la misma pierna que la sostenía y dejó sus vans en la entrada; recorrió el pasillo hasta llegar a la sala. Dejó la cajita en la mesa de centro y fue a cambiarse por ropa más cómoda.
Ya relajado, se sentó en el sofá y observó la caja; a parte de la nota había unos pequeños agujeros a los lados pero nada más. Con algo de miedo, arrancó la cinta y abrió la caja.
Un pequeño gato color blanco estaba en allí durmiendo. Emanada un suave olor a arándanos y el brillante pelaje incitaba a acariciarlo. JeonGguk acercó su mano y tocó levemente su cabecita; el gatito al sentir la caricia, se despertó y asomó su cabecita para mirar de donde provenía ese tacto.
El alfa quedó sin aliento, el gato tenía los ojos más hermosos que jamás había visto en su vida. Uno era color azul mar y otro era color miel.
El gatito se dio cuenta que tenía en frente a un alfa con aroma a leña fresca, le transmitía seguridad y lo hacía sentir en casa así que estiró su cuerpito y apoyó sus dos patitas delanteras en el borde de la caja; observó a su alrededor y alfa lo miraba fijamente así que dio un pequeño salto, quedando en el regazo y acercó su naricita a una de las manos del alfa olfateando para restregarse contra esta. El pelirrojo intuyó que el pequeño minino quería caricias así que lo acarició tiernamente.
- Hola pequeño, soy JeonGguk y supongo que tu nuevo dueño, te pondré Suga.
El gatito se dejó mimar por el alfa, los dos se sentían cómodos y tranquilos juntos; un agradable aroma se hizo presente en el departamento y sin darse cuenta, cayeron rendidos a los brazos de morfeo.
Al otro día, JeonGguk no se despertó por la alarma del celular sino porque sintió un peso sobre su pecho. Con sus manos hechas puños, comenzó a frotar sus ojos quitando un poco el sueño para aclarar la vista. El peso no era más ni menos que un cuerpo delgado y pequeño, parecía a un joven de diecisiete o dieciocho; tez pálida, cabello blanco parecido al del gatito que tenía como mascota ¡EL GATO QUE TIENE COMO MASCOTA! ¡¿DÓNDE ESTABA SU DULCE GATITO?!
El alfa desprendió un aroma más intenso generando que el joven se despertara. El peliblanco lo miró y volvió a quedar sin aliento; ¿cómo alguien podía tener unos ojos tan bonitos como su gatito? ¿o ese alguien era su gato?
- H-hola. -El pelirrojo tartamudeo sorprendido.
El joven lo miraba fijamente, esos ojos color miel y azul mar brillaban intensamente.
- ¿Cómo te llamas?....soy JeonGguk.
El pelirrojo siguió hablando intentando sacarle alguna información al pálido hasta que preguntó que hacía ahí.
- Si quieres, primero puedes decirme tu nombre.
- S-soy YoonG-gi. -La voz del pálido sonó suave y dulce.
- Vale Yoonie ¿te puedo decir así? -El mencionado asintió. - ¿cómo terminaste aquí en mi departamento?
- Llegué aquí en mi forma animal en una caja.
- ¿ah?
JeonGguk no se había percatado del aroma que desprendía el joven ni de las orejas ocultas entre el blanco cabello.
- ¿Suga?
- Miau.
El alfa atrapó entre sus brazos a su joven gatito. Al parecer su gatito era un lindo omega y por destino resulgó en su departamento.
- Bueno Yoonie cariño, debo irme a trabajar, si quieres puedes venir conmigo o puedes quedarte y ver alguna serie en Netflix.
- Quiero ir contigo Ggukie.
- Entonces, ve a darte un baño mientras preparo el desayuno.
El omega salió corriendo mientras gritaba "NO GGUKIE, EL BAÑO NO". El alfa rió al parecer sus días iban a mejorar a partir de ahora.
[....]
Habían pasado tres meses desde que YoonGi apareció en la puerta del departamento del alfa y en los cuales compartieron como pareja, al parecer eran pareja predestinada y ellos ni se habían dado cuenta hasta que el omega tuvo su celo, en el cual fue atendido cariñosamente por el alfa pelirrojo; teniendo como recuerdo una linda marca entre su hombro y cuello.
Todos los amigos de JeonGguk amaron a YoonGi, en especial a los omegas. Los tres omegas se convirtieron en los mejores amigos eran algo así como las chicas superpoderosas pero versión chicos.
A pesar de que el pelirrojo no sabe que persona fue la que dejó en su puerta a su lindo omega, le agradece de corazón porque conoció al amor de su vida.
Y esa misma noche, dejaron en la puerta del departamento de la pareja una pequeña caja color café con una nota.
"Espero que sean muy felices juntos, lo merecen.
Att: Tu amado jefe, Kim SeokJin. "
Esta vez el regalo no fue un lindo gatito sino una hermosa foto de la pareja del día en que JeonGguk le pidió a YoonGi que fueran la dulce pareja que son.
Hola mis bebés, estoy cumpliendo años así que les quiero dejar aquí este pequeño regalo, ya estoy vieja JAJAJ.
Espero les guste mucho y disculpen algún error.
Amando mis GxldenKittens, Hannie💜
Sin editar .
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