— Dijiste que no lo querías...

— Pero al fin, si lo quiero — Nayeon hizo un enorme puchero mirando mal a su esposa, que en ese momento cargaba todas las compras de ella entre sus manos — ¡Tienes que verlos bien! — Señalo el conjunto de suéteres para parejas.

— Dijiste hace unos momentos que eran horribles — Todos en la tienda miraban a la tierna pareja y a las tres cachorras que corrían a su alrededor.

— ¡Mami, MiYeon se comió el chicle! — Acuso su hija del medio, siendo ignorada por sus dos progenitores.

— Ahora no Heejin — La pelea entre Mina y Nayeon empeoraba más al pasar de los minutos, los dos viéndose directamente sin parpadear — Los quiero — Declaro Nayeon, molesta aún más de lo que debería.

— Está bien... — Se rindió — llévalos, pero si no te quedan como quieres, yo no regresaré a cambiarlos — Mina tomó los suéteres de pareja, dispuesta ir a la caja, pagarlos y acabar con esa absurda discusión, pero Nayeon parecía no querer lo mismo.

— ¿Me llamaste gorda? — Nayeon gruñó, Mina agrando sus ojos completamente sorprendida — Déjame decirte que la pancita que tengo es por cargar a tres de tus hijas en mi vientre y todo para que ellas se parezcan a ti.

— Espera, y-yo no quise decir-

— ¡Nada! — la omega tomó a Heejin y Yujin en brazos, esté sería el drama del año que montaba después de años — Si tanto te cuesta comprar unos estúpidos suéteres para las dos, entonces no lo hagas — Se dio la vuelta, no sin antes decir — Vámonos MiYeon, aquí las egoístas sobran — MiYeon solo rió para después seguir a su mamá omega, tomándola de la gran camisa que pertenecía a su madre alfa.

— ¡Yeonnie yo no quise decir eso! — Por supuesto que Mina, no se detendría hasta que su bonita omega la perdonará por completo.

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Mina se movía en el sofá totalmente incómoda, no podía creer que Nayeon solo llegar a su hogar, se encerrara en la habitación que compartían y se negara totalmente a hablarle, ni siquiera protestar ante sus coquetas palabras.

— Que tiene de malo ser gordita, así me gusta más... — Dijo Mina entre balbuceos, sin notar que Nayeon la observaba por la puerta con la mitad de su cuerpo detrás de esta.

— Estás loca Alfa — Mina cayó del sofá por el susto, no diría que no se avergonzó, pero le fue imposible, Nayeon siempre tendría el control sobre ella.

— Por ti mi omega... — Mina rápidamente se dirigió hacia ella para tratar de abrazarla, pero Nayeon la detuvo de inmediato.

— Aún sigo enojada, ni siquiera lo pienses Mina — la Alfa bajo sus orejas, no quería hacer sentir mal a su pareja, pero la omega se volvió totalmente caprichosa y eso fue claramente su culpa completa — ¿En serio yo te gustaría gordita? — Nayeon infló sus mejillas y Mina solo pudo temblar ante el gran saltó que dio su corazón al ver a su omega hacer ese tipo de berrinche.

— Ni siquiera lo estás Yeonnie, siempre te amararé, no importa como te veas — Con dificultad logró abrazar a la gueparda por la cintura y besarle todo el rostro — además te miró todos los días con tu pijama de Lady bug, no tienes por qué siquiera pensarlo.

— ¿Me estás diciendo fachosa? — Gruño, ahí iba de nuevo.

— Te agradecería mucho si algún día tomarás mis palabras como buenas Im Nayeon.

— El sillón sigue viéndose tentador para ti, Miguri — Con una de sus manos golpeó el sofá dándole una clara indirecta — Una semana sin sexo, Myoui Mina.

— No puedo dormir si no estás a mi lado, no seas así omega... — Nayeon solo alzó sus hombros totalmente desinteresada, con dificultad quitó los brazos que se envolvían alrededor de su pequeña cintura y con un pequeño beso en los labios de Mina se despidió — ¡Nayeon!

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"Desesperada".

Era la palabra que describía totalmente a Myoui Mina.

¿La razón?

Una Omega con shorts y una camisa que le quedaba totalmente pegada a su delgada figura.

Nayeon se paseaba por toda la casa con total tranquilidad mientras expulsaba sus deliciosas feromonas por cada rincón, sus pequeñas hijas hace unos momentos brincaban fascinadas detrás de su madre omega y no los culpaba, Nayeon olía demasiado bonito y cualquier persona la seguiría a todas partes.

Agradecía que su hermana viniera con su amiga para llevarse a sus cachorras al parqué, pero no le gustaba totalmente el acercamiento que tenía Heejin con esa tal "Hyunjin", sabía que esta era una Alfa y su bebe aún no se presentaba, pero ella estaba completamente segura que esta sería una bonita omega como su madre y si así fuera, comprendería totalmente a su suegro de proteger a su cachorra hasta la muerte.

— ¿Qué estás haciendo Nayeon? — La mencionada solo terminó de juntar los juguetes de sus cachorras y se dirigió hacia donde Mina estaba con una mano en su cintura.

— Puedes dejar de preguntar y ayudarme — Mina sonrió y sin más empezó acomodar las cosas del living.

— ¿Te duele mucho tu espalda? — Nayeon asintió en respuesta.

— Iré a dormir un poco, tal vez y así deje de dolerme.

— Espera, te daré un masaje — la omega la miro sorprendida, ¿Había escuchado mal? — Compre unos aceites en el supermercado, puedo mostrártelos...

— ¿Aun así seguirás durmiendo en el sofá? — Mina soltó un bufido, pero con algo de dificultad, confirmo con su cabeza — Está bien...

Aun así, con un poco de desconfianza por parte de Nayeon, camino hacia su habitación con Mina casi pisándole los talones.

Una vez que llegaron a la habitación, Mina aseguro la puerta tras ella y miro a la omega completamente hambrienta de ella, pero sabía que no pasaría nada si Nayeon se negaba.

— Quítate la ropa — Dijo con una sonrisa recibiendo un golpe en su pecho — Es para que los aceites no manchen la ropa.

— Estoy casi completamente segura que tú quieres otra cosa Mina — La mencionada simplemente negó inocente, sabiendo que la omega había acertado.

— Yo solo quiero consentir a mi bella esposa ¿No puedo? — Creyendo en sus palabras, la omega comenzó a quitarse su camisa y pantalón bajo la atenta mirada de la Alfa, está mordiendo su labio inferior para tratar de callar los gruñidos que soltaba su animal interior para marcar a la omega de una vez por todas.

— ¿Ahora qué hago?

— Acuéstate en la cama boca abajo — Nayeon hizo lo que Mina dijo, totalmente ajena a lo que la Alfa haría

— ¿Así?

— Si cariño... — Mina se posicionó arriba sobre los muslos de Nayeon y con cuidado empezó a untar los aceites en la espalda de esta, con total cuidado y esparciendo por toda la espalda.

— ¡Ah! — gimió adolorida la omega — ¡Ah, Minari! — Mina masajeó toda la espalda de Nayeon con cuidado, bajando poco a poco hacia los bonitos glúteos redondos, apretándolos en el trayecto, sin recibir ninguna queja o gruñido por parte de la omega así que siguió apretando a su antojó.

— Yeonnie... — Gruño Mina al ver como la omega restregaba descaradamente su trasero en su entrepierna.

— Solo por hoy Minari... — sonrió y sin más que esperar volteo a Nayeon para empezar a devorar sus bonitos labios.

Y así era la vida de casados de Im Nayeon y Myoui Mina...

fin.