Batalla Desesperada
La guerra es el infierno, incontables vidas que se pierden, grandes cantidades de personas que resultab heridas, las perdidas materiales tambien son inmensas, siendo un mal negocio si no eras un pais militarista y no te preocupa matar a tu gente de hambre con una larga campaña que quizas no te beneficiaria para nada.
Pero las Brujas no tenian ese problema, ellas creaban o invocavan cada vez mas aberraciones, perder una no afectaria su campaña a menos que fuera muy dificil de reemplazar, pero eran pocos y tenian demasiada carne de cañon que mandar al frente.
En el palacio se veia una batalla entre Loomis y el general traidor, estaba luchando contra una criatura bastante repugnante y problematica, era fuerte y rapido, ademas de que al parecer escupia fuego, pero eso no parecia un problema, ya que la armadura de acero Mandaloriano resistia ese fuego y mas.
Sexto estaba cansado de luchar contra esa pulga que saltaba de un lado a otro, llegó volando y estaba causándole muchas heridas, el Mandaloriano era muy rápido, logrando hacerle cortes en los brazos antes de que pudiera tomarlo, el monstruo retrocedía, mientras el hombre de armadura seguía atacando sin parar.
Era como ver un espectáculo de luces, con dos sables de luz que se movían de manera errática en patrones aleatorios, giraban como una hélice que te haría pedazos en un parpadeo.
El monstruo, viéndose acorralado en una esquina se lanzo contra su oponente, tomando su cuerpo y estrellando con toda su fuerza a Loomis contra un muro, logro desorientarlo, pero el guerrero pudo liberar uno de sus brazos del ferreo agarre del enemigo, activando su lanza llamas y quemando la cara de la criatura, tomo uno de sus Sables Láser y en un momento corto el cuello de Sexto.
Todos vieron a la inmensa mole caer, su cabeza rodó por el piso hasta parar a los pies del caballero de espadas láser, todos los legionarios parecían incrédulos ante esa situación, pero Loomis no perdió el tiempo, tenían poco tiempo para intentar reducir las bajas que había en la ciudad.
Loomis: ¡Protejan el palacio! Traigan a los refugiados que tengan cerca, quiero un perímetro y maten a todo lo que tenga malas intenciones —10 grupos de soldados estaban llegando en naves de personal, disponiéndose a defender el palacio—
Colocaron a varios soldados con lanza llamas en las murallas, disparando ráfagas incendiarias contra todo el que estuviera cerca, los androides médico cargaron a los heridos y los llevaron a un hospital improvisado que armaron en los salones de palacio, buscando salvar a cuántos pudieran.
En el aire la batalla que se estaba librando estaba inclinada a favor de Death Stars, y los interminables drones de combate aéreo que estaban bombardeando el campo de batalla, el apoyo aéreo fue bien recibido por los beligerantes a favor de Sadera, quienes se abrían paso entre las filas enemigas.
Los Sarracenos bajo el mando de Saladino estaban avanzando por el campo de batalla, los soldados Mamelucos estaban atacando a todos los que estaban a su alcance, Rajesh estaba en la vanguardia Maurya, luchando con su guardia de elite, funcionando como una aplanadora que mataba a todos los que estaban cerca.
Morgana estaba dirigiendo a sus Jinetes contra los flancos, las flechas volaban por el campo de batalla, causando diferentes efectos mágicos al impactar, desde hacer arder una zona del campo de batalla, hasta crear Monstruos que atacaban a sus antiguos camaradas.
Las tropas de Sarracenos y Maurya estaban marchando sobre la vanguardia enemiga, chocando una y otra vez en su avance, los cañones en la distancia crearon una nube de polvo y humo, dejando a todos a ciegas en el enfrentamiento.
En la ciudad ardía, la sangre corría por las calles y los cuerpos se apilaban a un lado del camino, los ciudadanos eran masacrados por los invasores y lo que quedaba era lanzado a un lado, la Batalla urbana era una pesadilla, en especial para los invasores, ya que los soldados de Death Stars se habían atrincherado en diferentes partes de la ciudad y muchos otros estaban disparando desde ventanas altas o sótanos.
En el palacio, el emperador estaba sentado sobre su trono, cansado de todo el esfuerzo por proteger la ciudad, ahora mismo estaban sin protección ante la magia de las brujas y en cualquier momento un hechizó podría hacer enloquecer a las legiones y hacer que se den la vuelta para matarse entre si.
Molt de verdad quería pensar que hizo lo correcto al confiar en Draken y sus hombres, pero ahora mismo sentía el aliento de la muerte en su espalda, se acercaba una situación muy peligrosa y no estaría para dirigir al imperio en la cruzada contra la oscuridad.
Escucho como su corazón comenzaba a acelerarse, se acercaba el final, con sus últimas fuerzas saco el antiguo Libró de Salomon y lo abrió, casi sin fuerzas para mantener sus ojos abiertos, leyó las antiguas letras de un lenguaje muerto, susurro unas últimas palabras y su corona cayó de su cabeza cuando ya no tenía fuerzas para estar en pie, Molt murió con una última plegaria, pidiendo que salvarán a Sadera de la oscuridad, viendo cómo frente a él de paraba una figura alta, con alas negras como el universo, que sonreía y extendía su mano al monarca.
Afueras de Sadera
Draken ahora estaba luchando contra las brujas más poderosas de la invasión, cada una era una experta en su campo, Magia elemental despedazaba el campo de batalla, las horribles criaturas que vio en pesadillas tomaron forma física para atacarlo y tratar de despedazar sus entrañas.
El líder de Death Stars recibió un impacto directo de un proyectil de energía que creo un gran agujero en su armadura pectoral, quitó la placa ardiente y la lanzo a un lado, preparándose para seguir luchando.
Draken: son más fuertes de lo que pensaba, pero lamento decirles que no será tan fácil terminar conmigo —Apunto su espada a Minerva, quien ya tenía una herida de quemadura en su brazo izquierdo—
Minerva: no seas presumido —El muchacho sonrió mostrando sus dientes, mientras Minerva y otras 5 brujas se preparaban para atacar de nuevo— eres un hueso duro de roer, pero nadie puede sobrevivir a los golpes de una marea por demasiado tiempo
Los cinco otra vez fueron de frente uno contra otro, Minerva tenía una espada de fuego Negro, además de poseer un fuerza y velocidad impresionantes, los dos luchaban demasiado cerca, impidiendo ataques a distancia de sus compañeras, quienes no se acercaban a él, teniendo perder alguna extremidad o la cabeza.
El guerrero seguía moviéndose por el campo de batalla, dejando que su poder se pudiera sentir en toda la capital, la gente normal solamente sentiría algo cálido, quizás aterrador, pero los que tenían talentos mágicos y sensibilidad a la fuerza, podrían sentir y ver algo que no era normal.
En la zona del combate de veía un gran pilar de energía morada, era como una herida en la realidad que emitía energía amatista, el cual chocaba contra un pilar de sombras y penumbra aterrador, el sable amatista chico contra la espada de fuego Negro y una honda de energía lanzo a ambos luchadores en lados contrarios.
Minerva se levanto casi de inmediato, empuñando su espada contra Draken, quien tenía que esquivar sus ataques y responder con relámpagos de la fuerza, uno de los ataques tocó su casco y el acero comenzó a arder, por lo que lanzo la protección de su cabeza al suelo, para evitar ser consumido, la bruja parecía sospechar de él, hasta que vio que su sable de luz estaba hecha pedazos, ella sonrió con satisfacción y atacó con toda su irá.
Ante la falta de un arma, las demás brujas y bestias atacaron al mundo tiempo, buscando hacerse con un pedazo del líder de Death Stars, para alguien normal eso era una sentencia de muerte, habría solamente esperado una muerte rápida, pero Draken nunca fue de los que se dejaban vencer ante la muerte.
Lanzo un empuje de la fuerza a su alrededor, lanzando a sus atacantes por los aires, muchas brujas trataron de hechizar su mente, pero se dieron cuenta que no podían penetrar en su psique, encontrándose con la estrella de seis puntas, que tenía la figura de un cuervo en el centro.
En el exterior se veía a Draken luchar contra todos, usando sus manos para golpear a todos los que estaban cerca, la Fuerza fluía por sus venas como sangre, aumentando sus atributos físicos, pero sus ataques eran también devastadores, con ráfagas eléctricas que volvieron carbón a sus enemigos.
El anillo que le había regalado Violet estaba brillando con intensidad, las criaturas cercanas comenzaron a gritar con pánico y dolor, mientras Draken tomaba su sable de luz y lo apretó en su palma, la energia morada fue hasta el Cristal Kyber y este comenzó a brillar con todavía mas intensidad.
El arma volvió a funcionar, aunque bastante inestable, debido a la sobrecarga de energia, ahora con cada movimiento brusco una ráfaga de plasma morado era lanzado como una cuchilla de media luna, pero Draken lo supo utilizar, cambiando su anterior estilo a uno mas acrobático y errático contra sus oponentes.
Semejante a un murciélago cegado en la luz, moviéndose en todas las direcciones y atacando todo en el camino, mataba a cualquiera de manera indiscriminada, las brujas tuvieron que poner distancia y nuevamente Minerva fue la única que estaba intercambiando ataques directos contra el hombre.
Minerva: ¡Esto es ridículo! ¿Qué clase de deidad estas siguiendo? —El hombre no contesto, demasiado enfrascando en su combate y ataco a ciegas, logrando cortarle uno de los dedos de la mano izquierda, la mujer grito con furia y dolor, viendo su dedo meñique perdido— ¡Te enviare al infierno!
De inmediato ataco con tal ferocidad que pronto Draken tenia una herida en su brazo derecho, inutilizando la extremidad, pero cambio de mano dominante para su arma y siguió lanzando ataques, no estando dispuesto a rendirse por ahora, necesitaba seguir en pie.
Sabia algo, mientras el estaba en el campo de batalla todos en su bando estaban protegidos de la oscuridad y la corrupción mental, siguieron luchando, aun con el inmenso dolor del fuego negro consumiendo su brazo derecho no estaba dispuesto a rendirse tan pronto, no mientras hubiera esperanza de ganar ahora.
El sol de un nuevo día estaba levantándose sobre el oriente, la idea de romper el cerco de Sadera en un solo día fracaso, sabia que ahora con su presencia revelada, Minerva no seria tan soberbia, por lo que mandaría a todas sus fuerzas a ese lugar, y buscaría nuevas aberturas para seguir atacando, esto seria una masacre.
Quince días despues
El cerco a la ciudad continuaría, Minerva y Draken terminarían separándose tras haber peleado un día y una noche, ninguno de los dos logro ganar, Draken tenia muy dañado su brazo derecho, pero lo envolvió en vendas y dijo que dejaría que la Fuerza lo cure, ya que necesitaba dirigir los asaltos mas grandes y peligrosos,
La ciudad se desangraba y el resto del imperio estaba sumergido en la anarquía, algunas ciudades y reinos se revelaron contra el imperio, muchos territorios se negaron a enviar ayuda, los reinos al sur permanecían en silencio, no queriendo problemas, pero deseando ver arder a Sadera por sus ataques en el pasado, creyendo que serian liberados de sus opresores.
Death Stars estaba muy ocupado en todo el continente como para poder romper el cerco a la capital, en todas partes había ataques masivos que les impedían dirigir todo su poder de fuego a Sadera, sus naves de combate estaban enfocadas en apoyo aéreo para evitar que las fuerzas oscuras llegaran por tierra a Sadera.
Por el oriente, Maurya estaba sufriendo ataques en toda la costa, teniendo que hacer una movilización general de todos sus ciudadanos para la guerra, Esparta estaba en una situación semejante, por lo que Leónidas pidió que lo llevaran de vuelta a su hogar para defender a sus súbditos, cosa que no negaron, y también mandaron refuerzos.
Rajesh volvió a su reino para defenderlo de las incursiones de los profundos, pero Morgana y sus tres nuevas discípulas se quedaron en Sadera, el foco de mayor violencia en el continente, evacuaron a la mayoría de civiles, pero eso no mejoro nada, solamente permitió mas movilización a todas partes.
Vlad también regreso a su hogar, teniendo que mantenerse al margen de la situación, ya que un gran continente oscuro estaba entrando a su tierra y tenia que lidiar con todo en persona, dejando la capital de nuevo sola, sin mas aliados que los Tártaros y Death Stars.
En una de las tantas salas del palacio, se veía a la princesa Piña Co Lada descansando con la espalda recargada en la pared, su cara estaba a medio vendar y sangre salía de donde una vez humo un ojo, su espada todavía manchada de sangre estaba a su lado, sin nada que hacer, ni con ánimos de limpiar el metal.
A su lado se sentó Loomis, con la mandíbula envuelta en vendar, uno de los monstruos le desgarro parte de la cara con sus garras, la parte inferior de su cara era un lio de sangre y carne picada, algo que no era agradable de ver, pero con suficiente analgésico podía ir al campo de batalla, no era lo peor que le paso y seguramente estaría bien.
Ninguno de los dos hablo, difícilmente estarían de humor para hablar, todo era un desastre, las comunicaciones fallaban, sus líneas de batalla constantemente fueron rotas y recuperadas en un circulo vicioso sin fin, era una completa locura que nadie podía mantener sin mucha sangre.
Ambos jóvenes se miraron por algunos segundos y se quedaron en silencio, realmente no tenían nada que perder, y en realidad no había nada de que hablar, por lo que la chica se levanto de donde estaba y atranco la puerta desde el interior.
En otra parte había un gran caos, el imperio se quedo sin su líder, Molt murió y dejo un imperio en ruinas, con Cónsules que escaparon a la primera oportunidad o se unieron a la oscuridad, Draken tomo el poder de gran parte del Senado, logrando que se alejaran de los enemigos, pero era algo problemático.
Las 5 de las Legiones leales fueron alejadas del campo de batalla para entrenarlos, pero seguramente no estarían listos para cuando Sadera cayera eventualmente, era una carrera para ganar tiempo y que el resto del imperio se allá preparado para la batalla.
Sin su emperador, la moral era muy baja, Draken estaba preparándose para un último gran ataque a gran escala, todos sus soldados de estaba preparando para ir al frente de batalla, los soldados que había entrenado fueron retirados del frente occidental y ahora estaban preparándose para salir del asedió o retirarse.
Valiant estaba en el frente de batalla, casi sin heridas significativas, pero su armadura estaba bastante dañada, mostrando que había luchado sin retroceder hasta que era inevitable, estaba dirigiendo a los mejores guerreros junto a Draken en las ofensivas, cada que salían al campo de batalla eran como una punta de lanza, pero carecían de suficiente impulso para mantener el territorio.
En el campamento de las Brujas, estaban haciendo diferentes rituales, lanzando diferentes horrores contra la ciudad, algunas veces superaban las defensas, pero siempre eran expulsadas de la ciudad y sus fuerzas masacradas con la suficiente velocidad para evitar que pudieran tomar el área.
Sadera nunca volvería a ser igual, la gran ciudad que alguna vez fue ahora era una pila de escombros, sangre y cuerpos tirados por todas partes, Death Stars era la ultima esperanza de Sadera, los demás reinos tenían problemas propios, no tenían vision del resto del continente por las cenizas, y estaba seguro que era un infierno, quizás solo quedaría escapar a otro planeta y despues volver mas preparado.
Draken permanecería firme en la batalla, por lo que dibujo una nueva bandera para la Cruzada, sabia que necesitaban esperanza, por lo que arranco su manto blanco y sobre el escribió "Por Nuestro pais, nuestras familias y nuestra libertad".
Lo coloco en una asta y con él se dirigió al campo de batalla, se coloco partes de armaduras de legionario, pero dibujo en ellas la estrella de seis picos para asegurarse de no caer, se acercaba otra carga enemiga y parecía que estaban esperando el choque con los muros, pero Draken salto sobre las defensas y ataco al enemigo.
Su sable de luz había sido reparado, pero seguía lanzando algunas ráfagas de energia muy destructivas, el solo freno en seco la carga enemiga, al ver esa situación, Valiant y otros soldados de Death Stars corrieron contra el enemigo, colocando escudos de legionarios frente a ellos para poder disparar a la distancia.
Desde la distancia, la princesa vio como todo era destruido, pero Draken y sus hombres permanecían firmes, ante esa escena ella llamo a su orden y corrieron directo al frente de batalla, colocando sus lanzas contra el enemigo, las lanzas que antes habían sido rotas en las corazas de los monstruos, ahora los atravesaron como papel.
Diabo había estado enfermo desde su encuentro con el vampiro, pero seguía en pie, listo para luchar y morir, sabia que era hombre muerto y planeaba que todos recordaran, sino era en vida, con una muerte que resonaría por la eternidad.
"Son hombres de Sadera ¿O solamente un ato de cobardes?" Tomo su espada y reunio a los legionarios mas fieles, cargando al frente de batalla, logrando que los desesperados soldados se levanten y corran a la batalla, avanzando como uno solo, sus lanzas ahora lograron atravesar a sus enemigos y sus escudos resistieron mejor los ataques.
La batalla parecía estancada, parecía que estaban condenados a retirarse de vuelta a sus derroidas defensivas, estaban retrocediendo, pero no parecían querer regresar, pero entonces una serie de explosiones de artillería les mostro que todavía no estaban solos, desde lejos, lograron ver como al menos 100 piezas de artillería disparaban sin parar.
Damber llego antes de tiempo con un contingente de 100.000 androides de batalla, los soldados de hierro avanzaron sobre el campo de batalla, disparando Blasters y lanzadores de cohete, devastando al enemigo, todavía no era suficiente para obligar al enemigo para rendirse, pero era un respiro y tenia el impulso para avanzar.
La tierra temblaba con toda la artillería que caía sobre ellos, Morgana una vez mas fue al campo de batalla, con lluvias de flechas que mataban todo a su paso, la caballería mostro una vez mas porque era la mejor del mundo, esta vez la Horda de 5.000 tártaros fueron reforzados por 10.000 mamelucos Sarracenos que tomaron el frente de batalla con sus lanzas y se unieron a ellos en su combate con lanza.
La sangre de todos estaba en el campo de batalla, los Mandalorianos tomaron un papel crucial, defendiendo la puerta norte de un ataque sorpresa, estaban disparando todo lo que tenían a la mano, lanzallamas, lanza cohetes y explosivos, los detonadores térmicos se terminaron debido a la gran cantidad que utilizaron para repeler a los enemigos, que incluían a ogros oscuros recubiertos de metal..
Cubiertos de fuego y veneno, siguieron luchando aun en esas desesperadas circunstancias, todos tomaron espadas y con ellas mataron a los mutantes que se acercaban a la muralla, Damber estaba entre los defensores, evitando que varios ogros oscuros pudieran atacarlos.
Draken: ¡No retrocedan! ¡Sigan avanzando a cualquier costo! ¡Si no ganamos hoy todo el continente caerá! —Lanzo a varios enemigos que estaban frente a él por los aires y corto la cabeza de un gran ogro que trato de hacer de tanque—
El escaso sol que había sobre ellos era poco esperanzador y pronto fuego y relámpagos aterrizaron sobre ellos, matando a varios soldados y destruyendo androides de combate, los AT-TE disparaban y mantenían la linea del frente como una torre móvil, pero con la llegada de mas enemigos era difícil saber que esperar.
Lentamente estaban avanzando de nuevo las brujas, en un ataque desesperado, Draken y Valiant atacaron como una punta de lanza, abriendo paso para que mas soldados los siguieran, destrozando la linea de frente enemiga, quienes tenían que soportar una carga furiosa de sus enemigos y ver como morían hechos pedazos por la hoja de plasma.
Su avance fue detenido por Minerva, quien reunió a mas brujas y soldados, haciendo frente a Draken y chocando sus armas una vez mas, era una batalla entre monstruos y hombres heridos, todos sabian como terminaría, pero era el ultimo soplo de aire en sus pulmones, y no dejarían que el enemigo ganara con tanta facilidad.
En medio del caos, Morgana al fin logro tomar la cabeza del comandante enemigo de la sección que atacaba, y fue entonces que comenzaron un ataque total, toco un cuerno de guerra y llamo a todos los Tártaros para iniciar el combate contra el enemigo.
Cientos de águilas gigantes surcaron el cielo, con plumas negras, plateadas o doradas, tan diferentes entre si pero de tamaños tan grandes que podrían cargar a un elefante joven con sus garras, la bruja de Maurya ataco con ferocidad, sus sables cortaron carne de todo enemigo que se le ocurriera verla.
Los Mamelucos se les unieron y la carga de caballería ataco los flancos enemigos, obligando a todos a desviar su atención del frente, Morgana de inmediato mando un mensaje a Maurya, anunciando que estaba cambiando el rumbo de las mareas de la guerra, algo que Rajesh había estado esperando durante algunos días.
En el norte Vlad llego de nuevo, victorioso despues de la guerra, se llevo a sus lugartenientes y atacaron con un ejercito de no muertos y la división de soldados de Lucius, salvando la Puerta Norte del ataque de los enemigos.
Draken sonrió en medio del combate, la luz del sol desapareció, pero no por el ambiente o el atardecer, el sonido de gigantescos motores le anuncio la llegada de su nave insignia, el Destructor Estelar al fin estaba listo para la batalla.
La gigantesca nave llego desde arriba, lanzando todas las naves que tenia a su disposición para el combate, miles de soldados bajaron en vehículos de combate y la Legión que habían formado con esclavos se lanzo a la guerra con Blasters modificados con bayonetas, matando a cualquier enemigo cercano.
Las torretas de calibre mas grande dispararon a plena capacidad, devastando el campamento enemigo, la fortaleza flotante era tan grande que todos la vieron con asombro, recobrando algo de esperanza y lanzándose en una encarnizada pelea, el fuego cubrió el campo de batalla, los soldados de la alianza caminaron sobre los cuerpos de aliados y enemigos, matando a quien tuvieran en frente.
Las brujas no podían mantener ese avance, por lo que tuvieron que crear portales y retirarse, llevándose consigo a todos los que pudieron, justo al atardecer, con un fondo rojo como la tierra, Draken levanto su estandarte en señal de victoria, las legiones gritaron con victoria, una victoria amarga, pero que les daba esperanza para luchar un día mas.
Sadera se salvo de la aniquilación total, los soldados y médicos de campo corrieron, buscando a sus compañeros heridos, la batalla se cobro miles de vidas de ambos bandos, pero sembró los cimientos para un futuro, Draken ya no fue visto como extranjero, los Senadores al fin vieron en él a un hombre que protegió a la ciudad, los ciudadanos al fin vieron a Death Stars como un símbolo de esperanza, se levantaron héroes y nuevos lideres que dirigirían a Sadera y Falmart en una nueva cruzada para recuperar el resto de Falmart, sus enemigos comenzaron la guerra, pero ellos la terminarían con un sangriento punto final.
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