La luz del sol indica el nuevo día de la sabana, uno el cual seria de batalla....

El imperio, uno de los ejércitos más poderosos de donde ellos venían, empezaban a hacer sus pequeños estragos. Mucha de la fauna era desconocida y fascinante, así que, como regalo para el emperador empezaron a cazar y encarcelar a estás criaturas para que el gobernador de su imperio admire a estás asombrosas criaturas, por ahora y por dónde podían ir lo más lejos fue a un bosque tropical el cual pudieron encontrar alguna que otra criatura interesante

Uno de estos era un enorme primate, un orangután, pero que este era superior en tamaño a un humano promedio con 3 metros de alto, el cual fue capturado con ayuda de las amazonas y sus dardos tranquilizantes.

Un gigantopithecus estaba metido en una de estas jaulas sin poder hacer nada, tan solo ver cómo estos invasores empezaban a movilizarse más y más. Este era visto por el general el cual admiraba la sorprendente criatura.

En otra jaula, una más pequeña, se encontraba un mono el cual tenía como cualidad de tener membranas las cuales lo ayudaban a planear.

Este ser era conocido como Flunkey, uno de los tantos animales provenientes de uno de los futuros de la tierra, en este caso uno en dónde el ser humano había desaparecido y la fauna salvaje había tomado nuevamente la tierra.

Este era puesto junto a la jaula del gigantopithecus por una amazona, la cual se le notaba cierto interés hacia estás criaturas, de todos modos, su conección con la naturaleza le hacía ver lo fascinante hasta de lo más mínimo detalle de la flora y fauna.

— fascinante — dijo la amazona, acariciando suavemente al pequeño mono logrando tranquilizarlo un poco — tranquilo pequeño.... Quizás pueda tener un lugar para ti en mi aldea — dijo está con voz tranquila.

— ¡Oye tu, amazona! — dijo un orco el cual se acerco a esta — hoy dia vamos a explorar, ve con tu grupo —.

La mujer disgustada se resigno a hacerle caso al apestoso orco el cual, simplemente la veía como si fuera carne gratis por degustar.

Todos estaban listos o casi listos para emprender el camino para explorar el nuevo mundo, montados en sus caballos y armados con sus armas, tenían por seguro de que cualquier bárbaro quienes se encontrarán sucumbiría ante su inmenso poder.

Paso un rato para que al fin todos ya alistados iniciarán a marchar, llendo con rumbo no tan fijo pero dispuestos a la batalla en cualquier momento, con gran voluntad, los soldados del imperio conquistarían este mundo.

El imperio se destacó ante los demás reinos al ser uno bastante determinado en conquistar TODO su mundo, pero para su desfortuneo sus reinos vecinos no compartían el mismo pensamiento, habiendo muchos de estos los suficientemente capaces de hacerle frente al imperio y mantenerlos alejados de sus fronteras no queriendo unirse a su imperio. Por mucho que los imperiales los intentaron no pudieron hacer nada durante muchos años, pero ya no importaba, ya que habían descubierto el mundo detrás de la puerta les dejo de interesar sus vecinos.

Siempre al frente, rumbo a la conquista.

Pero mientras esté ejército se encaminaba, más a o lejos, un pequeño grupo se encontraba dirigiéndose encima de unos camellos Kharai , teniendo en sus manos una jaula de vidrio el cual tenían dentro unas criaturas descansando. Los seres que cargaban las cajas eran tenían apariencia las cuales al mirarlos pensarías que tienen la cara de insectos y el cuerpo de un humanoide, mientras que lo que tenían en la caja eran seres dinosaurios pero si parecieran que tuvieran la boca de un oso hormiguero.

— Wasp Eater — dijo este ser humanoide.

— Vespaphaga Parma, sería su nombre científico que le pusieron los humanos — dijo otro de estos seres.

— la verdad el nombre es adecuado — dijo el tercero mostrado fascinado ante el dinosaurio.

— no se distraigan, tenemos mucho por recorrer y que a pesar de que tengamos armas con nosotros, hay que igual cuidarnos de cualquier depredador — dijo el último, siendo el más serio del grupo.

Este grupo de humanoides se les llamaba Bug facer.

Una evolución (de manera genéticamente alterada) del ser humano y la cual han tenido cierto rechazo hacia otras especie, hace mucho tiempo en su planeta natal sufrieron un ataque de otra especie alienígena, pudieron sobrevivir a esta ganando la guerra, pero les costo muchas bajas y dejando a estos traumados de por vida durante montones de años después. Debido a dicho acontecimiento, se han mantenido alejado de cualquier otra raza que no fuera la suya, a pesar de ya no estar en su planeta. Mientras que montones hacían alianzas y compartían culturas, recursos y tecnología, los Bug facer se mantenían ajenos a estos, no atacando a sus vecinos, tan solo alejándose de lo que ellos consideraban problemas y hasta entonces ninguna otra raza ha intentado hacerles cambiar de opinión de hacer pases con otros seres que no fueran su especie.

Estos 4 científicos habían explorado más allá de su ciudad, queriendo ver que otras nuevas especies pudieran encontrar, ellos venían de una gran ciudad estado ubicada en un enorme desfiladero, lo cual esto los ayudo a explorar los recursos de aquel lugar y mejorar tecnológica de comercialmente (con otros miembros de su especie que se encontraban cerca de su ciudad).

Lo que habían encontrado los había fascinado, dinosaurios, animales tanto modernos como extintos, fauna alienígena y el ser que tenían en sus manos, un pequeño dinosaurio del futuro el cual, como su nombre indicaba, comía avispas y otros tipos de insectos (aunque en especial avispas) e iba a la copa de los árboles con ayuda de sus patas adaptadas para trepar, usando su boca metían su boca en el panal de las avispas y con una lengua larga las atrapaban para empezar a comerlas, poco o nada les hacían sus picaduras debido a que su cara era muy dura para evitarlas. Pudieron hacer capturado otro animal para su estudio pero consideraron a esta las más amistosa y tranquila, no fue tan difícil el capturarla, tan solo con un cebo de panal la lograron a atrapar.

Les iba a costar gran parte del día llegar a su ciudad, habiendo salido tan temprano y no teniendo un vehículo ni poderle pedirle prestado a uno, tuvieron que requerir la manera más barata de transporte, un animal, en este caso un camello los cuales eran eficientes a la hora de ir por lugares áridos o en este caso la sabana, lo malo eran los depredadores, por suerte al momento de ida y ahora de vuelta no se encontraron con uno hasta ahora y esperaban que fuera así el resto del día.

— mantengan los ojos bien atentos, nos puede saltar un depredador en cualquier momento — dijo el más serio para mantener alerta a su equipo.

Uno de ellos, el que estaba atrás de los demás, noto algo al fondo el cual pudo reconocer como una figura humana montada en un caballo.

— oigan, un humano — dijo apuntando a la dirección de dicha persona.

Los demás de sus compañeros al ver a este humano suspiraron, pensando que tendrían que lidiar quizás con un mercader o con algo parecido, para ellos, cualquier interacción con humana les resultaba tedioso y hasta incómodo.

Pero al ver dicha silueta acercarse más y más, notaron que se eran más de un humano, luego otro y otro y otro más, hasta que notaron que se trataba de todo un ejército entero marchando hacia la dirección en dónde estaban ellos, pudieron ver a otras criaturas con los humanos y los gigantes fueron los que más los espantaron.

— ¿¡Que hacen esos humanos!? — pregunto para si mismo uno de ellos, retrocediendo junto con su camello el cual estaba inquieto.

El imperio estaba pasando por la zona que los Bug facer andaban, uno de los soldados al notar siluetas al fondo uso un catalejo y noto a 4 seres extraños humanoides, al avisarle a su general y que este también viera por el objeto, mando a un grupo de soldados junto a unos orcos a "interrogar" a estos seres extraños, los primeros nativos inteligentes que se encontraban.

Los soldados humanos y orcos se acercaron a estos 4 individuos quienes no tuvieron el valor para bajarse de sus camellos, temblando de miedo ante lo impotentes que se veían, en especial los orcos quienes su apariencia era atemorizante.

— ¿q-que necesitan.... Amigables compañeros? — dijo uno de los Bug facer que tenía llevado la caja de vidrio con el Wasp Eater dentro.

Sim embargo al momento de hablar no se le entendió nada, su lenguaje era diferente a lo que habían escuchado.

— entonces que estos bárbaros hablan en un idioma diferente — dijo un orco.

— ¿No es claro? — dijo sarcásticamente el soldado humano, cosa que hizo enfurecer al orco pero decidiendo dejarlo pasar.

Los Bug facer al escuchar el idioma que hablaban los seres que tenían en frente, notaron que era Latín, una lengua que aprendieron gracias a la variedad de humanos de distintas épocas que habían y que obligatoria tuvieron que aprenderlas por si había algún encuentro con estos, en este caso así era.

— eeeh... Disculpa — hablo, está vez en latín, cosa que hizo prestar atención al Saderano y al orco — ¿e-en que podemos ayudarlos? —.

Tanto el orco y el humano se miraron entre si por un momento y con un sentimiento miraron a los Bur facer con una sonrisa maliciosa, lo cual puso nervioso al pobre cara de insecto.

— denos todo lo que tengan y díganme dónde queda el asentamiento más cercano — dijo el orco mientras ponía su garrote en su hombro.

Uno de los asustados cara de insecto trago saliva y se dispuso a responder.

— hay una ciudad tanto de humanos como de otras especies a pocos kilómetros en el norte.... — dijo el Bug facer apuntando a dónde quedaba el norte, haciendo sonreír al humano.

— ¡Muy bien!.... Tu orco asqueroso.... Haz lo tuyo — dijo el saderano para que seguidamente el orco bajara su garrote y se acerca a los cara de insectos .

De allí una sensación les recorrió por los Bug facer, una de alerta máxima y rápidamente dejaron todas sus pertenencias (incluso la caja donde tenía al dinosaurio evolucionado) y empezaron a correr por sus vidas. Esto hizo hacer reír al humano que con su arco, con un tiro tercero, le diera en la cabeza a uno de estos el cual su sangre mancho el pasto y cayó muerto en el piso.

Los otros 3 que quedaban se quedaron en terror absoluto y empezaron a correr por cualquier lado tratando de salvar sus vidas, otros 2 fue alcanzada por otros humanos los cuales son tener piedad de el, le clavaron sus espadas, haciendo que el pobre Bug facer muera lentamente.

El último que quedaba corría lo más rápido que podía tratando de alejarse de aquellos soldados los cuales les quedó en claro que era conquistadores, pero escucho el galopar de un caballo, lo estaban siguiendo y tenia que correr más rápido, pero no era suficiente, ya faltaban pocos segundos para que el Saderano lo alcance.... Pero recordó algo, su arma que traía consigo y la que tenía guardada, se le había olvidado por completo, así que la saco de su bolsillo y teniendo valor, se dió media vuelta viendo al Saderano de frente con su espada len alto lista para matarlo el cual consideraba este acto como una jugosa victoria. El Bug facer aprieta el gatillo y dispara directamente justo en la cabeza del Saderano, un disparo de una energía de plasma, dicho disparo por su potente impacto hizo caer al ya muerto soldado el cual su cabeza humana mientras tenía un agujero que le atravesaba el cráneo.

Todos quedaron sorprendidos por dicho acto, pero poco segundos cambiaron su expresión de sorprendidos a furiosos llendo contra el ultimo cara de insecto, este pensó rápido y se subio encima del caballo y empezó a cabalgar a la ciudad mas cercana, tardaría mas si intentara ir a su ciudad, con su torso dando medis vuelta para asi empezar s dispararle a los otros saderanos quienes iban a por el, haciéndoles algunas bajas e incluso matando algun que otro orco.

Esto colmo la paciencia del general el cual encargó que siguieran al Bug facer, mandando a los wyverns ir a por el, Pero para sorpresa de todos la arma que llevaba consigo la cual consideraban una barita que disparaba rayos mágicos, logro matar a varios hombres de wyverns y hasta varios de estos dragones.

El cara de insecto se le tenía que ocurrir algo a tiempo, teniendo una idea de inmediato, empezó a seguir disparando más rápido pero no porque quisiera matar a todos sus perseguidores, si no que era oara atraer a la fauna local de alli.

Dio resultado, ya que un grupo una manada de allosaurus (dinosaurios del jurasico) al escuchar los ruidos fueron a ver qué pasaba y se encontraron con montones de soldados con armaduras, orcos y wyverns muertos.

Los animales salieron de los matorrales y fueron a probar esta nueva comida venida de otro mundo, pero no contaban que todo un ejército se estaba acercando a estos.

Los saderanos frenaron de golpe al notar a estos enormes y delgados seres que identificaban como dragones, uno de los allosaurus sintiéndose amenazado y pensando de que estaban llendo a por ellos se puso a la defensiva atacando a uno de los saderanos, mordiendo a este del torso y mandándole lejos. Un orco, no pensando bien las cosas, toma su garrote y le pega un enorme golpe al allosaurus que había atacado a su compañero humano, esto hizo que el resto de sus compañeros dinosaurios se pusieran agresivos y fueran hacia el resto del ejército los cuales ahora consideraban peligro, los saderanos y demás criaturas no pudieron encontrar otra manera de luchar con estás criaturas, pero con algunos mas llendo a donde la dirección de donde había el cara de insecto

Este seguía corriendo con el caballo, llendo lo más rápido posible a la ciudad que el había dado la dirección esperando que está se pudiera defender de estos extraños invasores.

Pero de repente, una flecha atravesó su hombro haciéndolo dar un pequeño grito de dolor, pero no deteniendo al Bug facer, llendo determinado a la ciudad. El que le había lanzado la flecha era un alto elfo el cual su atención fue interrumpida por uno de los allosaurus quien se abalanzó contra el, no teniendo más opción que defenderse.

Durante un largo rato de galopeo, en dónde el cabello se estaba empezando a cansar y el Bug facer apunto de desmayarse por el dolor al fondo ve la ciudad y reuniendo las últimas fuerzas que le quedaban, aumento la velocidad del caballo para llegar lo antes posible a la Ciudad.

— ¿Y como vas con tu esposa? — pregunto un Birrin en su lenguaje natal a su compañero de guardia.

— bastante bien, estamos esperando un hijo en las incubadoras — dijo este bastante contento.

Pero justo en la charla de estos 2 escuchan el galopar de un caballo y al ver al frente, se llevaron la sorpresa de que un Bug facer con una flecha atravesando su hombro cae al suelo de un caballo el cual este se detiene exhausto de tanto esfuerzo de la carrera.

— ¡¿Un Bug facer aquí?! — uno de los Birrin, aquel que iba a ser padre, sonó impresionado de ver a la raza más distante con las demás en una ciudad en dónde otras convivían, pero mas se sorprendió y sobretodo alarmo al ver que este estaba lastimado — ¡Atención médica! —

Rápidamente las puertas se abren, con los 2 guardias llevando al Bug facer directo a una camilla la cual era llevaba por humanos los cuales rápidamente lo llevan al hospital más cercano que había.

— oye.... ¿Eso era un Bug facer? —

— espera.... ¡Si es, si es un Bug facer! —

El duo de amigos, Terk y kano estaban en una cafetería comiendo algunos postres hasta que vieron como atendían al Bug facer mientras que con sumo cuidado le quitaban la flecha y lo metían dentro del hospital.

— ¿Que le habrá pasado? — pregunto Terk mientras dejaba su dona en el plato

— seguramente bandidos — respondió kano igual de intrigado.

El rumor de que la raza de la que no socializaba con el resto estaba en la ciudad se expandió rápido, aunque lo más hablado era del estado de este, siendo la posibilidad más comun que haya sido atacado por unos bandidos.

Mientras tanto, regresando con los guardias que custodiaban las puertas, estos aún no salían de su sorpresa, pero rápidamente su atención se enfoco de un monton de siluetas que se acercaban a lo lejos, uno de estos tomo unos binoculares especiales para asi poder ver de lo que era y se quedó en shock, quedando completamente callado mientras que su compañero extrañado lo movió para llamar su atención pero este al no reacción le quitó los binoculares y vio lo que sea que se acercaba, su reacción fue similar a la de su compañero

Un enorme ejército se dirigía a la ciudad, enormes reptiles alados como apoyo aéreo y gigantescos humanoides como si fuesen enormes arietes de batalla.

Rápidamente los guardias se pusieron en marcha y uno de estos saco una bengala la cual lanzo al cielo, alertando a toda la ciudad los cuales sabían exactamente lo que significaba.

Estaban bajo ataque.

Ninguno lo podía creer, esto era la primera vez que pasaban, el pánico empezó a surgir de inmediato y todos se fueron a refugiar s sus hogares o en propiedades ajenas y públicas. Mientras tanto, en las calles menos transitadas y en encima de los muros, se movilizaban las fuerzas armadas de la ciudad, que a pesar de ser una ciudad que fomentaba la paz entre especies, eran capaces de defenderse. Hombres, Birrin y demás criaturas llevando armas tanto alienígenas como pertenecientes a la tierra, como naves de guerra que iban desde helicópteros hasta tanques.

Montones de soldados y armamento de guerra se posiciona lista para atacar a los invasores, de parte de los soldados humanos (aquellos quienes venian de eras modernas) se sorprendieron al ver que sus atacantes eran seres fantásticos tal como muchos describirían como orcos, elfos, enanos, entre más.

El general del ejército del imperio ve la enorme ciudad amurallada, notando que en el cielo sobrevolaba extrañas criaturas de metal y que sus guerreros portaban armas raras que no podrían filo. dio una leve risa ante esto pensando que sería una campaña facil, dio media vuelta y mirando a su ejército, sacando su espada les habla con firmeza.

— ¡Que está ciudad sea la primera en ser conquistada para el imperio! — dijo el general, haciendo que los demás gritasen de euforia listos para batallar y ganar su primera batalla en este mundo.

— ¿Que carajos están diciendo? — pregunto para si mismo un soldado humano apuntando su rifle.

— ¿Yo que chingados se? Tu solo prepárate a disparar — dijo otro soldado humano con un distintivo acento.

— ¿En serio? ¿Dragones, orcos, elfos? Parece algo sacado de un fanático de calabozos y dragones — dijo otro soldado humano.

— no se que rayos es calabozos y dragones, pero ¿Enserio? Espadas y lanzas, y nosotros teniendo armas de verdad— dijo otro incrédulo de que sus enemigos estuvieran armas no convencionales.

Estos y otros comentarios eran los que se decían de parte de los soldados humanos.

De parte de las demás especies, poco o nada les importaba de que clase de enemigo se enfrentarán, su determinación por defender todo lo que tenían en su ciudad era muy grande y estaban dispuestos a usar la violencia si era necesaria si un ejército invasor viniera con intenciones de conquista, aunque si se cuestionaban de porque este ejército solo traía armas blancas.

Después de unos tensos momentos, la batalla daba inicio.

Con el ruido de un cuerno de batalla de parte de uno de los soldados saderanos, haciendo que los demás desenvainen sus armas da inicio al combate, cargando de frente hacia la muralla confiados de que sus números, sus catapultas, sus jinetes de wyverns y sus monstruos serían una fuerza formidable....

Estaban más que equivocados.

El general, aquel que había ganado grandes batallas y el encargado de dirigir el primer ejército al nuevo mundo, fue reducido a balazos en todo su cuerpo haciéndolo caer en el suelo.

El resto de sus guerreros no fueron la excepción, las balas (tanto humanas como más alienígenas) llegaban en cualquier dirección atravesando sus escudos y armaduras, sus enormes artilugios de batalla como las catapultas anteriormente mencionadas se destruyeron ante los disparos de las enormes criaturas de metal (helicópteros) quienes fácilmente las reducían a solamente restos, lo mismo pasaba con los jinetes de wyvern quienes poco o nada pudieron hacer con la fuerza que estas cosas de metal quienes se mantenían casi intactas ante los ataques (aunque es verdad que era algo dificil darle a un wyvern).

En el caso de sus monstruos no era diferente.

Sus gigantes, enormes seres provenientes de las montañas los cuales hacían temblar el suelo con sus pisadas y considerados como la criatura más peligrosa que había en sus tierras, era fácilmente derrotado por la "magia" de estos soldados del nuevo mundo a conquistar, sus amazonas, orcos, ogros, conejitas guerreras, hombres lagartos, entre otros semi humanos caían a los pocos segundos.

Sus magos, orgullosos maestros de las magias arcanas, a pesar de sus hechizos no pudieron hacer nada, sus bolas de fuego era lo unico que hacia algo cuando las lanzaban a las tropas desprotegidas, pero los enormes monstruos de metal era otra cosa.

Rápidamente, el ejército del imperio empezaba a ser barrido por las fuerzas de la ciudad quienes no habían tenido ninguna baja.

Viendo que tenían las de ganar, con un aviso de parte de uno de los soldados el cual era en realidad el comandante, un Birrin un poco más viejo veterano de batalla, les dijo a sj grupo de que no matarán a todos y de que si dejaban unos cuantos vivos los podrían interrogar para que les digan de quienes son y si habían más de ellos.

Así, todos dejaron de disparar y de los cientos de soldado que habían, fueron reducidos a solo unos cuantos quienes quedaron con traumas de por vida, dejando sus armas en el suelo y pidiendo piedad.

— bien.... — dijo el Birrin comandante — arresten a los prisioneros, interrogenlos y traduzcan lo que dicen —.

Después de aquella orden, los soldados con ayuda de unas escaleras posaron tierra firme y se dirigieron a los pocos saderanos y semi humanos que quedaban, uno de estos, una amazona la cual antes era una brava guerrera, se encontraba temblando del miedo mirando a quienes consideraba débiles. Los soldados solamente tomaron a los prisioneros, lo cual era fácil, para que después las puertas se abran y un vehículo policial viniera en dónde dentro de este pusieron a los invasores.

— bueno.... Fue más fácil de lo que pensé — dijo un Birrin guardando su arma para así tomar una especie de cigarro y prenderlo con un encendedor, empezado a fumar de este.

— ¿Que pensaron estos tipos al venir con armas medievales? — cuestionó un humano tomando una espada que le pertenecía a uno de los saderanos.

Mientras los soldados hablaban, el comandante andaba por el campo de batalla, notando que este ejército tenía una bandera la cual tomo para analizarla. ¿Sería un ejército poco avanzado el cual tiene ambiciones de conquista? ¿Acaso estos seres venidos de otros universo como el resto? Y sobre todo ¿Que es este ejército?

//Fin//

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Quizás sea corto, pero no me encontraba muy motivado así que me asegúrate que el siguiente cap sea más largo.

Repito de nuevo, para que se me entienda, tendré algunas libertades creativas sobre el anime de Gate, también tipo juntando este anime con otros de fantasía para así darle un toque especial a este fanfic.