Parte 4
Gate en el paramo:
General saderano: "¡Maldita sea!"
El general se sentía humillado, habiendo sido obligado a huir del combate a lomos de un wyvern y furioso ya que las tropas que trajo estaban siendo aniquilados por una mujer que montaba una bestia. Pero el general no estaba dispuesto a permitir que esa humillación continuara, por lo que tras llegar a su campamento preparo a todo su ejercito para la revancha.
General saderano: "¡Mis soldados, nos hemos topado con una poderosa archimaga la cual dirige a los salvajes de este mundo! ¡Varios valientes han caído ante ella, no podemos permitir que su sacrificio sea en vano! ¡Vayan y derrótenla, encadénenla y enséñenle a esa puta cual es su lugar! ¡Por el Imperio!"
Soldados imperiales: "¡Por el Imperio!"
El general disfrazo la verdad de forma maravillosa, no tenia forma de saber si esa chica era una líder o una simple guerrera pero los soldados no necesitaban saber eso. El general sabia que huir de un solo oponente le ganaría las burlas de los nobles e incluso podría perder su puesto, pero si volvía para pedir refuerzos en contra de una enemiga importante y si la derrotaba definitivamente tendría mucha gloria y respeto. Viendo a su ejercito marchar firme; con la caballería lista e incluso con sus maquinas de guerra siendo tiradas por ogros el general se sintió invencible y ya se imaginaba como torturaría y humillaría a esa chica.
Pero sus fantasías serian interrumpidas por una conmoción en el lateral derecho de su ejercito; al inicio se escuchaba una especie de ruido distante pero luego este empezó a escucharse mas cercano e incluso se sentía un temblor en el suelo y el general noto que el temblor era mas fuerte que cuando se acerco la bestia de combate de la chica. Temiendo que la chica haya pedido refuerzos; ordeno a sus tropas prepararse por lo que los legionarios se prepararon con los escudos al frente y mandaron a las tropas auxiliares de semihumanos al frente de los legionarios para que sirvan como carne de cañón.
Los arqueros se posicionaron detrás junto con los magos y los ingenieros empezaron a preparar la maquinaria de asedio, nervioso el general mando a los jinetes de wyvern a la dirección del ruido para explorar que es lo que se estaba acercando. El general presto atención al ruido mientras esperaba; notando los ruidos de pisadas causados por la caballería pero también noto un ruido que parecía un rugido continuo el cual no parecía ser de ningún tipo de bestia.
Vio a lo lejos a sus wyverns; los cuales parecieron ver algo ya que unos se zambulleron al ataque mientras otros intentaban dar media vuelta para informar. Pero ningún wyvern sobreviviría, ya que ante los ojos atónitos de los soldados los wyverns explotaron en el aire de la nada; algunos semihumanos con buena vista notaron una especie de flechas que perseguían a sus wyverns y otros notaron una especie de puntos de luz los cuales atacaban a los wyverns en tal cantidad que era imposible esquivarlos.
Soldado saderano: "¡¿Que acaba de pasar?!"
Mago saderano: "¡Imposible! ¡¿Que hechicería es esa?!"
Pero no tuvieron tiempo de estar sorprendidos; ya que desde los edificios de la ciudad aparecieron 15 objetos que les helaron la sangre. Estos eran una especie de barcos, pero barcos que expulsaban humo de sus chimeneas y tenían grandes ruedas para andar en la tierra lo cual dejo atónitos a los saderanos. Los grandes barcos se abrieron paso fácilmente por la abandonada ciudad; atravesando los edificios como mantequilla y siendo seguidos de cerca por vehículos hechos de chatarra tanto aéreos como terrestres e incluso habían bestias como rinocerontes mutantes y águilas gigantes los cuales seguían de cerca al convoy.
Los semihumanos con mejor vista notaron algo con horror; y era que en la parte frontal de algunos de esos 'carruajes que se movían solos' había gente atada a varas de metal y vieron con horror que esa gente estaba viva y claramente sufriendo. El barco del frente era el mas grande e imponente; el cual estaba decorado con un diseño en forma de calavera en el frente y tenia todo tipo de decoraciones como restos humanos, de androides o de bestias mutantes por todo el casco.
Todos los soldados perdieron la voluntad de luchar y trataron de correr al gate; podrían haber creído en la superioridad de su imperio toda su vida pero incluso ellos podían darse cuenta de que no tenían ninguna posibilidad contra tales monstruosidades de gran tamaño. Y tuvieron la peor suerte; al toparse con la facción de bandidos y esclavistas mas poderosa del paramo.
Se hacían llamar la "Horda de Acero"; los cuales eran dirigidos por un bandido el cual simplemente se hacia llamar el Hierro. Este bandido, tenia bajo su mando a una gran cantidad de androides servidores de modelos domésticos y militares los que lo ayudaron a consolidar su poder actuando como sus guardias personales y ejecutores. Estos eran expertos en el uso de chatarra y tecnología robada; viajando por el paramo en sus barcos terrestres para atacar cualquier asentamiento indefenso y robar lo que pudieran por lo que eran bastante temidos.
En esta ocasión; el Hierro estaba furioso ya que su convoy había sido atacado por un ejercito coordinado el cual estaba conformado por los Forjadores del Acero, los Domadores del Abismo y los Celestes del Viento. Había perdido a la mitad de su caravana por lo que estaba huyendo junto a sus tropas; llevándose los esclavos y recursos que había recolectado sin querer perder su botín. Aparte de su buque insignia; solo le quedaban otros 4 destructores de tierra (diseñados para atacar objetivos blindados), 3 furias aéreas (diseñados para antiaéreo y anti-infantería) y 7 fortalezas nómadas (diseñados para el transporte de recursos robados, esclavos y habilitado para vivienda)
Habían perdido bastante; y los Celestes del Viento eran los mas implacables en el ataque ya que la aviadora Meiru había traído su aeronave personal para darles caza junto con muchas otros vehículos voladores y el Hierro era consciente de que con solo tres buques antiaéreos no podrían repeler los próximos ataques. Pero entonces vio estupefacto una especie de dragones pequeños; estos fueron repelidos fácilmente por sus hombres pero noto que esos dragones pequeños parecían ser monturas para humanos por lo que guiado por su intuición dirigió su caravana a la ciudad desde donde estos dragones parecían venir.
Tras atravesar un edificio; vio sorprendido una gran cantidad de humanos que parecían vestir como los romanos del mundo antes de las bombas junto con unas raras bestias mutantes. Su instinto le dijo que estos raritos eran débiles; y que eran la solución a su crisis actual.
El Hierro: "¡Vayan mis hombres, un festín sin igual esta ante ustedes! ¡Maten a los que puedan, capturen y esclavicen a esos debiluchos! ¡Muéstrenles quienes son los reyes del apocalipsis!"
Bandidos: "¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡YEEEEEEEEAHHHHHHHHHHHH!!!!!!!!!!!!!!"
Arrasando sin piedad; los bandidos aplastaron a los saderanos simplemente pasándoles por encima con sus buques terrestres. Aquellos en vehículos o en monstruos también los arrollaban e incluso hacían uso de arpones para arrastrar a algunos pobres desafortunados en sus vehículos o monturas. El general saderano seria capturado por un arpón disparado por uno de los buques terrestres, siendo arrastrado entre gritos a una jaula junto con otros esclavos.
El Hierro noto el gate y uno de sus servidores le dijo que esa estructura parecía ser una especie de portal ya que emitía una firma de energía única. El Hierro sonrió y rio a carcajadas ante su buena suerte; por lo que ordeno a tres fortalezas nómadas que se quedaran atrás y recolectaran la mayor cantidad de esclavos posibles. Estos actuarían como cebo para distraer a sus perseguidores el tiempo suficiente mientras los demás escapaban.
Y tal y como predijo; los celestes del viento se concentraron primero en atacar esos tres buques que se quedaron atrás. Distrayéndolos el tiempo suficiente para que el resto del convoy se adentrara al gate en fila; el Hierro reía ante las posibilidades que ese mundo desconocido podría ofrecerle.
Por otro lado, los saderanos que se enfrentaron con Crescent serian liquidados por ella y su elefante mutante. Y tras terminar, se iría a averiguar de donde salieron esos humanos tan raros y para eso interrogaría al único capitán que dejo con vida. Para lo cual se apresuro a ir a su base; ya que tenia el presentimiento que algo grande acababa de suceder en el paramo y que cambiaria las cosas para siempre.
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