🚬𔘓 ¦ Capítulo 12
―Vamos, muévete―Soobin pateó a Jimin para hacerlo caminar hacia la salida.
El rubio gimió de dolor pero igualmente hizo el esfuerzo de avanzar algunos metros, lo habían tenido cautivo por días, sin comunicación, sin ver la luz del día y casi sin comida. Sus piernas dolían tanto como sus manos que tenían las marcas de las sogas, a pesar de haber respondido las preguntas que los hermanos le dijeron aún así le habían golpeado. No tenía idea alguna de una tecnología de la cual su padre estaba trabajando pero eso no era excusa para Soobin, quien solo lo golpeaba y Jimin llegó a pensar que lo hacía por diversión.
―¿A dónde vamos?―preguntó cuando la bolsa negra volvió a cubrir sus ojos y lo arrojaron dentro de un auto. Yeonjun que estaba al lado suyo asegurándose que no se escapara rió.
―Vamos a darle una visita a nuestro hermano―la voz del de pelo amarillo había salido divertida pero al llegar a la palabra "hermano" se volvió cortante y fría.
Aún no entendía nada, le habían preguntado sobre su padre pero ¿ahora lo llevaban con su hermano?
―No entiendo que tiene que ver conmigo tu hermano, Yeonjun―el nombrado no contestó, en cambió lo que se escuchó fue la risa del mayor de ellos que estaba al volante.
―Oh, ¿nunca te lo dijo?
―¿Quién?―la cabeza comenzaba a dolerle de tantos enigmas―¿Decirme qué?
Un suspiro salió de la voz de Soobin que pasó una mano por su cabello:―Jungkook, obviamente, ¿de quién estaríamos hablando si no?
¿Jungkook?
―Para ser el próximo CEO de la empresa no eres muy inteligente, Jimin ―los hermanos rieron―¿Realmente nunca dudaste de quién era esa persona con la cuál te juntabas?
Un jadeo se atascó en su boca. Una parte suya siempre dudó de Jungkook, nunca hablaba de sí mismo y no habían anécdotas de él antes de llegar a la Ciudadela pero por otro lado confío ciegamente en que si el chico quería decirle algo lo haría sin que él lo presionara. Ahora todo se había dado vuelta y su mente estaba en blanco.
¿Quién era Jungkook? ¿De quién se había enamorado?
―Te lo contaremos simple y claro para que entiendas que tipo de persona es tu querido Jungkook.
El auto aceleró y Jimin tembló. Tembló por las futuras palabras que le soltarian y tembló por su vida.
En la Ciudadela Jungkook sentía los nervios a flor de piel, habían pasado días sin noticias de Jimin salvo por ese video aterrador. Yeonjun había desaparecido del lugar y el líder comenzó a prepararse, no tardarían en aparecer, lo sabía.
―Ya está todo listo, Jungkook ―la voz de Jaw se escuchó desde la entrada de la Ciudadela mediante el walkie-talkie.
Por las cámaras vió desaparecer los autos de sus compañeros y les deseó internamente toda la suerte posible, no podía salir nada mal. Ajustó su chaleco, cargó su cinturón con las armas junto con las balas y cerró la puerta del garaje. Jaw lo esperaba ahora afuera, divisó el cabello rojo vibrante de G y además otras seis cabezas.
―Ah, hablando del diablo―un chico de baja estatura rió mientras se tiraba a sus brazos para saludarlo, estaba vestido de negro y si no fuera por su pelo de colores no lo hubiera visto.
―Sunoo me estás apretando―dijo entre risas revolviendo su cabello ceniza con mechas de colores―Sigues igual de pequeño, es adorable.
El de baja estatura no había cambiado nada y agradecía su personalidad brillante en esos momentos porque lograba distraerlo del nudo que se formaba en su garganta.
Un chico más alto y de cabello café oscuro con dos pequeñas y finas trenzas cruzando su lado derecho, se acercó y le dió la mano para luego abrazarlo.
―Vivimos lo más rápido posible, no teníamos noticias de ti hace años y nos preocupamos cuando llamaste, Jungkook ―Jay habló―Por suerte no estabamos en niguna misión, bueno al menos nostros no, Heeseung si.
Jungkook suspiró agradecido. Lamentaba encontrarse de nuevo con todos ellos en esas circunstancias, sabía que los demás tenían sus asuntos pero ya no tenía escapatoria así que cuando G le trajo los perfiles de los chicos no dudó en llamarlos.
Enhypen, el grupo élite de combate y espionaje, estaba formado por siete chicos. Ellos y BTS se habían conocido una vez que habían visitado la Ciudadela por temas de trabajo, en realidad Jungkook ya había escuchado hablar de ellos cuando estaba siendo entrenado pero nunca había pensado en encontrarselos.
No habían empezado bien pues su forma de presentarse a la Ciudadela no había sido la mejor, derribaron todo su sistema de seguridad y cuando Jungkook y Jaw entraron ese día al garaje, ellos estaban ocupando el lugar. Se habían sumido en una especie de combate cuerpo a cuerpo, y no acabó hasta que Jungkook estuvo siendo apuntado por cinco armas mientras sostenía el brazo de Jake en una llave sujetandolo contra el escritorio.
Ah, buenos tiempos pensó Jungkook. Negó con la cabeza difuminando los recuerdos y volvió al presente.
―Lo siento mucho, Heeseung ―se disculpó con el chico que le sonrió y sacó importancia al asunto―Escuché que estabas encubierto, ¿en que lugar trabajabas ahora?
El nombrado se acercó, sus botas sonando sobre el suelo.
―En Park Corporation.
Los ojos de Jungkook, Jaw y G se abrieron, definitivamente no esperaban esa respuesta. Rápidamente Heeseung le explicó que su institución le había asignado la misión de infiltrarse para buscar información sobre la nueva tecnología de la empresa, había rumores de que no era totalmente digna de salir al mercado.
―Oh Dios―G apretó los lados de su nariz, ahora todo calzaba en su lugar.
―Siwon seguramente quería esa tecnología nueva por eso contrató a Yeonjun y Soobin para eliminar al señor Park ―el líder de BTS habló, su padre había planeado todo desde un comienzo.
―Lamento interrumpir pero ya han puesto a salvo a Kangho―habló Jaw mirando su reloj, habían previsto que cuando los Jeon se enteraran de que el señor Park sería buscado para ponerle a salvo ellos saldrían a atacar.
La Ciudadela estaba vacía, había empezado a gotear levemente y solo estaban ellos junto con los autos. Todos los chicos estaban armados salvo por G que solo portaba el chaleco antibalas por precaución.
―Bien, ¡a sus posiciones!―Jungkook sudaba frío, estaba aterrado por dentro, hace años que no veía a sus hermanos y por más que no tenía pensado encontrarse con ellos nunca más el destino le había jugado una mala pasada.
―Sunoo y Heeseung se quedan con Jungkook, Sunghoon, Jay y yo estaremos preparados por si necesitan apoyo―anunció Jake, su voz grave resonando por el lugar y su equipo siguendo sus órdenes.
En pocos minutos Jeon apoyado sobre la parte delantera de su Audi R8 esperaba a que sus parientes hicieran su entrada, a su lado Sunoo cargaba su arma y Heeseung hablaba con Jake a través del intercomunicador.
―Hay movimiento en el perímetro―la voz de G alertó a los demás, a pesar de que esperaban que usaran la puerta para entrar, de alguna manera los Jeon encontraron la manera de hacerse presentes desde las sombras.
―Jungkook...―murmuró su primo al detectar movimiento.
Jaw bajó el arma al ver una figura pequeña reconocida, algo coja, caminar hacia ellos en la oscuridad, G prendió las luces del auto iluminando al recién llegado.
―¿Jimin?
El nombre del chico salió ahogado, al instante Jungkook bajó también su arma. El rubio caminaba lento hacia ellos, su pierna hacia el esfuerzo de seguir adelante y sus manos habían vuelto a ser atadas. Los ojos color café se encontraron con los de Jungkook que en ese momento quiso ir a ayudarlo.
―¡No!―le gritó Jimin―No te acerques.
El líder paró entre sus pasos, cuando el menor le advirtió y una risa bastante conocida se escuchó poniendole la piel de gallina. Por detrás de Jimin salió Soobin quien gracias a la poca luz había pasado desapercibido, el motor de un auto resonó y Jungkook supo que Yeonjun estaba allí, confirmandolo cuando las luces delanteras se iluminaron.
―A pesar de que le contamos sobre ti, él sigue protegiéndote―el pelinegro sonrió conectando miradas finalmente con su hermano mayor.
―¿H-Heeseung?
La voz de Jimin resonó en el lugar, ronca y dejando notar que había estado gritando. Sus ojos miraban al lado derecho de Jungkook donde pudo escuchar un suspiro lastimero.
―Jimin, lamento que te enteres de esta manera―habló rápidamente el mayor, no tenían tiempo para dar explicaciones y al parecer el rubio lo entendió pues no volvió a preguntar nada, aún así tenía tantas dudas que sentía que iba a desmayarse de como giraba su cabeza.
Yeonjun bajó del auto ante la mirada de los demás y colocándose al lado de Jimin tal como su hermano, miró hacia Jungkook, su ojos pentrando los del Jeon mayor.
Jungkook rápidamente pensó en como sacar a Jimin de allí pero cuando escuchó el sonido de dos armas siendo cargadas a su lado paró.
Sunoo y Heeseung estaban apuntando a Soobin.
Yeonjun estaba pasivamente al lado del menor, sus manos atrás de su espalda, al contrario de Soobin que ahora apuntaba a la cabeza de Jimin.
―Es hora de hablar, Jungkook.
El dedo de Soobin estaba sobre el gatillo y Jungkook intentaba calmar las ganas de tirarse sobre su hermano y golpearlo. El pelinegro mantenía una sonrisa socarrona sobre su rostro, sabía que tenía la ventaja por el momento pues su hermano mayor no haría nada si no quería que Jimin terminara con un agujero en su cráneo.
Con un movimiento de brazos el líder de BTS ordenó que sus dos acompañantes bajaran sus armas, Sunoo siendo el que menos quería hacerlo pero terminando por cumplir cuando Heeseung lo miró.
Soobin alejó el cañón del arma de la zona temporal de Jimin y éste suspiró algo aliviado, vió lentamente como Jungkook intentó nuevamente hacercarse a él pero parar luego de que otro objeto se presionara sobre su cabeza, esta vez del lado contrario.
―No, no, no hagas estupideces Jungkook hyung―habló Soobin acompañando sus palabras con un movimiento del dedo índice en el aire, ahora él estaba libre pero su hermano había ocupado su lugar. Jimin volvía a estar en peligro inminente.
El "Hyung" se deslizó por la lengua de Soobin como si fueran miles de cuchillos apuntados hacia a Jungkook, quién los recibió dolorosamente pero sin mostrar señal de que lo había afectado. Escuchar esa palabra había sido un golpe bajo, ninguno de los hermanos Jeon le decía así desde que Beomgyu había muerto.
―¿Qué es lo que quieres?―escupió ya cansado Jaw, había bajado su arma con los demás pero aun estaba lista para disparar si se presentaba la ocasión.
Los ojos de Yeonjun viajaron al menor y Jaw creyó ver un rastro de culpa pero no pudo confirmarlo pues su mirada volvió a ser fría en segundos. Unos pasos se acercaron y el pelinegro pudo ver como su primo se paró en frente suyo, su respiración se atascó cuando una mano subió y peinó sus cabellos juguetonamente.
El sonido de los revólveres siendo cargados volvió a llenar el aire, la mandíbula de Jungkook estaba apretada e intentaba mantenerse a raya.
―Yeonjun―dijo Soobin con su mano todavía en los cabellos del menor, el sonido de recarga volvió a sonar y junto con él se oyó un sollozo. Tenía el poder y lo usaría, mandó una advertencia a través de su hermano.
El rostro de Jimin estaba siendo empapado por sus lágrimas, temblaba por completo y apenas podía mantenerse parado. Jungkook lo miraba con su cara totalmente descolocada, la ira, la impotencia y la tristeza estaban presentes en cada parte de su fisonomía. El arma se presionó más fuerte sobre su cabeza y un gemido lastimero salió alto haciendo que el cuerpo del corredor reaccionara instantáneamente intentando correr hacia él.
―Soobin, basta.
El nombrado rió alto y se alejó de Jaw que soltó todo el aire que estaba reteniendo y que fue reconfortado con G, que no había pronunciado palabra desde que todo había comenzado, seguramente preocupado por sus otros miembros.
―¿Ya estás pidiendo que pare?―caminó lentamente, sus botas cada vez más cerca de Jungkook ―Pero si apenas estamos empezando, Jungkook.
―Déjalos fuera de esto―los ojos del líder irradiaban furia―Me quieres a mi, así que déjalos ir.
La mirada del más alto viajó por todas las caras de los presentes, se tomó su tiempo en decidir, arrugó su ceño y negó con la cabeza.
―No.
La lluvia seguía cayendo, volviéndose más fuerte con el paso de los minutos. En la oscuridad Jake y los demás todavía seguían esperando órdenes de G. Aún no era el momento.
Un movimiento de mano hizo que Yeonjun arrastrara de los cabellos a Jimin y lo arrodillara enfrente de Jungkook. Sus miradas se conectaron y el líder pudo ver finalmente la cara del otro por completo. Su rostro estaba lleno de moretones, hinchado, tenía cortes en el labio y su cabello estaba despeinado, aún seguía atado en sus manos y Jeon pudo ver un rastro de quemaduras e intento de estrangulamiento. Aún en ese estado Jimin se las ingenió para sonreirle a Jungkook, intentando tranquilizarlo de alguna manera.
Jimin sabía que el corredor no tenía la culpa de que él estuviera en ese estado, pudo ver en sus ojos el arrepentimiento y las ganas de llorar aumentaron. Jeon Jungkook había tenido una vida de mierda, eso, Park podía asegurarlo, sobretodo luego de que sus hermanos le contaran su historia. Cuando le contó lo de la persecución de la policía junto a Jaw no pudo entenderlo pero ahora supuso de que estaba intentando escapar de su pasado y a pesar de que los años pasaron, Jungkook no pudo esconderse de su destino y aquí se encontraba.
―Juguemos a algo, ¿si?―Yeonjun levantó la cabeza del rubio por sus cabellos, el menor siseó ante el dolor―Por cada respuesta incorrecta que me des cuando te pregunte, Jimin recibirá un golpe.
―Yeonjun, basta por favor―Jaw susurró ganándose una mirada de su primo.
―Ah, JongIn―suspiró el de pelo amarillo―Este no es un tema que te incumba, no te metas.
Si Yeonjun lo llamó por su nombre entonces había sido una advertencia, en su infancia sus mayores lo llamaban por "JongIn" cuando lo regañaban o le daban un aviso para que parara con lo que sea que estaba haciendo. Jungkook lo miró y le asintió, a regañadientes el Jeon menor dejó de participar en la conversación.
―Antes de que preguntes algo, tengo que decirte que no sé nada sobre la tecnología nueva de las empresas Park ―Jungkook habló rápidamente.
―No es sobre eso, Jungkook ―la voz fría de Yeonjun sorprendió al líder, su menor ya no tenía esa voz aguda y alegre que antes poseía, no era ese tono juguetón de su infancia.
―Es una pregunta simple, no te preocupes, Jungkook ―segundeó Soobin.
El agarre en los cabellos del rubio aumentó y se preparó mentalmente para el maltrato que llegaría, internamente rogaba que Jungkook respondiera bien pero habiendo pasado días con Soobin sabía que éste preguntaría algo que tocaría los nervios del mayor. Intentaría quebrarlo.
El silencio reinó, los dos pares de ojos de los hermanos Jeon estaban sobre su familiar.
―¿Por qué nos dejaste?
La voz de Soobin sonó suave pero aún así Jungkook sintió como si le hubieran pateado el estómago, sus piernas flaquearon por milésimas de segundo pero logró recomponerse. De todas las cosas definitivamente no se esperaba esa pregunta y la verdad era que no tenía una respuesta inmediata.
Jungkook no sabía objetivamente el por qué los había dejado, tal vez era más de una razón.
Su boca habló antes que su mente.
―No lo sé.
Un jadeó grupal salió de los presentes ante la respuesta del líder, quién al ver su error se paralizó dejando que el miedo lo consumiera.
Un sonido seco seguido de la caida del cuerpo de Jimin al suelo fue lo que lo sacó de su parálisis. En el cemento mojado el menor escupía sangre a la vez que se tomaba el rostro con una mano.
―Estoy bien, estoy bien―murmuró el rubio sintiendo su ojo hincharse pero al mismo tiempo intentando despreocuparlo a Jungkook.
―Respuesta incorrecta―bruscamente el menor de los Jeon tomó al empresario arrodillándolo de nuevo―Otra vez, ¿Por qué nos dejaste? ¿Por qué demonios dejaste a tus hermanos indefensos, solos, en ese mundo de mierda?
―Yo-
Soobin lo cortó con el revólver que había salido nuevamente, sus manos apretaban tanto el arma que sus venas estaban visibles sobre la piel.
―No te atrevas a decir que tú no querías hacerlo, pedazo de infeliz―escupió fuertemente―No digas esas palabras porque juro que le vuelo los sesos a tu mocoso.
Jimin sentía que se ahogaba, un arma le apuntaba a él y otra a Jimin. Un movimiento en falso y ambos morirían. Soobin se alejó, su pecho subiendo y bajando fuertemente.
―No sabía que hacer―respondió finalmente―Y esa es la verdad, era demasiado para un niño de mi edad. No sabía como lidiar con toda la situación, menos con la muerte de Beomgyu, así que hice lo primero que se me pasó por la mente: escapar como un cobarde.
Ambos hermanos lo miraron, luego de unos segundos Yeonjun se acercó y puso en su cara el cañón, las manos le temblaban y algunas lágrimas estaban saliendo de sus ojos.
―Podrías habernos llevado contigo, podríamos haber escapado juntos―susurró fuertemente, el arma moviéndose esporádicamente entre sus dedos―Pero no, no hiciste nada, en cambio nos abandonaste. Nos dejaste en manos de gente que nos rompió, nos destruyó desde adentro y nos convirtió en máquinas, en objetos.
Las palabras salían dolorosamente, Jungkook lloraba en silencio junto con su hermano. No se perdonaría nunca el haberlos dejado atrás, era el error más grande de su vida.
Yeonjun cambió su dolor a furia, su rostro dejando de llorar.
―Eres la persona más inmunda de este planeta, Jeon Jungkook ―la punta del arma tocó su frente e inmediatamente el líder cerró los ojos, algunas lágrimas se escurrieron―Y por eso no mereces vivir.
Un sonido reconocido por todos rajó el aire.
Jimin se tiró hacia adelante dejando salir un grito, sus manos intentando alcanzar el cuerpo de la persona más importante en esos momentos.
Y fue cuando un relámpago iluminó el cielo, que Jungkook cayó sobre sus rodillas.
Holiis, eso es todo por el capítulo de hoy. Espero os guste y nos vemos mañana. Gracias por todo y se despide:
–almin♡
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