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🚬𔘓 ¦ Capítulo 13

Jimin odiaba el sonido de las armas, incluso cuando era pequeño y veía películas que tenían tal tipo de onda sonora no podía evitar querer salir corriendo y largarse a llorar. Con el paso del tiempo creyó haberlo superado, pero ahora cuando la bala salió del cañón tan cerca suyo no pudo soportarlo y dejó caer su cuerpo. Gotas de sangre salpicaron sus pálidas y demacradas mejillas haciendo que en el proceso sus ojos se cerraran fuertemente y toda su anatomía temblara.
 
No había sido su sangre y eso lo aterraba, levantó la cabeza cuando escuchó como las rodillas de Jungkook impactaron sobre el cemento rugoso que cubría parte de la Ciudadela, el corredor tenía los ojos bien abiertos con lágrimas atravesando sus pómulos lentamente, sus labios no se tocaban entre sí y el sudor caía por su frente mezclado con la lluvia. La ropa estaba totalmente mojada y el agua se escurría de su cuerpo con una tonalidad rojiza.
 
Logró salir del asombro y con las fuerzas que le quedaban sumado el miedo de haber perdido a la persona que amaba, se acercó al corredor. No importaba todo lo demás, no importaba su dolor de cuerpo, ni que su cara estuviera manchada de sangre, tampoco importaban las personas a su lado: debía llegar a Jungkook. Cuando finalmente estuvo en frente suyo estiró sus manos temblorosas y tomó el rostro contrario con sus pequeños dedos, peinó unos cabellos de su frente y un sollozo se escapó de sus belfos al ver al líder de BTS.
 
Jungkook estaba bien.
 
―Jimin, Jimin ―su nombre era todo lo que salía de los labios del mayor y le fascinaba, estaba aliviado de poder escucharlo de nuevo. Los fuerte brazos de Jungkook lo apretaron y el rubio no pudo sentirse más a salvo.
 
Detrás de ellos dos Yeonjun se agarraba el brazo fuertemente intentando que la sangre no siguiera saliendo, a unos pasos Jaw mantenía el revolver aún en lo alto listo para cualquier movimiento que se le ocurriera hacer al de pelo amarillo. El menor había decidido intervenir en el momento en que la vida de su primo había sido puesta en peligro, no había dudado dos veces en sacar el arma y dispararle al que en algún momento había sido pariente suyo. Todo lazo entre él y sus primos se cortó en el mismo instante en el que el arma de Yeonjun osó perforar el cráneo a Jungkook, nadie lastimaba a su familia, ni siquiera su propia familia. 
 
Soobin recurrió lo más rápido a su hermano y arrancando parte de su ropa intentó con un torniquete algo inestable, pero que aguantaría al menos un rato, parar la hemorragia. Lo trasladó hacia el capó del auto y lo dejó sentado allí hasta que abrió la puerta y el menor cayó inconsciente en los asientos, furioso dio media vuelta y se enfrentó a Jungkook nuevamente que ya se había parado y posicionado delante de Jimin protegiéndolo con su cuerpo.
 
―Un paso más y te aseguro que no vacilaré en volver a disparar, Soobin―la voz de Kai sonó firme logrando que el mayor parase y lo mirara.

Jeon Soobin pasó por alto al menor y centró toda su atención en su hermano. Lo analizó, recorrió cada parte de su cuerpo, recordó como antes una sonrisa adornaba su cara, como esos brazos ahora extendidos delante de Park lo protegían a él, rememoró su infancia y al llegar al final de sus memorias  se lanzó hacia adelante. Cargando completamente contra Jungkook.
 
A mitad del camino el rostro serio del líder de BTS se giró y murmuró el nombre de su compañero de cabellos rojos, a los segundos un disparo atravesó el aire y cayó cercano a la pierna de Jeon, que asombrado vaciló en seguir yendo hacia adelante. Tercamente y a pesar del aviso siguió avanzando, los siguientes disparos pasando más cerca suyo. 
 
En la lejanía, Jake, Sunghoon y Jungwon se turnaban para disparar.
 
―No tiene sentido que hagas esto Soobin, deja de moverte―le habló Jungkook viendo que cada vez estaba más cerca.
 
La risa de Soobin resonó:―Estás fallando todos los disparos Jungkook hyung, ¿es que acaso tus compañeros no tienen huevos para matarme?
 
―Los disparos no van hacia a ti con la intención de matarte, no quiero eso―habló lentamente mirando a su hermano que nuevamente rio, solo que ahora parecía más furioso.
 
―La muerte sería lo mejor, deberías pensarlo nuevamente―respondió con algo que para Jungkook sonó como tristeza pero que luego desapareció―Porque si no me matas tu, entonces yo si no dudaré en terminar contigo.
 
Dichas las palabras Soobin comenzó a correr hacia el líder que al verlo moverse empujó a Jimin hacia los brazos de Jaw sacándolo del camino y recibiendo por completo el cuerpo de Soobin que se estrelló sobre el suyo, ambos rodaron por el suelo hasta la posición en que el menor quedó a horcajadas del mayor con ambas manos sobre su cuello.
 
―Yeonjun fue muy débil al no poder matarte, siempre tuvo dudas sobre este plan para eliminarte―los brazos de Jungkook golpeaban los del chico que solo aumentó el agarre―Lamentablemente yo no soy como él, a mi no me queda ningún sentimiento de cariño hacia a ti.
 
De un movimiento rápido y errático por la falta de aire Jungkook logró patear el estómago del menor con su rodilla haciéndolo caer a un lado, al mismo tiempo dándole tiempo para alejarse. Tosiendo Soobin volvió a incorporarse.
 
―¿Por qué no solo vinieron por mi? No debieron meter a Jimin en todo esto―preguntó Jungkook respirando pesadamente.

―Lo usamos como carnada para su padre y ese fue nuestro motivo principal―el pelinegro miró al Park menor―pero al ver que se había vuelto algo cercano a ti decidimos mantenerlo con nosotros más tiempo y jugar con tu mente. Esa es una de tus debilidades, creas lazos emocionales muy rápidos con las personas y te olvidas de que alguien puede sacar provecho de ello, Jungkook.
 
Jeon ojeó a Jimin que lo observaba por detrás de la espalda de Jaw y llegó la conclusión de que su hermano tenía razón, los sentimientos de protección, cariño y el de amor habían llegado rápidamente a su vida pasado los días de conocerlo al menor. Jimin había llegado e impactado en su ser tan velozmente, al mismo tiempo el conocerlo había ocasionado la misma emoción de cuando experimentó por primera vez pisar el acelerador en su auto.
 
Los ojos del menor brillaron por unos segundos cuando el mayor le dedicó una sonrisa casi imperceptible, luego se abrieron de golpe y su nombre salió de sus labios. Jungkook no era iluso, sabía que Soobin aprovecharía su momento de reflexión así que no le fue muy difícil esquivar el golpe que el menor atinó con darle.
 
Un alarido de enojo brotó del Jeon menor que volvió a atacar pero nuevamente sus golpes fueron esquivados, Jungkook no estaba peleando como él esperaba.
 
―Eres un cobarde Jeon Jungkook―escupió―Deja de esquivar y pelea como un hombre.
 
―No lo haré, Soobin detente.
 
Unos minutos siguieron con los hermanos Jeon en esa situación, todos los miraban y pensaban que no podían seguir así para siempre. Un mareo de gran magnitud atacó a Jimin que se tambaleó y se agarró de los hombros de G y Jaw, ambos lo miraron preocupados.
 
―Está horrible G, debemos llevarlo a un hospital―murmuró el menor tomando la cara del empresario y notando como sus ojos querían cerrarse.
 
―Bien, hagamos esto rápido, sabemos que Jungkook puede cuidarse solo―aún así el más alto dudaba de la salud mental de su amigo respecto a la situación, temía que se quebrara en algún momento.
 
Jimin se enderezó como pudo y se alejó de ambos chicos que se  que estaba haciendo, lentamente negó con la cabeza.
 
―No, no me lleven a ningún lado―un mareo volvió a hacerlo temblar―No es necesario, estoy bien.
 
Jimin no dejaría a Jungkook solo, no en estos momentos y menos luego de haber sido separados por días.

Segundos luego los miembros de BTS vieron el cuerpo del rubio casi desplomarse sobre el suelo, si no fuera por G que lo atrapó entre sus brazos.
 
―Mierda, Jims―susurró Jaw intentando pensar en como salir de esa situación, al no ocurrírsele nada apartó toda lógica y solo tomó al rubio por uno de sus brazos comenzando a llevárselo a su auto.
 
Iban bien encaminados, nadie se estaba dando cuenta y hasta el mismo Jungkook había comenzado a defenderse de los golpes de su hermano lo que lo distrajo de toda la situación del Jimin moribundo. Estaban a metros del auto, ya casi llegarían,
 
―¡Nadie se irá de aquí hasta que yo lo diga!―los ojos de G se cerraron con fuerza al escuchar a Soobin gritar y lo vio encaminarse a ellos hasta que Jungkook lo tumbó al suelo.
 
―¡Llévenselo!―les ordenó el líder mientras batallaba con el menor, sus ojos se volvieron suplicantes―Por favor aléjenlo de aquí, no sé que pasará conmigo pero por favor, sáquenlo de este lugar.
 
Acatando la orden a regañadientes, porque no querían dejarlo solo, ambos chicos subieron a Jimin al auto. El empresario había caído inconsciente luego de las palabras de Jungkook y por más que su mente le gritara que se levantara y no lo dejara solo, no pudo hacerlo y simplemente se rindió ante la oscuridad.

La lluvia mojaba su cabello largo, tenía todo el rostro golpeado, de sus brazos salian hilillos de sangre debido a los cortes y su pecho dolía no dejando entrar correctamente el oxígeno. Habían seguido peleando mientras los miembros se llevaban a Jimin al hospital y como resultado de sus años sin práctica, Jungkook estaba bastante destruido.
 
Heeseung y Sunoo se habían quedado alejados de la pelea pero se notaba lo nerviosos que estaban, veían como el líder de BTS recibía golpe tras golpe luego de unos minutos de pelear. Jungkook ya no se defendía y solo aceptaba los puños de su hermano contra su piel.
 
―No podemos dejarlo que siga así―Jungwon habló por el intercomunicador mientras miraba, Jake suspiró pero no dijo nada. Confiaba en Jungkook, él saldría de esa situación.
 
―¿Jake?―preguntó ansioso el de menor estatura al notar la cantidad de sangre que salía de la ceja izquierda del corredor―¿No vamos a hacer nada?
 
La respuesta tardó unos segundos en llegar, la voz del líder resonando en sus oídos.
 
―No, pero manténganse alerta para una futura órden―la boca del de pelo multicolor se abrió lista para contradecir pero Jungkook volvió a hablar―Kim Sunoo, no te atrevas a desafiar una indicación de tu líder.

―No lo hará―Heeseung respondió por el menor y lo codeó para que dejara de intentar caminar por encima del de mayor rango de su equipo, el chico rodó los ojos y volvió a su posición justo para ver el clímax de la pelea.
 
Un golpeado, ensangrentado y débil Jeon Jungkook estaba en el piso, su espalda tocando el cemento mojado mientras que su hermano con las rodillas a ambos lados de su caderas estaba por encima suyo. Un sonido ahogado salió de la boca de Sunghoon al ver como la frente de Jungkook volvía a ser el objetivo del revólver de Soobin.
 
―Dime una razón por la cuál no deba matarte, basura―escupió el Jeon menor con sus manos temblorosas por el cansancio y dolor que sentía en su cuerpo.
 
Jungkook lo miró directo a los ojos, conectó luego de años sus miradas y sollozó. Lágrimas caían de su cara pero no eran por miedo sino que eran de culpa.
 
―No tengo una razón―habló llorando, su voz amortiguada y aguda por el llanto―Sólo hazlo, termínalo ya.
 
El ceño de Soobin estaba arrugado, no esperaba la respuesta de Jungkook y menos que se rindiera tan fácil. ¿Dónde estaba el Jeon Jungkook de años atrás? ¿Dónde estaba ese gran chico, maestro del combate y armas?
 
El pelinegro suspiró, si Jungkook no se oponía tendría que hacerlo cambiar de opinión, por eso mismo cambió la dirección de su revólver hacia Sunoo y disparó.
 
―¡Mierda!―gritó el miembro de Enhypen cuando recibió la bala en el hombro, justo donde el chaleco dejaba un espacio. Se tambaleó casi dejando soltar su arma y sintió el dolor inmediato, unos brazos lo rodearon e hicieron presión en la herida.
 
La acción de Soobin resultó pues lo siguiente que pasó fue que su hermano lo golpeó cambiando las posiciones, ahora su revólver estaba lejos de sus manos y Jungkook estaba sobre él: su arma apuntando a la cabeza del Jeon menor.
 
―Soobin―gruñó el corredor haciendo presión en el arma entre sus manos.
 
El nombrado rió y con ambas manos tomó entre las suyas las de Jeon apretando más el cañón a su frente.
 
―Hazlo, hazlo, hazlo―repetía rápidamente con una sonrisa en su cara.
 
Las manos de Jungkook temblaron ante la petición de su hermano, su dedo índice se deslizó hasta el gatillo a la vez que sus mejillas eran nuevamente empapadas por sus lágrimas. Contaría hasta tres y dispararía.

1.
 
Soobin lo miraba a los ojos y Jungkook pudo jurar ver algo de arrepentimiento.
 
2.
 
Pensó en Jimin, en como lo torturó, pensó en Sunoo que estaba en esos momentos siendo ayudado por Heeseung a detener el sangrado, también recordó el video de Park siendo disparado y como su corazón se había parado.
 
La furia aumentó dentro suyo.
 
3.
 
Unos pasos desordenados y ruidosos se acercaron y una voz gritó.
 
―¡Detente!―el líder miró hacía adelante y divisó a Yeonjun levantado―¡Jungkook, por favor, detente!
 
Negando con su cabeza el corredor se prohibió caer ante la trampa de Yeonjun y volvió su atención hacia su otro hermano que estaba tan estupefacto cómo él. El peliamarillo al ver que el mayor no estaba acatando su pedido, intentó una vez más.
 
―Kookie Hyung, no lo hagas―susurró despacio pero lo suficiente para que el de mullet lo escuchara.
 
Aprovechando el aturdimiento, Soobin pateó a Jeon en su esternón impulsandolo hacia atrás, se paró y tomo de nuevo su arma.
 
―Dejemos el juego estúpido y terminemos con esto―cargó y apuntó.
 
San estaba tratando de recuperarse del golpe que lo dejó sin aire en segundos, su vista estaba borrosa pero veía lo suficiente para al menos notar como Yeonjun se posicionó delante suyo.
 
―¿Yeonjun, qué haces?―el nerviosismo se hizo presente en la voz del pelinegro―Deja de hacer estupideces y muévete.
 
A pesar de lo dicho por Soobin, el menor de los Jeon no se movió ni un paso, su cuerpo aún protegiendo a su hermano mayor.
 
―No lo haré, si quieres matarlo debes matarme a mi primero―habló fuertemente―Pero sé que no lo harías así que baja el arma y larguémonos de aquí.
 
Todos los presentes estaban sorprendidos de la actitud del menor.

―¿Pretendes que lo dejemos vivo?―Soobin le respondió a su hermano, no estaba para nada de acuerdo―No podemos dejar respirando a una mierda como él, Yeonjun. ¿Acaso te acuerdas de lo que hizo?
 
Yeonjun miró hacia atrás encontrándose con los ojos de Jungkook, observó su cuerpo golpeado e intentó expresar lo que sentía mediante sus ojos.
 
Lamento haberte hecho pasar por esto, pero ahora estamos a mano, Jungkook Hyung.
 
Siempre tuvo sus dudas sobre el plan de Soobin con respecto a Jungkook, a pesar de estar cegado por la ira una parte dentro suya aún reconocía al mayor como su hermano. Le costó años intentar entender el por qué de su ida pero a pesar de ello, lo hizo. Tal vez no lo había perdonado al cien porciento ya que había arruinado sus vidas pero no dejaría que el dolor fuera su único sentimiento latente dentro suyo.
 
Debía convencer a Soobin. Se giró de nuevo a su hermano y lo enfrentó sonriendo.
 
―Tendrá que vivir con la culpa de habernos abandonado―le comenzó a hablar―Y nosotros sabemos que Hyung no maneja muy bien el sentimiento de culpa, en algún momento se quebrará, no te preocupes Soobin.
 
El más alto miró por encima del hombro de su hermano hacia Jungkook que yacía en el suelo con la mirada perdida en la nada. Soobin asintió aún dudoso pero decidió irse por petición de su hermano menor porque tenía razón, Jungkook viviría arrepentido la mayor parte de su vida y eso era una tortura. Una que no pararía por un largo tiempo.
 
Se quedaría con las ganas de lastimarlo pero todo lo que haría sería físico y esas heridas sanarían, en cambio un corazón lleno de culpa, arrepentimiento y un pasado tormentoso eran diez veces peor que unas cuantas lastimaduras.
 
Ambos pasaron por al lado del mayor y Soobin se fue directamente al auto dejando atrás al de cabellos amarillos que se agachó delante de corredor.
 
―A pesar de todo, y aunque aún tengo sentimientos fuertes, intento perdonarte―puso una mano sobre el hombro del otro que lo miró―Eras pequeño para tu edad, viste una escapatoria y la tomaste, no te culpo por eso.
 
―Yo...―intentó hablar pero el menor lo calló.
 
―No hace falta que digas nada, ya está―apretó el brazo del mayor levemente―Con el tiempo seguro lograremos dejar este asunto detrás nuestro.
 
Yeonjun tenía sus ojos lagrimosos y ocupo gran parte de su energía para no derramar niguna lágrima, empezaria su vida desde cero y no quería comenzarla llorando.
 
―No nos verás más, no te preocupes por ello―habló―Me aseguraré de que Soobin Hyung no te persiga, ¿si?

El menor se paró y ayudó al líder a hacerlo, le dió una sonrisa leve y se alejó de él cuando la bocina de Soobin se hizo presente.
 
Jungwon y Jay que habían dejado su escondite por órdenes de Jake fueron a ayudar a Jungkook, lo tomaron de los brazos y comenzaron a llevarlo hacia el auto.
 
―Y, ¿Jungkook?―gritó por última vez Yeonjun antes de entrar al auto y partir―Por favor, no cometas el mismo error otra vez, cuida de Jimin.
 
El contrario asintió con su cabeza y se giró para irse con ayuda de los otros dos. En el camino se unieron Sunoo y Heeseung, el primero con los brazos de Heeseung en su cintura.
 
Ambos chicos heridos se subieron al auto para irse al hospital, el vehículo avanzó y Jungkook sintió todo el dolor y cansacio caer sobre su cuerpo.
 
Mientras veía por la ventana como la Ciudadela era dejada atrás pensó en Jimin y rogó por que estuviera bien.

Holiis, eso es todo por el capítulo de hoy. Espero os guste y nos vemos mañana. Gracias por todo y se despide:

–almin♡

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