18
—¿Cómo te sientes? —preguntó Hoseok apenas soltó su mano suavemente, ya habían salido del establecimiento.
—Oh, Hoseok, lo siento. No tienes porqué llevarlo. —Taehyung se apuró a sacar su mochila del hombro de Hoseok. Había olvidado por completo que el pelinegro lo había tomado.
—Está bien, no es nada. —Hoseok era tan amable que lo hacía sentir peor o como si no lo mereciera. Se colocó su mochila bajo la mirada fija del pelinegro, no pudo evitar sonreírle y él le sonrió de vuelta también—... ¿Te sientes algo mejor? Puedes hablar conmigo si quieres —murmuró suavemente, como si tuviera miedo que sus palabras pudiera lastimarlo.
Taehyung asintió sabiendo que él lo escucharía.
—Gracias. Estaré bien —aseguró, porque era cierto. Y la razón, estaba frente a él, luciendo una hermosa sonrisa con hoyuelos marcados.
—Sé que si, eres fuerte —elogió Hoseok—. ¿Irás a tu casa ahora? —Se suponía que si, las clases habían terminado y ellos habían terminado su trabajo. Pero entonces recordó.
—No pude rehacer mi opinión personal para el trabajo, así que iré a hacerlo y se los mandaré. —La expresión que hizo Hoseok lo confundió, fue una mezcla entre tristeza y frustración.
—Sobre eso —mencionó—. No te preocupes, estuvo bien. Solo fue algo que hicieron para que pudieras hablar con Yoongi a solas. —Escuchar eso, no lo sorprendió del todo. Solo fue vergonzoso, vergonzoso porque no se había dado cuenta hasta que Hoseok lo mencionó. Era tan tonto hasta ese extremo.
—Oh... —Bajó la mirada, ¿podría ser peor? Ahora ya sabía de que habían comenzado a discutir él y Jungkook, Hoseok lo había defendido y a pesar que le gustaba eso, no se sentía del todo correcto. Quería ser lo suficientemente fuerte para poder defenderse solo, quería ser valiente y que nadie nunca pudiera hacerlo sentir mal.
Sintió la mano de Hoseok envolver a la suya. Obstáculo número uno, el afecto de Hoseok lo hacía sentir como una indefensa criatura y sentía la necesidad de acurrucarse en él mientras acariciara su cabello con sus delgados dedos.
—Debo irme y tú también, ya es tarde —murmuró Hoseok volviéndolo. Asintió perezosamente—. Pero primero tienes que darme tu número de teléfono. —Oh, no se había dado cuenta que nunca se lo había dado. A pesar que habían estado en un mismo grupo no lo había agendado porque Hoseok apenas había saludado y había salido días después. Taehyung aceptó de inmediato y comenzó a dicta su número cuando lo vio sacar su teléfono luego de soltar su mano—. Te enviaré un mensaje cuando llegue a casa.
—Está bien. —Estaba más que bien, esperaba con ansias su mensaje. Esperaba con ansias hablar con él todo el fin de semana.
—Tal vez... tal vez algún día quieras venir a mi casa.
—¿Me... me estás invitando? —Hoseok sonrió.
—Si... Quiero decir, nos conocemos hace relativamente poco tiempo así que podría asustarte que lo haga. En realidad no soy de invitar a nadie tampoco, solo que contigo es diferente.
—¿Pero tus papás? —preguntó antes de sentirse completamente emocionado como lo hacía.
—No creo que les moleste. De todas formas, no suelen estar en casa porque trabajan mucho.
—¿Quieres decir que estaríamos solos? —Se ruborizó y no sabía o no quería saber bien la razón.
—Si... Oh, será mejor que nos vayamos ahora. Ya es tarde. ¡Te enviaré un mensaje! —exclamó como nervioso comenzando a irse. Apenas pudo despedirse, lo dejó con ganas de decirle que se había despedido sin besarlo. Se ruborizó cuando eso sonó mal hasta en su propia mente.
El camino a su casa nunca había sido tan eterno, pero nada importó más cuando recibió el mensaje de Hoseok. El primero de muchos.
Habían hablado por horas todo ese fin de semana. Taehyung creyó que en cualquier momento se quedarían sin tema de conversación, pero no pasó. También creyó que de tanto hablar por mensajes dejaría de sentir ganas de verlo en persona y hablar, pero tampoco pasó. En realidad, todo lo contrario por una curiosa razón: extrañaba tocarlo y verlo de frente.
Con Hoseok los mensajes no eran suficientes.
Cuando lo vio en persona el lunes, sintió la terrible necesidad de abrazarlo. Y si no lo hizo fue porque habían muchas personas a su alrededor en el instituto. Solo se quedaron frente a frente cuando se encontraron en uno de los pasillos transitados.
Hoseok sonrío y golpeó su brazo con fuerza, aunque no lo suficiente para doler.
Pero Taehyung se quejó fingiendo que le dolió hasta el alma y Hoseok rió.
—Una apuesta es una puesta —dijo Hoseok divertido, alejándose—. Perdedor.
Jadeó fingiendo indignación y por supuesto lo siguió detrás, aún quedaba mucho tiempo para entrar a clases y no iba a dejarlo irse hasta el último minuto.
—¿Perdedor? ¿Perdón? Estuvimos a un punto de diferencia.
—Sí, exactamente uno a cero. —Se burló juguetonamente—. Eres muy malo adivinando, Tae. Acéptalo.
—Tú eres muy malo dibujando, por eso no adiviné nada.
—De los quince dibujos que hice no adivinaste ninguno y te dije con qué letras comenzaban... —dijo sin detenerse.
—Si, pero... pero, ¡eran difíciles! —Hoseok rió—. ¡No te rías! ¿Y, puedes detenerte?
—¿Por qué tendría que detenerme? —Continuó caminando y esta vez más rápido. Taehyung se quejó.
—Porque... Hablemos cara a cara. Como dos personas normales.
—Estamos hablando mientras caminamos, ¿eso es anormal?
—No, pero... pero es mejor de frente —respondió poniéndose nervioso por la verdadera razón que quería hablarle—. Quiero verte.
—Me estás viendo. —Taehyung entrecerró los ojos molesto—. ¿O no?
—Me refiero a ver tu cara —protestó y frunció el ceño cuando Hoseok rió.
—No te estoy dando la espalda.
—Me refiero a tu cara de frente —se quejó más molesto y peor cuando Hoseok volvió a reír como si realmente creyera que bromeaba. Pero Taehyung no bromeaba.
Agarró la muñeca de Hoseok girándolo primero, sorprendiéndolo por lo repentino que fue. Y cuando lo tuvo de frente, lo arrinconó a una pared. Los ojos de Hoseok se abrieron más, Taehyung no retiró su agarre sosteniendo contra la pared su muñeca y apoyando su mano cerca de su rostro, dejándolo entre su cuerpo y la pared.
—Ahora no puedes irte. —Taehyung se sentía muy triunfante, sus pensamientos totalmente alejados para notar la forma en que acorralaba a Hoseok. La forma íntima en la que estaban cerca el uno al otro—. Entonces, ¿de qué hablábamos?
Hoseok estaba demasiado callado, Taehyung por un momento creyó que era porque al fin lo había dejado sin palabras con su estratégica forma de "ganarle" al evitar que siguiera caminando. Pero comenzó a preocuparse cuando Hoseok seguía sin decir nada por segundos y no había ninguna sonrisa en su cara. Ciertamente estuvo por cuestionarlo, pero fue entonces que se dio cuenta de lo que había hecho. Se ruborizó al extremo pero no lo soltó porque Hoseok no lo estaba alejando tampoco, solo se le quedó mirando.
Ambos se quedaron mirando.
—¿Quieres seguir hablando? —murmuró Hoseok, rompiendo al fin el silencio pero provocándole electricidad por todo el cuerpo. Su voz era tan profunda y al mismo tiempo suave, mientras que su mirada estaba en sus labios.
—¿Qué quieres hacer...?
—¿Ahora? —murmuró otra vez con esa voz enloquecedora—. Tal vez podría asustarte lo que quiero hacer.
Taehyung contuvo la respiración como si alguna parte dentro de él supiera a lo que se refería aunque no estuviera tan seguro para considerarlo una opción, solo que la forma en que miraba sus labios era demasiado intensa.
—No me asusta nada, Hoseok. —No muchas veces mencionaba su nombre, pero había sentido tanto deseo por hacerlo que no lo pudo evitar. Él deseaba saber lo que Hoseok quería, porque sabía que también iba a quererlo.
—Estoy seguro que no sabes lo que quiero —dijo Hoseok con cierta tristeza, mirando a otro lado—. Tenemos que irnos, la clase está por comenzar y... si alguien nos ve como estamos ahora podría pensar cualquier cosa. —agregó con un poquito de diversión en su tono, aunque no parecía demasiado divertido en realidad. Taehyung lo soltó cuando Hoseok se movió alejándose.
—¿Cómo qué?
Hoseok lo miró confundido por su pregunta, pero Taehyung no se arrepintió en hacerla, quería escuchar la respuesta. La necesitaba.
—Estábamos muy cerca, alguien podrían pensar que nosotros... podrían creer que somos más que amigos. Estoy seguro que no sería bueno.
—¿Para quién no sería bueno? Porque a mi no me importaría.
—¿No...? —Taehyung se había dado cuenta de que era cierto que no me molestaría que alguien de creyera que eran algo más que amigos, sino todo lo contrario, le estaba gustando la idea. Tal vez más de lo que había creído posible teniendo en cuenta que siempre había creído que sería reservado el día que tuviera una pareja. Y no es que Hoseok fuera su pareja pero...
Taehyung no podía negar que quería que todos supieran lo unidos y cercanos que eran. La idea de que creyeran todos que ellos eran más que amigos era tentadora, la idea de ser más que amigo de Hoseok lo era. Ya no podía negar más eso, ni guardárselo. Se había muy temeroso de decir lo que sentía pero con Hoseok sentía porque podía hacerlo sin ser juzgado, y realmente deseaba decirle que lo quería más que un amigo. Su corazón latía con fuerza con tan solo pensar en hacerlo porque algo le decía que Hoseok le correspondería.
Al mismo tiempo que separó sus labios para decirle, la alarma de hora de entrar a clases sonó.
—Llegaremos tarde —dijo Hoseok y solo asintió siguiéndolo. Se lo diría luego, en el receso.
Tener a Hoseok sentado a su lado era su parte favorita de las clases que compartía con él, nunca faltaban las sonrisas o leves risas, pero ahora se daba cuenta como eso le gustaba más de lo que creía y como se le quedaba mirando. Hoseok era hermoso. Cada vez más confirmaba que no lo veía como amigo desde hacía tiempo, en algún momento lo había dejado de hacer. Estaba esperando con ansias el receso para decirle cuando estuvieran a solas, pero al parecer sería imposible porque Jungkook se había acercado a ellos y le había dicho a Hoseok que quería hablar con él.
Por supuesto, Taehyung los seguiría a excepción que Hoseok le dijera que no.
Y, Hoseok nunca dijo que no.
—Creí que hablaríamos a solas...
—Somos amigos, Tae puede estar aquí —dijo Hoseok tranquilamente, cuando se detuvieron en un pasillo lejano a donde se llenaba de estudiantes—. Bien... ¿de qué querías hablar?
—¿Sigues molesto conmigo? —Taehyung sintió de inmediato que estaba interrumpiendo, que Jungkook estaba usando un tono con Hoseok que nunca había usado con ellos.
—... ¿Pensaste en todo lo que dije el viernes? —Jungkook hizo silencio—. Eso pensé. Cuando lo hagas, hablaremos.
Hoseok tomó la mano de Taehyung antes comenzar a irse, pero Jungkook no lo dejó. Agarró su mano libre, deteniéndolo por completo. El castaño contuvo la respiración, odiando demasiado como se había atrevido a hacerlo.
—No te enojes conmigo —pidió Jungkook, envolviendo su mano por completo la de Hoseok—... Hablemos ahora mejor. No quiero que te vayas así, Hobi. —La forma en que envolvía su mano en la de Hoseok, la forma en que lo miraba y su tono, estaba siendo claras señales de lo que sentía Jungkook por Hoseok. Lo que también se había negado a ver.
Una alarma se encendió dentro suyo, temor lo envolvió. Existía la posibilidad de que Hoseok sintiera algo por Jungkook, después de todo era con quien primero había comenzado a hablar y ser más unido.
—Jungkook...
—Por favor.
—No estoy molesto contigo, no mucho al menos, pero lo estaré si te sigue importando más lo que solo yo siento... Hablemos en otro momento, parece que aún no pensaste en mis palabras.
—Lo hice. —Taehyung notó como Jungkook sujeto aún más fuerte la mano de Hoseok—. Hablemos ahora.
—En realidad —murmuró Hoseok luego de un corto silencio donde pareció buscar las palabras justas—... Ahora estoy ocupado. —Hoseok movió su mano que Jungkook sujetaba, en un claro gesto que quería que lo soltara para poder alejarse, pero no logró nada.
—Vamos, Hobi —murmuró Jungkook, su mano agarrando la fina y delicada mano de Hoseok como si jamás pensara dejarlo ir y como si le perteneciera.
Taehyung tuvo suficiente.
—Te dijo que estaba ocupado —dijo Taehyung con tono nada feliz y se soltó del agarre de Hoseok para tomar su otra mano que era presa de Jungkook, para alejarlo de él, deseando que jamás volviera a tocarlo.
Jungkook lo miró muy sorprendido y no lo dejó hablar, pero no le importó ni dijo más nada. Él solo se fue, se fue llevándose a Hoseok con él. Se fue alejándolo de Jungkook.
Atravesó pasillos seguro de a donde quería ir, quería estar a solas con Hoseok y solo sería así si volvían al mismo lugar que la última vez. Ninguno habló en el camino, ni siquiera Hoseok a pesar de que no sabía a donde lo llevaba de la mano. Eso lo hizo sentir menos nervioso y al mismo tiempo disminuyó la ira que había comenzado a crecer dentro suyo luego de cómo Jungkook lo había agarrado.
Ahora sabía qué era ese sentimiento que tenía cuando Hoseok le daba su atención a Jungkook o cualquiera que no fuera él. Necesitaba trabajar en eso.
Cuando llegaron, se puso frente a Hoseok sin soltar su mano. Lo miró fijamente a los ojos antes de hablar, estaba armándose de valor para decírselo de una vez y lo sabía. Quería que Hoseok supiera de sus sentimientos porque muy por dentro, a pesar de su inseguridad, sentía que podía ser correspondido. Sus miradas, su forma de quedarse mirándolo, de hablarle, de defenderlo, de sonreírle, la forma en que sostenía su mano, como lo había besado tan cerca de sus labios, tenían que ser señales, ¿cierto? ¿Hoseok también lo quería?
—Gracias —dijo Hoseok cuando estaba por hablar, dándole un pequeño apretón y luego acercándose a su pecho para abrazarlo. Taehyung se quedó muy quieto mientras Hoseok lo abrazaba con mucho afecto. Pero se dejó llevar pronto, devolviéndole el abrazo con el mismo o más afecto, amando la cercanía de sus cuerpos.
Había odiado tanto el contacto físico hasta conocerlo, hasta tocarlo y abrazarlo a él. ¿Había creído odiar el contacto físico porque no había conocido a la persona correcta? Porque así parecía. Si alguien más quería abrazarlo seguía odiando hacerlo, pero si Hoseok quería abrazarlo, Taehyung lo quería más.
—Me gustas —murmuró Taehyung—... pero no solo como amigo —agregó recordando esa vez que se lo dijo. Había estado tan negado, tan tonto.
Hoseok se alejó lentamente del abrazo, lo miraba con cierta sorpresa pero también con una linda emoción que se comenzaba a reflejar en su sonrisa creciente.
—A mi también me gustas y no solo como amigo —dijo Hoseok, sonriéndole muy dulcemente. Taehyung también sonrió sintiendo sus mejillas ruborizarse mientras su corazón latía con fuerza, había sentido que podía ser correspondido pero que fuese cierto era demasiado para asimilar.
Necesitaba decir algo más, sabía bien eso. Pero tenía que ser algo genial, algo...
Sus ojos se ampliaron cuando Hoseok lo rodeó con sus brazos por sus hombros y pegó sus labios a los suyos, su corazón se estaba volviendo loco. Una voz dentro suyo gritó "al fin" relajándose por completo, dejándose llevar. Si, al fin. Taehyung cerró sus ojos, muy seguro de que éste era uno de los mejores días de su vida.
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