Al día siguiente, cuando Jungkook repitió que Hoseok no había ido a clases, una vez más un extraño sentimiento lo envolvió. Era un sentimiento negativo, imposible de describir porque jamás lo había sentido, pero solo pensó en que el día se haría largo como el anterior.

Y si, el día se le hizo largo porque no tenía al chico pelinegro delante suyo girando y robándole la lapicera como las últimas veces.

—¿Por qué estás tan al pendiente de él? A veces parece como si te gustara.

Taehyung giró rápidamente asustado su mirada hacia Jimin, pero descubrió que se lo estaba preguntando a Jungkook. Por un momento, creyó la pregunta había sido hacía él y sus pelos literalmente se pudieron de punta por el terror de que alguien más aparte de él pensara en aquella ridícula posibilidad. Porque sí, una vez más, era ridículo que le gustara Hoseok, estaba convencido que solo era el hecho de sentirse mal con todo lo que había ocurrido últimamente.

La pregunta de Jimin no había sido con ninguna mala intención, de hecho, estaba totalmente desinteresado en su respuesta o tal vez seguro de lo que le respondería. El tono usado había sido de diversión, la típica pregunta para molestar, pero algo andaba mal. La expresión divertida de Jimin de pronto pareció ponerse seria y su mirada en jungkook. La mirada de Taehyung también se giró a Jungkook, y esta vez al darse cuenta él no había respondido nada en absoluto. Sus ojos se ampliaron e internamente una marea de emociones de nuevo lo envolvió al notar como visualmente Jungkook se estaba ruborizando.

—C-Claro que no me gusta —titubeó Jungkook antes que ninguno de los tres pudiera decir algo más, tomando su batido de casi un trago. Taehyung miró a su propio batido, sintiéndose totalmente extraño, una mezcla de preocupado y confundido. ¿Estaba mintiendo? ¿Realmente lo hacía? ¿Acaso... acaso le gustaba Hoseok?

—Bueno... —dijo Yoongi, poniéndose de pie—. Debo irme, prometí llegar temprano a clases para encontrarme con unos amigos. Nos vemos.

—¿Ya se amigó de nuevo con ellos? Creí que había dicho que no volvería a hablarles porque lo dejaban de lado. —Jungkook parecía respirar aliviado mientras Jimin hablaba mirando a Yoongi irse.

—Supongo. No es como si fuera la primera vez que lo hiciera, creo que... lo que realmente le molesta es no ser el centro de atención. —Jimin asintió dándole la razón, mientras que Taehyung seguía pensando en lo que había ocurrido hacía unos instantes y a unir cosas que le habían parecido extrañas pero que había dejado pasar.

Jungkook siempre lucía extraño alrededor de Hoseok, siempre lo mencionaba con felicidad y lo defendía de todos los rumores desde que comenzaron a hablar seguido. Ellos... se mensajeaban seguido, era claro que su relación era diferente. Lo conocía más. Hoseok, no había lucido indiferente, había visto como le sonreía a Jungkook de una forma linda y dulce aquella noche que estuvieron todos juntos, los había escuchado reír cómplices cuando todas las luces se apagaron. Habían dormido muy cerca para variar... Sin mencionar que, Hoseok había hablado de Jungkook con un tono cálido palpable como si... como si sintiera algo especial él.

Un dolor lo sacó de sus pensamientos y conjeturas, devolviéndolo a realidad. Cuando volvió a la realidad, se desconcertó al darse cuenta que él mismo se había provocado ese dolor. Estaba mordiendo sus labios con fuerza mientras miraba hacia abajo. Levantó su mano para llevársela a la boca, y la miró. Un pequeño hilo de sangre manchaba su dedo índice, Taehyung relamió sus labios sintiendo el metálico sabor de la sangre.

—... creo lo mismo. En fin, las clases ya van a comenzar, será mejor que nos movamos —dijo Jimin poniéndose de pie seguido de Jungkook, Taehyung también se puso de pie con ellos. Debía haberse lastimado muy poco porque aún cuando sus amigos lo miraron a la cara, ninguno comentó sobre la herida y tampoco se le quedaron mirando. Se quedó más tranquilo.

Taehyung entró solo al aula, no compartía esa clase con ninguno de los dos. El único "conocido" con la que la compartía era Hoseok pero no estaba tampoco. Otra vez el extraño y negativo sentimiento lo envolvió trayendo de nuevo la teoría que estaba comenzando a armar hacía unos minutos. La posibilidad de que, Jungkook y Hoseok, no fuesen solo amigos... ¿Se gustaban?

¿Si a Jungkook le gustaba Hoseok, era correspondido o era unilateral? ¿Ya lo sabía? ¿Y si... y si ya eran algo más que amigos?

El ruido que causó un cuaderno siendo fuertemente golpeado contra una mesa lo hubiera asustado de no ser que había sido el mismo quien lo había ocasionado. Negó. Comenzó a negar para sí mismo, pero no por el ruido sino por sus pensamientos. El feo sentimiento dentro suyo creció con fuerza con esas preguntas y solo negando se calmaba. No sabía porque estaba pensando en cosas como esas pero concluyó que debía parar. ¡No tenía sentido! Era imposible que a Jungkook le gustara Hoseok porque él siempre había dicho que no le gustaban los hombres y era imposible que Hoseok le gustara Jungkook porque... porque tenía muchos rumores con chicas, ¡sobre todo lo del baño!

De todas formas, si fuesen algo, ¿por qué debería importarte? ¿Por qué te está importando tanto? ¿Acaso... estás celoso?

Taehyung tragó en seco, sintiendo a todos saludar a la profesora que había llegado. Era cierto, ¿por qué le estaba dando tanta importancia a lo que pasara entre su amigo y el chico nuevo? ¿Por qué ese sentimiento feo solo aumentaba al imaginarse en Hoseok acercándose y sonriéndole a Jungkook tan de cerca como lo hacía con él? ¿Por qué se sentía ahogarse en ese negativo sentimiento con tan solo imaginar a Hoseok mirando los labios de Jungkook como lo hacía con los suyos? No, no podían ser celos. No podía serlo principalmente porque eso significaría que le gustaba Hoseok y eso era completamente imposible.

No podía gustarle Hoseok. En todo caso, le tendría que gustar Yoongi que era a quien siempre seguía como un fiel discípulo. Pero, ¿entonces por qué tan solo la mención de Hoseok lo revolucionaba tanto?

No lo sabía, pero lo que sí sabía era que... lo veía en clases, lo veía en el comedor. Aún cuando él ni siquiera estaba ahí, siempre lo veía. Porque estaba en su mente, todo, todo el tiempo. Siempre había algo que le recordara a él aunque quisiera negarlo. Siempre venía a su mente esa sonrisa. Su sonrisa de costado arrogante, desesperante pero hipnotizante. Hoseok era tan hipnotizante.

Pero, era solo eso. Tal vez solo aceptar que Hoseok era atractivo y tenía una sonrisa tan desesperante como hipnotizante, pararía con sus extraños pensamientos y sentimientos. No le gustaban los hombres y estaba seguro que aceptar que la sonrisa de Hoseok lo volvía loco no era nada malo. Exactamente eso, aceptaba que sentía volverse loco cuando veía su sonrisa, que una extraña mezcla de sentimientos explotaban en él cuando tenía su atención. Eso no significaba que se había enamorado de él, para nada. Solo, solo sabía apreciar la belleza de alguien. Sí, Hoseok era hermoso, estaba bien con eso. Estaba bien y se sentía bien aceptarlo:

Hoseok era hermoso, malditamente hermoso de cualquier ángulo que lo vieras. Desde su ropa hasta sus zapatos. Desde su cabello hasta sus pies. Su mirada era literalmente, fuego, te abrasaba con solo una vista, te hacía sentir cálido o caliente. Taehyung decidió que a él solo lo hacía sentir cálido, por supuesto. Su nariz era perfectamente recta y delicada. Sus labios tan de un tamaño perfecto, rosados y brillantes, con un molesto lunar sobre ellos que había notado desde el primer momento que lo tuvo cerca, molesto porque siempre robaba su atención al verlo. También tenía un lunar en su mejilla como él, bonito. Hasta el timbre de su voz le encantaba. También se había fijado en sus manos, le gustaba su manos delgadas y más pequeñas que las suyas... Dios, se había fijado en todo. Pero estaba bien, eso no significaba que le gustara Hoseok.

Casi le da un infarto cuando la silla de su lado se movió haciendo un ruido chirriante, se sobresaltó mirando de inmediato al responsable. Nadie se sentaba a su lado así que no había razón para aquello. Pero en cuanto vio de quien se trataba, todo se volvió a color.

—¿Q-qué haces? —tartamudeó como si fuese un niño aprendiendo a hablar. Hoseok se sentaba tranquilamente a su lado mientras que la profesora al parecer recién comenzaba a organizarse para dar comienzo a la clase.

—Buenos días a ti también —dijo Hoseok, calmado y sacando sus cosas—. Me siento a tu lado, ¿te molesta?

—P-por supuesto —dijo pero sin aclarar realmente lo que quería decir, porque ni siquiera él mismo lo sabía. ¿Le molestaba que se siente a su lado o no? Creía que la respuesta correcta levitaba más sobre qué quería una respuesta a la razón del porqué se sentaba a su lado—. Tu lugar está vacío-

—Terminaremos hablando —interrumpió Hoseok obviando, con toda seguridad y arrogancia—. Y la última vez me quedó doliendo el cuello por girarme tanto, así que lo creí más conveniente... ¿Qué le pasó a tu labio?

Sus ojos se ampliaron y se ruborizó. Se había dado cuenta, ¿entonces si se notaba?

—Nada. Me lastimé.

Hoseok hizo silencio pero se le quedó mirando unos segundos.

—Ya veo —dijo finalmente. Y entonces se encogió de hombros, para estirar su mano y buscar algo entre los útiles de Taehyung.

Taehyung actuó rápido tomándole de la mano para detenerlo, ¿cómo se atrevía? ¿Quien le había dado permiso a tocar sus cosas? Eso fue lo que quiso decir con mucha furia, hasta que bueno, se dio cuenta que estaba agarrando de la mano a Hoseok y que su mano prácticamente la cubría perfectamente. Hasta que se dio cuenta de su calidez. De lo bien que sintió, lo bien que se veían juntas... parecían hechas para que encajaran a la perfección.

Lo soltó velozmente.

—Deberías pedírmelo prestado primero —dijo Taehyung mirando al lado contrario, a la ventana, mientras cruzaba sus brazos sobre su pecho, evitando la mirada de Hoseok hacia su rostro porque estaba seguro que sus mejilla estaban rojas por lo que acababa de pasar.

Todo su cuerpo se heló cuando lo sintió cerca, cuando exactamente sintió su respiración casi en su nuca.

—¿Me lo prestas, Taehyung? —Se quedó sin aire cuando ese susurro fue directo a su oído. Ni siquiera supo cómo es que se giró hacia Hoseok, pero estuvo seguro que fue lo más estúpido que pudo hacer porque estaba tan cerca de su rostro que sintió su respiración mezclándose con la suya.

—¿El... q-qué? —¿Qué hacia? Ni él lo sabía, pero estaba seguro que a eso se le llamaba seguirle el juego. Aunque no estaba seguro exactamente de que juego se trataba.

Hoseok sonrió de costado, provocándole algo por dentro. Se tuvo que recordar a sí mismo que no era que le gustaba Hoseok como hombre, sino que sabía admirar la belleza de una persona objetivamente.

No recibió respuesta hablada, Hoseok solo se alejó alzando la lapicera que le había sacado para mostrarle a que se refería. Taehyung, una vez más, siguió su juego sin darse cuenta; asintió sin emitir palabra, con un ligero movimiento de cabeza. No sabía de que se trataba pero a Hoseok pareció divertirle porque, su sonrisa se hizo más amplia antes de girarse para prestar atención a la profesora que ya estaba hablando.

Por Dios, ¿en qué momento la profesora había comenzado a hablar?

—¿Me extrañaste ayer?

La forma en que Taehyung se salvó de no atorarse con su propia saliva solo era pura suerte. Miró a Hoseok de mala forma por asustarlo de nuevo y continuó escribiendo en su cuaderno rápidamente para salir al recreo. Por un momento se había olvidado de Hoseok sentado a su lado.

—¿Por qué habría de extrañarte?

—Yo te extrañé —confesó de pronto y Taehyung lo miró rápidamente con amplios ojos junto a un corazón latiendo a mil por minuto—... Es divertido verte molesto.

Le frunció el ceño y volvió de nuevo a su cuaderno.

—¿Crees que soy tu payaso o algo así?

—Creo que... eres alguien con un humor fácilmente irritable. Adorable.

—¿Realmente te gusta molestarme, cierto? —soltó un poco frustrado porque...—. ¿Cuando me ves solo piensas "voy a molestarlo porque es divertido", verdad? ¿También eres así con los demás?

—No exactamente.

—Déjame adivinar, con Jungkook no te pasa, ¿cierto?

—¿No me pasa, qué? —Hoseok preguntó con cierto cuidado.

—Eso. Verlo y pensar en que es divertido de molestar, seguro lo ves y piensas algo muy diferente, seguro piensas en lo genial que es.

Hoseok sonrió mostrando sus hoyuelos y asintió.

—Jungkook es genial, sin dudas. —Taehyung apretó los dientes—. Supongo que si pienso en eso cuando lo veo.

—¿Ah, si?

—Pero también eres genial.

—¿Quién de los dos es más genial?

Uh, oh... ¿Qué? ¿Qué demonios? No había preguntado eso...

Los ojos de Hoseok se ampliaron ligeramente. Quiso meterse debajo de una piedra porque si, si había preguntado eso.

—Taehyung-

Taehyung cerró su cuaderno con fuerza.

—Olvídalo, no sé porque pregunté eso.  Demasiadas horas aquí dentro, saldré a tomar aire —balbuceó rápidamente con falsa diversión antes de ponerse de pie.

—No creo que alguien sea más genial que otro. Todos somos geniales en nuestras diferentes formas —respondió Hoseok, sus palabras lo hicieron impedir irse. Se le quedó mirando—. Así que, no puedo elegir.

—¿Y si te pagaran por elegir? —Hoseok rió bajito.

—Eres tan... Depende de que cantidad estamos hablando.

Taehyung no pudo evitar reír también, junto a él. Su humor mejorando tan rápido solo por él. Solo por tenerlo cerca.

—¿Por qué no viniste ayer? —Se sentó y aprovechó a preguntar, fingiendo que no le importaba tanto como lo hacía cuando era algo que deseaba saber y mucho.

—Olvidé poner la alarma.

—¿Realmente? —jadeó incrédulo, Hoseok asintió y se encogió de hombros—. Eres increíble.

—Te dije que lo era.

—Ah, en serio, me vuelves loco. —Se refería al hecho de escucharlo siendo arrogante, sin embargo, no pudo evitar ruborizarse al darse cuenta que sus palabras podían sonar diferente siendo tomadas literalmente.

Claramente Hoseok se iba a aprovechar de eso para molestarlo. O eso creyó, porque lo siguiente que hizo Hoseok fue sonreír y pasar su brazo por detrás del respaldar de su silla. Tan cerca, tan cerca suyo de nuevo. Taehyung relamió sus labios con cuero nerviosísimo que no sabía de donde venía.

—Creí que te había pasado algo malo... —comentó Taehyung en voz baja a pesar que ya la mayoría estaban en el receso.

—Me pasó algo malo —confirmó asustándolo—. Me quedé dormido hasta el mediodía.

—Me refiero a algo malo de verdad —dijo Taehyung girando los ojos.

—¿No es lo suficientemente malo? Ahora tengo tarea extra. —Taehyung sonrió divertido.

—Es verdad —asintió sonriendo hacia su perfil, miraba su perfil mientras él miraba a la profesora discutir con un alumno en la otra esquina del aula. Se veía tan relajado y tranquilo, su expresión sería no era tan seria como días anteriores o semanas anteriores, era más blanda. Suave. Siempre tenía una esquina de sus labios encovada apenas hacía arriba. Se veía tan suave y amable. Fácil de acceder. Pero sobre todo: hermoso.

¿Cómo podía ser tan hermoso?

Hoseok giró hacia él, aún su brazo seguía detrás del respaldar de su silla, ni siquiera pensó cómo se debían ver desde detrás. Como los verían sus compañeros de atrás. Solo pudo enfocarse en él, en su mirada y en como su cuerpo reaccionaba en consecuencia de tanta cercanía con él. Se sintió íntimo aquello, mirándose como si fuesen los únicos en el aula. Solo mirándose en silencio, a los ojos, al rostro. Solo ellos.

No pudo evitar sonreír cuando Hoseok le sonrió ligeramente mientras un extraño color rosado se posó en sus mejillas. Sintió como su corazón saltó dentro de su pecho.

Entonces, recordó las palabras que Hoseok le había dicho hacía unos días.

—Me gustas.

Hoseok parpadeó y sus labios se separaron ligeramente pero no podía estar seguro de que significaba su expresión, no era sorpresa era algo más, solo supo que algo cambió en todo él.

—Como amigo —aclaró, borrando de alguna forma aquella expresión en el rostro de Hoseok—. Tenías razón cuando dijiste que alguien te puede gustar como pareja o como amigo. Ahora lo sé. Puedo sentirlo.

Era eso lo que sentía, ¡ahora todo tenía sentido! Le gustaba Hoseok como amigo. No es que estaba enamorado de él, era solo eso. Amigos, gustarse como amigos.

A Taehyung solo le gustaba Hoseok como amigo.

—También me gustas, Taehyung.

Pero por alguna razón, ante las palabras de Hoseok, Taehyung sintió algo más.

Hoseok solo sonrió con una muy leve sonrisa y quitó su brazo del respaldar de su silla antes de acomodarse en su asiento y comenzar a escribir en su cuaderno lo del pizarrón. Sin mirarlo más.

Taehyung parpadeó sin saber porque seguía mirándolo, sin saber porque esperaba algo más y sin saber que era ese algo más.

Miró de nuevo a su cuaderno. Correcto, debía terminar de escribir también así salía al receso. Si, solo debía pensar en eso.