¿Estás seguro de que no estás loco?

¿Por qué estás dejando al hombre hermoso aquí?

Canto en pequeños susurros la canción de SunMi, mientras que me quedo acostado en mi cama, viendo el techo blanco. La luz estaba apagada y en mis audífonos aún se escuchaba la canción.

¿Jay verdaderamente se estaba volviendo un loco que va a dejar a este hermoso hombre aquí?

Pero...

¿Él me dejará o yo a él?

Yo ya no quería sufrir, pero tampoco quería que él se alejara de mí. Era un puto egoísta.

¡Joder, Jungwon! Date cuenta que Jay solo te utiliza.

Mi subconsciente gritó con fuerza cada vez que me niego a separarme de él. Y termino llorando porque era verdad, era verdad que solo soy el juguete de repuesto para Jay, que se deshará de mí cuando se aburriera. Pero yo podía cambiar las cosas: solo alejándome.

Y como dijo Sunoo: Yo soy fuerte.

Yo soy como una rosa, solo tengo que florecer para sacar las espinas y que ya nadie me lastime.

Sin embargo, estoy asustado, muy asustado, han jugado con mi confianza y mis sentimientos que no sé si pueda ser lo suficientemente fuerte para soportar esto.

Jay cada vez es más obvio, pero al parecer él no lo nota, porque hace unos minutos estábamos hablando por teléfono y en un instante se escuchó un gemido. Jay cree que soy tan estúpido como para creerle que fue la televisión; sabía que estaba con ella, porqué ¿De quién más iba a hacer ese gemido de mujer?

Terminamos la llamada y me quedé pensando en todas esas veces que le vi marcas en el cuello o rasguños en la espalda y brazos. Yo no tenía que decir nada, porque el juego de la venda acabaría y yo no quería eso; ahora no sé si lo quiero.

Y después recordé cuando me prometió que jamás nos íbamos a separar o, incluso, que nunca me lastimaría. Eres un mentiroso Jay, me has lastimado de las peores formas posibles.

Prometiste que íbamos a estar juntos por siempre
Y me dejas, me dejas.