Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 3


El tema queda en el aire, sabía de sobra que a Celeste no terminaba de gustarle la idea de que la marcase. Si había algo que resaltaba en ella eran sus ideas feministas, algo que no terminaba de encajar si era una loba, los animales tendíamos a ser más posesivos que los propios humanos (aunque estos toxicidad tenían suficiente) y lo vemos como algo normal, natural, pues es lo que somos. Ella, como de costumbre, tiene que ir incluso contra la naturaleza.

No, no soy machista por querer reclamarla como mía. Yo solo quiero crear el maldito vínculo entre los dos y no preocuparme de que algún alfa (o hijo de este, que al parecer está muy subidito) se me adelante. No, no voy a gruñir que es mía. No es un comportamiento sano que tengamos que seguir alentando.

—Joel, lo del otro día —habló mientras jugaba con nuestros dedos entrelazados encima de la mesa—, en algún momento vamos a tener que hablarlo, lo sabes, ¿no?

Mis ojos la miran, llevaba el pelo recogido en un moño y dos mechones caían por su frente. Nunca entenderé esa moda de atarse el pelo si después vas a dejar igual un par de mechones sueltos.

—Cuando tenga que ser, será —hablé ladeando la cabeza—. No quiero apresurar las cosas.

—Una mordida es como una boda, si mal no recuerdo, pero esto sí que es para siempre, no hay divorcio que después nos separe —comentó soltando una tímida risita—. Quiero que realmente nos conozcamos, cosas simples como cuales son nuestros gustos, nuestro color favorito, la película que nos encanta mirar, nuestras manías, la canción que no podemos parar de escuchar en Spotify... Lo normal en una pareja, no quiero que seamos desconocidos.

—Tu color favorito es el morado —señalé su teñido cabello—, aunque por lógica debería de ser el celeste, azulita.

Rodeó los ojos con diversión, el apodo todavía no lo tragaba pero yo seguiría llamándola de esa manera hasta que mis pulmones dejasen de llenarse de aire.

—Tu cantante favorito es Blas Cantó, por lo que es fácil suponer que las canciones que más escuchas en Spotify son las suyas —alcé mis cejas—. Incluso me hiciste a mí una playlist con algún tema suyo, me pasé días escuchando la canción de "Universo".

—¿Y ya te la aprendiste o qué?

—¿Quieres que te la cante? —propuse, mi voz siempre estaba afinada y un pasatiempo era cantar, claro que esto era un secreto que tenía con mi mejor amiga. Ella asintió emocionada, nunca antes le canté y no había mejor momento que este.

Tuve que escucharme cuando había tiempo, y no entiendo

¿Cómo me he perdido en un solo momento?

Uh, uh, uh

Dime dónde irán los sueños que me quedan

Uh, uh, uh

Si no queda más espacio en mi cabeza

Las ganas de llorar están presentes, ¿como una canción podía describirme tan bien y no darme cuenta de ello hasta que decidí cantarla en voz alta?

Me siento patético.

—Joel, has pasado por momentos muy duros —habló acariciando mis manos con las suyas—. Pero quiero demostrarte que vivir es una fantasía, déjame ser el motivo por el cual vives, por favor.

—Lo eres, créeme... De no ser por ti...

—No lo digas —me calló dándome una mala mirada—. No digas algo que no quiero escuchar. Tú y yo merecemos esa historia de amor que se cuenta siempre en las telenovelas, merecemos vencer.

—Lo merecemos —asentí de forma ligera, llevándome sus manos a los labios para besar estas—. Este fin de semana hay fiesta en mi manada, Mariano es el nuevo alfa y haremos una celebración por lo alto... Me gustaría que me acompañaras, quiero presentarte a los míos.

Su sonrisa es amplia y radiante, tanto que ilumina incluso mi rostro haciéndome sonreír a mi también. Su sonrisa es la cosa más bonita que mis ojos han visto jamás. Quiero verla sonreír toda la vida, por favor.

—No sabes lo mucho que significa eso para mi —expresa mirándome—. Lo de unirme a tu manada iba en serio.

—¿Tu familia está de acuerdo?

—Mi familia sabe que eres mi mate y por ti me dejan hacer lo que sea, creo que incluso están felices de que me vaya —anunció divertida—. Parece chiste pero es anécdota.

—No digas tonterías —chasqueo mi lengua contra mi paladar—. Paso a recogerte a las ocho, ¿vale?

—¿Debo de ir muy guapa?

—Azulita, tú eres muy guapa —recalqué guiñándole un ojo—. No te preocupes demasiado por la vestimenta.

Pero como era de esperar, no me hizo caso. No me sorprendía porque Celeste siempre era una mujer de hacer lo que le daba la gana. A ella nadie le decía como debía de vestirse ni para ir al supermercado.

Yo terminé vistiéndome como de costumbre, con unos pantalones de color negro apretados y cambié la camiseta por una camisa a medio abotonar. Por mucho que peinara mi cabello era imposible que se quedara quieto, los rizos iban a su aire.

Celeste, preciosa como siempre, llevaba el pelo suelto y un vestido del mismo color que su pelo, los tacones la hacían unos centímetros más alta y eso le hacía verse adorable.

La noche todavía empezaba.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro