Sábado, 16 de enero de 2021, 18:12
 

 
   
Cuando Jeongguk volvió de la tienda, cocinó y se sentó a comer junto con Taehyung de la forma usual en que se comportaba, el mayor se cuestionó si ese beso en la frente hubiese realmente existido.

Él estaba de todo menos normal. Al principio tenía todos los colores en su rostro y apenas podía hablar por los nervios, no obstante luego de darse cuenta que Jeongguk estaba tan tranquilo e indiferente al tema, toda su emoción se perdió entre sus pensamientos y confusiones.

Tal vez era algo normal entre él y sus amigos...

¿Alguna vez besaste en la frente a Namjoon, Seokjin u Hoseok?

Hace tanto Taehyung no se sentía así de perdido y dudoso. No le gustaba esta sensación de no saber qué hacer.

La mesa estaba callada, llena de las palabras que querían decirse pero que, por la vergüenza, nunca fueron escuchadas.

Era tan cansado este ambiente.

-Iré a dormir -dijo Taehyung cuando sintió que todo lo sobrepasaba-. Estuvo muy rica la comida, gracias -y con una sonrisa demasiado forzada e incómoda, abandonó el comedor, dirigiéndose a su habitación.

Jeongguk vio la dirección por donde se había ido Taehyung con una mirada preocupada.

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-¿Qué dijiste? -los ojos de Taehyung estaban muy abiertos debido a la sorpresa, y Jeongguk sólo le sonreía.

-Hoy vamos a ir a pedirle trabajo a Namjoon -carraspeó y continuó diciendo-. Faltan... cuatro días para que me vaya, así que tengo que sacarte de esa tienda antes de que eso pase.

Taehyung comenzó a sentirse una molestia, porque en lugar de que Jeongguk estuviese disfrutando de sus últimos días en Seúl, se encontraba buscando un trabajo para él, un adulto.

-Es una buena idea... pero si no quieres ir conmigo está bien, puedes salir con Hoseok o Seokjin y-

-No, no, no -el menor negó con la cabeza, totalmente decidido-. Iré contigo, para asegurarme de que todo esté bien.

Taehyung le vio por unos segundos más, diciéndole un "¿Estás totalmente seguro?" con la mirada al contrario, lo cual Jeongguk respondió con una sonrisa.

Pasaron unas cuantas horas, se alistaron y Jeongguk empacó la mitad de sus pertenencias para no estar apurado el día en que se tenga que marchar.

Realmente se tenía que ir...

-¿Listo? -dijo al ver a Taehyung saliendo de su cuarto. El contrario asintió algo cohibido.

Tan pocas semanas y él sentía que no podría seguir en paz sin ver día a día a ese moreno de cabellos rojos.

Decidieron caminar ya que el día estaba nublado (Jeongguk llevando un paraguas en su mano, el único que tenían) y el local no estaba muy lejos. Hemos de decir que la conversación era casi nula.

A Taehyung le estaba yendo peor de lo que imaginó luego de caer en cuenta de que eran escasos días los que le quedaban al algo del azabache, y sin haber logrado nada.

Bueno, ¿lograr qué? ¿Conquistarle? No seas un chiste.

-Mira -espetó el menor levantando su brazo y apuntando-, ese es el local. ¿A que es bonito? La decoración la hizo Hoseok con ayuda de una amiga suya.

El local tenía un bonito color mostaza en sus paredes, habían flores hermosas afuera como exhibición y un cartel de madera que decía: "Filter".

-¿Filtro? ¿Por qué se llama así el lugar?

-El negocio de los Kim tiene ya un buen rato funcionando, así que su nombre es más significativo que muchos de hoy en día que lo usan más para estética -chasqueó la lengua-. Tengo que admitir que no recuerdo bien, pero era algo sobre... que las flores tenían diferentes "filtros". Piensan que sólo reflejan amor, pero hay de todo tipo con mucha diversidad de significados. Ellos te ayudarán a obtener flores que realmente vayan con el momento -finalizó sonriendo.

-Es un nombre bonito...

En el instante en que ambos entraron al local, las grandes sonrisas de Namjoon y una señora les dieron la bienvenida.

-Nam me dijo que hoy entrevistaría a un amigo de Jeongguk para trabajar, y como no hemos contratado a nadie fuera de la familia hace mucho tiempo, quise estar presente -dijo la mujer cuando notó la mirada un poco sorprendida de Jeongguk, ya que ella se encargaba más de cuidar de las flores en lugar de estar en la tienda-. ¿Qué tal si acompañas a Jeongguk a algún sitio mientras yo le enseño a Taehyung el lugar? -Namjoon asintió ante las indicaciones.

El único que no estaba relajado era el pelirrojo.

Él tenía entendido que sería guiado por Namjoon, no por la dueña del local.

Ah, estaba a punto de ver el techo por los nervios.

-Tae -el mayor le volteó a ver con su clara mueca de preocupación-, no te pongas nervioso, la madre de Nam hyung es muy amigable. No me iré de aquí, ¿si?

Todo eso lo dijo con una voz apenas entendible, ya que no quería exponer a Taehyung. El contrario lo agradeció con su mirada y asintió, recuperando algo de tranquilidad.

-Así que... ya casi te irás -fue lo primero que dijo Namjoon al salir junto con el menor del local. Comenzaron a caminar hacia la parte trasera de la tienda-. ¿Harás algo especial para despedirte o algo así? -Jeongguk adivinó a dónde se dirigían cuando Namjoon abrió una de las pocas puertas que estaban allí, y sonrió.

-Bueno, no tengo nada planeado. Pensé que podríamos salir de fiesta, pero la idea ya es imposible.

Namjoon frunció el ceño.

-¿Y eso?

El azabache se detuvo, viendo la tierra, macetas y semillas que se encontraban allí. Seguro Namjoon aprovecharía su visita y lo pondría a preparar la tierra para comenzar a sembrar.

-El otro día llevé a Taehyung a una discoteca... y se desmayó cuando me fui de su lado para buscar bebidas.

-¿Desmayarse?

-Parece que él realmente odia los lugares con mucha gente, y yo olvidé preguntarle si quería ir allí -Jeongguk se puso de rodillas al igual que Namjoon, comenzando a abrir la bolsa de tierra-. Si termino haciendo algo, quiero que Taehyung lo disfrute.

Namjoon se quedó callado, pero eso Jeon ni lo notó, pues estaba tan inmerso en buscar una idea para su último día en Seúl.

-Taehyung... -tan sólo dijo su nombre y ya tenía su total atención-, ¿te volviste muy cercano a él aunque le coqueteaste en el café?

-Nos volvimos cercanos, sí -formó una sonrisa de boca sellada cuando se dio cuenta que todo fue más allá que "un favor de parte de la señora Kim"-. Le hago de comer, le recojo del trabajo, hablamos de cualquier tontería. Es bastante agradable.

Namjoon era el mejor amigo de Jeongguk, el más cercano de todos. Le conocía tanto que podía darse cuenta de cosas que el mismo Jeongguk no quería contarle.

-¿Él tiene novio?

-Dice que no... -tan pronto como dijo eso, volteó a ver a Namjoon, acusándole con la mirada-. ¿Por qué preguntas?

Namjoon se detuvo, colocando sus manos manchadas de tierra a los lados de la maceta, sonriendo burlón.

-¿Te imaginas si te vas sin confesarte?

El pelinegro estaba a punto de reclamarle, pero era absurdamente obvio que lo que estaba insinuando era cierto.

-Tengo que irme de todos modos. Taehyung puede vivir sin saber de mis sentimientos.

-Pero, ¿tú podrás vivir sin habérselo dicho? Ya sabes -carraspeó-, eres el primero en saber que Taehyung es bastante lindo. Dejará su trabajo que tanto le asfixiaba y tendrá una vida más tranquila, luego de que comenzaste a dejarle el hábito de comer adecuadamente y cuidarse más. Será más estable, ¿quién te dice que estará soltero por siempre?

Jeongguk se arrepintió un poco de hablar de todo lo que pasaba junto con Taehyung a Namjoon, ya que el mayor sabía exactamente dónde pegarle para que se le movieran sus ideas.

-¿Y si no le gusto?

-Ya no le verás, nada cambiará entre ustedes.

-¿Y... si sí le gustó?

Namjoon se quedó pensando, pues le habían hecho una pregunta de la cual no tenía una respuesta.

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