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Capítulo IV

   
   
Sábado, 16 de enero de 2021, 17:56
 

 
   
Luego de que Jeongguk volviera de limpiar su cuarto, pasaron un rato más charlando con la pareja hasta que dio la hora de la película.

-Así que... hyung -Taehyung le volteó a ver-, ¿a dónde iremos?

Taehyung apretó su boca, pensando un lugar al que quisiera ir últimamente.

-No se me ocurre nada. Tú eres mi visita, ¿no tienes alguna idea?

-Podríamos ir a-

La música que provenía del celular de Taehyung interrumpió al menor. El mayor sonrió con pena y contestó:

-¿Hola?

-Taehyung, necesito que vengas. Tengo un compromiso pero falta que alguien hable con la señora de la frutería. Nos mandó menos plátanos de los que eran.

Taehyung se quedó congelado.

-Pero hoy es mi-

-Sé que es tu día libre, pero no hay nadie que pueda venir más que tú.

Kim le dio un vistazo al azabache, quien parecía poder escuchar lo que su jefe le decía por el silencio en el lugar y lo alto que estaba el volumen.

-Dile que no puedes.

El corazón de Taehyung latía rápido por los nervios, por el miedo de que su jefe se enoje.

-Y-Yo-

Jeongguk, quien se veía algo enojado, tomó el móvil, logrando no hacerle daño a Taehyung en el proceso:

-¿Hola, señor? Soy Jeongguk, el amigo de Taehyung. Él ya tiene compromisos, así que no puede ir. Los plátanos no se irán, la señora no se irá y mañana en la mañana se puede resolver el asunto. Que tenga buena noche -y colgó.

Taehyung se le quedó viendo a Jeongguk, quien aún miraba al suelo con el celular del mayor en la mano.

Tenía las cejas juntas por la reciente llamada y apretaba su boca.

-Lo siento por hablarle a tu jefe así, no sé si te dará pro-

El dedo índice de Taehyung cayó en el ceño fruncido del azabache y presionó levemente.

-Está bien, gracias por eso. No supe cómo decirle que no.

Aunque era mentira decir que no estaba preocupado por cómo será mañana el trabajo.

Jeongguk se concentró en el dedo que estaba presionándole la frente levemente, hasta que éste no estuvo más. Se removió un poco por los leves nervios que le inundaron al ver a Taehyung mirándole como si quisiera calmarle.

-Si necesitas un trabajo, le puedo decir a Namjoon que te dé lugar en la florería. Después de todo, su hermano se mudará porque ya se casó...

Taehyung sonrió.

-Me gustan las flores.

Y mientras Taehyung tomaba de vuelta su móvil, Jeongguk no podía dejar de observar la pequeña sonrisa que surcaba el rostro ajeno.

Ah, de la nada se encuentra muy nervioso.


;;---;;


-He querido venir aquí desde que llegué, pero no vi una ocasión en la que pudiera -comentó Jeongguk, mirando a su alrededor.

-Me imaginé algo más tranquilo, ¿eres mucho de fiestas? -fue lo que le preguntó Taehyung cuando miró la entrada de la discoteca.

-A veces me dan ganas de venir -el menor se encogió de hombros diciendo-: ¿Entramos?

Taehyung no estaba tan seguro de ello, pero si Jeon tenía tantas ganas de entrar, no le vendría mal seguirle la corriente.

No fue una buena idea.

Él jamás había estado en una discoteca, ya que con sus amigos no salía a lugares así. Tan pronto como entró, sentía que había gente de más en el lugar. Fue perdiendo el aire y a Jeongguk de vista.

-¿Jeon... gguk? -murmuró, pero el menor ya no se encontraba en su círculo cercano.

Necesito irme, quiero irme, no quiero estar aquí, quiero a Jeongguk, necesito respirar, me siento mareado, ¿dónde está la salida?, ¿dónde está Jeongguk? No-

-¡Tae! -fue lo último que escuchó.


;;---;;


Taehyung comenzó a abrir poco a poco los ojos, la luz del lugar era cegadora pero por lo menos no había mucho ruido.

-Oigan, está despertando -voces conocidas pero muy silenciosas se escucharon.

Trataban de no llenarlo de ruidos fuertes tan pronto como se despertara.

-¿Chicos...? -susurró el pelirrojo, viendo a Yoongi, Jimin y Jeongguk parados a su lado. Antes de hablar trató de recordar qué era lo que había pasado, y cuando lo hizo, le regaló a Jeongguk una mueca apenada-. Perdón por arruinar la noche...

-¡No, no, no! Tae, no hiciste tal cosa -Jimin fue el primero en acercarse a Taehyung, colocando su mano en su espalda para que éste se sentara-. ¿Aún te sientes mareado? ¿Te duele algo?

Mientras Jimin checaba a Taehyung, Yoongi tomó al menor del brazo diciendo:

-Jeongguk y yo iremos por algo para Taehyung -entonces lo sacó, no permitiendo que le dijera nada al pelirrojo.

Jeongguk se encontraba muy nervioso, preocupado y se sentía culpable.

No le había preguntado a Taehyung si tenía algún repudio por lugares así, y siendo que él era alguien muy reservado, se imaginaba que sí, tal vez...

-Taehyung no es bueno en lugares con mucha gente, y menos solo -murmuró Yoongi en el momento en que llegaron a la cocina-. Le da ansiedad, y si no está en buena forma, puede pasar lo que hoy -Jeongguk escuchaba con atención, sin decir ni una palabra y viendo cómo Yoongi servía té de manzanilla para Taehyung-. No siempre supimos qué ambiente nos gustaba al momento de salir. Al principio teníamos muchas trifulcas porque Jimin quería ir a fiestas, discotecas y lugares parecidos, mientras que nosotros queríamos ir a sitios más calmados. Un día le cumplimos el deseo a Jimin. Taehyung no se veía bien, lo dejamos ir al baño y en el camino se desmayó. Era el tiempo en que apenas comenzaba a ser un poco más social.

La cocina se quedó en silencio por unos segundos, y continuó luego de soltar un suspiro:

-Espero que no vuelvas a llevarle a lugares así.

-¡C-Claro que no! -espetó, viendo a Yoongi a los ojos-. Ya... entendí.

Jimin y Yoongi se quedaron hasta que Taehyung les obligó a irse, pues se estaba haciendo tarde. Jeongguk no sabía cómo verle a los ojos y no morir de culpa.

Por otro lado, Taehyung también se sentía culpable. Si le hubiese dicho a Jeongguk que eso podría llegar a pasar en la discoteca, hubiesen ido a otro lugar y pasar una buena noche.

Pero quiso cumplirle el pequeño deseo a Gguk... Sólo quería verlo emocionado.

-Jeongguk... -el mencionado le volteó a ver con las cejas alzadas-, perdón por arruinar la-

-No, no, no, no... no -dijo alarmado, tanto que se acercó con prisa a Taehyung y le tomó de los hombros-. Yo fui quien debió preguntarte correctamente sobre el ir. No sólo haber tomado camino y ya, debí decirte a dónde íbamos y preguntar si estabas de acuerdo con ello.

Taehyung se quedó callado, pues ambos tenían puntos sólidos para disculparse, y luego de hacerlo y sabiendo que ninguno de los dos estaba enojado, se sintió mejor.

-¿Sabes? No necesitamos salir para pasar tiempo juntos -dijo Jeongguk, comenzando a sonreír (aunque los nervios no se iban aún)-. Puedo hacer algo rico de comer y vemos una película o sólo... hablamos.

Pasar tiempo con Jeongguk de esa forma tan tranquila, le suena mucho mejor que salir de casa.

Sin querer que se note su entusiasmo, asintió.

-¡Bien! ¿Qué quieres comer?

Algo fácil de hacer para que no dure tanto cocinando y podamos tener más tiempo jun-

-¿Kimbap?

Jeongguk miró a la cocina, pensando durante unos segundos.

-No creo que tengamos todos los ingredientes, ¡pero puedo ir rápido a comprarlos!

Se irá, se irá.

Taehyung vio con algo de pánico el cómo Jeongguk tomaba su cartera y se iba colocando los zapatos.

Se irá.

Demonios, sólo iba a la tienda que está a unas cuadras, ¿por qué estaba tan alarmado?

Se irá.

En pocos días, pasará la puerta y realmente no volverá.

-¿Taehyung...?

El mencionado por fin salió de su burbuja, notando que estaba agarrando a Jeongguk de la chaqueta.

-A-Ah, no... -lo soltó lo más pronto que pudo mientras sentía su rostro comenzar a calentarse.

Era obvio que no quería que Jeongguk se fuera, pero esperaba que el contrario no se diera cuenta y lo dejara pasar.

Sin embargo, lo último que hizo Jeongguk fue ignorarlo.

A pasos pequeños se puso justo delante del mayor, quien se encontraba con su vista pegada en el suelo con tal de no verle.

Su mano volvió a caer en su cabeza, acariciando un poco los cabellos rojos.

-Volveré rápido, ¿bien?

-Y-Yo no dije nada. Sólo ve a comprar, tengo hambre.

Ah... Se sentía bien ver a Taehyung siendo tan tierno.

Comenzaba a sentir las conocidas mariposas que creyó que jamás existirían en él.

-Entonces, ya voy.

Fue tan fugaz que Taehyung no fue capaz de detenerlo o... disfrutarlo. El idiota se fue tan rápido...

Jeongguk había besado su frente.
















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