5. Jefatura
— Brian no.
Después de la cena, Brian le pidió a Brina que hablaran a solas. Ella pensaba que le hablaría más acerca del plan, siendo totalmente lo contrario.
— Por favor, Brina — rogó Brian. — Debes hablar conmigo.
— Pero no quiero hablar contigo sobre eso — se quejó la O'Conner. — Por qué mejor no me hablas del plan, me hicieron dar la vuelta y regresar a Río para quedarme aquí en la bodega.
— Brina...
— ¡Brian, no!
A lo lejos, Roman y Tej junto a varios del equipo eran capaces de ver la pelea entre ambos hermanos O'Conner.
— ¿Por qué Brina está tan molesta? — preguntó Roman mirando hacia los hermanos.
Brina movía sus manos señalando algo mientras Brian intentaba calmarla, lo cual no era la mejor de las opciones en ese momento.
— Brian quiere que Brina hable con él— explicó Mia. — Brina no quiere hablar sobre su esposo.
— ¡¿Brina está casada?! — preguntó Roman estando sorprendido por la revelación. — Ella no lo mencionó cuando estuvimos en Los Ángeles.
Tej se sorprendió al escuchar sobre el esposo de Brina, ahora entendía por qué cuando estuvieron en Los Ángeles ella se alejaba para hablar por teléfono en privado.
— No le gusta hablar de eso.
Brina se alejó de Brian caminando hacia la motocicleta de Gisele. Busco las llaves hasta que la dueña de la moto se las lanzo.
— Brina, no — rogó Brian.
Brina suspiró. — Brian, tú no lo entiendes. La persona que amas está con vida y la puedes ver todos los días — miró a Mia. — Pero yo, no puedo hacerlo, no puedo verlo, y sabes que es lo peor — Brian la miró. — Ya no recuerdo su voz, no recuerdo cómo iba a vestido la última vez. Solo sé que murió por mi culpa.
Brina subió a la moto de Gisele, para irse de la bodega, cubrió su rostro con una de las gorras que usaron para el atraco en la casa de Reyes al igual que ponerse el casco de Gisele.
Brian llevó sus manos a su cabeza por la frustración que invadía su cuerpo.
— ¿Por qué? — preguntó él O'Conner hacia Gisele. — ¿Por qué le diste las llaves?
— Brina ya no es una niña — dijo Gisele mirándolo. — Deja que tu hermana hable contigo cuando se sienta lista, no la presiones.
Brian lanzó un vaso al suelo causando que este se quebrara.
— ¡Brian! — lo llamó Dom.
El chico O'Conner miró a Dom quien le pidió que se acercara.
— Deja que Brina esté lista, cuando ello esté hablará contigo — señaló Dom. — Brina no está lista para hablar de Tommy, dale su espacio y su tiempo.
— Han pasado más de dos años, Dom — comentó Brian, preocupado de su hermana. — Le dieron vacaciones obligadas en la agencia por que se ha desconcentrado.
Dom golpeó la espalda de Brian a modo de apoyo.
— Dale tiempo.
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A la mañana siguiente, Brina fue junto a Tej para espiar el movimiento de las casas de Reyes.
Brina se había colocado una peluca morada junto a unos lentes oscuros que cubrieran sus ojos.
— ¿Tu y Brian pelean mucho? — preguntó Tej mientras veía por los binoculares.
Brina no pudo evitar reírse. — Es por lo de anoche ¿cierto? Últimamente peleamos mucho.
— Solo digo que nos ha sorprendido a todos, eran los hermanos maravilla y ahora son los hermanos torbellino.
Brina río de nuevo. Se concentró al escuchar a Santos y Tego.
— El número uno está en movimiento — lo escuchó hablar por el radio seguido del sonido de un motor de auto.
Brina iba marcando en una libreta cada una de las Casas de Reyes.
— Dos en movimiento — dijo Roman al teléfono.
— Tráeme una hamburguesa, muero de hambre amigo — dijo Brina sabiendo que estaba en un restaurante.
Tacho otra casa.
— Tengo el mío — dijo Han.
Al fin Brina podía ponerle nombre a aquel rostro del chico que le invitaba papas.
Otra más a la lista.
Tej y Brina se escondieron en el techo evitando ser detectados por la gente de Reyes. Ambos traían consigo unos binoculares.
— ¿No crees que con esa peluca llamas mas la atención? — preguntó Tej mirándola de reojo.
— Solo mira por los lentes, amigo — se quejo Brina. — Tenemos el cinco — dijo Brina al radio informando a los demás.
Otro a la lista.
Permanecieron en el techo mirando las calles en señal de la gente de Reyes, una camioneta negra con vidrios blindados apareció en los binoculares, la siguieron hasta saber en conde entraban, era una locura.
— Se que dijeron que iban a reunir todo en un solo lugar, pero no van a creer esto — dijo Tej al radio.
Brina chasqueó su lengua, se estaba poniendo complicado, pero no imposible.
•───────────────────────────────•
Se reunió el equipo en el techo de un edificio cercano a donde estaba la Jefatura de policía.
Brina se cruzó de brazos leyendo el letrero "Policía Militar".
— Este trabajo acaba de complicarse — dijo Brian mirando el edificio.
— Si lo movió a una jefatura de policía debe tener comprada a gente muy importante — habló Roman detrás de Brina.
— Yo digo que nos vayamos por donde vinimos — dijo Santos.
— Si, esto no se puede hacer — lo secundo Leo.
— ¿No podemos? — preguntó Han. — Yo opinó que si.
Brina lo miró, le gustaba el entusiasmo que corría por las venas de Han.
— Han tiene razón — dijo Brina. — No por que estemos viendo algo complicarse quiere decir que es imposible, solo es un contra tiempo pequeño, nada de que preocuparse.
— Ya la escucharon — habló Dom mirando de reojo a Brina. — Las cosas siguen igual. Seguiremos con el plan.
— ¿Qué dijiste? — preguntó Roman. — Esto acaba de pasar de "Misión Imposible" a "Misión: Totalmente loca" Ya olvídenlo, no tengo miedo solo digo que entrar a ese edificio es una locura.
— Yo me encargo — hablo Brian siguiendo a Roman.
Brina miró detrás suyo como su hermano seguía a Roman, metió sus manos a los bolsillos traseros de su pantalón.
— Lastima que alguien de aquí tenga un carnet de agente que le puede hacer pasar sin problemas— Brina miró a Dom.
— ¿Lo traes?
— ¿Qué? Acaso creíste que saldría de casa sin esa cosa — Brina río. — De algo iba a servirme.
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