La música retumbaba como un latido vivo en el club. Las luces de neón pintaban sombras inquietas en las paredes, transformando cada rincón en un caleidoscopio de caos. Felix estaba ahí, apoyado en la barra, observando cómo las almas perdidas se deslizaban en la pista de baile. Su mano jugaba con el borde de su vaso, trazando círculos en el vidrio mientras la bebida permanecía casi intacta. No estaba ahí para beber, bailar o siquiera socializar.

Estaba buscando algo.

O alguien.

En el espejo detrás de la barra, su reflejo le devolvía una mirada cansada, los ojos más oscuros de lo normal, enmarcados por unas ojeras que delataban noches de insomnio. Su cabello rubio parecía fuera de lugar en ese entorno, como si fuese un faro atrapado en una tormenta. A su alrededor, las risas y los gritos ahogaban sus pensamientos, pero no la sensación de vacío que le carcomía por dentro.

Hasta que lo vio.

Hyunjin estaba apoyado contra la pared del fondo, su silueta parcialmente oculta en las sombras. Vestía una chaqueta de cuero negra que parecía absorber la luz, y su rostro era un mapa de misterio: labios apretados en una mueca casi imperceptible, ojos que parecían analizarlo todo, como si cada movimiento a su alrededor fuera un posible peligro. Una cicatriz delgada recorría su mejilla izquierda, un recordatorio de que no era un hombre común.

Felix sintió que su respiración se detenía un segundo. No sabía por qué, pero ese extraño tenía un magnetismo que lo hizo enderezarse en su asiento. Hyunjin no era el tipo de persona que se encontraba en un club como ese por casualidad. Había algo en su postura, en la forma en que sus dedos tamborileaban contra su muslo, que gritaba peligro.

El tipo de peligro al que Felix siempre había sido incapaz de resistirse.

Un ruido cerca lo sacó de sus pensamientos. Dos hombres a su lado discutían, y la situación parecía escalar rápidamente. Felix trató de ignorarlos, pero uno de ellos se giró abruptamente, chocando con su brazo y derramando la bebida sobre su camisa.

-¿Qué diablos? -gruñó el tipo, su aliento cargado de alcohol.

Felix levantó las manos en señal de disculpa. -Lo siento, fue un accidente.

-¿Accidente? -El hombre dio un paso más cerca, su cuerpo musculoso proyectándose como una amenaza. La multitud parecía no darse cuenta, demasiado ocupada en su propia vorágine de ruido y ritmo.

Felix sabía cómo terminaban esas cosas. Había aprendido a no esperar que alguien interviniera. Pero justo cuando el hombre levantó la voz de nuevo, una figura se materializó a su lado.

Hyunjin.

-¿Hay algún problema? -preguntó, su voz baja pero cargada de autoridad.

El tipo se congeló al instante. Hyunjin no levantó la voz ni mostró agresividad, pero la mirada que le lanzó fue suficiente para que el hombre retrocediera un paso.

-Nada que ver aquí, amigo -murmuró el tipo antes de alejarse, arrastrando a su compañero con él.

Felix parpadeó, todavía procesando lo que acababa de ocurrir. Hyunjin se giró hacia él, y por primera vez pudo ver de cerca esos ojos oscuros que parecían contener secretos imposibles de descifrar.

-Deberías tener más cuidado -dijo Hyunjin, con una media sonrisa que no alcanzó sus ojos.

-Gracias -murmuró Felix, sintiendo un calor inesperado en su pecho.

-No fue nada. -Hyunjin hizo una pausa, como si estuviera debatiendo consigo mismo. Luego añadió: -Es un lugar peligroso para alguien como tú.

Felix alzó una ceja. -¿Y cómo sabes qué tipo de persona soy?

Hyunjin lo estudió por un momento, y Felix sintió que todo el aire se había ido del club. Finalmente, Hyunjin dejó escapar un suspiro y extendió una mano.

-Hyunjin.

Felix dudó un segundo antes de estrecharla. La calidez de ese contacto fugaz pareció quemarle la piel.

-Felix.

La conexión fue instantánea, como si algo más allá de ellos hubiera decidido que sus caminos debían cruzarse. Felix sabía que debería mantenerse alejado de alguien como Hyunjin, alguien que claramente llevaba un mundo de problemas a sus espaldas. Pero mientras Hyunjin se apartaba y desaparecía entre la multitud, supo que era demasiado tarde.

Ya estaba perdido.

Read you soon...
-Mimi 🦋