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El calor del fuego era reconfortante, pero la atmósfera en la habitación seguía siendo densa, cargada con una tensión que solo Felix podía percibir. Cada susurro que cruzaba la sala le llegaba como un eco distante. El olor a humo y tierra lo rodeaba, y por un momento, se sintió atrapado entre el mundo de las sombras y algo que no lograba comprender completamente. Estaba ahí, en ese refugio improvisado, con Hyunjin a su lado, y sin embargo, algo en su interior seguía preguntándose si era una mala idea.
Había algo peligroso en estar tan cerca de alguien como él.
Hyunjin parecía relajado, pero sus ojos no dejaban de moverse, observando todo lo que ocurría a su alrededor. Sus dedos, que antes tamborileaban sobre el borde de su chaqueta, ahora estaban inmóviles, pero había una energía silenciosa en su cuerpo, como si estuviera listo para saltar a la acción en cualquier momento.
Felix no sabía qué esperar de él. Cada palabra que Hyunjin pronunciaba sonaba como una pista, pero no lograba juntar todas las piezas del rompecabezas. Era como si estuviera jugando a un juego en el que Felix aún no entendía las reglas.
-¿Por qué me trajiste aquí? -preguntó Felix, rompiendo el silencio. Su voz sonó más suave de lo que esperaba, casi cautelosa.
Hyunjin no respondió de inmediato. Miró hacia el fuego, como si las llamas pudieran darle las palabras adecuadas. Luego, suspiró y se recostó ligeramente contra la pared, dejando que su espalda descansara mientras se quedaba mirando a Felix.
-Porque te veo, Felix. Veo lo que eres... lo que ocultas. -La mirada de Hyunjin fue penetrante, como si cada palabra estuviera dirigida a algo más profundo. -Te gustaría creer que puedes ser como todos los demás. Pero no lo eres.
Felix se tensó. Esa declaración lo golpeó en el estómago, y de alguna manera, también lo hizo sentir como si estuviera siendo visto por completo, desnudo en su vulnerabilidad. No estaba seguro si lo odiaba o si, por alguna razón inexplicable, le gustaba.
-No sé a qué te refieres. -Felix no podía esconder el atisbo de inseguridad en su voz.
Hyunjin esbozó una sonrisa pequeña, como si disfrutara de la incertidumbre de Felix.
-Sé lo que es estar lleno de secretos. Sé lo que es caminar por el borde y pensar que no tienes a dónde ir. Que te preguntas qué es lo siguiente, pero al mismo tiempo, te aterra no saberlo. -Hyunjin lo miró directamente, sus ojos brillando en la penumbra. -Tú y yo, Felix, no somos tan diferentes.
Felix sintió que el aire se volvía más espeso a medida que esas palabras se asentaban en su mente. Los secretos que había estado guardando durante tanto tiempo, las cicatrices que pensaba que nunca serían visibles, parecían salir a la superficie, como si Hyunjin pudiera verlos sin esfuerzo. Pero no era solo eso lo que le causaba incomodidad. Era la sensación de que Hyunjin, alguien que claramente venía de un mundo completamente diferente al suyo, lo entendiera de una manera tan profunda.
-No me conoces. -Felix se adelantó un poco, desafiando la mirada de Hyunjin. -No sabes lo que llevo dentro.
Hyunjin no se inmutó.
-Lo sé, pero sé lo que es tener algo que nadie más puede entender. Y sé lo que es tener miedo de que, si lo compartes, te destruyan por ello. -Sus palabras fueron directas, como un disparo al corazón. -Pero también sé lo que pasa cuando encuentras a alguien dispuesto a no apartarse. Alguien que no solo te acepte, sino que te entienda.
Felix tragó saliva, la presión en su pecho aumentando. Era extraño, porque aunque Hyunjin nunca había conocido los detalles de su vida, había algo en sus ojos que le decía que lo comprendía de una manera que nadie más lo había hecho. Había una verdad inquietante en sus palabras, y una parte de Felix no sabía si debía rechazarla o aceptarla.
El fuego chisporroteó en el fondo, y Felix miró la llama, pensando en lo que Hyunjin había dicho. En esos momentos, algo en su interior se movió. Era como si las piezas de un rompecabezas que había estado armando durante años finalmente encajaran, pero al mismo tiempo, esa sensación de estar al borde de un precipicio lo mantenía a la espera, sin atreverse a dar el siguiente paso.
-¿Qué quieres de mí? -preguntó finalmente, su voz suave, pero firme.
Hyunjin lo miró por un largo momento.
-Nada. -La respuesta fue tan simple, tan directa, que Felix no pudo evitar sentirse un poco desconcertado. -Solo quiero saber si eres capaz de aceptar quién eres. Si estás dispuesto a ver más allá de las sombras que crees que te definen.
Felix no dijo nada. En lugar de eso, se quedó allí, procesando esas palabras, mientras sentía cómo la intensidad entre ellos aumentaba. La pregunta flotaba en el aire: ¿estaba dispuesto a aceptarse a sí mismo, o preferiría seguir escondiéndose detrás de sus propias mentiras?
Las horas pasaron, y mientras la conversación entre ellos se desvanecía en un silencio más profundo, Felix entendió que la decisión que tenía que tomar no solo era sobre lo que sucedía entre él y Hyunjin, sino sobre lo que él mismo estaba dispuesto a enfrentar. Sabía que si cruzaba esa línea, ya no habría vuelta atrás.
Finalmente, Hyunjin se levantó y, con un leve gesto de cabeza, indicó la puerta.
-Vamos. Hay algo que quiero mostrarte.
Felix lo miró, sintiendo esa chispa de curiosidad arder dentro de él. De nuevo, esa sensación de no poder evitarlo, de sentirse atraído hacia un mundo que lo empujaba fuera de su zona de confort. La misma sensación que había tenido la primera vez que lo vio.
Se levantó lentamente y lo siguió, sabiendo que no sería la última vez que se encontraría atrapado en las sombras de Hyunjin.
Read you soon...
-Mimi 🦋
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