El tiempo parecía haberse detenido en la sala, el aire denso y caliente rodeaba a Felix mientras procesaba lo que acababa de suceder. Había disparado, pero eso no había sido suficiente. La lección no había terminado, no por mucho. Algo había cambiado en él, algo que aún no lograba entender, pero sabía que ya no podía dar un paso atrás.

Junho, con su mirada fija y calculadora, le dio un ligero asentimiento. Parecía estar evaluando cada uno de sus movimientos, cada segundo de su existencia, esperando que Felix hiciera algo más que simplemente seguir órdenes.

-Este es el primer paso -dijo Junho, su voz grave y fría. -Pero hay algo más importante que aprender. Aquí, la lealtad no se compra con dinero. No se compra con favores. Se compra con decisiones, y sobre todo, con sacrificios.

Felix frunció el ceño. ¿Sacrificios? Lo que había hecho hasta ahora no se sentía como un sacrificio, sino como una prueba de resistencia, una medida de su voluntad para seguir adelante. Pero, ¿a qué se refería Junho con eso? ¿Qué sacrificios estaba pidiendo? ¿Y a quién?

Sin esperar que Felix respondiera, Junho levantó la mano y le hizo una señal a uno de los hombres en la esquina. El hombre, alto y musculoso, se acercó con paso firme y, sin decir una palabra, dejó caer una carpeta sobre la mesa frente a Felix.

-Esa es la prueba verdadera -dijo Jiho. -Tienes una hora para leerla y tomar tu decisión. Lo que está dentro de esa carpeta podría cambiar todo lo que piensas que sabes sobre este mundo.

Felix levantó la tapa de la carpeta con cautela, sabiendo que lo que encontraría podría ser mucho más que información. Al principio, solo vio un par de documentos legales, contratos y cifras. Pero a medida que fue pasando las páginas, su estómago se apretó. Eran registros detallados de negocios turbios, conexiones con organizaciones criminales de todo el mundo, y una lista de nombres, algunos de los cuales le eran vagamente familiares. A medida que avanzaba, se dio cuenta de que estaba viendo algo mucho más grande que un simple contrato: estaba observando los hilos que conectaban todo en su vida, las piezas del rompecabezas que no había querido juntar hasta ahora.

Al final de la carpeta, encontró una foto. Una foto que le heló la sangre.

Era su hermana, Olivia.

La foto estaba acompañada por una nota que decía: "Decide qué harás. La lealtad tiene un precio, y a veces el precio es más alto de lo que puedes pagar. Tienes una hora para elegir."

El golpe fue tan fuerte que Felix tuvo que apoyar la mano sobre la mesa para no caer. La rabia, el miedo y la confusión lo invadieron, y por un momento, todo lo que podía escuchar era el rugir de su propio corazón. ¿Cómo sabían ellos de Olivia? ¿Qué sabían de su familia? Y, sobre todo, ¿por qué ahora?

Hyunjin no se movió ni un centímetro. Estaba allí, en su lugar, sin decir nada, observando. La sombra de su presencia le recordaba a Felix que no estaba solo, pero no sabía si eso era un consuelo o una condena. La lealtad, pensó, ¿a quién le debía lealtad en este momento? ¿A ellos? ¿A Olivia?

Junho observaba la escena con la calma de un hombre que había visto este tipo de dilemas antes. Felix levantó la mirada hacia él, sus ojos llenos de furia y desesperación.

-¿Qué significa esto? -demandó, su voz temblando, pero firme.

Junho no respondió de inmediato. En lugar de eso, dejó que Felix leyera su propio miedo en las páginas que tenía frente a él.

-Eso significa que tu lealtad tiene un precio, Felix. Si decides seguir con nosotros, si decides ser parte de este mundo, entonces tienes que estar dispuesto a hacer sacrificios. Ya no es solo sobre ti. Es sobre aquellos a los que te has vinculado. Si no puedes hacer esto, si no puedes tomar decisiones difíciles, entonces no serás más que otra pieza descartable en este juego.

Felix tragó saliva, sintiendo cómo cada palabra de Junho se clavaba en su mente como una aguja. ¿Era esto lo que implicaba estar en este mundo? ¿Tenía que elegir entre su familia y este juego? ¿Realmente estaba listo para perder todo por poder y lealtad? El dilema era más grande de lo que había anticipado. La foto de Olivia seguía mirando desde la mesa, como un recordatorio cruel de que el precio de entrar a este mundo era mucho más alto de lo que había imaginado.

Su corazón latía a toda velocidad mientras miraba la carpeta. La decisión lo aplastaba, pero no podía hacer nada. No podía cambiar lo que estaba sucediendo. Lo único que podía hacer era seguir adelante, tomar esa decisión. Pero... ¿qué hacer cuando todas las opciones parecían equivocadas?

-Tienes una hora -reiteró Junho, como un eco lejano, casi burlón. -Piensa bien en lo que estás a punto de perder.

Felix respiró profundamente, sus manos sudorosas empapando las páginas que sostenía. Miró la foto de su hermana una vez más, y luego, con un esfuerzo casi físico, cerró la carpeta. La decisión no podía tomarse solo con la cabeza. No podía simplemente ser racional en este momento. Debía considerar todo lo que había hecho, todo lo que había sacrificado. Pero, ¿era suficiente para salvar a Olivia?

-El tiempo corre -dijo Hyunjin, por fin rompiendo su silencio. Sus palabras fueron cortas, pero pesadas.

Felix se levantó de la silla, su cuerpo rígido. No podía seguir allí, bajo la presión de esa decisión. Había algo que debía hacer, algo que solo él podía hacer. Necesitaba encontrar la forma de salir de esa sala, encontrar una respuesta que no estuviera en las páginas de esa carpeta, ni en las órdenes de Junho. Necesitaba saber si realmente era capaz de seguir adelante, sin perder lo que más amaba.

Con una mirada desafiante hacia Junho, Felix tomó un paso hacia la puerta. No tenía idea de lo que sucedería a continuación, pero sabía algo con certeza: si iba a ser parte de este juego, tendría que definir sus propias reglas.

La lealtad se había convertido en una moneda que no estaba dispuesto a entregar tan fácilmente.

Read you soon...
-Mimi 🦋