Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

27

Yoko no eligió a el cachorro. Faye lo hizo y se niega a aceptarlo.

Desde que pusieron un pie en el lugar, Yoko saltó de aquí para allá embobada con los perritos, gatos y otras mascotas como loros y hamsters. En su mente quería adoptar todos y cada uno. Y tal vez lo hubiera hecho si ponía aquel puchero, pero dicidió ser fiel a su palabra y solamente llevar uno. Buscaría al resto despues.

Faye no quería ir allí pero, bueno, no puede decirle que no.

Mientras Yoko charlaba con el encargado más en el fondo, Faye se quedó en la entrada solo mirando a los perritos de forma desinteresada. No le importaba.

Hasta que uno en especial llamó su atención.

Levantó una ceja ante la, como ella lo llamó, pulgosa cosa. Ese perrito le era familiar.

─Yoko...

Su esposa, que había regresado de hablar con el hombre, la miró con preocupación ante el tono tan serio de Faye.

─¿Mh?

─Esta cosa se parece a ti ─murmuró con genuino interés ─. Es... asquerosamente adorable y me mira como tú.

Yoko sonrió ante sus palabras, acercándose con cuidado para ver al animal en su jaula. El pequeñisimo cachorro tenía una mirada tierna y parecía sonreírles, era una cosa amigable para ellas. Sin embargo, Yoko miró a Faye y luego al perro.

Tenían una conexión.

Faye lo miraba con adoración, de forma suave y sincera.

─Ese pequeñín es Sunny, es el último que queda de su camada ─mencionó aquel hombre.

Y ahora, Yoko sostiene al pequeñito entre sus brazos mientras Faye finge que no tiene ganas de hacer lo mismo por un rato.

Un rato largo.

Mierda, esa cosa es linda.

Han comprado miles de juguetes, la mejor comida, la mejor cama. Todo lo que uno gastaría en hijos, ellas lo gastaron en su pequeño cachorro.

Como es domingo y sus tradiciones no cambian, Faye se queda sentada en uno de los sillones del patio al mismo tiempo que Yoko le enseña a Sunny a dar la pata. Los observa un largo rato.

Sonríe.

Faye ha pasado tantas cosas en su vida que, por una vez, se siente feliz. Tiene una esposa hermosa y bondadosa, con un cachorro que casi, casi, entra en su podrido corazón. Corazón el cual, sin saberlo o darse cuenta, está sanando.

Tanto así que un plan se mete en su cabeza. Es pronto para decirlo, no tiene ganas de arruinarlo todo o de ilusionar a Yoko de aquella manera, así que solo se queda en silencio disfrutando del pequeño momento.

Yoko, que ha estado sintiendo las miradas de Faye, termina por sentarse en su regazo. ¿Hay asientos libres? Sí, pero ese es el lugar favorito de Yoko. Y Faye ama que lo sea.

─Él es un buen bebé ─Yoko dice mientras acaricia a Sunny de forma suave y lenta.

─No es un bebé, es un perro ─juega Faye.

─Es un bebé, Faye, ¡míralo!

Ambas están observando a Sunny. Él es tranquilo, no ladra mucho y es obediente.

─Supongo que este será nuestro "bebé", por ahora ─dice Faye, acariciando la cabeza del cachorro mientras Yoko la besa en la mejilla.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro