Capítulo 1O
Autora: (Finalmente, un capítulo más largo para todos vosotros. ¡Espero que lo disfrutéis!)
Traductora: (Soy bien mentirosa lpm, pero tenía que actualizar porque esta historia ya llegó A 1K LEÍDAS. Así que este capítulo es el regalo por y para todas las personas que leen, comentan y que simplemente están aquí, gracias por apoyar esta humilde traducción *cry*)
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Capítulo 10
Las clases parecían prolongarse eternamente mientras James esperaba con anticipación la cena con Severus esa noche. Lo único que le impidió desconectarse por completo fue su tarea de tomar notas. Tendría que copiar las notas de Pociones en una nueva hoja de papel más tarde porque accidentalmente había comenzado a garabatear pequeños corazones en la página.
No sabía en qué punto de la relación estaban él y Severus, pero dondequiera que estuvieran, era mejor que donde estaban horas antes, y James sintió como si le hubieran devuelto la vida. Lleno de felicidad inesperada, James persiguió a Lily después de clase.
—Evans.—saludó, apoyándose contra la pared de piedra tan sexy como pudo. Después de todo, estaban en público y tenía una reputación que mantener.
Ella puso los ojos en blanco.—¿Qué, Potter?
—Esperaba seguir con lo de ayer.—dijo vagamente, amando la forma en que los amigos de Lily la miraron con sorpresa, creyendo que su encuentro había sido de un tipo más sensual.
Parecía que quería hechizarlo, pero aparentemente quería hablar más con él, porque asintió y se fue sin decir una palabra más. La siguió a un aula sin usar y cerró la puerta detrás de ellos.
Ella se giró hacia él.—Tenías razón.
—Yo tenía... ¿qué?
—Tenías razón.—repitió, esta vez con evidente desdicha.—Severus es responsable de tomar sus propias decisiones, pero esta puede ser su última oportunidad de un futuro en el que no siga a Ya-sabes-quién. Me preocupo por él, y si hay alguna posibilidad de que pueda evitar que se convierta en... eso... entonces quiero intentarlo.—Se hundió en una silla y dejó caer la cabeza entre las manos.—Ni siquiera había considerado lo solo que se debe sentir. Las pocas opciones que tiene. Y obviamente eso no lo disculpan, porque tener pocas opciones no significa que debas considerar el asesinato en serie y ser uno de ellos, pero... estaba tan asustada. Los profesores no hablan de eso ni ofrecen asesoramiento, y todos intentan distraerse en lugar de lidiar con lo que está sucediendo, pero no puedo dejar de pensar en eso. Cada mañana en el periódico, hay otra familia muggle muerta. Me siento mal desde que me despierto hasta que puedo verificar que no es el nombre de Petunia, ni el de mis padres, y luego me siento mal de nuevo por sentirme aliviada cuando la familia de alguien muere. Aliviada porque otra persona tuvo mala suerte esta vez en mi lugar.
Levantó la cabeza y se pasó las manos temblorosas por el cabello.—Pero Sev ni siquiera tiene una familia, no del tipo que se supone que debe tener la gente. Yo era todo lo que tenía y lo dejé. En parte fue el miedo, pero cuanto más lo pienso, más me doy cuenta de que una parte más grande fue el orgullo. Odié el hecho de que lo defendí durante tanto tiempo, incluso cuando todos me dijeron que era ingenua por confiar en un Slytherin, y luego demostró que tenían razón.—Se mordió el labio, tratando de contener las lágrimas.—Se suponía que íbamos a estar siempre ahí el uno para el otro, y me di por vencido con él, por un error . Dios, no puedo creer que tuve que hablar con Black y que me gritaras para que me diera cuenta. Soy una amiga horrible.
—No.—dijo James rápidamente, envolviendo un brazo alrededor de ella para consolarla. Se sorprendió cuando ella lo dejó.—No eres una amiga horrible. Estabas herida y por una buena razón. No puedes culparte por nada de esto.—Frotó pequeños círculos en su espalda. El resto de su oración se registró en su cerebro y él preguntó:—¿Dijiste que hablaste con Sirius sobre esto?
Lily se rió entrecortadamente.—Sí. ¿Quién lo hubiera pensado, verdad? Pero se dio cuenta de que estaba molesta y de hecho me dio algunos consejos útiles. Supongo que ha estado lidiando con algo similar con su hermano. Me dijo que a veces las personas que te importan toman malas decisiones, pero si las amas, no las abandonas. Tú te adhieres a ellos y les ayudas a hacer lo correcto.
—Wow.—dijo James sin comprender.—Eso es... sorprendentemente considerado viniendo de él.
—Sí, lo fue. Me hizo preguntarme si tal vez había sido demasiado dura con mucha gente .—Ella le dio un codazo en el costado.—Tú incluído.
James negó con la cabeza.—Me merecía todo y más. No sabes nada de la mierda que le hice a Severus, pero...—Respiró hondo.—Bueno, fue realmente jodido. Incluso si me perdona, no sé si alguna vez me perdonaré a mí mismo.
Lily lo estudió de cerca.—Deberías. En serio. Vivir con ese tipo de culpa no es saludable.
James sonrió con tristeza y la soltó con un último apretón en el hombro.—Lo sé.
Lily lo miraba como si nunca lo hubiera visto antes.—¿Cuándo te volviste tan maduro, James Potter?
Se dedicó a pensar en cómo su yo más joven habría vitoreado sus palabras, orgulloso de haber finalmente ganado su respeto y preguntándose si estaría cerca de meterse en sus pantalones. Pero ahora no sentía nada de eso. En cambio, se sentía viejo. Con la esperanza de borrar el sentimiento no deseado, se apretó el pecho con horror.—¿Yo? ¿Maduro? ¿Cómo te atreves a pronunciar semejante calumnia?
Lily puso los ojos en blanco, recuperándose lentamente de las pesadas emociones que la conversación le había provocado.—Me retracto. Honestamente, sin embargo, estoy sorprendida. En el buen sentido, por una vez.—Ella pareció un poco repugnada ante la idea.
James le dio una sonrisa esperanzada.—¿Significa esto que hablarás con él? Está en la enfermería con un resfriado y estoy seguro de que se alegrará de verte. Bueno, Severus y alegría no encajan muy bien, pero ya sabes.
Lily se rió comprensiva y lanzó un rápido tempus.—Sí, hablaré con él, pero tengo que reunirme con Alice sobre una tarea de Encantamientos en diez minutos. Si todavía está en la enfermería esta noche, pasaré a verlo durante la cena.—Ella arqueó una ceja cuando James hizo una mueca.—¿Qué pasa, Potter? ¿Hay algún problema con esa hora?
James trató de tapar su reacción con una de indiferencia.—No, esta bien. Estaba pensando en llevarle la cena como suelo hacer, pero esto es más importante. Puedo esperar fuera hasta que hayas terminado tu feliz reunión.
Ella entrecerró los ojos.—¿Te has estado alejando de tus amigos para cenar con Severus?
James se sonrojó.—Bueno, ya no. Quiero decir, no la parte furtiva. Remus y Peter lo saben, y creo que Sirius también. Y le he estado trayendo comida porque no se alimenta adecuadamente y siempre es tan escuálido. Sabes que no viene al Gran Comedor lo suficiente, y cuando lo hace, apenas come nada. No es gran cosa, Evans, de verdad...
Sus ojos se agrandaron.—Ay Dios mío.
—Lo que sea que estés pensando...—interrumpió James, sintiéndose nervioso de repente.
—¿Estáis saliendo vosotros dos?
—¿Qué? No, me odia. Ciertamente él no siente eso por mí.
Lily le dedicó una sonrisa de suficiencia.—Pero quieres salir con él.—corrigió.—Te gusta.—James bajó la mirada para mirar sus zapatos, aclarándose la garganta con torpeza. Cuando finalmente miró hacia arriba, ella lo estaba mirando con asombro.—Santo Merlín, estás enamorado de él.—Sacudió la cabeza como si no pudiera creerlo.—Y justo cuando estaba empezando a pensar...
Su voz se cortó, pero James ya estaba boquiabierto. Una lenta sonrisa se deslizó por su rostro mientras el horror llenaba los rasgos de Lily.
—James Potter, no te atrevas...
—Te gusto, Evans.
—A mí no...
—Finalmente cediste a mi encanto y carisma.
—Eso no es lo que yo iba a...
—No te preocupes, Evans. No es tu culpa. Todo el mundo cae tarde o temprano.
—¡Potter!
Él se agachó detrás de la puerta mientras ella le lanzaba un maleficio, con la cabeza hacia fuera para poder ver la gloriosa furia en su rostro.—Nos vemos esta noche en la enfermería.—La escuchó gritar de indignación detrás de la puerta cerrada mientras se dirigía a la enfermería con una sonrisa en los labios.
Cuando James llegó a la entrada, se asomó al interior para asegurarse de que la costa estuviera despejada antes de acercarse a la cama de hospital de Severus. No estaría bien que Pomfrey lo echara de nuevo. El chocolate se derretiría si pasaba más tiempo en su bolsillo, y luego tendría que colarse en Honeydukes para agradecerle a Remus, lo cual sería más emocionante de lo que necesitaba ahora.
Severus se veía mucho mejor que antes, y James se dio cuenta de que se había duchado porque su cabello estaba revuelto.
James sintió que su corazón se aceleraba ante la vista.—¿No hay acondicionador en las duchas del ala del hospital?—Preguntó James mientras se sentaba en la silla de antes.
Severus le frunció el ceño.—Estoy enfermo, Potter. ¿Debes burlarte de mí incluso ahora?
James le dedicó una suave sonrisa.—No me estoy burlando. Pienso que es lindo.—Severus resopló pero no hizo ningún comentario.—¿Puedo tocarlo?—Preguntó James, asegurándose de tener su consentimiento antes de entrar en el espacio personal del Slytherin. No podía arriesgarse a cometer otro error como el del viernes por la noche.
Severus lo miró con cautela pero asintió. James extendió la mano y pasó los dedos por el revuelto pelo negro y esponjoso. Incapaz de detenerse, dejó que su mano se adentrara más en el cabello de Severus, acariciando ligeramente el cuero cabelludo con las yemas de los dedos. Severus dejó que sus ojos se cerraran mientras se inclinaba ante el toque. James quería besar su adorable rostro, pero se contuvo con mucho esfuerzo.
—¿Está bien si tenemos compañía esta noche en la cena?
Los ojos de Severus se abrieron con cautela.—Eso depende. Si se trata de Black y Pettigrew, claramente no.
James se rió, quitando la mano con desgana.—No, ellos no. ¿Cómo suena Lily Evans?
Los ojos de Severus se abrieron, más esperanzados de lo que James los había visto nunca.—¿Lily?
—Sí, Sev—dijo James, antes de toser y corregirse a sí mismo.—Severus. Hablé con ella y está lista para darte otra oportunidad.
Severus entrecerró los ojos.—¿Qué le dijiste?
James se frotó la nuca.—Bueno, en realidad fue una especie de coacción. Le grité. Un poquito.
Severus parecía escandalizado, pero su placer por el posible perdón de Lily aparentemente anuló cualquier preocupación por los métodos de James. Sonreía suavemente, una expresión a la que claramente no estaba acostumbrado. Sus labios parecían un poco como si los estuviera controlando un titiritero, pero James nunca había visto nada más perfecto.
—¿James?—dijo después de un rato. El Gryffindor estaba seguro de que Severus lo llamó para que se fuera, pero en cambio, simplemente dijo:—Puedes llamarme 'Sev' si quieres.
James pensó que su corazón podría estallar en su pecho. Se inclinó y le besó en la frente, dejando al Slytherin sonrojado y frunciendo el ceño a la vez.—Voy a pasar a ver cómo está Moony, pero te veré esta noche.
Antes de que James pudiera irse, Severus habló y lo detuvo.—No te he perdonado.—James se volvió para mirarlo. Los rasgos de Sev se retorcieron, pero James no pudo decir qué emociones estaban presentes.—No pudimos terminar nuestra conversación antes porque Madame Pomfrey interrumpió, pero necesitaba decir esto.—Se quedó mirando el lugar donde la pared se unía al suelo.—He estado usando Legemerancia contigo. Empecé a enseñármelo a mí mismo cuando tenía once años. Quería proteger a mi madre, porque sabía que no dejaría a mi padre. No cuando ella había renunciado a su familia, su herencia, todo por él. Era demasiado orgullosa para decir que cometió un error. Así que me entrené para leer sus pensamientos, captar sus diferentes estados de ánimo, para poder disipar la situación o dejarlo inconsciente antes de que la lastimara. No siempre funcionó. A veces me sentía hurgando en sus pensamientos y me golpeaba. A veces, incluso saber lo que iba a hacer no era suficiente para descubrir cómo detenerlo. Pero ayudó. Me dio cierta sensación de control.
James tragó, incapaz de comprender la vida hogareña de la que hablaba Severus. Había escuchado un indicio de eso esa noche bajo la lluvia, pero su propia culpa le robó la mayor parte de su enfoque. Ahora, sintió un profundo escalofrío tirando de cada aspecto de su ser.
—Cuando recibí mi carta de Hogwarts, lo primero que pensé fue en mi madre. Temía que si la dejaba allí sola con él, la mataría. Pero cuando le dije que no quería ir, ella dijo: "No desperdicies tu vida por mí. Puedo cuidar de mí misma, pero Hogwarts es tu mejor oportunidad de escapar de todo esto. Estarás a salvo allí."—Los ojos de Severus brillaron ante el recuerdo.—Me hice un calendario con un trozo de papel y conté los días hasta que empezaría en Hogwarts, hasta que me alejara de él.—Finalmente miró a James.—Y luego llegué aquí, y tú hiciste de mi refugio el infierno.—La amargura en sus palabras hizo que la garganta de James se contrajera, pero fueron las lágrimas, cayendo en riachuelos, las que hicieron que su corazón se rompiera.—Pensé que mi padre era el que estaba jodido, pero luego me trataste igual y comencé a preguntarme si era yo. Si me lo merecía, por alguna razón, por ser pobre, o feo, o mestizo.—James también estaba llorando ahora, pero la pequeña parte de él que quería que Severus se detuviera fue dominada por la parte más grande que deseaba que las palabras fueran maldiciones que lo hicieran pedazos.
—Algunos de los Slytherin me cuidaron por obligación con su casa o por respeto a mis habilidades, pero Lily era la única persona que realmente parecía pensar que yo valía algo. Cuando estaba con ella, no me odiaba tanto a mí mismo. Dejé de creer que había algo mal en mí y, en cambio, comencé a sentirme enfadado contigo. Cuando miré en tus pensamientos, sentí las mismas cosas que sentí en los de mi padre: ira, odio y cruel satisfacción. Sabía que eras un monstruo y nadie más parecía verlo. Me hizo sentir como un paranoico y loco...—Severus se interrumpió abruptamente, tosiendo durante tanto tiempo que James consideró llamar a Pomfrey. Cuando se recuperó, sus ojos estaban pegados a esa unión entre la pared y el piso una vez más.—Y luego pasó el año pasado, y Lily me dejó también, y estaba seguro de que mi padre tenía razón, de que tú tenías razón, y de que estaba loco por pensar que me merecía algo mejor. Porque había lastimado a la única persona que fue amable conmigo sin motivos ocultos.
—Sev...
Severus lo interrumpió con una mirada.—Ya no lo creo. Me tomó meses, pero finalmente me di cuenta de que la razón por la que Lily se había ido tan dolorida era que sabía que me lo merecía. Y eso hizo que fuera más fácil ver que nunca merecí lo que me hiciste. Te odié más que nunca después de eso, porque te culpé de todo. Por arruinar Hogwarts, por llevarte a Lily, por hacerme odiarme por tanto tiempo. Era fácil odiarte porque significaba que ya no tenía que odiarme a mí mismo.—Severus respiró hondo.—Y luego apareciste en mi mesa en la biblioteca.—Sev frunció el ceño, como si James fuera un rompecabezas particularmente difícil.—Al principio pensé que si solo seguía el juego, eventualmente te aburrirías y te detendrías, o harías tu broma del día y te irías. Pero no hiciste ninguna broma y no te fuiste.
James se preguntó por el hecho de que no se sentía violado al pensar en Severus leyendo su mente. Después de lo que había escuchado, no podía culpar al Slytherin por no confiar en él. No estaría seguro de culpar a Severus incluso si le lanzara la Maldición Cruciatus. Podría doler menos de lo que James estaba sintiendo en ese momento.—¿Que encontraste?—Preguntó James en voz baja.
Los labios de Severus se torcieron en un ceño fruncido.—No estoy seguro. No es algo que reconozca. Pero se ha vuelto más fuerte en los últimos días.
El corazón de James se rompió ante la implicación de las palabras. Amor, quería decirle a Severus. Es amor. Pero no podía mover la boca, no podía pensar en nada más que en la triste verdad de que Severus nunca había sabido cómo se sentía eso.
Severus se aclaró la garganta de nuevo.—Creo que si yo fuera otra persona, no te daría otra oportunidad. Quiero que lo sepas, para que sepas que no te lo mereces.
—Lo sé.—dijo James con voz ronca.
—Pero es como dijiste: no tengo nada que perder. No puedes lastimarme más de lo que ya lo has hecho. Y si crees que puedes conseguir que Lily me perdone... bueno, haría cualquier cosa para recuperarla.—Severus volvió su mirada hacia James.—Así que puedes tener otra oportunidad. No porque te merezcas una, sino porque espero merecerla yo, y tú eres mi mejor oportunidad de conseguir una con Lily.—Severus arqueó una ceja.—¿Estamos claros?
James asintió aturdido.—Sí, lo tenemos claro.—Se frotó los ojos para limpiar las lágrimas.—Sé que no importa porque no confías en mí y nunca me perdonarás, pero lo siento. Yo no...—James dejó escapar un sonido ahogado.—¿Cómo puedes siquiera soportar mirarme?—Severus no respondió, así que James solo repitió débilmente:—Lo siento mucho.
—Te veré esta noche.—dijo Severus con voz entrecortada.
—Sí.—James sollozó, sus lágrimas le habían devuelto el molesto síntoma del resfriado. Quería apretar la mano de Sev, pero se contuvo y se levantó para irse. A unos pasos de la cama de hospital de Sev, se detuvo. Sabía que no era su asunto después de todo lo que había hecho, pero no podía mantener la pregunta a raya por más tiempo.—Sev, ¿qué estaba haciendo Lucius Malfoy aquí el otro día?
Severus palideció pero por lo demás no reaccionó.—No estoy seguro de lo que quieres decir.
—Sé que estaba contigo.—Cuando no hubo respuesta, James sintió que su corazón se hundía. Sabía que su decepción era obvia en su rostro porque Severus no podía mirarlo a los ojos. James suspiró.—Yo no- no voy a entregarte a Dumbledore ni nada. Simplemente no quiero poner a Lily en peligro, y si te unes a los Mortífagos...
Severus apretó los puños alrededor de las sábanas, todavía mirando hacia abajo. James pensó que no iba a decir nada en absoluto, pero finalmente, susurró entrecortadamente:—Por favor, no le digas que no venga.
James tragó saliva pero asintió una vez.—Hasta luego, Severus.—dijo. Y con eso, se dirigió a la trastienda de la enfermería, tratando de ignorar las emociones que se arremolinaban en sus entrañas.
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Autora:
¡Gracias por leer! Los comentarios siempre son apreciados <3
Traductora (Y SE FORMÓ LA GOZADERAAA, Miami me lo confirmóoooo):
No sé, pero este es de mis capítulos favoritos, se nota mucho el dolor y el asunto de los mortífagos va cobrando importancia poco a poco...
Bueno, esta historia se llama "Ganarse su perdón" so... ¿Creéis que lo conseguirá, o el título es bien fake? MUJAJSAJAJJA
AÚN NO ME CREO QUE LA HISTORIA HAYA LLEGADO A LAS MIL LEÍDAS, ME MUERO. MUCHAS GRACIAS, LE VOY A DECIR A LA AUTORA (se va a cansar de mí de tanto que le escribo) ESOT MUY FELIZ, GRACIAAAAS.
Canción: The Reason by HOOBASTANK
De: James Para: Severus
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