PRIMER PUESTO en Concurso Adictos a la poesía

Autor/a: Smile_Palmont

Obra: Un silencio lleno de ruido

Poema: Celada

Perdí el sendero a casa

una noche en las que las palabras eran más rudas que la tormenta,

debo tener cuidado cuando me marcho

mis pasos están obligados a ser firmes

mientras el futuro calienta mis venas

y me empujan a tomar decisiones

que mantendrá a raya pensamientos desconocidos

pero, estaba en mi destino

no asumir el papel de hijo pródigo.

No hay vuelta atrás,

después de ti

hay un barco dentro de una botella

que espera mi retorno.

Y todos hablan

pero veo borrosa sus intenciones,

quieren lo que ya tienen

entonces, me arrebatan los agujeros,

me preparo para defender

lo que obtuve en mis apuestas contigo.

Estoy cansada de esto, mejor dejo que la corriente

me enseñe como se vive,

susurrando mi nombre para olvidarme del tuyo.

Ahora lo sé,

debiste venir con una etiqueta de advertencia

no estaba preparada para

reinar,

naufragar 

y perder

los latidos que dejé de garantía por si me rompían.

Estoy peleando, pero las puñaladas vienen de frente

ya no miro las heridas si hay muchas de ellas aquí

justo al costado de tu mano en mi brazo.

Ahora deseo que te hubieras ido,

pero estás manteniendo el agarre 

fuerte,

demandante, 

olvidado,

cometiste un error y lo aprovecharé.

Tienes miedo que la sensatez se adueñe

de mis intenciones,

pero todos los poemas dejaron de tratar de ti

solo hablan de lo que dejaste

cuando valientemente cerraste las ventanas.

Y todos susurran

como si nunca hubieran gritado mi nombre alguna vez,

conozco tus jugadas

pretendes menguar mi rabia,

pero sé que estoy delante de mi propio reflejo.

No tengo intención de abandonarme

en el desierto,

si no peleo no hay ganador

pero, estás de suerte

encerraré cada error que pusiste sobre mi piel.

Estoy cansada de esto, mejor dejo que las estrellas

guíen mi camino a la redención,

si voy cuesta abajo es porque me lo merezco.

No hay recompensa,

sé que no estaba preparada para

alejarte,

recuperarte 

y pretender

que todos mis latidos van a otro ritmo.

Estoy huyendo, aunque a mitad del juego

mis pasos me traicionen y termine volviendo.

Nunca aprenderás a desconfiar en mis ojos.

Creíste que tenías asegurado tu reino,

ahora sabes que puedo traicionar cuando

muevo

caes

y quedas

atrapada en la trampa donde te ofrezco todo

a cambio de una compensación mayor.

No me perdonarás,

desgarrarás

y quemarás

todo lo profano en mi nombre,

sin embargo,

si se escuchan aleluyas en el infierno

también puede haber

consuelo para ambos si nos dejamos ir.