78. Un camino de diez días
Rayito
Comenzamos a trabajar muy temprano la mañana siguiente.
Primero que nada, la cuestión de las "coordenadas" en el mensaje de Minerva, no eran otra cosa que códigos basados en el libro de Minerva, iguales a los que seguimos para llegar al refugio en un inicio.
Resolvimos eso rápidamente, con Ray dictando el número de páginas, líneas y palabras a Emma mientras ella las buscaba en el libro.
- Y la última: página 12, línea 3, palabra 6
- Página 12, línea 3, palabra... ¡Lo tengo! "León", es la última palabra
Ivet, una de las pequeñas que nos estaba ayudando, anotó de inmediato la palabra en una libreta.
Me asomé a su lado para leer y anunciar a todos nuestros hermanos el resultado final de este mensaje.
- "Ir a las fauces del león"
- ¿Eh? ¿Qué es una fauce de león?
- ¿Siquiera es algo a dónde podamos "ir"?
La reacción en general fue de confusión, y honestamente no los culpo.
Yo estaba igual en un inicio, no sonaba para nada como un mensaje motivador o algo así... Hasta que Ivet recordó algo.
- ¡Oh, sé dónde es! ¡Lo ví en los mapas del refugio mientras buscábamos el templo y las aguas doradas!
Hice un esfuerzo por hacer memoria, y tanto Ray como Emma y yo intercambiamos miradas satisfechas, comprobando sue ambos recordamos el lugar después de pensarlo un poco.
Felicité a la pequeña con una caricia en su alborotada cabellera negra, a lo que ella sonrió, complacida.
- ¡Tienes toda la razón! Bien hecho, Ivet
- Según los mapas del refugio, ese sitio está en un páramo a unos diez días de viaje de aquí, hacia el oeste
- Si ese es el lugar que Minerva quiere vayamos, ¡Entonces tenemos que ponernos en marcha de inmediato! ¡Todos, recojan sus cosas y estén listos! ¡Nos vamos!
Emma fue de inmediato con todo su entusiasmo característico a ayudar a todos a terminar de arreglar sus mochilas, ya que si nos esperaba un camino tan largos tendríamos que movernos ya.
Debo admitir que estoy algo aliviado de que el sitio sea tan lejos, así al menos nos podremos alejar del refugio tal y como me pidieron Yuugo y Lucas, pero por otra parte...
- ¿Cómo está?
- La fiebre bajó un poco desde hace unas hora, y anoche lo alimentamos con algo de sopa espesa pero... Él sigue sin despertar
Hice un gran esfuerzo por reprimir cualquier reacción de mi parte al ir a preguntar el estado del pequeño Chris a Sonya y Sandy.
Les agradecí por cuidarlo, y les dije que fueran a preparar todas sus cosas para marcharnos.
Mientras tanto, yo cuidaría del pequeño.
Ambos chicos se fueron, por lo que tomé asiento al lado del abrigo en el que teníamos recostado al niño.
No quería ver su rostro dormido, pero me obligué a hacerlo para evaluar su aspecto.
Las heridas están bien, cerraron. No hay sangrado, no hay más heridas visibles... ¿Por qué no despierta?
- ... Lo siento tanto
Le acaricié un mechón de cabello al pequeño mientras apretaba los labios, pero recogí la mano de inmediato cuando me llamaron de repente.
- ________, ¿Ya tienes tus cosas listas?
Incluso cuando se trataba de Ray, me dió un susto.
Me crucé de brazos y asentí mientras lo volteaba a ver, mi alfa se iba acercando hacia mi posición con su mochila y todas sus cosas cargadas, listo para marcharse.
- Sí, solo tengo que ir por ellas
- Entonces ve, yo lo cuidaré
- No, está bien...
- Vamos, no seas terco. Además...
Ray se dejó caer de una manera algo brusca a mi lado, sentandose en el suelo con las piernas cruzadas.
Extendió su mano hacía mí, y solo entonces me di cuenta de que llevaba un pequeño ramillete de esas flores luminosas que crecían en estás cavernas.
- ¿No quieres despedirte?
Sabía que esas flores no eran para mí, y con la pregunta que me hizo solo lo terminé de confirmar.
Lo pensé seriamente por varios segundos.
Por supuesto que quiero despedirme, pero al mismo tiempo... Tan solo quisiera poder pasar más de cinco minutos sin que algo me recuerde a ellos.
- ... ¿Tú no lo harás?
- Ya lo hice, todos lo han hecho por turnos desde la madrugada. De hecho, creo que solo faltas tú, pensé que preferirías ir solo
Bueno, en eso tiene razón.
Miré a Ray, él estaba mirando hacia el suelo pero supongo que me notó ya que cambió su mirada para dirigirla hacía mí.
Su mirada ha sido muy suave desde ayer, no diría que está relajado o tranquilo del todo... Simplemente es gentil.
Me pregunto cuánto tiempo estaremos fuera antes de que su mirada se endurezca.
- ... De acuerdo. Vigilalo bien
- Por supuesto
Le dejé un rápido beso en la mejilla a mi novio antes de ponerme de pie, con ese ramillete de flores en la mano.
Aproveché para ir a recoger mis cosas antes de despedirme, supongo que quería prolongar eso lo más que pudiera aunque solo fueran unos segundos adicionales.
El rincón apartado de la cueva en la que varios de nuestros hermanos habían levantado una lápida de piedra sin inscripción estaba solo, afortunadamente.
Era un rincón alejado, y que normalmente estaría oscuro pero habían dejado tantas flores luminosas recolectadas de otras partes de las cuevas que justo ahora ese bien podría ser el rincón con más luz de todo el lugar.
La lápida no estaba grabada por la simple y sencilla razón de que no teníamos tiempo para grabar todos los nombres.
El que murió en el ataque al refugio... Yuugo y Lucas, y nuestros hermanos que fueron asesinados por ese... monstruo.
El mismo al que yo asesiné.
Dejé las flores para todos ellos, pero cuando me arrodillé y apoyé una mano en la fría y escasa tierra, mis palabras en voz baja iban directa y únicamente para dos personas.
- Nos vamos. Los llevaré a todos lejos de aquí, tal y como me pidieron. Lo siento mucho, señor Yuugo... Yo maté a alguien ayer, pero no fue un disparo que valiera la pena. Por lo menos... P-por lo menos sé que ya no tengo nada que perder, ahora podré cuidar de todos sin ninguna duda. Sin importar lo que tenga que hacer
Un par de gotas de humedad aparecieron en la tierra junto a mi mano, y de inmediato me sequé las mejillas con mi mano libre.
- Por favor, usted y Lucas obsérvenos bien. Vamos a cambiar el mundo, por todos nosotros... Gracias, por cuidarnos. M-muchísimas... Muchísimas gracias, los quiero
No quería llorar antes de marcharme, pero aún así se me escaparon un par de lágrimas.
Me quedé un momento arrodillado, porque sabía que esta tenía que ser la última vez.
La última vez que lloraría por ellos, que tomaría un tiempo tan personal apartado de mis hermanos.
Sería la última vez, al menos por un tiempo, porque desde el momento en que me pusiera de pie para comenzar nuestro nuevo viaje, tendría que estar alerta todo el tiempo.
Vigilar en caso de que aparecieran los demonios, gente de los Ratri o cualquiera que quisiera hacer daño a nuestra familia.
No quiero que nadie más muera, y si es por eso estoy dispuesto a entregarme completamente.
Y a hacer lo que haga falta.
Me aferré a la correa del arma de Yuugo con fuerza, y finalmente me puse de pie.
No lo hice despacio, fue un movimiento rápido y firme, con decisión.
Mientras me dirigía hacia la salida de la cueva, en dónde me esperaban Ray y compañía, tuve muchas veces el impulso de mirar hacia atrás.
Como si al hacerlos fuera a ver a Yuugo y a Lucas, o a cualquiera de nuestros hermanos fallecidos. Sonriendonos, animandonos mientras nos decían adiós.
- ¿Todo listo?
- ... Todo listo, vámonos
Mi alfa y yo fuimos abriendo camino a todo el grupo, con nuestras armas en mano mientras comenzabamos el largo camino que nos esperaba.
Abandoné la cueva sin mirar atrás ni una vez, pero cuando un escarabajo verde brillante de un buen tamaño fue a posarse en el arma del señor Yuugo justo frente a mis ojos, casi pude escuchar al señor burlarse de mí.
No teníamos una ruta exacta para llegar a las Faucas del León, ya que tan solo era un lugar que estaba marcada torpemente aparte en aquel mapa del refugio.
Tuvimos que improvisar una ruta que seguir basándonos en el camino que ya conocíamos y que usamos para ir a Cutividala, a partir de ahí podríamos dejarlo en cierto punto para dirigirnos hacia el oeste.
Los primeros días fueron difíciles por varios motivos.
Después de todo lo sucedido, todos estaban tensos y estresados ante la posibilidad de cualquier ataque, ya que ahora teníamos que cuidarnos también de enemigos humanos y de cámaras camufladas astutamente.
Estábamos viajando en un grupo por mucho más grande de lo acostumbrado, y al tener varios niños muy jóvenes no podíamos ir a un ritmo tan rápido cómo podríamos ir normalmente en un grupo reducido de los mayores.
Pensé que tan solo era cuestión de acostumbrarse al ritmo, pero cuando incluso Ray comenzó a tener sobresaltos por cualquier mínimo ruido entre los árboles, decidí que era suficiente.
- Basta con esto, ¡Escuchen todos, tomaremos un descanso!
- Si tomamos un descanso ahora no llegaremos jamás, apenas es el tercer día de viaje y no hemos avanzado ni la mitad de lo esperado... ¿Y podrías no gritar tan alto?
Miré a mi novio con molestia y le fui a pellizcar una mejilla, a lo que él reaccionó con una mueca de sorpresa y dolor.
- Es por cosas como esa paranoia y esas ojeras que tienes que necesitamos parar, además avanzaremos aún menos si no nos detenemos a descansar apropiadamente
No hemos tenido una comida en forma desde que comenzamos el viaje, apenas si hemos podido dormir por turnos y tenemos que cargar con Chris y Dominic, ya que uno estaba inconsciente aún y el otro tenía la pierna demasiado herida como para moverse por su cuenta.
Ellos y los que los cargan también necesitan descansar.
Aún con todas esas señales más que claras y evidentes de que debíamos detenernos, Ray seguía sin parecer convencido y fue con Oliver y Emma en busca de apoyo.
Emma me apoyó diciendo que no le vendría mal un descanso a todos, mientras que Oliver no nos ayudó demasiado ni a Ray ni a mí.
- No sé si sea lo mejor detenernos ahora... Aunque es verdad que está anocheciendo, deberíamos por lo menos llegar a un lugar seguro para descansar
Eché un vistazo a mi alrededor, examinando el lugar.
Aún seguimos dentro del tipo de bosque con el que estoy familiarizado gracias a mis cacerías con el señor Yuugo, así que quizá si encontramos un árbol de raíces anchas podríamos...
- ¿Mmmh? ¿Qué es esto?
Me agaché un momento al notar algo en el suelo, una especie de huella o algo así... Oh, un momento, ¡Esto es genial!
- ¡Perfecto! Nos vamos a detener aquí
- ¿Eh? No hay en donde refugiarnos
Señalé hacia arriba, Ray entendió de inmediato mi idea y me dijo que, si bien dormir en las ridículamente enormes ramas de estos árboles gigantes no era ningún problema, eso no evitaría que algún demonio nos oliera y trepara para alcanzarnos.
Y eso sí eran demonios quienes nos encontraban, si eran personas...
- Vamos, confía en mí. Oliver, ¿Cómo estamos de provisiones?
Oliver les preguntó a Victoria y a Nigel, los que le respondieron con una mirada lastimera que me lo dijo todo.
No importa, si tengo razón ni siquiera la comida será un problema esta noche.
- ¡Escuchen todos, agrupense por aquí!
- ¿Qué planeas? ¿Y podrías dejar de gritar?
Ignoré totalmente las preguntas que mi gruñón alfa con tres días faltos de sueño y comida me hizo mientras reunía a todos nuestros hermanos.
Emma era la que parecía tener algo más de energía y disposición en general, así que le pedí que me ayudara.
- Vayan subiendo a las ramas de los árboles, con algo de suerte encontraremos algunas que lleven a una cueva dentro de la corteza y podremos refugiarnos ahí
Es una suerte que ninguno de los mayores esté gravemente herido, sería mucho más difícil subir a uno de ellos que a dos de los más pequeños.
- También podrían ir buscando setas comestibles por esta zona, la temporada no es la mejor para las frutas en general, pero es húmeda y con eso bastará
- Sí, ¡Ahora que lo recuerdo ví muchas setas en el camino hacia acá!
- ¿Pueden dejar de gritar de una vez?
Emma se disculpó con Ray mientras reprimir una risita, supongo que ella también sabe que mi encantador alfa está más gruñón de lo habitual por todo el estrés.
- Genial, entonces te lo encargo. Me llevaré a un grupo pequeño para comprobar algo
- ¿A dónde vas?
- Con algo de suerte no muy lejos. Ivet, Thoma y Lain vengan conmigo, también Nigel... Y creo que Gilda también. Traigan algunas cestas
- Yo también voy
Ray se apuntó por si solo a mí pequeño grupo de exploración. Intenté negarme, pero el estar tan cansado lo hacía ser el doble de terco de lo habitual al parecer, así que no tuve más opción que aceptar su compañía.
- ¿Qué vamos a buscar?
- Estoy seguro de que se darán cuenta, ¿Ven esas huellas?
Le señalé las huellas que había visto antes a la pequeña Ivet y a los demás.
El trío de los más jóvenes de inmediato fueron a examinarlas de cerca, mientras que Nigel y Gilda parecían tan confundidos como Ray.
- Eh, _______, si vamos a cazar quizá debiste haberle pedido a Gillian que viniera, ella es mejor que yo para...
- Ah, ¡Ya sé de qué son! ¡Vamos!
- ¡Oye, espera!
- ¡No es justo!
A Nigel lo interrumpió la exclamación de Ivet, que fue la primera en darse cuenta de a qué animal pertenecían las huellas.
Corrimos detrás de ella y de los otros pequeños, que también se habían adelantado para ir tras la chica.
Corrimos un par de minutos, siguiendo huellas hasta que llegamos a un conjunto de árboles con muchas ramas que se entrecruzaban entre ellas, formando una especie de refugio natural desde el cual se asomaban...
- ¡Monos!
- Bien hecho, Ivet
- ¿Vamos a comer monos?
Gilda no parecía precisamente feliz con la idea, y me apresuré a aclarar que no era así.
- Los monos son bastante pacíficos, así que si ellos están en grupos establecidos en un sitio es bastante seguro pensar que no hay demonios cerca... O al menos no unos que sepan trepar o sean demasiado peligrosos
- Además, los humanos pueden comer casi todo lo que los monos pueden, ¡Yuugo nos enseñó eso!
- Así es, pequeña
Le acaricié la cabeza a la niña.
Thoma y Lain cuidaban de los pequeños cultivos de interior que teníamos en el refugio, e Ivet era parte del pequeño grupo que en ocasiones el señor Yuugo accedía a llevar cuando iba a recoger frutas cerca.
Supuse que alguno de ellos debía saber esto.
Los monos llevaban una variedad de frutas y raíces en manos, así que nos pusimos a buscar alrededor.
Después de descartar un par que estaba bastante seguro de que no podríamos digerir nosotros, llenamos dos cestas enteras a rebosar de todo lo que pudimos recolectar de árboles y del suelo.
Cuando volvimos con los demás, un grupo de pequeños llegó de inmediato a presumir nos la gran cantidad de setas comestibles que habían recogido.
Además, para mi sorpresa, también habían conseguido unos cuantos peces de un riachuelo cercano, por lo que ya teníamos todo lo necesario para una buena olla de sopa que tendría todo lo necesario para darnos energía de nuevo.
Estos niños... son demasiado pequeños para aguantar nuestro ritmo, pero ellos aprendieron muy bien de Yuugo y Lucas.
En el tiempo en que nosotros estuvimos ocupados viajando y buscando por todos lados, ellos siguieron creciendo por su cuenta.
Puede que no lleguemos en el tiempo que pensamos, pero definitivamente vamos a lograrlo.
Todos se relajaron esa noche.
Cenando algo rico y caliente alrededor de un pequeño fuego, mientras conversaban y reían libremente por primera vez en días, aunque en un volumen de voz bastante cuidadoso.
Me hubiera encantado reunirme con ellos, olvidarme un momento de todo esto para pasar un rato agradable con mi familia.
Pero claro, alguien tiene que vigilar. Y no confío en nadie más para hacerlo, tan solo quiero que ellos puedan tener un momento feliz con tranquilidad.
- ¿Hay problemas?
- Para nada, es una noche muy tranquila. Pero prefiero ser el primero en darse cuenta si deja de ser así
Miré unos segundos más a través de la mira del arma antes de hacerla a un lado y voltear a ver a mi alfa.
Me subí a una rama algo alejada del sitio en donde habíamos puesto nuestro campamento para esta noche, pero aún así estaba lo suficientemente cerca como para oler el fuego y escuchar el sonido de alguna conversación en voz baja.
Me sorprende que no haya notado cuando Ray subió aquí.
Mi alfa me saludó con un besito en la mejilla, así que supongo que ya se le ha pasado lo gruñón de hace un rato.
- No comiste nada
- Comí un poco, no quiero llenarme hasta el borde de comida
Si lo hago no podré moverme adecuadamente en caso de que surjan problemas.
Nos quedamos unos segundos en silencio, simplemente sentados el uno al lado del otro mientras observábamos el bosque.
- ... Te traje algo
- ¿Mmh? ¿Qué cosa?
Ray rebuscó un momento en una bolsita que traía colgada del hombro, aunque pareció pensarlo bien y, antes de sacar nada, me pidió que cerrara los ojos.
Hice caso, escuché el ruido del vidrio recibiendo golpecitos que parecían ser accidentales, como los que suceden al sacar algo de un frasco...
- Aquí, abre la boca
Abrí la boca obedientemente, sentí que Ray apoyaba lo que parecía ser pan en mi boca, y al morderlo...
Abrí los ojos de inmediato, ni siquiera me atreví a masticar mientras ese sabor tan dulzón y ligeramente ácido me llenaba la boca.
El pan está algo duro, si lo ha guardado desde que abandonamos del refugio no me sorprende para nada, pero la miel que lo recubría e inundaba mi boca con su reconfortante sabor... Era deliciosa, tan deliciosa y revitalizante que me trajo varios recuerdos que se incluían en los que estaba tratando de evitar a toda costa desde que dejamos la cueva.
"- Ah, ¿Es miel?"
"- Sí, puede que eso te abra el apetito"
Los labios me temblaron un poco mientras finalmente comenzaba a masticar el bocado en mi boca, pero logré reprimirme hasta que finalmente me hube pasado la deliciosa comida.
Me quedé en silencio un momento, maldiciendo a Ray internamente antes de enfrentarlo.
Él aún sostenía el frasco lleno a medias del dorado y delicioso néctar.
- ... ¿Trajiste miel del refugio?
- Sí, no se echa a perder así que pensé que sería buena idea... Y es de tus comidas favoritas, ¿Verdad?
Me aferré al arma entre mis manos, bufando un poco antes de encontrar la estabilidad en mi voz para responder.
- Ahora sí... ¿Quieres hacer el resto de la guardia conmigo?
Ray guardó el frasco mientras sonreía, asintiendo.
Se acercó lo suficiente como para depositar un beso en mi frente mientras acariciaba mi cabello.
- Por supuesto
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