75. ¿Qué tan bien puedes esconderte?
Rayito
Llevamos a todo el grupo hacia esas cuevas subterráneas que hace lo que parecía tanto tiempo habíamos recorrido junto a Musica.
En todo ese momento me aferré firmemente al arma del señor Yuugo, tanto así que Ray lo confundió con una preocupación por nuestra seguridad.
- Tranquilo, recuerda que ningún animal muy peligroso suele bajar aquí
- Si, lo sé... Pero aún así estoy algo nervioso
Miré a mi alrededor, Emma se había acomodado junto a Pepe y Sandy para hacerle una improvisada cama a Chris y atender sus heridas.
Tendré que ir a ver cómo está pronto, pero por ahora... Debo encargarme del resto de mi familia.
- Todos escuchen, por favor
No hablé demasiado fuerte, pero aún así me sorprendí bastante cuando todos me prestaron atención.
Los pequeños preocupados en grupos, los medianos que miraban con desconfianza a su alrededor... Y los más grandes que parecían vigilar a los demás desde lejos.
Todos ellos... Debo cuidar de todos ellos, por lo menos hasta que vuelvan el señor Yuugo y Lucas.
- Dese ahora este será nuestro nuevo hogar, al menos por un tiempo. Sé que no es tan cómodo ni acogedor como el refugio, pero por lo menos es un refugio y es seguro, ya que no el clan Ratri ni los demonios saben de él
Creo que Yuugo me mencionó algo sobre asentamientos abandonados de demonios, pero no me dijo una ubicación específica, así que tomaremos este lugar como base mientras tanto.
Mientras... Mientras regresan Yuugo y Lucas.
Perdí un momento el hilo de lo que estaba diciendo, pero afortunadamente Ray captó la idea y me ayudó un poco.
- Tomaremos turnos para hacer guardia, y planearemos los detalles mañana. Por ahora, aprovechen para descansar
Todos obedecieron dócilmente, y tanto Ray como yo estuvimos un rato ayudando a todos a acomodarse lo mejor posible en el suelo de la cueva de raíces, hasta que finalmente uno por uno todos fueron cayendo dormidos.
Incluso Emma, que había insistido en quedarse a vigilar a Chris, terminó cayendo por el cansancio.
Únicamente quedamos Ray y yo despiertos, cuidando del pequeño herido, junto con Violeta y Paula, que les tocaba hacer la guardia.
Mi alfa me ayudó a cambiar mis vendajes una vez más, pero por más que lo intenté simplemente no pude dormir.
Ray hizo un esfuerzo por hacerme compañía, pero al final hasta él terminó por caer dormido, apoyando suavemente su cabeza contra mí hombro.
Eso solo me hizo torturarme más, porque en verdad deseaba poder dormir pero no había manera de que lo hiciera justo ahora.
Aún estamos demasiado cerca del refugio, si Yuugo y Lucas no... Si algo sale mal de cualquier forma o si envían más refuerzos, podrían encontrarnos.
Han pasado horas, ya debe ser de madrugada así que pronto saldrá el sol... Ellos aún no vuelven, ya no deberían de tardar.
Ellos tienen que volver pronto para que nos digan qué hacer con Chris, solo sigue empeorando sin dar señales de mejorar.
No quiero que muera nadie más, pero no sé qué hacer para evitarlo...
¿Había otra forma? Siempre hay otra forma, ¿No?
¿Había una mejor que esta? ¿Una dónde Chris no resultara tan herido? ¿Una dónde uno de nuestros hermanos no... Muriera?
Una opción... Una en donde Yuugo y Lucas no tengan que marcharse...
- Ey, bichito
Levanté la vista de inmediato, esa voz y ese apodó...
Ahí estaba, justo frente a mí.
El señor Yuugo, con su chaleco y su camisa y una sonrisa arrogante en su rostro.
Sentí que podría llorar del alivio, y me levanté de inmediato con suma torpeza para lanzarme a sus brazos. Me tropecé al final, pero él me sostuvo antes de caerme, correspondiendome el abrazo.
- ¡¿Está bien?! ¡Está bien, señor Yuugo! Estoy tan aliviado, no sabía q-qué... Estaba tan asustado...
- Vamos, tampoco hagas un drama. Déjame ver esa cara
Reí de manera temblorosa cuando el señor Yuugo se arrodilló para limpiarme las pocas lágrimas que se me habían escapado.
Eché un vistazo a su alrededor con curiosidad, buscando a Lucas con la mirada.
- ¿Dónde está Lucas?
Ambos nos sentamos en el suelo para charlar, estaba tan feliz que no podía apartar los ojos del señor Yuugo.
- No te preocupes por él, relájate. ¿Y tú? ¿Qué tal tus heridas? ¿Están todos bien aquí?
- Estoy bien, mis heridas están bien, ¡Y todos están bien...! Aunque Chris sigue inconsciente. No entiendo, parece que la bala sólo le rozó la piel y el grupo de Zack dice que la hemorragia se detuvo pero... ¿Será que...? ¿Será que y-yo lo lastimé al apartarlo de esa forma...?
- Bichito, no es culpa tuya
- ¡Lo es! Si yo... Si no me hubiera apresurado, o si hubiera sido más delicado...
- ¿Entonces que habría pasado?
Abrí la boca para responder, pero no pude hacerlo.
El señor Yuugo me miró, antes de apoyar gentilmente una mano en mi hombro.
- Nadie en el mundo puede saber lo que hubiera pasado. ¿Había una mejor opción? Tal vez sí, probablemente. O quizás no. ¿Tomaste la mejor opción? Quién sabe, nadie puede tomar siempre la mejor decisión posible y mucho menos saber si la tomó
- Yo... Yo aún no he podido llevarlos lejos de aquí. Están tan cansados todos, yo estoy tan cansado...
- Lo sé, lo sé. Solo son unos niños...
Yuugo pasó el apoyo de su mano a mi cabeza, acariciando con gentileza mi cabello por unos callados y agradables segundos antes de continuar hablando.
- ... Pero es lo que hay. Siempre es lo que habrá, aprendan a aceptar sus decisiones y en lugar de lamentarse tomen responsabilidad por ellas. Incluso si lo que eligieron resulta mal, es aún más motivo para trabajar en lo siguiente. Si solo te concentras en lo que pudo haber sido, en una mala decisión... Nunca avanzaras, y te lo digo por experiencia. Estuve años así, y no me moví en absoluto hasta que ustedes me obligaron a hacerlo, a seguir adelante
- Pero... Yo... N-no sé si pueda
- Lo harás, todos ustedes lo harán. Van a cambiar el mundo, bichito
Miré al señor Yuugo, él me sonrió con una suavidad imposible y no simplemente por su gesto.
Todo su rostro... Libre de ojeras, de marcas de edad, de cansancio.
Nada de suciedad, simplemente... Su rostro, puro y limpio.
Hermoso... E imposible.
Le sonreí al señor Yuugo, sintiendo que los extremos de los labios me temblaban al hacerlo.
- Señor... S-señor Yuugo... Usted y Lucas, no vendrán con nosotros, ¿Verdad?
No está Ray por ningún lado, no está Chris ni nadie... Solo el señor Yuugo y yo, en una cueva de raíces sorprendentemente iluminada que el sueño en el que en algún momento caí me regaló para reunirme con él una última vez.
El señor adoptó la sonrisa más triste y sincera que le ví poner jamás, y el labio inferior me comenzó a temblar de una manera más incontrolable cuando su mano de deslizó gentilmente a mi mejilla, limpiando una solitaria lágrima que se me había escapado.
- Lo siento tanto, bichito
- Yuugo... Señor Yuugo... Lucas...
Mi vista se nubló por las lágrimas, y justo cuando sentía un dolor agudo atravesar mi pecho y romperme en mis pedazos desde adentro, un fuerte ruido me hizo despertar y volver de golpe a la realidad.
Me incorporé bruscamente, aturdido y con ojos llorosos.
No había rastro de Yuugo en ningún lado, tan solo una buena parte de mis hermanos alterados que también se habían despertado, varios de los cuales estaban corriendo hacia la entrada de la cueva.
Sentía el corazón golpeando fuertemente contra mi pecho por el susto, pero cada latido lastimaba dolorosamente, y hacía que mis lágrimas ganarán fuerza para salir de mis ojos.
Para distraerme, busqué de inmediato a Ray con la mirada. Parecía estar tranquilizador a varios de los niños pequeños.
- ¡Ray! ¡¿Qué sucede?!
- ¡Sonó como una explosión! Emma fue a ver, pero aún no sabemos que...
No tuve ni que terminar de escucharlo antes de salir hacia la entrada lo más rápido que me lo permitieron mis piernas.
No tardé en llegar, abriéndome paso entre un reducido grupo de nuestros hermanos mayores y medianos que ya estaban ahí, contemplando en completo shock el espectáculo que había más allá... Justo a la altura del refugio.
Eran las primeras luces del día, había una claridad cálida en el ambiente que permitía ver con espantosa certeza la gran cantidad de humo y fuego que salía desde el sitio en dónde debía estar el refugio hasta hace algunas horas.
Debí haber sentido algo, cualquier cosa.
El aroma del humo y la destrucción llegaba hasta acá, y casi juraría que me picaba los ojos.
El brillo de las llamas danzando ante mis ojos... Y no sentí que se me partía el pecho de nuevo, cómo hace un instante.
De hecho, dejé de sentir ese dolor.
Dejé de sentir en absoluto, sería difícil saber si me dolió el corazón o algo así, porque justo ahora... No podía sentir ni siquiera mi corazón latir contra mi pecho.
- Eso... Eso es humo, tiene que ser un mal sueño... Tiene que serlo
- ¿Está en el área del refugio?
- Es demasiado, el incendio debe ser grande
Todos ellos... Todos suenan relativamente calmados. Claro, es solo un incendio.
No significa nada... Pero sé que significa algo, y no solo porque haya tenido un sueño estúpidamente realista.
La mirada, esa mirada en los ojos de Yuugo y Lucas...
- ... Vuelvan adentro
- ¿______?
Voltee a ver a Emma, Gillian y Nigel, que eran los que estaban más alejados de la entrada de la cueva y, por lo tanto, más cerca de mí.
- Entren a la cueva, se hace de día y nos podrían ver. Que los más pequeños no salgan
Al dar esa última indicación, también miré al resto de chicos mínimamente mayores que esperaban pegados a la entrada.
La mayoría se sobresaltó, pero finalmente terminó obedeciendo y entrando apresuradamente.
Nigel y Gillian dudaron, pero finalmente ambos se marcharon también.
Emma aún se quedó un poco más, tan terca como siempre.
- Eso no luce bien, ¡Debemos hacer algo!
- A menos que pretendas apagar un fuego con una cantimplora, aún no podemos hacer nada. ¿Puedes llamar a Ray? Y dile que me traiga mis cosas
Emma parecía querer protestar un poco más, pero simplemente la ignoré y termino por marcharse al interior de la cueva.
Me quedé solo ahí afuera, con la única compañía de los los últimos rastros de la noche desvaneciéndose rápidamente, y con el lejano fuego que parecía alimentarse de cualquier calor que hubiera sentido jamás en el cuerpo, haciendo que, para cuando Ray finalmente se asomó con todas mis cosas, incluso los rayos del sol se sintieran increíblemente fríos y dolorosos sobre mi piel.
No entré a la cueva el resto del día.
Elegí un buen árbol, y lo escalé, llegando hasta las ramas más altas y abundantes de buen grosor, para quedarme ahí.
Desde ahí vigilé, con mi arco firmemente sujeto entre mis manos y con el arma de Yuugo colgando a un costado.
A la hora de la comida, Ray fue a buscarme para discutir que haríamos.
Le disparé a un par de grandes pájaros que iban pasando y dejé que cayeran a sus pies.
Y continúe con mi vigía, siempre mirando hacia el fuego y el humo, sin sentir hambre o sueño en absoluto.
Sin sentir gran cosa más que una enorme ansiedad al pensar en dejar de vigilar ese sitio.
Y no porque tuviera la esperanza de que Yuugo y Lucas emergieran victoriosos de entre el fuego.
Aunque tal vez aún tuviera una mínima esperanza de que así fuera.
Pero no, principalmente esperé otra cosa.
Pasé todo el día observando cómo el fuego se consumía muy lentamente, esperando por disparar en caso de que viera una figura emerger del lugar.
Una figura que fuera una amenaza para nosotros.
Pero no ví nada, más que el fuego apagarse para cuando finalmente volvió a caer la noche.
Era inútil intentar vigilar con la oscuridad prácticamente total, así que bajé del árbol por primera vez en todo el día.
Sentía las piernas entumidas, así que me tomó un poco de tiempo entrar caminando a la cueva subterránea en la que justamente mis hermanos estaban teniendo una acalorada discusión.
- Están atrasados
- Muy atrasados...
- Algo pasó... ¡Lo sabía! ¡Tenemos que ir por ellos! ¡Para asegurarnos! ¡Aún hay tiempo para ir y venir del refugio antes del amanecer!
- No podemos hacer eso, apenas conseguimos huir de ahí, y si el enemigo sigue vivo...
- ¡Pero no podemos no hacer nada! No hay señales de ellos pero tampoco del enemigo, ¡Si ellos siguen vivos pero están atrapados o con heridas tenemos que hacer algo...!
La discusión principal era entre Guillian y Ray, con alguno que otro de los mayores añadiendo alguien comentario u observación mientras el resto simplemente los miraba ansiosamente.
Me quedé callado, junto a la entrada, observando la discusión hasta que alguien se percató de mi presencia, y para mí sorpresa no fue mi alfa.
- Ah, ______ volvió
Emma se acercó de inmediato a mí, con una gran sonrisa de alivio.
La discusión se vió interrumpida por su comentario, y tanto Gillian cómo Ray me miraron de inmediato.
- Por fin bajaste, ¿Viste algo?
- El fuego se apagó, ¿Verdad? ¡Podemos ir ahora...!
Esperé a que ambos dejaran de hablar, para simplemente ignorar sus dos preguntas.
"Ellos no van a volver" "Ni Yuugo ni Lucas regresarán hoy, ni nunca"
"Ellos están... Muertos"
Podía decirlo de tantas formas, pero mirando a mis hermanos ahora... Soltar algo así tan bruscamente, era lo que más quería para simplemente dejarlo ir y que dejara de quemarme solo a mí, pero no podría hacerles eso a ellos.
- ... No vamos a regresar al refugio. Jamás
- ¡Pero...! ¡Aún habría tiempo para salvarlos si vamos ahora mismo!
- No regresaremos, nunca
Gillian me miró con una clara desesperación, supongo que esperaba que me pusiera de su parte.
Y probablemente lo habría hecho en otras circunstancias.
- ¿Por qué...? ¿Por qué solo repites eso? Viste algo, ¡¿Qué es lo que viste?!
- ¡Gillian!
- ¡Oye!
La alfa se me adelantó bruscamente, sujetándome del cuello de la camisa con fuerza. Sentía sus feromonas furiosas golpearme con fuerza en la cara, eso debería haberme aturdido tango normalmente... Pero justo ahora, se sentía como si simplemente me rebotaran.
Sin ese susto adicional, tan solo parecía el berrinche de una niña.
Nigel y Ray se adelantaron para calmar a la chica, pero antes de que cualquiera de ellos pudiera hacer nada tomé firmemente las manos de Gillian, aunque sin lastimarla.
No las quité, simplemente las sostuve ahí.
- ... No podemos volver al refugio. No vamos a volver al refugio
- Pero... ¡Yuugo y Lucas...!
- Es una petición de ellos, me lo dijeron antes de que nos marcharamos
- ¡¿Y entonces qué se supone que hagamos?!
Se hizo un silencio casi sofocante en el lugar. La manos de Gillian temblaban bajo las mías, así que hice un poco más firme mi agarre en ellas.
Las rodillas de la alfa temblaron.
- Tampoco podemos quedarnos aquí. Ellos me dijeron que nos vayamos tan lejos como podamos, así que eso haremos. A partir de mañana, haremos exploraciones cercanas para buscar mejores sitios donde asentarnos. En cuanto encontremos uno, nos moveremos... Es el tiempo que les daremos a Yuugo y Lucas para volver
El que yo no tenga esperanza en que ellos vuelvan... No significa que los demás no deben tenerla.
- Ellos... Ellos no podrán volver si están heridos, ¡¿Has pensado en eso?! ¡Los dejaríamos a morir...!
Tiré de las manos de Gillian, haciéndola perder el equilibrio y acercándola más a mí.
Noté que Nigel dió un paso al frente, pero bastó con echarle una mirada para que se contuviera. Volví mi atención a la alfa, y le hablé en voz baja, aunque seguramente más de uno escuchó lo que le dije gracias al silencio sepulcral que reinaba justo ahora.
- ¿Y tú has pensado en que, si los soldados les ganaron, desperdiciarás el sacrificio de sus vidas yendo a buscarlo? Quizá solo no nos han encontrado por suerte, no hay que abusar de ella
Solté a la chica, ella me miró con bastante furia por unos segundos... Una furio que rápidamente le inundó los ojos de lágrimas, transformándose en desesperación pura.
Solo entonces pude reaccionar, sintiendo una fugaz chispa de razón después de todo el vacío que había estado tragándose cualquier emoción en todo el día.
Quizá... Fue demasiado decir algo así, no debí hacerlo.
Nigel se apresuró a ir con su alfa, la cual simplemente se aferró a su brazo.
Ahora el ambiente... Es demasiado tenso, los pequeños están asustados y los medianos confundidos, no fue una buena decisión... Pero nunca podré saber cuál es la decisión buena o correcta.
Tengo que trabajar con lo que hago, y hacerme responsable por ello.
- ... Aún no sabemos si están vivos o muertos, así que hay que tener en cuanto ambos lados. A pesar de lo que dicen, Ray también quiere ir por ellos, y sé que Gillian sabe que no podemos hacer eso
Ahora mismo la prioridad... Es recuperarnos. Estar listos para el momento, sea cual sea.
Yo soy de la idea de qué tanto Yuugo y Lucas como los enemigos están... Están muertos.
Pero en caso de que me equivoque, hay que estar preparados para cualquier cosa, y el primero paso para la preparación es la recuperación.
Suspiré y me acaricié un poco el cabello a mí mismo, alborotandomelo un poco antes de mirar a los demás con la mejor sonrisa que les pude ofrecer.
- Así que, ¡Tendremos que esperar! Es lo único que podemos hacer mientras tanto, pero está bien. Les traje algo a todos para hacer más cómoda la espera
Fui hacia la entrada para traer mis cosas del suelo, y abrí mi llenisima mochila frente a todos. Muchos de mis hermanos soltaron una exclamación de asombro y felicidad al ver el contenido: una buena tanda de enormes frutos dulces que había recogido del árbol en que me subí.
- También estuve limpiando aves en mi tiempo libre, tengo bastantes para un pequeño banquete. Y traje unas cuantas especias y un par de barras de pan del refugio antes de que nos marcharamos, ¿Así que quién tiene hambre?
Supongo que la comida siempre es un buen chantaje emocional.
Incluso Gillian reaccionó con un mínimo de entusiasmo al escuchar la posibilidad de una cena en forma, y de inmediato todos se pusieron a ayudar.
A cortar el pan, pelar las frutas, prender fuego y cocinar... Todos estaban haciendo algo, todos estaban ocupados en otra cosa, y el ambiente de la cueva rápidamente se volvió brillante y cálido, rebosante del dulce aroma de la comida.
- Eso es, bien. ¿Ya todos tienen su plato? Coman cuánto gusten, me encargaré de traer más cosas mañana...
- _______, ¿Podemos hablar un segundo?
Ray me interrumpió mientras me paseaba por la cueva, revisando que todo estuviera en orden.
Parecía serio, pero él siempre está serio.
- ¡Por supuesto! ¿No has comido, verdad?
Ray me ignoró totalmente, tomando mi mano para jalarme lejos de ahí, del aura cálida y llevándome hacia otra parte más sombría y fría de la cueva.
Cuando estuvimos lo suficientemente alejados, por fin me comenzó a explicar qué sucedía.
- ¿Qué es lo que pasa?
O algo así, más bien me preguntó cosas.
- ¿Qué? ¿De qué hablas?
- No te hagas el tonto, te conozco. No subiste a ese árbol solo por vigilar, y eso de hace un momento con Gillian...
Ray me sostuvo de las manos con firmeza, mientras me miraba con una seriedad tan firme que casi sentí que me atravesaría directo a mis pensamientos.
Aún así, le mantuve la mirada y la sonrisa.
- Eso no fue nada, solo quiero asegurarme de que todos estén bien... Aunque perdí un poco el control con Gillian, ella estaba haciendo un alboroto...
- Porque está asustada, igual que todos aquí. Mejor dicho, igual que todos menos tú al parecer. Eso fue... Hasta un poco aterrador
Poco a poco dejé de sostenerle mi sonrisa a Ray, aunque aún así me intenté mantener lo más relajado posible.
Su mirada cambió a mostrarme una evidente preocupación, algo que se afirmaba aún más gracias a la unión de la marca que compartíamos.
- ¿Sabes algo? ¿Yuugo y Lucas te dijeron algo? Sabes que puedes confiar en mí, y si necesitas que te ayude con alguna cosa...
"No me dijeron nada, pero sé que están muertos. De alguna forma estoy seguro, aunque solo sea un presentimiento."
"¿Debería decírselo a todos o dejarles sus esperanzas? Acaban de perderlo todo otra vez, esa ilusión es lo único que les queda"
"¿Qué debería hacer para cuidar de todos, Ray?"
"¿Qué sería lo mejor?"
Miré atentamente los profundos y preciosos ojos oscuros de Ray.
Él... Tiene los ojos de un cuervo.
Vi uno esta mañana, tan hermoso... Con su plumaje negro, de apariencia brillante y sedosa. Ojos como perlas negras, brillando con inteligencia.
Justo como Ray, Ray es tan hermoso como un cuervo.
Me acerqué cuidadosamente, él me miró con algo de recelo hasta que simplemente junté mis labios contra los suyos, en un suave beso que claramente lo tomó por sorpresa, sacándole un buen respingo.
Parece que incluso él comió algo ya, sabe un poco a frutas y al estofado que hicieron con la carne.
- No... No, _______, estoy... Hablando en serio...
Ray me intentó apartar con intentos demasiado débiles como para ser en serio, hasta que finalmente me sostuvo con firmeza de los hombros, llevándome contra la pared más cercana para sostenerme bruscamente contra esta.
- ¡Es en serio! Estás... Estás raro. ¿No hay algo que pueda hacer para ayudarte? Si tienes algún problema, podemos solucionarlo. Si es una tarea que te dejaron Yuugo y Lucas, también te ayudaré. No tienes que hacerlo solo
Miré a Ray unos segundos, antes de echar un breve vistazo a mis muñecas, las cuales él estaba sosteniendo bastante fuerte contra la pared de raíces.
Él reaccionó y me soltó de inmediato, disculpándose.
- Está bien. Mis muñecas y todo lo demás. Solo estoy preocupado por nuestra familia, es todo
- Todos estamos preocupados, ¿Estás seguro...?
- Totalmente, todo está en orden
Acaricié suavemente la mejilla de Ray, él suspiró antes de llegar su mano a la mía, manteniendola ahí.
Claramente no está convencido... Pero no necesito que lo esté. Tan solo necesito que me deje encargarme por mi cuenta.
- Ray, ________. Lamentamos interrumpir pero...
- Esto es importante
Ambos nos alejamos un poco al escuchar voces desde un pasillo cercano de la cueva.
Nos giramos a tiempo de ver cómo Oliver y Emma se acercaban, esta última llevaba entre sus manos un papel con marcas de haber sido doblado varias veces.
- Hay algo que necesitamos que vean
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro