Habíamos previsto la posibilidad de un ataque por parte de otros humanos del clan Ratri. Incluso habíamos preparado armas, provisiones y repasado las rutas de escape para el momento.

Sabíamos que existía ese riesgo, y nos habíamos preparado lo mejor posible para actuar correctamente en ese momento.
Y aún con todo y eso, el instante en que esa desgracia se volvió realidad parecía terriblemente irreal.

Yuugo, Ray, Emma y yo nos apresuramos a dirigir a todos a la armería, reuniendo a los pocos que estaban esparcidos en las habitaciones o en el pasillo principal.
Lo hice en automático, y creo que realmente no procesé la realidad de la situación hasta que estuvimos escondidos en la armería subterránea, apretujados unos contra otros mientras todas las preocupaciones posibles e imposibles se agolpaban en mi cabeza.

¿Cerramos correctamente la entrada oculta del piano? Si nos atraparan aquí, sería el fin. Nos masacrarían a todos.
¿Están todos los pequeños? ¿Nos habrán escuchado entrar aquí?
¿Qué tantos enemigos serán? Probablemente todos están armados, nosotros también lo estamos pero aún así...

No hay punto de comparación entre soldados entrenados para asesinarnos y un puñado de niños asustados.

- Ey, bichito

Me sobresalté sin querer al sentir el tacto del señor Yuugo en mi hombro. Lo voltee a ver, él simplemente cerró los ojos con suavidad un momento antes de mirarme con seriedad.
El mensaje era simple: debo calmarme, ahora no es momento de entrar en pánico.

Me pregunto si fui demasiado obvio, sea como sea, el señor tiene razón. Si todos vamos a salir de esta... Debo controlarme.

- ¿Todo están bien? ¿Están todos aquí?

- Acabo de contar 61, todos estamos aquí a excepción de Lucas y Rossi, que debería de estar con él. Nadie está herido

Emma le agradeció a Gilda por hacer la cuenta, me dieron ganas de agradecerle también ya que me había quitado una de mis preocupaciones de encima.
Lucas iba a atrasarse por sus discapacidades físicas, así que uno de los chicos lo acompañó al cuarto oculto con el teléfono, ya que era algo más accesible que este sótano secreto.

Ahora que lo pienso, el señor Yuugo debe estar preocupado por su pareja, y aún así se mantiene calmado.
Yo tengo a Ray conmigo, supongo que eso me debería bastar para intentar estar más tranquilo.

Inhalé profundamente, asegurándome de llenar bien de aire mis pulmones. Contuve un par de segundos el aliento antes de exhalar suavemente.
De acuerdo... Estoy bien.

- Pepe, ¿Qué sucedió? Nuestro grupo tomó las precauciones adecuadas al volver, y confío en que ustedes también tuvieron cuidado al salir a abastecerse, ¿Cómo es que nos encontraron?

El chico mayor de Goldy Pond negó con la cabeza mientras se sujetaba el cabello con una mano, claramente frustrado y tan confuso como todos.

- No tengo idea... Aparecieron de la nada, salieron de la oscuridad, ¡Juro que no los pasamos por alto! Rossi y yo estábamos vigilando cuidadosamente todo el tiempo, no había surgido nada hasta ese momento... Y de la nada, todos esos hombres... simplemente aparecieron...

La voz de Pepe se apagó al final, y no insistí más. Claramente se siente un tanto culpable, aunque realmente no es su culpa.
Me acerqué a su lado y le froté un poco la espalda, liberando un poco de mis feromonas. No lo suficiente como para que nos delataran, pero si lo justo como para intentar reconfortarlo de alguna forma.

- Está bien, tranquilo... Lo hicieron bien, ahora hay que mantener la calma

- ______ tiene razón, sabíamos que tarde o temprano iban a venir y por eso nos preparamos, así que ahora hay que conservar la calma

Oliver tomó la palabra, e interrogó a Pepe acerca del número de enemigos.
Mientras el chico le decía que eran ocho e intentaba describir lo mejor posible su armamento, me alejé ligeramente de su lado, comenzando a buscarte a mi pareja con la mirada.
Sé que está aquí por mi marca, pero está bastante oscuro aquí abajo y somos muchos...

- Pst, ________

Gillian me llamó en voz baja, ella estaba a un par de metros de mí, sujetando firmemente la mano de Nigel quién miraba al techo con unos nervios mal disimulados.
La chica señaló a su derecha, y entonces pude localizar una conocida melena negra de espaldas a mí.

Le agradecí a la alfa con un gesto de la mano y me acerqué a donde se encontraba mi pareja, quién al parecer estaba tranquilizando a varios de los más pequeños.

- __________

Le di un pequeño beso en la mejilla a Ray al llegar a su lado, varios de los pequeños de inmediato fueron hacia mí y me miraron con preocupación.

- M-mamá ______...

Ah, llevaban un tiempo sin decirme así. Se siente extraño pero... Es lindo de cierta forma.

- Tranquilos, está bien... Nos preparamos para esto, ¿Recuerdan dónde están las rutas de escape?

Le acaricié la cabeza a un par de ellos mientras les sonreía en un torpe intento de tranquilizarlos.
Ellos comenzaron a enumerarme las salidas ocultas en voz baja, tranquilizandose gradualmente al ocupar su mente en eso.

- La armería, el corredor norte...

- El cuarto de monitores, los archivos...

- El corredor sur

- El baño y el cuarto oculto con el teléfono

- Excelente, buenos chicos. Estamos en la armería, así que podemos salir desde aquí...

- ¿Vamos a dejar nuestro hogar?

Chris, un pequeño al que Ray estaba sosteniendo en brazos, me miró con expresión triste y preocupada.
Miré brevemente a Ray, él simplemente me regresó una mirada seria antes de hablarle al niño.

- El enemigo ahora sabe de este lugar, no podemos quedarnos

- Pe-pero trabajamos tanto en los jardines y... Y en todo...

- Sí, pero eso no vale la vida de nuestra familia. Podremos tener otro jardín mucho más grande y hermoso después, pero por ahora tendremos que movernos, ¿Lo entienden todos?

Los pequeños asintieron, Chris tardó un poco pero terminó por asentir también con expresión triste.
Yuugo avisó que debíamos comenzar a movernos, así que pasamos a repartirnos todas las mochilas y armas que habíamos preparado de antemano.

Varios de los mayores, incluyéndome, llevábamos una mochila con provisiones básicas y algunos pocos objetos personales dentro de ella. Otros más llevaban unos sacos algo más burdos enteramente llenos de provisiones de todo tipo, y absolutamente todos los que tenían la habilidad necesaria llevan un arma como mínimo.

En mi caso, claramente iba a llevar mi confiable arco junto con un manojo decente de flechas. Además, también traía una pequeña pistola rápida en un bolsillo de fácil acceso y una especie de rifle bastante ligero al que ya le había cogido cariño después de haberlo usado en mis últimas expediciones.

Observé de lejos como Gillian le acomodaba su gorro y gafas a Nigel, antes de besarlo de una manera breve pero claramente intensa.
Me tomé un momento para mirar al resto, Emma observaba atentamente a todos al lado del señor Yuugo, Thoma y Lain estaban sujetándose firmemente de las manos, Gilda y Don se abrazaron brevemente, Natt y Ana miraban juntos desde un rincón a los que terminaban de prepararse, Zack y Sandy se tomaban el rato más prolongado que podían permitirse para revisar sus armas juntos...
A su manera, todos estaban preocupados por alguien más que por ellos mismos.
Un amigo, un hermano, o algo más que eso... Todos teníamos algo que perder más importante que nosotros mismos si esto salía mal.

No quiero que nadie pase por eso. No quiero que nadie pierda a alguien que quiere, así que haré todo lo que pueda para evitarles ese dolor. Sin importar que.

- _______, ¿Listo?

- Ah, sí. Pero creo que tengo que ajustarme un poco más la mochila

- Te ayudo

Dejé que Ray apretara un poco los tirantes de mi mochila, sujetándolos firmemente contra mi espalda.

- ¿Ahí está bien?

- Sí, perfecto

- ... Ey, ______

Ray me tocó suavemente la mejilla, indicándome que volteara a verlo.
Lo miré, él se acercó para besar mis labios de una manera muy suave y tierna antes de retirarse y juntar su frente a la mía.

- Todo saldrá bien

- Lo sé

- Entonces deja de mirar a todos como si fueran fantasmas, los asustarás

Sonreí, bufando ante la mala broma/regaño de Ray. Nos alejamos lo suficiente como para poder mirarnos atentamente por los segundos que nos quedaron antes de que Yuugo anunciara que nos íbamos ya.
Ray se giró para ir a movilizar a los demás, pero lo detuve un momento al tomar su mano. Él se giró para mirarme con confusión.

- ¿Qué sucede?

- ... Te... amo. Te amo, Ray, así que sigue con vida por favor

Mi novio me miro por unos instantes antes de sonreír ligeramente.

- También te amo, y ya te dije que se acabaron mis planos de morir pronto. Viviré lo más que pueda... Así que tú haz lo mismo por mí

Asentí con gusto, y lo dejé ir.

Si había una sola cosa buena en medio de este ataque sorpresa, es que el que nuestros atacantes hubieran decidido usar la noche para cubrirse nos podía beneficiar a nosotros también.
Podemos usar esa misma oscuridad para cubrirnos al salir, si nos damos prisa podemos estar bien alejados de aquí para cuando la luz comience a asomarse, y si aún teníamos dudas siempre podríamos intentar escondernos en esos túneles subterráneos que nos mostraron Sung-Joo y Musica.

Y hablando de esos túneles, estas salidas de emergencia estaban en un estado bastante similar al de ellos.
Eran firmes, pero las paredes estaban hechas de tierra junto con uno que otro pilar de madera para evitar que se derrumbara.
Debo admitir que es mejor de lo que esperaba para un refugio viejo.

En nuestra formación, hasta adelante iban Emma con Yuugo y Gillian, que eran buenos tiradores con armas rápidas (y Emma que era nuestra líder designada así que sí o sí tenía que ir adelante).
Un par de los pequeños también iban cerca de ellos, no me agradaba eso pero intenté convencerme de que estarían seguros con ellos. Además, esos pequeños eran quienes nos iban indicando el camino a través del laberinto que eran estos túneles.

La gran mayoría habíamos memorizado los mapas por si las dudas, pero aún así era mejor tener a una persona fija señalando el camino para evitar confusiones.

Inmediatamente después de ese pequeño grupo, íbamos Ray y yo, con armas no tan rápidas pero que nos permitirían reaccionar rápido en caso de que algo sucediera.
Después de eso, nuestra fila se alternaba entre grupos de los más pequeños sin armas y tres o cuatro de los mayores con armas.

Me parece que Oliver y Zack van entre los últimos, y creo que Nigel también ya que no lo veo aquí.
Espero que eso no desconcentre a Gillian... O tal vez la distancia es la que precisamente la ayuda a concentrarse, quién sabe.

- Ya deberíamos ir cerca, ¿No?

Me adelante un momento para hablar con Emma, el señor Yuugo intercambió lugar conmigo para irse a murmurar algo con Ray.

- Sí, según Chris ya estamos llegar a la salida

- ¡Sip, ya casi estamos!

El pequeño parecía emocionado, supongo que es un alivio que todo esté yendo tan bien... ¿Verdad? No es como si fuera demasiado bueno, nos merecemos tener algo fácil por una vez en nuestras vidas... ¿No?

Después de subir por unas escaleras, llegamos al pie de otras más. Según Chris la salida estaba subiendo estas, así que alguien debía ir primero a abrir la compuerta.

- Me adelantaré a abrir, sirve que los que vayan más atrasados se unen, ¿Me ayudarías Emma...?

- Emma, ven un momento

Claro, justamente Ray ocupaba hablar con Emma.
Afortunadamente uno de los medianos que venía con nosotros desde Goldy Pond se ofreció a ayudarme, así que ambos comenzamos a subir las escaleras.
Dejé al chico ir primero, ya que se notaba que físicamente era más fuerte que yo, sin embargo me detuve al poco tiempo de comenzar a subir ya que noté algo extraño.
En lugar del sistema de apertura de la puerta, parecía haber únicamente oscuridad. No sería raro tomando en cuenta que no había demasiada iluminación aquí abajo, pero parecía una oscuridad distinta.

Más profunda... como la del cielo...

- Oye, espera, creo que la puerta...

"Está abierta".
Mis últimas palabras fueron ahogadas por el sonido de un disparo viniendo justo encima de cabeza.
Hubo un sonido de humedad, y al instante siguiente me tuve que hacer a un lado para evitar que el cadáver del chico que iba delante mío me cayera encima.

Reaccioné por puro instinto de supervivencia. No quería morir aquí, y no pensaba hacerlo.
Así que saqué la pistola pequeña de mi bolsillo y en un instante comencé a disparar hacia la salida abierta, obligando a la persona que apenas si se había asomado por el borde para matar el chico a esconderse un momento.

- ¡EMMA, TODOS! ¡CORRAN...!

Otro disparo, sentí que el lateral de mi rostro cerca de mi ojo derecho quemaba y dolía como el infierno.
Del puro dolor solté la escalera y terminé cayendo al suelo, quedándome ahí tirado por un momento debido al aturdimiento del disparo.
Creo que solo me rozó, pero aún así... Parece que creen que sí me dieron, no me volvieron a disparar.

- ¡_______! ¡_______! ¡Ponte de pie!

- ¡Ray, contrólate!

- ¡Chris!

Entre los gritos de mi alfa, Emma y otras voces más que estaba demasiado aturdido como para identificar, hubo un grito que me llamó la atención por sobre el resto.
Me pareció que el tiempo se volvió más lento por un momento apenas escuché el nombre "Chris" ser gritado por una voz femenina.

Levanté la vista, teniendo tiempo de observar como el pequeño paralizado del terror están de pie justo frente a mí.
Y después, el sonido de un disparo a mis espaldas.

Mi cuerpo definitivamente se movió solo de nuevo. Antes lo hizo porque no tuve tiempo de reaccionar, pero ahora debió de hacerlo porque no tenía manera de reaccionar con mi mente más inconsciente que otra cosa en ese momento.

Para cuando reaccioné de nuevo, me había arrojado hacia adelante para apartar al niño de la trayectoria de la bala, sintiendo en cambio un nuevo dolor que quemaba como el infierno en mi oreja derecha.
Antes de que nos dispararan a ambos, dos pares de manos nos alejaron de ahí de inmediato, arrastrándonos a ambos lejos del alcance de los disparos... y del cuerpo muerto de nuestro hermano.

- ¡Estás vivo! ¡Maldito idiota no vuelvas a asustarme así! ¡Te mataré! ¡¿Me escuchaste?!

Oía vagamente la voz de Ray, pero mi atención estaba totalmente en el pequeño entre mis brazos.
Está sangrando, está sangrando mucho. Según yo evité que la bala le diera... ¿O dispararon dos veces? Tal vez le rozó otra bala, ¿O acaso lo lastimé al apartarlo de esa forma...?

- Chris... Chris, abre los ojos Chris...

Sangre, es tanta... Tanta sangre... Y los disparos, siguen sonando. A este paso... Todos... Todos vamos a...

- ¡¿Como está el escarabajo?!

- Creo que está en shock. ______, _______ mírame... ¡________!

Unas manos firmes me sujetaron por las mejillas, haciéndome apartar la vista de Chris para encontrarme de frente con la profunda mirada oscura de mi alfa.

- Ray... Hay sangre, hay mucha sangre...

- Está bien. La sangre es... tuya. También de Chris, pero hay más tuya. Hay que ponerte algo en esas heridas, ¿Entiendes?

¿Mía...? ¿Pero dónde?
Me tantee el rostro con duda, comenzando a sentir un rastro cálido que comenzaba cerca de mi ojo derecho y bajaba por mi cuello.
Solo al ver mi propia sangre en mis dedos fue que comencé a reaccionar, y el dolor se hizo presente de nuevo con fuerza, quemando mi oreja y mi piel, obligándome a cerrar el ojo.

- R-ray... Duele, me duele...

- Por supuesto que te duele idiota... Ah, ven aquí

Ray me abrazó con fuerza. Murmuré algo de que él se iba a ensuciar con la sangre, pero me distraje al notar el cadáver al pie de la escalera, tendido en un charco carmesí.

- Está muerto, Ray... Él está...

- Lo sé, lo sé. No mires, te llevaste un buen golpe al caer así que hay que esperar a que te recuperes

Ray se separó de mí para volver a robarse mi mirada y atención.
Más personas y voces se acercaron, los reconocía pero seguía lo suficientemente aturdido como para que no me importara eso realmente.
Entre ellos y mi alfa me comenzaron a vendar y limpiar rápidamente las heridas, pero todos se detuvieron cuando algo más también se detuvo.

El sonido de los disparos que hasta ahora había estado de fondo, acababa de parar.
Hubo un momento de silencio, y después una voz masculina y grave, que estaba seguro de que jamás había escuchado, llegó a nosotros desde la salida.

- Grupo de niños ganado, ¿Pueden oírme? Mi nombre es Andrew,  y estoy aquí para asesinarlos