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68. El ojo del dragón

La mañana en que finalmente salimos a nuestra misión, todos salieron a despedirnos.
Los de Goldy Pond, nuestros hermanos desde los más chicos hasta los mayores... y el señor Yuugo con Lucas, lo más parecido a unos padres que habíamos tenido jamás.

Al grupo terminaron uniéndose Zack y Violeta por petición de Yuugo, pero aún así seguía siendo un grupo bastante pequeño.
Mientras nos comenzábamos a alejar, todos se despedían de nosotros y el señor Yuugo aún nos gritó un par de recordatorios y consejos antes de que finalmente nos concentráramos completamente en avanzar el largo camino que teníamos por delante.

Ray nos hizo tanto a Emma cómo a Don, Gilda y a mí memorizar los mapas que encontraron entre los libros y archivos.
Comparados con las pruebas de Grace Field, no era demasiado difícil así que lo pude hacer bien según yo.
Ahora no tendríamos problema al movernos por el bosque, al menos en la parte geográfica.

Los demás datos acerca de las cercanías de demonios en este sitio eran completamente inútiles, así que debíamos de estar atentos.

Zack y Violeta iban cerrando el grupo, mientras que Ray y yo íbamos delante.
Mantuvimos esa posición incluso cuando llegamos a una zona bastante similar al bosque con puentes que unían árboles cerca del refugio.
También estaba llenos de esos molestos demonios que hacían ruido apenas te veían, así que teníamos que ser lo más silenciosos posibles. Por esa misma razón, de momento guardé mis armas de fuego y mejor mantuve mi arco preparado siempre que pudiera.

Afortunadamente no tuvimos demasiados incidentes el primer día, la única vez que un demonio notó nuestra presencia me aseguré de asesinarlo de inmediato.

- Pronto oscurecerá, si no están cansados sugiero que sigamos avanzando en la noche también. Estos demonios reducen un poco su actividad en la noche, podríamos intentar dejar el bosque antes de que amanezca

- ¿Cómo estás tan seguro de eso?

- Me lo dijo el señor Yuugo

Ray aún parecía tener dudas, pero después de una rápida votación decidimos continuar avanzando después de hacer una rápida parada para comer algo.

Pasamos los siguientes días en un ritmo constante. La excelente visión de Violeta y el apoyo extra de Zack nos fueron de mucha ayuda a la hora de hacer los turnos de vigilancia, por lo que no tuvimos ningún encuentro desafortunado con demonios. Incluso había una buena cantidad de aves y reptiles conocidos para mí, así que la comida tampoco fue ningún problema.

La última noche antes del día en que, en teoría, al fin llegaríamos a nuestro destino, Ray y yo fuimos los que tomamos la guardia de noche.

Ahora estábamos en un terreno más rocoso y seco, sin mucha vegetación además de matorrales, así que para poder ocultarnos tuvimos que recurrir a una cueva pequeña que encontramos entre un par de pequeñas montañas rocosas.

Hacía frío, pero no lo demasiado como para que fuera insoportable.

- Emma ya se durmió, quería quedarse más tiempo examinando el mapa pero la convencí de que descansara

- Bien, ¿Y los demás?

Ni siquiera miré a Ray cuando vino a sentarse a mi lado, me mantuve acostado sobre mi vientre en el suelo.
De esta forma también le puedo dar estabilidad al disparo con el rifle, y además me queda bien para apuntar al único sitio por el que podrían llegar problemas.

- Se durmieron inmediatamente después de comer... Oye, deja eso

Ray atravesó su mano frente a mí, bloqueandome la visión y obligándome a mirarlo.

- ¿Qué?

- Sé que tenemos que vigilar, pero desde que llegamos a esta zona apenas si hemos visto pájaros. Estás demasiado tenso

Bufé y aparté la mirada, pero después de mirar atentamente la entrada de la cueva por unos segundos más me rendí y me incorporé con lentitud, solo para dejarme caer y sentarme al lado de mi alfa.

- Lo siento, estoy... nervioso. Es una zona desconocida y sabemos que hay enemigos buscándonos y además... no sé, estuve pensando en algo

- ¿En qué?

Ray se acercó detrás de mí y llevó sus manos a mis hombros, comenzando a frotarlos de una manera firme pero que no era dolorosa. Todo lo contrario, era extrañamente relajante y casi me hace olvidar lo que iba a decirle.

- Ah... En... Phil y los demás pequeños... Auch, ahí duele

- Lo siento, es complicado recordar la zona de las cicatrices con tanta ropa

- Capto la indirecta

Le sonreí burlonamente a Ray, él se sonrojó un poco y me aseguró que no era nada en ese sentido.
Me deshice del grueso abrigo exterior con capucha, dejando que se deslizara por mis hombros y cayera al suelo.
Quedé con una prenda más delgada de color oscuro con cuello y manga larga, así que voltee a ver ligeramente a Ray a mis espaldas.

- ¿Así está bien?

- S-si, pero aún así dime si te lastimo

Ray reanudó con ese curioso masaje, bajando cuidadosamente con sus pulgares a mis omóplatos.
Suspiré en voz baja y lo dejé ser, se sentía bastante bien.

- ¿Extrañas a los pequeños?

- No es eso... Estoy preocupado, ¿Y si les pasa a-algo...?

La presión de las manos de Ray aumentó un poco al acercarse a mí columna, haciéndome estremecer.

- Estarán bien, nunca dejarían desperdiciar a alguien de esa calidad si su cerebro está maduro hasta los doce años

- Es un excelente consuelo

Ray pareció terminar, ya que aflojó la presión y simplemente acarició toda mi espalda un par de veces, haciendo amplios círculos con sus manos.
Suspiré con satisfacción y me dejé caer lentamente, recostándome en su regazo y mirando su rostro.

- Gracias

- Está bien, estuve buscando libros que me pudieran ayudar a hacerte sentir mejor con eso

- Tú sabes todo por libros

- Porque hay libros de todo

Extendí mi mano y acaricié la mejilla de Ray, él me imitó comenzando a recorrer suavemente el contorno de mi cara con dos de sus dedos.

Llevé mi mano a su frente y le aparté el cabello de la cara, él reaccionó de inmediato con vergüenza cuando despejé su ojo normalmente oculto tras su cabello.
Se ve lindo de esta forma, bueno, siempre se ve así.

- Ray, ¿Crees que les hagan algo a los pequeños por nuestra culpa?

Las caricias de mi alfa se detuvieron repentinamente, y pude ver que su estado de ánimo cambió repentinamente por mi pregunta.

- ¿De qué hablas?

- No sé, tal vez les hagan preguntas para intentar saber algo de nosotros... ¿Y si les hacen daño...?

- No les pasará nada, confía en mí. Ellos estarán bien, y en cuanto podamos iremos por ellos

Me incorporé ligeramente para poder sentarme de frente a Ray, mirándolo.

- ¿Estás seguro?

- Por supuesto, lo prometo

Ray me sonrió suavemente, en un intento de animarme, y se acercó a besarme la mejilla.
Lo dejé hacerlo, y cuando sus labios se acercaron a los míos correspondí el gesto con bastante gusto.

Fue un beso pequeño y tranquilo, pero ciertamente me quedé un poco más relajado después de eso.

Cerca del medio día siguiente, llegamos a nuestro destino.
La coordenada D 528-143: "Cuvitidala".

Era fácil saber que habíamos dado con el lugar correcto, o al menos que habíamos dado con algo, ya que había una especie de runas antiguas enormes que formaban una especie de óvalo mal hecho con más de esas ruinas esparcidas en su interior.
La única pista sobre qué teníamos que hacer era una especie de acertijo que habían encontrado entre la información, por lo que simplemente nos pusimos a buscar pistas relacionadas cerca.

"Ahí yace un dragón sobre Cuvitidala, y nada se oculta de su ojo. Gente de todas partes son llevadas a Cuvitidala, pues todos desean ese ojo."
"Debéis buscar por la noche y el día en los ojos del dragón Cuvitidala".

Mientras los demás discutíamos sobre el significado de esas palabras, repentinamente me di cuenta de que Emma no estaba con nosotros, y al buscarla con la mirada me encontré con que estaba de rodillas varios metros más allá, de cara al cielo.

- ¡¿Emma?! ¡¿Qué sucede?!

- ¡Emma!

Todos fuimos de inmediato con ella, y después de un golpe bastante fuerte por parte de Violeta la chica pareció reaccionar, aunque de inmediato comenzó a decir cosas sin sentido.

- ¿Vieron el dragón? ¡Había un dragón!

- ¿Un dragón...? Uhm, creo que le pegaste demasiado fuerte Violeta

- Emma, mejor ponte de pie despacio y... ¡Ey, Emma!

Cuando Ray se arrodilló a su lada para ayudarla a incorporarse la chica se puso de pie bruscamente y corrió hacia una de las ruinas, trepandose rápidamente en ella.
Miré a Violeta, ella me regresó la mirada y se apresuró a disculparse.

- Ya la rompiste

- ¡L-lo siento! ¡Debí tener más cuidado al golpearla!

- Nadie rompió a alguien, iré a bajarla antes de que se haga daño

Ray no nos permitió ponernos preocupados de esa forma y rápidamente subió arriba de la ruina al lado de Emma, aunque en lugar de obligarla a bajar también se quedó mirando algo desde ahí arriba.

- ¿Ray? ¿Qué sucede?

- Las ruinas... Tal parece que las ruinas son el ojo que dice el acertijo, forman esa figura

¿De verdad? ¿Pero cómo es que Emma supo eso...?
Ambos bajaron al cabo de unos segundos, y Emma se dispuso a al fin dar explicaciones.

Resulta que el golpe de Violeta no le había dañado el cerebro o algo, al parecer tuvo una especie de visión en la que vio un montón de cosas: el antiguo Cuvitidala, cosas del pasado, el dragón y el punto donde la noche y el día se unían en uno solo... y cree que también vio a él.

- Lo vi, pero solo era una visión. Si queremos rehacer la promesa necesitamos una entrada. Él dijo que la entrada no está en ninguna parte, pero que eso es porque está en todas partes

- Eso... No es de mucha ayuda

Tanto Gon como Gilda se pusieron a pensar un poco algo tan sinsentido. Yo hice lo mismo, intentando tomar eso por partes.
Una entrada que no está en ninguna parte no puede ser algo fijo como una puerta normal.
Y el que esté en todas partes al mismo tiempo indica que, por esa misma razón, podría ser abierta en cualquier sitio.

Tal vez tengamos que conseguir alguna cosa para poder entrar a ese sitio, es complicado pensar esto...

Emma mencionó que también había visto un templo con agua dorada, similar a la que había en Goldy Pond, así que decidimos que sería buena idea intentar dar un enfoque en esa dirección para el siguiente paso.

- De momento no pensemos en su significado, lo mejor será que volvamos al refugio

Ray dijo que lo mejor sería reagruparnos con los demás en el refugio y compartir lo que habíamos descubierto, aunque más que traer respuestas me parece que realmente solo vamos a traer más preguntas de las que ya teníamos.

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