- Muy bien, ahora... ¿Aquí te duele?

Negué con la cabeza. Yuugo (al parecer así se llamaba el señor sin nombre) presionó en otra parte diferente de mi vientre desnudo.
Me estremecí.

- ¿Y qué tal aquí?

- Ahí es... Es un poco raro

Me removí un poco en mi lugar, incómodo.
A pesar de que llegamos hace dos días al refugio, Lucas insistió en que sería conveniente hacernos la revisión general que nos había dicho a mi y a Ray.
Ahora mismo mi alfa estaba en el cuarto de al lado, siendo examinado por Lucas.

- De acuerdo, ya está bien así. Iré por Lucas y el ciclop-... Y Ray, así que ponte la camiseta si quieres

Ese "si quieres" al final me hizo un poco de gracia.
Asentí, me incorporé de mi posición acostada sobre la cama y me apresuré a colocarme mi camisa mientras Yuugo salía del cuarto.
Estaba terminando de abotonarla cuando él regresó, acompañado de Ray y Lucas.

Extendí los brazos al ver a mi alfa, él de inmediato se acercó a mí y me abrazó, dándome un largo y tierno beso en la frente.

Me daría vergüenza poner incómodos a Yuugo y Lucas, pero me bastó un pequeño vistazo por el rabillo del ojo para comprar que ambos estaban un poco mimosos también.

- Bu-bueno, ejem, pasemos a lo importante

Finalmente, Yuugo se separó de su pareja con un pequeño sonrojo en sus mejillas.
Lucas se limitó a sonreír mientras se recargaba contra una de las paredes, sin apartar la vista de su pareja ni un momento. Lo veía con ojos tan brillantes que hasta yo me sentía avergonzado.

Ray y yo fuimos a sentarnos en la única cama de la habitación, apoyé mi cabeza en su hombro de inmediato y ambos nos tomamos de las manos.

Yuugo comenzó por advertirnos algo.

- Esta es la cosa, ni Lucas ni yo somos médicos o algo así. Lo que sabemos es gracias a todos los libros que hay aquí, y aún así no tenemos una manera totalmente confiable de interpretar la información así que...

El hombre suspiró y se agarró el cabello con la mano antes de continuar hablando.

- El bichito está bien, o al menos en términos generales de salud parece estarlo. Aún parece resentir el tema de la marca, pero por lo que me dijo Lucas los síntomas no son ni de lejos tan graves como antes, así que yo diría que ya es cuestión de darle tiempo a su cuerpo para que acepte esta nueva marca por si solo

Bueno, es un alivio escuchar eso.
Ray le preguntó algo a Yuugo mientras acariciaba el dorso de mi mano con su pulgar.

- ¿Entonces deberíamos dejar de remarcar la marca de ______?

- Sí, lo mejor será dejarlo descansar estos días. Si de por sí una marca ya es cansada de dar y recibir, hacerlo a diario es... bastante pesado para el cuerpo de un omega. Creo que podremos decir qué tanto afectó a ______ todo esto cuando entre en su siguiente celo

- ¿Y eso cuándo será?

Ahora fue Lucas quien tomó la palabra, diciendo que precisamente el tiempo que se tarde en regresar sería lo que nos diría el estado de mi cuerpo.

- Si se tarda unos tres o seis meses podemos asumir que las feromonas y ciclo de _______ no se afectaron. Pero si tarda más o menos que alguno de esos dos límites... hablaremos de eso sí es el caso, no es necesario preocuparse ahora

Si mi celo no está en esos límites, probablemente ahora sea un omega recesivo.
Sé que Ray ya dijo que no le importaba, pero no puedo evitar sentirme un poco mal por esto.

- ¿Ray se encuentra bien?

- Sí, él parece estar perfectamente de salud. Diría que un poco agotado físicamente, pero eso se pasará por si solo

Qué bien. Froté ligeramente mi mejilla contra el hombro de Ray, él me miró con un poco de pesar y le preguntó algo más a Yuugo.

- ¿Qué hay de su espalda...?

- Dejará cicatrices, pero fuera del dolor ya no debería ser ningún problema. Incluso puede dejar de usar las vendas si quiere

Pensar en unas cicatrices es un poco molesto, pero al menos no podré verlas y recordar esa repugnante sensación. Aunque Ray si podrá.

- Entiendo, si eso es todo que deberíamos ir a...

- Un momento, cíclope. Hay algo más que debo decirles

Me quedé confundido con la repentina seriedad con la que el señor Yuugo nos dijo eso. Según yo ya no había nada malo conmigo, ¿O será al de Emma?

- El celo del bichito fue... no debió de ocurrir en ese momento

- ¿De qué hablas?

- Lo que quiero decir es que fue provocado. ________, no quiero que puedas llegar a sentirte culpable por ese momento, cuando llegó tu celo fue por... mi culpa

Ray se puso de pie de golpe, yo simplemente lo sujeté de la mano y miré al señor con confusión, ¿De qué está hablando?

- ¿Qué estás diciendo?

- En ese momento aún quería deshacerme de al menos dos de ustedes, regresaría con el sobreviviente y diría que hice todo lo que pude para intentar salvarlos. Así que se me ocurrió acelerar el celo de _______ para usarlo y atraer demonios

Ray se safó de mi agarre con facilidad y se le plantó enfrente al señor. Yo ni siquiera hice un esfuerzo por detenerlo, ¿En qué momento el señor Yuugo...?

- ¿Fue con ese té?

Recuerdo que la noche que cenamos juntos me ofreció un té que sabía un poco raro.
El señor asintió con pesar, se veía arrepentido. Debía de estarlo pero aún así yo me sentía dolido al pensar que eso que yo creí que era una muestra de aprecio era en realidad algo para matarnos.

- Me arrepentí después, pero ya no podía hacer nada...

- ¡¿Nos metimos en este problema por tu culpa?! ¡_______ pudo haber muerto por estar en ese sitio mientras tenía su celo!

- ¡Lo sé! Yo estuve ahí también de esa forma, ¡Así que sé lo que es!

- Parece que no debiste sufrirlo lo suficiente como para poder hacerle lo mismo a él

De acuerdo, es suficiente. No defiendo al señor por lo que hizo, pero sé que no se merece que Ray le diga eso.
Además, Lucas parece estar sufriendo esto también.
Me puse de pie y tomé a mi alfa del brazo.

- Ray, vamos

El alfa no opuso demasiada resistencia y me dejó llevarlo hasta la puerta, pero cuando íbamos saliendo le dijo algo más a Yuugo.

- No te le vuelvas a acercar, JAMÁS

Apenas salimos de ahí, Ray se marchó rápidamente en dirección a nuestra habitación.
Lo seguí de inmediato y lo detuve a mitad del pasillo.

- ¡Ray! No debiste decir eso

- ¿Qué no escuchaste? Nos llevó allá y encima te provocó el celo sabiendo lo peligroso que era, ¡Por su culpa tú...! Tú pudiste haber... Dime, ¿Qué hubiera hecho si morías ahí...?

Ray me miró con un pesar que lucía aún más profundo en sus ojos oscuros.
Suspiré y lo abracé, él me regresó el abrazo de igual forma.

- Ray, el señor Yuugo intentó salvarnos a último momento, ¿Lo recuerdas? Y ayudó a rescatarnos a mí y a Emma

Mi pareja se alejó ligeramente y acaricié su rostro con suavidad.

- Y me salvó de haber sido devorado por ese demonio. Puede que él nos haya puesto en ese peligro, pero yo hubiera muerto de no ser por él

- Pero...

- A mí tampoco me gusta pensar que el señor hizo eso, pero nosotros también hemos cometido errores... ¿No?

Ray me acarició suavemente el cuello, pasando sus dedos alrededor de mi marca.

- ... No lo voy a perdonar

- Y no te estoy diciendo que lo hagas. Pero dale tiempo

- Solo porque gracias a él tú estás aquí para pedirme eso

Ray sonrió ligeramente, subió su mano hasta mi mejilla y me hizo levantar la vista para poder besarlo.
Llevé mis manos a sus hombros mientras continuabamos el beso con cuidado, hasta que ambos nos alejamos al escuchar una melodía familiar proveniente de la sala principal.

- Parece que Nat está divirtiéndose con el piano

- Eso parece

Miré en dirección a la sala, disfrutando la lenta melodía, hasta que Ray me tomó repentinamente por las manos y avanzó un par de pasos, haciéndome retroceder.

- ¿Qué haces?

- Quiero probar algo

Llevó una de mis manos devuelta a sus hombros, después colocó su mano en mi cintura y estiró ligeramente nuestras manos unidas.
Seguí tan confundido como antes, hasta que Ray comenzó a caminar suavemente, indicándome cómo moverme.

- No entiendo, ¿Esto por qué...?

- Vi como hacerlo en uno de los libros y... quería probarlo contigo. Decía que se suele hacer esto en... en las bodas

Sentí que se me calentaban las mejillas, y por los nervios terminé pisando a Ray accidentalmente.

- ¡Lo siento! Es difícil

- E-está bien, tú solo deja que yo te guíe, ¿De acuerdo?

Asentí. No entiendo la gracia de esto pero si es algo que Ray quiere...
Acomodamos nuestras manos de nuevo, y seguimos.
Miré mis pies en todo momento, teniendo cuidado de no pisar a Ray mientras le seguía el ritmo, dando lentas vueltas mientras nos movíamos por el pasillo.

- Bien, ya lo estás entendiendo. Ahora...

Repentinamente Ray soltó mi cintura, levantó su otra mano que sujetaba la mía e hizo un movimiento raro, haciéndome dar un giro en mi sitio y después trayéndome cerca de él.
Me quedé un momento ahí, pegado a su pecho y simplemente mirándolo.

- Lo siento, ¿Fue demasiado?

Sonreí y negué con la cabeza.

- Para nada, fue divertido. ¿Seguimos?

Nos acomodamos por una tercera vez, y esta vez no necesite mirar mis pies.
Simplemente miré a Ray, y ya no pude dejar de hacerlo.
Comencé a entender por qué esto sería entretenido de hacer. Moverte junto a tu pareja, simplemente dejándose guiar por la melodía mientras lo miras a los ojos...

- Dijiste que esto se hace en las bodas, ¿Tan decidido estás a casarte conmigo?

- Como no tienes idea

Ray me hizo dar otro giro más y me reí.
Fuimos un poco más rápido cuando la melodía aumentó la velocidad de su ritmo, Ray hizo una ligera variación de nuestros pasos que le pude seguir con facilidad.

- Apenas eres un niño

- Tú también. Y ambos hemos hecho cosas que no deberían hacer niños normales así que...

- ¡Ray!

Mi alfa repentinamente se detuvo y se agachó, haciéndome inclinarme hacia atrás mientras me sostenía por la cintura. Nuestros rostros quedaron sumamente cerca, y pude apreciar perfectamente la encantadora sonrisa que me dedicó.

- ... puedo practicar para mi boda si yo quiero

- "Nuestra"

- ¿Eh?

Nos incorporamos de nuevo, la música se había detenido.
Sonreí y le eché los brazos al cuello al Ray, él me rodeo la cintura con sus brazos y me acercó más a él.

- Sería "nuestra" boda, tonto

- Tienes razón, pero eso es algo obvio. No querría compartir mi vida con nadie más

- ¡Aw!

Ambos nos separamos de golpe al escuchar una voz.
Miramos en la dirección opuesta del pasillo y pudimos ver a un puñado de los niños más pequeños escabullirse rápidamente en dirección a la cocina.
Sentía que me podía morir de vergüenza justo donde estaba.

- La próxima vez hagámoslo en nuestra habitación

- Concuerdo totalmente