64. Los restos de una marca II / II
Tal y como Ray supuso, finalmente llegamos al refugio durante las primeras horas de la madrugada del día siguiente.
Era muy temprano, así que me sorprendí bastante cuando salió todo un comité de bienvenida para recibirnos.
Algunos de los mayores se pusieron de inmediato a ayudar con los heridos y a interactuar con todos los nuevos, pero el resto de nuestros hermanos no actuaron de una manera tan tranquila.
- ¡_______! ¡Estás bien!
- ¡Ray! ¡Sigues vivo!
El alivio en las exclamaciones de los más pequeños sólo era comparable con lo rápido que salieron a recibirnos apenas entramos en el refugio. Si bien debo admitir que fue lindo, eso no evitó que casi sintiera cómo se me rompía la espalda cuando un puñado de ellos se me echó encima y me tiraron al suelo mientras me abrazaban entre lágrimas de alivio.
- A-ay, hola... Yo también los extrañé...
Era difícil demostrar mi alegría cuando sentía la espalda horriblemente adolorida por la caída.
Les acaricié la cabeza a un par de pequeños antes de que Ray se apresurara a ir a mi lado para ayudarme a ponerme de pie, mientras les decía a los niños que se calmaran.
- ¡Tengan cuidado! _______ está herido, así que no se le avienten así
- Ray, está bien, tampoco es para que grites...
Le puse una mano en el hombro a mi alfa para tranquilizarlo, al ver que los niños se pusieron un poco tristes con el regaño de Ray.
- Lo sentimos ______, ¿Estás bien?
- Tranquilos, estoy bien
Le sonreí a los niños lo más tranquilamente que pude, aunque realmente sí que me dolía bastante la espalda. Ray me dió una suave caricia en un intento de aliviarme un poco, pero ambos nos distrajimos cuando una voz conocida nos llamó a ambos.
- ¡Ray! ¡______!
- Gilda... ¡¿Cómo está Emma?!
Al ver a nuestra, Ray de inmediato preguntó lo que nos había estado preocupando desde que salimos de Goldy Pond.
Gilda se acercó de inmediato y nos sonrió, un gesto que nos tranquilizó incluso antes de que nos diera las noticias.
- Ella está bien, o eso parece. Ya está estable, aunque... Aunque no ha despertado, pero al menos está bien considerando las heridas que tenía
- ¿Dónde está? Tengo que ver por mí mismo que esté bien...
- Tal vez sea mejor esperar hasta las horas de luz, si estuvieron caminando toda la noche todos deben estar cansados
Ray iba a protestar, pero Lucas intervino diciendo que la chica tenía razón, y aprovechó para preguntar por su pareja, el señor sin hombre.
Gilda nos dejó un momento para guiar a Lucas a la habitación en la que según ella estaba descansando el señor, mientras que el resto de nosotros comenzamos a dirigirnos a las otras habitaciones para dormir un poco, ya que las última horas de viaje apresurado y sin descanso nos comenzaban a pasar factura.
- ¿A dónde creen que van, par de tórtolos?
Cuando estábamos por entrar a uno de los cuartos llenos de colchones, Don nos detuvo pasándonos un brazo por los hombros a ambos, aunque conmigo retiró su brazo de inmediato al darse cuenta de que me lastimó al hacerlo.
- Te recuerdo que nos acaban de mandar a dormir
- No me refiero a eso
Tanto Ray como yo intercambiamos una mirada confundida.
Don sonrió y nos dijo que nosotros deberíamos dormir en otra habitación aparte.
- Bueno, ya son oficialmente una pareja, seguro que sería mejor para ustedes tener su propio espacio
- Eh, bu-bueno no... Eso no...
- Oh vamos, eso no es algo que se pueda ocultar fácilmente
Don señaló su propio cuello, haciendo una clara referencia a la marca visible en mi cuello.
Me sentí un tanto avergonzado por eso así que ya mejor ni me esforcé en decir nada más. Ray, por su parte, intentó alegar algo de que no había que desperdiciar espacio, pero después de protestar quedó más que claro que iba a ser imposible convencer a Don.
- Gilda piensa igual que yo, ¡Y seguro que Emma también lo haría! Así que vamos, seguro que ustedes dos necesitan su espacio a solas después de haber estado con nosotros por tantos años
Ray abrió la boca para decir algo más, pero la repentina intervención de Nat y Anna desde el interior de la habitación puso fin a esa discusión y terminamos dirigiéndonos hacia la habitación a la que nos dijeron que habían movido nuestras cosas.
- Esto es raro, se siente como si...
- ¿Estuviéramos casados?
Ray pareció decir eso sin pensar, ya que cuando lo voltee a ver sus mejillas se colorearon repentinamente de un tono rojizo antes de que apartara la mirada, avergonzado.
- Si, bu-bueno, algo así...
Tal vez Don tenga un poco de razón, podría apostar que Lucas va a dormir con el señor sin nombre hoy... Pero es diferente, ellos dos son adultos.
- Se supone que es esta
- Me siento excluido, nos pusieron un poco lejos de los demás
Observé por un momento la distancia que nos separaba del cuarto de nuestros hermanos, sin poder evitar estar un poco triste. Finalmente Ray me obligó a entrar, algo que se me complicó más cuando un puñado de los más pequeños se asomaron por la puerta de su cuarto para desearme buenas noches a la distancia.
- Me suena a que alguien ya le comenzó a agarrar más cariño a los niños pequeños, antes decías que no te gustaba jugar con ellos
Me crucé de brazos y fingí no escuchar eso para no tener que contestar.
Ray me sonrió mientras cerraba la puerta detrás de nosotros.
La habitación era prácticamente igual que el resto destinadas como dormitorios, aunque esta sólo tiene una litera por lo que supongo que si no estaba así desde un inicio, nuestros hermanos movieron la segunda litera, que debería estar aquí, hacia otra habitación. En su lugar, había una gastada cajonera contra la cual se encontraban recargadas nuestras mochilas con cosas que no nos habíamos llevado al ir a Goldy Pond.
Además de eso, la habitación tan sólo tenía una mesita de noche al lado de la litera.
Me sorprendió lo limpio que estaba el cuarto, supongo que nuestros hermanos lo limpiaron para nosotros.
Ray se puso a revisar algunas cosas de su mochila mientras yo me preparaba para dormir. Era un tanto vergonzoso hacerlo en la misma habitación que Ray por alguna razón, sobretodo sabiendo que ahora compartíamos este cuarto.
Me quité toda la ropa sucia (a excepción de la interior) por la tierra, polvo y sangre entre otras cosas, y me apresuré a ponerme un pantalón limpio de entre un montón de ropa doblada que nos habían dejado sobre la cama.
- Deberíamos cambiarte los vendajes antes de dormir
Voltee a ver a Ray, él me miró mientras sostenía un rollo de vendas limpias en sus manos, junto con un frasco de ungüento medicinal que habíamos hecho cuando aún estábamos con Musica.
Mi alfa se acercó a mí para dejar las cosas en la cama, me besó brevemente en la mejilla antes de decirme que iría por agua para lavar mis heridas.
A pesar de que insistí en que no era necesario, él terminó saliendo del cuarto mientras me decía que fuera eligiendo dónde quería dormir.
Mientras Ray estaba fuera me quité la camiseta de tirantes que aún conservaba. Era un tanto difícil y doloroso hacerlo, pero finalmente lo conseguí y la arrojé al rincón dónde había dejado el resto de ropa.
Supongo que en la mañana iré a lavarla, me siento sucio dejándola así nada más.
- Ahh, que alivio...
Me acosté bocabajo en la cama con lentitud, mi espalda y yo agradecíamos por fin poder dormir contra algo más suave que una corteza de árbol.
Espero que las heridas no se vean tan mal, en teoría ya deberían estar cicatrizando bien pero con eso de que no he podido tomar un baño decente en días... Ahora que lo pienso, seguro que apesto, ¿Cómo voy a dormir con Ray así?
Me incorporé de golpe al pensar en eso, lo cuál me ganó un buen golpe en la cabeza con la litera de arriba y unas dolorosas protestas por parte de mi espalda.
- Maldición...
Me senté en la cama, medio hecho bolita, mientras me agarraba la cabeza con las manos. Sentía los ojos un poco llorosos por el golpe, sólo espero que no me vaya a salir un chichón.
- ¿Estás bien?
Levanté la vista al escuchar la voz de Ray.
Habíamos regresado antes de lo que esperaba, y ahora mismo me miraba claramente intentando aguantar la risa.
Puse mala cara y retiré las manos de mi cabeza.
- ... Me golpee con la cama de arriba
- Ya lo noté
Ray me sonrió mientras se acercaba a mí, dejando al lado de la cama la cubeta que llevaba en su mano .
Lo miré atentamente cuando se sentó a mi lado y me acarició suavemente la cabeza.
- Entonces, ¿Ya pensaste dónde quieres dormir?
- Hmm sí, abajo
- ¿E-eh?
Las mejillas de Ray se tiñeron de rojo. No tuve que pensarlo mucho para adivinar qué diablos había pensado este maldita pervertido.
- ¡Me refiero a la cama!
- ¡S-si pensé lo mismo! Aunque yo me refería más a de qué lado querías dormir
Ray se apresuró a aclararse mientras me indicaba que me diera la vuelta.
Obedecí, girandome hasta darle la espalda, mientras lo pensaba un poco antes de responder.
- No sé, estoy bien de cualquier lado
- En ese caso yo tomaré el lado derecho
Eso me deja arrinconado entre la pared y Ray... ¡Perfecto!
Sonreí para mí mismo mientras sentía como Ray se ocupaba de desabrochar mis vendajes. Poco después de que las vendas cayeran al suelo, comencé a sentir el tacto algo cálido y húmedo de una especie de esponja contra la piel adolorida de mi espalda.
- ¿No está muy caliente?
- No, está bien pero... No tienes que hacer eso, yo puedo hacerlo
- Está bien, déjame hacer esto por ti, ¿Si?
Me preocupaba lo mal que se pudieran ver mis heridas, pero finalmente asentí y dejé que Ray continuara.
Lavó la sangre y suciedad de mi espalda de manera superficial por al menos cinco minutos más, aplicando una suave presión que junto a la calidez del agua hacia que esto se sintiera casi como un masaje.
De hecho, para cuando él finalmente dijo que con eso debería estar bien yo estaba comenzando a cabecear un poco.
- En la mañana las limpiaremos mejor, ¿De acuerdo?
Sentí como Ray depositaba un corto y suave beso en la parte alta de mi espalda, no pude evitar estremecerme un poco por ese gesto.
- De acuerdo, gracias Ray
- No me agradezcas, aún no terminamos
Me giré un momento para ver cómo Ray preparaba las nuevas vendas, y entre él y yo rodeamos mi pecho y espalda con ellas para cubrir mis heridas hasta dentro de algunas horas.
- ¿No te aprietan mucho?
- No, están bien. Perdón por tenerte haciendo esto
- Tranquilo, está bien
Ray me atrajo hacia él y me besó en la coronilla mientras me abrazaba contra su pecho. Me acurruqué más contra él mientras sentía una agradable calidez tanto en mi cuerpo como en mi pecho.
Me estaba comenzando a quedar dormido de nuevo cuando finalmente Ray anunció que ya debíamos acomodarnos adecuadamente para dormir. Mientras él iba a apagar la luz del cuarto, yo me metí bajo las mantas con un poco de trabajo, acostándome de lado para no lastimarme.
- ¿Estás cómodo de esta forma?
Sentía la voz de Ray cerca de mi oído cuando él se recostó a mi lado y me abrazó por la espalda, teniendo cuidado al hacerme apoyar mis heridas cobra su pecho. No podía verlo a la cara, pero abrazándome de esta forma se sentía extrañamente bien, además de que el calor de su cuerpo me hacía sentir bastante aliviado del dolor.
- Sí, ¿Tú estás bien así?
Una de mis piernas se cruzó a medias con las de Ray, lo cual me logró poner un tanto nervioso.
- Sí, es bastante cómodo...
Ray suspiró antes de enterar su rostro contra mi cuello. Un ligero temblor recorrió mi cuerpo cuando sentí el suave tacto de sus labios contra la piel de mi cuello.
- ¿Crees que hoy también sea necesario...?
- Será mejor que sí, sólo por si acaso
- De acuerdo, intentaremos tener cuidado
Asentí, sintiendo como mi corazón se aceleraba rápidamente al saber lo que venía.
Habíamos estado haciendo esto prácticamente a diario desde que tuvimos esa conversación con Lucas, pero aún así seguía doliendo.
Ray comenzó a besar dulcemente la piel alrededor de mi marca, mientras que una de sus manos pasó de estar alrededor de mi cintura a deslizarse suavemente a la altura de mi pecho.
Tomé su mano y mordí muy suavemente esa parte lo suficientemente carnosa situada en una zona del dorso cerca del pulgar. Me parece que a este paso a él también le quedará una marca.
- Voy a hacerlo ya
Asentí. El tacto suave de los labios de mi alfa fue sustituido por el roce firme de sus dientes, justo un instante antes de estos se hundiera con fuerza en mi piel.
Ahogué un quejido de dolor al morder la mano de Ray, se notó fácilmente que le dolió ya que su mordida aumentó momentáneamente la fuerza con la que aseguraba su marca en mi cuello.
Sentía cierta calidez particular en mi cuello, es un alivio saber que esta vez sí perforó la piel a la primera.
Cerré los ojos mientras sentía como mi respiración comenzaba a normalizarse lentamente. Ray aplicó un poco más de presión con sus dientes (lo cual yo correspondí haciendo lo mismo en su mano) antes de finalmente soltarme.
Hice lo mismo, le había dejado la marca de mis dientes en la piel de su mano pero no había mordido lo suficientemente fuerte como para perforar su piel. Seguramente estará como si nada en la mañana.
- Lo siento, debió de doler bastante
- Está bien, está bien...
Respiré con aún un poco de dificultad mientras llevaba torpemente a ciegas mi mano en dirección al rostro de Ray.
Él terminó de guiar correctamente mi mano hacia su mejilla mientras se encargaba de lamer y limpiar adecuadamente las heridas recién abiertas en mi cuello.
Probablemente fuera el agotamiento extra provocando por tener que reafirmar la marca en mi cuello, pero en algún momento después de eso me terminé quedando profundamente dormido sin darme cuenta.
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