Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

46. Un atajo de cuatro días III / III

- ¡Ah!...diablos, oye niño, despierta

El tipo sin nombre me tomó por el hombro y me sacudió levemente. Solté un bostezo y abrí los ojos con cansancio, estaba medio acostado sobre el pecho del hombre, ambos habíamos dormido en uno de esos puentes extraños entre árboles.

Bajamos hasta el suelo, dónde nos encontramos con Ray y Emma, al verlos de inmediato fui hacia ellos con preocupación. Estaban bastante sucios y tenían unas ojeras muy notorias debajo de los ojos.

- Ah, ¿Qué sucedió?

- Los demonios volvieron a atacar a mitad de la...la noche...

Emma soltó un bostezo a media oración y Ray tuvo que terminar de hablar por ella.

- Así que tuvimos que encargarnos de ellos, fueron un par más en comparación a la noche anterior

- ¿Por qué no me despertaron? Los podría haber ayudado

Ray me tocó la frente y de inmediato supe la estúpida razón de que hubiera preferido enfrentarse a los demonios sólo con Emma.

- ¿Fiebre? ¿Otra vez?

- Sí

- Ya te dije que estoy bien, los puedo ayudar...

- Sólo nos faltan dos días más de camino, y hasta ahora Emma y yo podemos encargarnos de los demonios nosotros solos

Puse los ojos en blanco con fastidio y bufé. Ray me acarició la mejilla con una sonrisa cansada, ¿Qué tan poco a dormido los últimos días?

- Oye, está bien. El hecho de que estés bien descansado es la razón principal por la que podemos comer mínimamente bien, y eso nos ayuda mucho

Ya que el último par de días habíamos tenido ataques nocturnos por parte de los demonios, el hombre y yo éramos los más descansados del grupo, y considerando la enorme ayuda que estaba siendo nuestro guía yo era el único que de momento se estaba ocupando de conseguir algo de carne a lo largo del día.

Las provisiones que habíamos traído desde el refugio se habían acabado casi por completo, por lo que fue una muy mala pasada de parte del estúpido bosque (o los demonios o yo ya no sé a quién echarle la culpa para sentirme menos mal) que para la hora del almuerzo no hubiera podido cazar ni siquiera una maldita lagartija.
Sumando a esto lo que Ray me había dicho en la mañana me sentía lo suficientemente mal como para no tener muchas ganas de comer.

Ray y Emma estaban dando vueltas alrededor intentando encontrar algún tipo de baya o cualquier cosa que fuera comestible y no venenosa o mortal.
Gilda nos había dado un pequeño pan extra a los tres, tanto Emma como Ray habían terminado ya el suyo, así que en lo que ellos buscaban por ahí reemplace la porción de pan casi completamente acaba de Emma con la mía, metiendola en su mochila. Yo no la había tocado, por si llegábamos a necesitarla después, así que no debería haber ningún problema.

Me alejé un poco para afilar más algunas flechas con ayuda del cuchillo, mientras de lejos intentaba memorizar la apariencia de las hojas y la fruta que colgaba de una rama que nuestro guía debió haber arrancado de algún árbol mientras caminábamos.
Él sabe cómo conseguir comida aquí, y aún así pretende dejarlos morir de hambre...no me sorpende.

- Ah, ¡Ray! ¡Mira! Aún no nos terminamos todo el plan, ah gracias Gilda...

- ¿De verdad?

Evité voltear en dirección a mis amigos cuando ellos regresaron con apenas unas pequeñas bayas para comer.

-...______, ¿Tú ya comiste?

Ray de inmediato me habló con sospecha, tal y como me lo esperaba. Le respondí afirmativamente y le mostré las sobras del pan de Emma, lo que bastó para convencerlo (aunque probablemente el hambre que debía tener también ayudó a que no hiciera más preguntas).

Pocos minutos después, cuando terminaron de comprobar las armas y las municiones, reanudamos la marcha.
Si bien las difícil que comenzábamos a tener eran más que obvias, manteníamos un ritmo bastante bueno mientras avanzábamos por el bosque. Al mismo tiempo los tres observabamos con atención todo lo que nuestro guía hiciera, aprendiendo y robando de toda la información que nos brindaba, desde el como se movía hasta la manera en que disparaba y manejaba a los demonios.

Cuando lo veía hacer todo eso, no podía continuar pensando con emoción que era un hombre simplemente increíble.

- ¡Miren, ya estamos en A07-63! A08-36 está justo por aquí

Fui a donde estaba Emma, quien había sacado el bolígrafo para comprobar nuestra ubicación.
Ya había anochecido así que las letras eran claramente visibles: estábamos a nada de llegar a nuestro objetivo.

- ¡Parece que llegaremos antes de lo que planeabamos!

Probablemente llegaríamos mañana en la mañana o alrededor del medio día.
Decidímos detenernos por hoy, Emma fue a intentar buscar algo de comida, mientras que Ray comprobó de nuevo un mapa que habían traído. Según lo que me había mostrado hacé un par de días, la coordenada a la que íbamos parecía coincidir con un lugar llamado "Goldy Pond", que en el mapa aparecía como una especie de lago.

- Me pregunto que habrá ahí...¡Mmmhf!

Maldita sea, otra vez.
Me abracé el vientre con fuerza mientras me sentaba en el suelo, no sé si deba a que desde el segundo día de viaje apenas si hemos tenido tiempo de descanso durante las horas de día, pero el dolor ha ido empeorando y siempre llega en cuanto nos detenemos por alguna razón.

Pasé saliva con dificultad y me quité la capucha de la capa por un momento mientras intentaba calmar el ritmo de mi respiración.
Saqué mi botella de agua y a pesar de lo acalorado y sediento que estaba me pude controlar para tan solo beber algunos tragos muy pequeños.
No sabemos que hay en Goldy Pond, pero sólo en caso de que no haya alguna fuente segura de agua debería intentar tomar el mínimo para aguantar bien el viaje de regreso.

Aunque ahora que lo pienso...el señor probablemente ya estuvo ahí, conoce dos caminos para llegar que no están en el mapa y él ya nos había dicho que intentó buscar a Minerva antes.

- Disculpe, señor...

Me puse de pie con dificultad para ir con nuestro guía, él tan solo me miró unos segundos antes de continuar inspeccionando el bosque.

- ¿Qué quieres, niño?

- ¿Qué hay en A08-36? Usted ya ha estado ahí, ¿Verdad?

Ambos nos giramos por un momento al ver que Ray había conseguido prender una pequeña fogata, y que Emma había regresado con una bendita lagartija y varias frutas pequeñas más, junto con un manojo de jugozas bayas. El estómago me gruñó, haciéndome desear que la tierra me tragase cuando el hombre me volteó a ver de inmediato.

-...no deberías quedarte sin comer nada

- No tengo mucho ánimo para comer algo

Él me miró brevemente antes de agacharse al lado de su mochila y comenzar a buscar en ella, me asomé con curiosidad para ver qué estaba haciendo.

- Ten, come

Estiró su mano hacia mí, en ella sostenía un pequeño pedazo de pan con algo dorado embarrado apresuradamente en él. Con algo de duda le dí un pequeño mordisco, el dulce sabor familiar me llenó la boca por completo y tuve que concentrarme mucho para no devorar el resto del pan.

- ¿Es miel?

- Sí, tal vez eso te abra el apetito

- ¡Gracias!

Me senté en el suelo para intentar comer de una manera no tan desesperada el resto del cacho de pan. Aún así duró muy poco, pero me sentí mucho mejor después de terminarlo.

- Mmh, señor, ¿Puedo preguntarle algo?

- No pienso darte más comida

- ¡N-no es eso! Yo..., bueno,¿Cómo es tener el...el celo?

Miré atentamente a aquel hombre, esperando ansiosamente una respuesta.
Él miraba fijamente al suelo, parecía buscar algún tipo de respuesta en específico.

-...es complicado de explicar, hace muchos que no lo he tenido así que tampoco puedo decirte algo aproximado

¿Lleva años sin tener el celo...? ¿Eso es posible? Tal vez sea la razón por la que su presencia no recuerda mucho a la de un omega.

- ¿Por qué ya no lo tiene?

-...no te interesa

- Oh, de acuerdo,...¿Duele?

El hombre lo pensó un poco antes de responder despacio, como si cuidara cada palabra que salía de su boca.

-...no precisamente, pero te hace...sufrir, de una manera algo, eh, diferente

- ¿Debería estar asustado por eso?

- ¿Acaso te da miedo tener tu celo?

Asentí, el tipo me miró con desconcierto. Finalmente puso una sonrisa algo triste y me acarició el cabello de una manera bastante gentil.

- ...la primera vez asusta, pero tú tendrás a alguien que te ayude con eso

Miré de reojo a Ray, el hombre asintió.

- Te lo hará más fácil

- ¿Usted tuvo a alguien que lo ayudara?

Debí haber tocado algún tema sensible, ya que por unos segundos la expresión en los ojos del hombre fue puramente de dolor y tristeza.

- Eso tampoco te importa

-...comprendo, gracias por responder mis otras dudas

Iba a disculparme por preguntar eso último cuando la voz de Emma me interrumpió antes de que siquiera pudiera comenzar a hablar.

- ¡Señor!

El hombre puso mala cara y ambos volteamos a ver la chica, quien venía caminando desde la fogata hasta donde estábamos nosotros.

- Antes de que sea mañana sentémonos y tengamos una buena y larga charla. Voy a salvarle

Tanto el hombre como yo miramos con confusión a la chica. Me lo veía venir...pero no sé si sea buena idea correr el riesgo de ponerlo furioso y que nos maté a todos cuando estamos a tan poco de llegar.

Sentí el peligro venir así que me puse de pie y fui a donde estaba Ray, que también parecía nervioso mientras Emma le decía en muchas palabras que no teníamos necesidad de ser enemigos y que deberíamos ayudarnos mutuamente.

- ¡Ahora dejé salir todo y hablemos!

Tenía ganas de gritarle a Emma que no fuera idiota y mejor se rindiera está vez con su idea de querer hacernos a todos amigos, pero estaba algo entretenido pensando que podría suceder así que no dije nada.
El tipo sin nombre al inicio pareció aturdido por la declaración de Emma, pero no tardó en molestarse y comenzar a gritarle.

- ¡Perra escandalosa! ¡¿Tú quieres salvarme?! ¡¿Quién te crees pequeña mocosa?! ¡Sólo deja de joder, perra de cabello largo!

Ray dió un paso en dirección a ellos pero lo detuve por el brazo. Si íbamos a tener que intervenir aún no era el momento.

- ¡Te odio! ¡Los odio a todos! ¡No les diré nada así que ahora apártense!

- ¡NO!

Emma gritó con mucha fuerza y de una manera que nunca le había escuchado antes, así que supongo que de verdad piensa conseguir que este hombre no quiera matarnos y que de alguna manera de abra con nosotros.

Ray y yo cruzamos miradas y sonreímos ligeramente. Esta chica...de verdad es terca.

- ¡No me importa si somos odiados o si nos matan, no puedo ignorar esto! ¡Paremos todo esto! ¡Ocultarlo es inútil y no se solucionará nada si tan solo sigue escapando de ello!

- ¡¿Qué?!

- ¿Fue doloroso, cierto? Usted tenía una "buena familia", tal vez incluso a alguien especial a su lado ¿No? Compuesta por usted y todos su compañeros. Y los amaba a todos, ¿No es así señor?...

Es bastante difícil descifrar la expresión del hombre en este momento, parece algo aturdido.

- ...Pero luego los perdió y se sintió triste, frustado y desconcertado, sufrió completamente sólo, por muchos años. Cada día se sintió como si estuviera siendo destrozado por eso sentimientos, ¿No es así?

- Que mierda... ¿Crees que sabes de mi...? Tu eres sólo una...

- No lo sé, solo puedo adivinar. Es un hombre mayor que perdió a cada uno de sus compañeros, no puedo tan solo decir que "entiendo" su dolor sin entenderlo realmente...pero en realidad, si puedo decirlo. Lo entiendo

Emma dió un paso más hacia el hombre, colocándose frente a él.

- Somos casi iguales, ¿Verdad? Se ve reflejado en nosotros. La actual yo y el viejo usted, el lazo que une a ________ con Ray y el que usted alguna vez tuvo con alguien, nuestra familia y sus compañeros...y es por eso que siente dolor cada vez que nos ve, ¿No es así? Era tan doloroso que incluso sintió la necesidad de apuntarnos con una pistola, pero lo que quería que desapareciera de su vida no éramos nosotros, era su viejo yo ¿No?

Me comencé a sentir algo mareado, pero aún así presté atención a las siguientes palabras de Emma, buscando alguna reacción favorable en el rostro de aquel hombre.

- Señor, si nos mata, podría servir como una distracción temporal, ¡Pero al final no cambiará nada! ¡Usted aún sufrirá! ¡Y eso no es bueno, así que cambiemos eso!

-...¿Cambiar qué? ¿Y cómo? No hay nada que puedas hacer

El hombre apretó el arma entre sus manos, está vez tanto Ray como yo dimos un pequeño paso al frente, temiendo por la seguridad de nuestra amiga.

- No importa cuánto te arrepientas por todo, no puedes cambiar el pasado. Mis compañeros muertos...mi pareja muerta no regresaran

Sentí que el corazón me dió un vuelco, entonces él en verdad... él también perdió a alguien como yo perdí a Norman en su momento.
Sólo que él no tuvo a nadie más, ni siquiera algún amigo...

- Siempre y cuando ustedes desaparezcan de mi vista, no me importa que sea una distracción temporal. Tu cara...la de todos ustedes...me hace querer vomitar

El hombre se inclinó hasta quedar muy cerca de Emma, apreté los dientes y di un par de pasos en dirección a mi mochila, dónde debía estar mi revolver. No quiero matarlo, y no nos beneficiaria hacerlo, pero no pienso dejar que lastime a alguien de mi familia.

- No puedes salvarlos, no puedes cambiar esta realidad infernal. ¿Vas a salvarme? Esa es buena, ¿Qué diablos crees que puedes hacer?

- Puedo vivir contigo

Incluso me olvidé del mareo al escuchar la inesperada propuesta de Emma, tanto Ray como el señor y yo miramos con incredulidad a la chica.

- Vivos juntos, señor. Regresaré a Grace Field dentro de dos años a salvar al resto de mi familia, y los guiaremos a todos ellos al mundo humano. Venga con nosotros, señor, ¡Vayamos a ver el mundo que nuestros amigos querían ver!

Emma bajo la mirada y su tono se volvió ligeramente dolido, en cuanto la escuché hablar mi corazón dolió un poco con tristeza.

- Nosotros perdimos a alguien también, para Ray y para mí fue un amigo irremplazable, nuestro mejor amigo en todo el mundo...y para _______ fue alguien incluso más especial. Apuesto que él quería estar aquí más que todos nosotros juntos, pero ahora no puede, y es todo gracias a mí

Norman...
Los ojos se me llenaron de lágrima pero me apresuré a secarlas de inmediato, aunque cuando lo hice sentí mi piel excesivamente caliente.

- Él me confío todo, diciendo "te dejo el resto a tí". Es por eso que continúo avanzando, sin importar que tan duro se ponga, yo puedo vivir por su bien y ver los paisajes que Norman quería ver, viviré en el mundo en el que Norman quería vivir...

El hombre retrocedió un par de casos mientras miraba a Emma con confusión, e incluso diría que con algo de miedo, ¿De verdad lo está convenciendo...?

- Ugh... maldición...

Murmuré en voz baja mientras las piernas me temblaban. Me siento mal, el suelo...el suelo parece moverse bajo mis pies...

-...¡Así que continúe adelante con nosotros, señor! ¡Vive tu vida por tus compañeros también! El pasado no puede ser cambiado, y los muertos no pueden volver a la vida, pero aún así... aún así puede continuar con los sueños de sus compañeros. ¡Incluso si está sólo no puede parar! ¡Sus compañeros no desean eso, y usted tampoco!

Me concentré lo más que pude en la expresión del hombre, pero comenzaba a tambalearme ligeramente. Será mejor que le diga a Ray rápido...

- Retrocedan ahora, no se acerquen a Goldy Pond

- ¿Qué...?

¿Qué está diciendo...? ¿Por qué el señor dice eso...?

- No vayan allá, es malo. Ese lugar...

- ¡Ah!

Me llevé la mano a la boca en cuanto se me escapó un jadeo involuntario que interrumpió la voz del hombre, Ray me volteó a ver y las piernas me terminaron de fallar, haciéndome caer de rodillas al suelo. ¿Qué... qué me pasa...?

- ¡________!

- ¡Bichito! ¡Maldita sea!

Ray dió un paso en mi dirección pero se detuvo de golpe, llevándose una mano a la cara para cubrir su boca y su nariz. Emma también volteó a verme pero se quedó congelada en su lugar, aquel hombre fue el que más se alcanzó a acercar a mí antes de que sintiera un repentino tirón por el abdomen que me elevó del suelo y alejó velozmente de todos ellos.












Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro