Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

28. Las primeras luces de un mundo nuevo

Emma no tardó en llegar a donde estábamos y de inmediato todos echamos a correr en dirección al muro.
Alcancé a ver de reojo que Ray iba corriendo al lado de Don un par de metros detrás de mí, su aroma me comenzaba a inundar la nariz de manera más insistente de lo normal así que me obligué a apresurar el paso para ignorarlo más fácilmente.

Noté que los que estaban delante de mí disminuían el paso, por lo que hice lo mismo, al poco rato ya nos encontrábamos frente al muro.

- ¡Don! ¡______!

- ¡Ya vamos!

El beta y yo nos movimos de inmediato ante el llamado de Emma, me subí de inmediato a un árbol y até una de las sogas para que Don pudiera usarla para escalar por el muro, una vez que lo logró me moví a otra rama y le arrojé la mochila que llevaba, la cual traía un par de sogas más.

Don la atrapó y extrajo una de las cuerdas para tirar un extremo hacía abajo y que los demás la usarán de apoyo para subir mientras el la sostenía.
Mientras Emma y Gilda subían me aseguré de que estuvieran todos...o al menos los que habíamos decidido traer.
En verdad me sorprendió que Emma finalmente aceptara no llevarlos a todos y dejara con Isabella a los menores de cuatro años, Phil entre ellos.

Además, Emma le contó todo al pequeño alfa, se lo tomó "bien", o mejor dicho con calma. Lloró mucho menos que cuando yo me enteré.
El plan era volver después por ellos, aprovechando que parecía que sólo cosechaban a los niños de 6 años para arriba.
Pero eso no ayudaba a calmar lo mal que me siento por dejarlo aquí, es un niño tan lindo y dulce...

- ¡______! ¡Te toca, eres el último!

- ¡Voy!

Tomé uno de los extremos de las sogas que colgaban por el muro y me apresuré a trepar usándolo de apoyo. No fue muy difícil, aunque cuando ví quien era él que me ofrecía su mano para ayudarme a terminar de subir casi me resbalo por la pared.

-...vamos, date prisa

Miré a Ray unos segundos y finalmente tomé su mano, olvidaré mi enojo de momento, hasta que estemos bien lejos de aquí y "seguros".

Ray me ayudó a subir y dió un par de pasos hacia atrás para alejarme del borde, aún sosteniendo mi mano.
Lo miré a los ojos, el esquivó mi mirada con tristeza y me soltó, haciéndome sentir algo mal.

-..."feliz cumpleaños"

Mi alfa levantó la mirada con confusión, me abracé y froté un poco mis brazos cuando comencé a sentir el frío de la madrugada.

- Ya pasa bastante de media noche, así que ya es 15 de enero, ¿No?

-... sí, gracias

Ray se quitó a medias la mochila para poder despojarse de su suéter y ponérmelo sobre los hombros.

- Sé que estás enojado, pero está vez quédatelo, ¿Si?

Asentí mientras miraba al suelo, avergonzado.
Sentí su mano revolver un poco mi cabello corto por un breve momento antes de alejarse.

-...tu cabello se ve muy bien de esta manera también, es lindo, cómo el resto de ti

Miré a Ray, quería ver la expresión en su cara para saber si hablaba en serio o sólo quería hacerme sentir mejor, pero él ya le había dado la espalda y se dedicaba a examinar la orilla contraria.

Ignoré con dificultad el doloroso vacío en mi pecho y me acerqué a mi amiga pelinaranja, que estaba algunos metros más allá.

-...Emma, ¿Ahora para dónde?

- Debería ser...¡Por acá!

Norman le había dejado instrucciones a Emma de una zona por dónde podríamos cruzar sin necesidad de usar el puente.
La chica pareció ubicarse rápidamente y echó a correr, todos nos apresuramos a seguirla al instante.

Debíamos llevar menos de cinco minutos corriendo por el muro cuándo el ruidoso y repentino sonido de una alarma nos sobresaltó a todos, aún así continuamos corriendo.
Al parecer tardaron menos de lo que me imaginé en darse cuenta del escape, seguro que Isabella tenía algún comunicador de repuesto o emergencia que logró rescatar del incendio.

- Es aquí, ¡Don!

Nos detuvimos, en el borde de tierra frente a nosotros había una zona algo más cerca que el resto, y con un árbol justo en la posición perfecta para servirnos de apoyo. Don se apresuró a sacar una larga cuerda hecha con sábanas que tenía un par de pesadas rocas en los extremos, arrojó uno de los lados en dirección al árbol, usándolo como una honda para que se amarrara firmemente alrededor del tronco.

Después de sostenerla de este lado fue el primero en cruzar el abismo colgándose con un gancho para ropa y deslizándose por la cuerda tensada.

Observé sutilmente como Ray miraba desconcertado como Don llegaba ruidosamente al otro extremo, cayendo en unos arbustos, y después nos hacía señas con una lámpara.

- Es nuestro turno de brillar

Me giré un poco para ver cómo Lain y Thoma llegaban con un par de cohetes de agua caseros atados a una cuerda, y los usaban para hacer llegar un extremo de la cuerda al otro lado.
Don aseguró ambas sogas y nos volvió a hacer señas con la linterna.

Saque un par de ganchos para ropa de la mochila que llevaba y se los pasé a Emma y a Gilda para que se los dieran a los chicos que serían los siguientes en cruzar por las improvisadas tirolesas.

-_______....

Ivet me llamó con voz un poco nerviosa, le sonreí lo más alegremente que pude y acaricié su revuelta cabellera negra.

- Tranquila pequeña, ya casi estamos, sólo es un pequeño "salto" más, ve con Emma, ¿Si?

La niña asintió y fue con mi amiga, quien me sonrió por unos cortos instantes antes de volver a concentrarse en ayudar a los niños a cruzar.

Después de que otros más de nuestros hermanos cruzarán una de nuestras hermanas, Jemima, tuvo un pequeño ataque de nervios, no dejaba de temblar mientras que sus ojitos lagrimeaban llenos de miedo.

Emma y yo intercambiamos miradas, intentando decidir que hacer, ya que los nervios de la pequeña eran contagiosos para los pocos niños que faltaban...y un poco para mí.
Yo no había querido ver qué tan profundo era el abismo, no porque me dieran miedo las alturas ni mucho menos, pero si era tan malo como me lo imaginaba...

- No hay razón para preocuparse

Ray pasó a mi lado, haciéndome soltar un respingo, y cargó a la niña en brazos.

- Yo iré contigo, así que descuida. Emma, ¿Tienes la cuerda que usamos para subir?

- Eh, ¡Si!

-Amárrala a nuestro alrededor, ¿Sabes cómo cruzar?

Mientras Emma sujetaba a Ray y a la niña con la cuerda le dió una respuesta afirmativa. Él volteó a ver al par que faltaba y les preguntó lo mismo, recibiendo otra animada respuesta afirmativa de parte de ambos.
Finalmente me miró con seriedad.

- ¿Estarás bien?

-... sí

- ...de acuerdo

No pude apartar la vista de Ray y Jemima mientras ambos cruzaban por la tirolesa, teniendo que alguna de las cuerdas cediera o se desatara...pero llegaron sanos y salvos al otro lado y pude respirar de nuevo con tranquilidad.

- ______, será mejor que tú vayas

- Ah, bien

Emma me pasó un gancho, lo acomodé en la cuerda y di un par de pasos hacia el borde del muro...cometiendo el error de ceder a mi curiosidad y mirar hacía abajo.
De inmediato sentí que el alma se me iba a los pies, mi respiración se aceleró al tiempo que mis piernas comenzaron a temblar mientras observaba el profundo precipicio frente a mí, ni siquiera podía ver el fondo, sólo una profunda y asfixiante masa negra de la cual no podía apartar la mirada.

- ¿_______? ¿Qué sucede?

- No..L-lo siento Emma, Y-yo no...no puedo...

Quería con todas mis fuerzas apartarme del borde, pero no podía moverme, mi cuerpo no me respondía.

- ¡Vamos ______! ya lo hiciste varias veces mientras jugábamos en el jardín

Lain me intentó animar en vano, negué con la cabeza mientras un gimoteo ahogado surgió de mi garganta acompañado de un par de lágrimas que se escaparon de mis ojos.
No hay manera de que esto se compare a bajar una pequeña lomita cubierta de pasto mientras "jugábamos".

- ¡_______!

Levanté la vista de inmediato al escuchar la voz de Ray llamándome desde la otra orilla, a dónde se suponía que yo debía llegar.

Lo miré mientras respiraba de manera acelerada, él abrió los brazos y me hizo unas leves señas, dándome a entender que me atraparía en cuanto llegara.
Negué con fuerza, Ray me sonrió con suavidad y se acercó un poco más al borde.

Por puro reflejo hice lo mismo y de golpe miré hacía abajo al notar que literalmente estaba en el borde del muro.
Volví a mirar a mi alfa con miedo, quiero estar con él, sólo quiero...quiero llegar a su lado...

Él señaló sus ojos y luego a él mismo.
"Mírame"
Volvió a hacer la seña de que me iba a recibir en cuanto cruzara.

Un movimiento a mi lado me llamó la atención, Thoma ya se había preparado para cruzar también por la otra tirolesa. Lo miré atentamente cuando con un ligero zumbido se arrojó sin dudarlo, cruzando rápidamente y llegando al otro extremo sano y salvo.

Miré una vez más a Ray, él me sonrió de nuevo y lo siguiente que supe es que mis pies abandonaron la superficie del muro y me encontraba deslizándome hacía el otro lado con rapidez. Me aferré al gancho de ropa con fuerza y cerré los ojos un breve momento cuando ya iba a llegar a la mitad del trayecto, rogando y suplicando por qué la cuerda no cediera o el sudor en mis manos hiciera que estás resbalaran.

Me forcé a abrir los ojos llorosos para enfocarme únicamente en no golpear con el tronco al momento de aterrizar, el viento pasó con fuerza a mi lado por unos cortos momentos más antes de que finalmente llegará a la orilla, me solté en el momento justo para no chocar con el árbol y de inmediato sentí los brazos de Ray rodearme, ni siquiera había visto que él estaba ahí.

Con el impulso que llevaba ambos terminamos cayendonos al suelo, pero aún así él no me soltó mientras yo temblaba y sollozaba ligeramente, aferrado a su camisa.

- R-ray...

- Tranquilo tranquilo, está bien... te dije que aquí estaría para recibirte, y a partir de ahora siempre lo voy a estar

Mi alfa se incorporó para sentarse conmigo en su regazo, sin soltarme en ningún momento.
Mi respiración irregular se fue normalizando poco a poco conforme Ray me murmuraba y me acariciaba la espalda para tranquilizarme.

- Que fastidio, ni siquiera pu-puedo enojarme bien contigo

Me reí de manera cortada mientras me secaba los rastros de lágrimas en mis mejillas, Ray me besó en la frente y llevó sus manos con las mías.

- ... está bien, puedes continuar ignorándome siquiered cuando te termines de tranquilizar, después de todo tienes razón para estar molesto,.. sólo por favor creeme cuando te digo que no volveré a hacerte a un lado nunca, pretendía romper nuestra promesa de salir juntos de aquí, pero te juro que te compensaré por eso y todo lo demás por el resto de mi vida

Miré a Ray, ni siquiera sabía que podría decirle. Aunque no fue necesario ya que comencé a sentir algo tibio en la mejilla y recordé la herida en mi mano, la cual había comenzado a sangrar de nuevo gracias a la fuerza con la que había apretado el gancho para ropa.

Ray me ayudó a vendarme de nuevo la herida ya que aún tenía las manos entumidas, en lo que él terminaba llegaron Thoma y Emma, que eran los únicos que faltaban.
Apenas ambos se reunieron con nosotros y desatamos las cuerdas corrimos, nos internamos en el interior del espeso bosque sin mirar atrás en ningún momento, enfocándonos únicamente en dejar lo más atrás que pudiéramos ese lugar, acercándonos un poco más a nuestra ansiada "libertad"...que nos dió la bienvenida con un deslumbrante amanecer en cuanto estuvimos en el borde del bosque, observando la extensa vista de un mundo nuevo y desconocido a nuestros pies, dónde estábamos a punto de abrirnos paso para buscar (o crear) nuestro lugar en él.




Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro