23. Caramelos agridulces II/II
________
Mi cabeza dolía. Mi cuello también, sentía que con sólo moverlo un centímetro me lo podría romper accidentalmente.
Y mis piernas no dejaban temblar mientras esperaba sentado en medio del agua de la bañera, tiritando, a qué Ray regresara con una toalla y algo de ropa para mí.
Después de avergonzarme con cosas que recordaba borrosamente haber dicho por alguna razón, me habían entrado náuseas y Ray tuvo que llevarme al cuarto baño de mi habitación. Apenas llegamos a tiempo, pero aún así ensucie mi ropa por accidente.
Después de eso mi...mi alfa me preparó la bañera para que me duchara en lo que el iba a dejar mi ropa sucia y por un cambio para mí.
- ¿Ya terminaste?
Voltee sin girar el cuello cuando Ray abrió la puerta sonriendo, con varias cosas agarradas colgando de un brazo.
- L-lo lamento, yo no...no quería...
- Oye, tranquilo, está bien, no tienes porque disculparte
Ray dejó las cosas sobre la taza del baño y se arrodilló a mi lado para besarme la mejilla húmeda y seguramente fría.
-¿Cómo te sientes?
- Me duele un poco la cabeza...y el cuello
Mi alfa bajó sus besos hasta mi cuello, un calor entre inquietante y agradable se expandía por cada zona de mi piel que entraba en contacto con sus labios.
- Buscaré alguna medicina para ti, mientras tanto será mejor que te vistas
Le expliqué a Ray algo avergonzado que sentía las piernas débiles, él me dijo que no había problema con eso.
- Tuve que ayudarte a ducharte varias veces, creeme que no tengo problema en hacerlo de nuevo
Me ayudó a secarme el cabello y el torso lo mejor que se podía sin mojar la toalla, luego me puse con algo de trabajo una camiseta de tirantes, doblando el borde inferior para que no tocara el agua.
- Muy bien, ahora tus brazos aquí...
Ray me tomó por las muñecas y me hizo rodear su cuello, me indicó que me sostuviera bien y se puso incorporó poco a poco, ayudandome a hacer lo mismo mientras me colocaba una toalla alrededor de la cintura desnuda.
- Listo, ¿Crees que puedas mantenerte de pie?
Estaba de puntillas para poder recargarme bien en mi alfa, mientras las piernas me temblaban un poco aún. Me aventuré a aflojar mi abrazo alrededor del cuello de Ray y apoyé toda la planta del pie en suelo frío, despacio.
- Creo que sí...
Me aparté un momento de Ray, mis piernas me quisieron fallar por un momento pero me apresuré a apoyarme en una pared, eso pareció ser suficiente de momento.
- Supongo que te dejaré un momento para que termines de vestirte, estaré aquí afuera por si necesitas cualquier cosa, ¿De acuerdo?
Asentí, Ray me sonrió y salió del baño emparejando la puerta detrás de él.
.......
Fue algo complicado pero finalmente logré vestirme, me dejé la camiseta de botones abierta antes de dirigirme hacía la puerta, aunque a medio camino me llamó la atención el espejo del lavamanos.
Me detuve un momento para observar mi reflejo en el espejo y al instante quedé desconcertado. Toqué una de mis mejillas, en verdad soy yo...pero, ¿Por qué mis ojos tienen ese color tan... diferente? Y además tengo unas ojeras tremendas debajo de ellos.
Me lavé un poco la cara con más agua, a pesar de que me acababa de duchar, antes de animarme a salir del baño.
- Ray...
- Aquí estoy, ¿terminaste?
Mi alfa estaba recargado en la pared, volteó de inmediato en cuanto lo llamé, de inmediato aparté la mirada.
- Si, pero, mi-mis ojos, ¿Te parecen...feos?
Ray dió un par de pasos hacía mí y me abrazó, su calor se sentía tan bien que no dudé ni un segundo en devolverle el gesto.
- Claro que no, son tus ojos, y después de pasar tanto tiempo viéndolos tan opacos...ahora que los veo brillando de nuevo me parecen más hermosos que cualquier piedra preciosa
Mi alfa se separó para tomar mis manos entre las suyas, la cara se me calentó por sus palabras y lo miré con una leve sonrisa.
Ahora fue Ray quien apartó la mirada cuando un sonrojo comenzó a subir por sus mejillas.
- ...te ves muy lindo, más que antes por alguna razón
- Ah, no digas cosas como esas...es tan...
Ray no pudo terminar su oración y en su lugar me soltó una mano para revolver un poco mi cabello húmedo y disimular su vergüenza.
Cuando se detuvo me miró por unos cortos segundos antes de soltarme una pregunta de golpe.
- ¿Puedo besarte?
- Yo..., bueno, supongo que sí, ¿Pero desde cuándo preguntas?
- Desde que se me ocurrió que eso podría ponerte más nervioso
Solté un suspiro, Ray sonrió burlonamente y me tomó de la mejilla, acariciando mi piel gentilmente mientras que su otra mano entrelazó sus dedos con los míos.
Mi alfa regresó un par de pasos para recargarse contra la pared de nuevo, me jaló un poco para pegarme contra él y cambiar su agarre de mi mano a mi cintura.
- No sé mucho de esto, pero en teoría, ¿no deberías ser tú quien me acorrale contra la pared?
- Si quieres que lo haga lo haré después con gusto, pero ahora mismo prefiero tenerte pegado a mí y no a una fría pared
Su mano en mi mejilla se deslizó un poco hacia atrás para atraerme hacía él, se inclinó lo suficiente para que nuestros labios no tardaran en juntarse.
Ray fue bastante tierno conmigo, depósito varios besos cariñosos y no muy largos en mis labios mientras acariciaba mi mejilla y el costado de mi cuello.
Nos separamos un momento en el que él me sonrió antes de besar mi frente.
- Eres muy lindo.
- Calla...
Su mano se deslizó un poco más en dirección a mi nuca y un estremecimiento desagradable me recorrió cuando sus dedos rozaron una zona sensible de mi piel. Un gimoteo ahogado, se me escapó sin querer, Ray de inmediato volteó con una precupación repentina.
- ¿Qué sucede? ¿Te lastimé? ¿O te volvió a doler algo...? Ah, cierto, tu cabeza y cuello te dolían...
- N-no es eso...
De hecho incluso me había olvidado por completo del dolor.
Me llevé la mano a la nuca y toqué con cuidado la parte de mi piel dónde, si no mal recordaba, solía estar mi marca que me enlazaba a... Norman.
-... ya no está, apenas si se ve ahora, dudo que puedas-....
- Lo sé
Interrumpí a Ray y me cubrí la nuca con la mano. Desvíe la vista al suelo para que no viera las lágrimas que de un momento a otro comenzaron a querer salir de ojos.
- Y me alegro, pero aún así...siento que estoy roto
Y que me falta una parte muy grande de esos pedazos en los que me rompí en el momento en que Isabella me inyectó eso en el cuello.
-...ven
Ray me tomó de la mano y me llevó hasta mi cama, me senté ahí en lo que él se sacaba algo del bolsillo.
- Te dije que Norman había dejado algo para tí, si te sirve de algo no lo he visto
Me extendió un papel doblado y ligeramente arrugado, se lo recibí con manos temblorosas.
-... iré a vaciar la bañera, te daré tu espacio para que lo veas
Por alguna razón algo me dice que quién necesita más esa privacidad mientras veo esto es Ray y no yo.
Me imaginé que sería una carta algo extensa o algo similar, pero la carta no tenía mucho texto, y lo que más llamaba la atención era un rápido dibujo de un escarabajo volando en medio de dos cortos párrafos, hecho enteramente a lápiz a excepción de sus vistosas alas, que eran del color del que solían ser mis ojos.
Después de observar a detalle el dibujo me animé a leer el primer texto.
"________, tenía pensado darte esto luego de que escapáramos, en caso de que no encontráramos muchos insectos ahí afuera.
Te gustan los escarabajos, ¿Cierto?"
Cuando saliéramos...
Apreté los labios y llevé mi mirada hacía el párrafo debajo del dibujo, este parecía estar escrito a último momento ya que la letra estaba menos cuidada, y era bastante más largo que el anterior.
"Dudo que recuerdes lo que te dije al despedirme, pero no te sientas culpable ni te deprimas por eso.
En caso de que si lo hayas olvidado para cuando te recuperes, sólo quiero que sepas que no te culpo si estás molesto conmigo, ni te pido que me perdones.
Confío en que escaparán, así que cuídate mucho y les deseo suerte.
Gracias por compartir tu sonrisa y afecto conmigo, ________.
No me olvides de nuevo, ¿Si?
Te...."
Al parecer al final iba a poner algo más, pero esa oración sólo se quedó en un "Te" que nunca se llegaría a completar.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro