Ray

Me reuní con Norman en la enfermería, para que entre nosotros dos y Emma (quién estaba en cama por su pierna rota) pudiéramos hablar la manera de salvarlo...pero resultaba tan increíblemente terco que era molesto.
A pesar de que le dimos alternativas e insistimos hasta el cansancio él insistía en que si no se lo llevaban a él nos tomarían a alguno de nosotros en su lugar, y el no pensaba aceptar eso.

- Lo siento, no puedo dejar que alguno de ustedes muera en mi lugar

Apreté los dientes, Norman estaba visiblemente afectado por lo de ______, pero con mayor razón debería preocuparse por mantenerse con vida el muy idiota.

- Entonces, ¿Qué tal si tú te rompes la pierna también, Ray?

La repentina propuesta de Emma nos hizo voltear a ambos. La mire confundido, tal vez le pusieron anestesia y aún le está haciendo efecto.

- Estás bien con eso, ¿No? ¡Únete a mi, Ray!

Norman se acercó a Emma y le preguntó por qué estaba diciendo eso.

- Bueno, ya que estoy severamente lastimada dudo mucho que se atrevan a enviarme en mi estado actual. Somos mercancía de mucho valor para ellos, tenemos que estar en un estado perfecto cuando nos envíen con ellos, y ya que ______ y yo no estamos en condiciones de ser enviados el único reemplazo disponible sería Ray, así que si el se rompe un hueso también, ¡Apuesto a que no se atreverán a enviarlo!

Miré a mi amiga por unos segundos antes de echarme a reír.

- ¡Tienes toda la razón! Es hora de romperse unos cuantos huesos

- ¡¿Ray?!

Ignoré la exclamación de Norman y estiré mi brazo.

- ¿Crees que un brazo roto sea suficiente?

- Yo creo que sí

- ¡Oigan, esperen!

Norman nos hizo voltear cuando nos gritó.

- ¡No hay garantía de que Ray esté seguro solo por romperse una extremidad!

- ¡Entonces nos enfermaremos mucho!

Norman se quedó aún más en shock ante la nueva propuesta de Emma, la cual obviamente apoyé.

- A ellos no les gustará que su comida venga infectada de algún virus extraño

- Exacto, y sí eso no funciona pensaremos en algo más y lo solucionaremos

- ¡Ambos están locos! No pueden simplemente...

Emma interrumpió de inmediato el reclamo de Norman.

- ¡Cualquier cosa es mejor que tu muerte, Norman! ¿Acaso no lo dijiste? "Todos escaparemos de este lugar"...¡Necesito que seas parte de ese "Todos"!

Me apresuré a corregir a Emma.

- "Necesitamos" que lo seas, Norman. Emma,....______ y yo, todos.

- Vamos, ¡dí que vivirás con nosotros, Norman!

Norman lucía a punto de llorar cuando finalmente se arrodilló al lado de la cama de Emma y nos dió una respuesta afirmativa mientras se cubría la cama con las manos.
........

El plan era que Norman rompiera su transmisor con el instrumento que cree con partes de los premios que me daba Isabella a lo largo de todos estos años, después el fingiria escapar sin nosotros cuando en realidad se quedaría cerca, en el bosque.
El aprovecharía para hacer reconocimiento del muro, después sólo sería cuestión de arreglarnoslas para darle alimento de vez en cuando y planear de nuevo un escape para que se nos uniera.

Cómo tenían que cuidar el nivel de salud mental de los que vivíamos en el orfanato, era muy poco probable que después de su "escape" implementarán medidas de seguridad muy notorias, así que técnicamente todo quedó arreglado para el día siguiente.

A la hora de la cena mamá iba a dar el anuncio de que Norman se iría mañana por la noche.

No me quedé a ver eso y mejor fui a revisar a ______, además tenía que llevarle la cena y darle sus medicamentos.
Me dió algo de curiosidad probar la papilla que se supone que le tenía que dar, así que me detuve un momento frente a la puerta para probarla.

- ¡Agh! Esto es...

Puse mala cara, si bien no era la comida más desagradable del mundo tampoco es que tuviera un sabor excelente. Debería intentar alterar un poco la receta para darle mejor sabor.

Abrí la puerta, aún haciendo muecas para intentar alejar el sabor de mi lengua y paladar, pero me detuve de inmediato al ver que la cama de ______ estaba vacía, con las correas sueltas y las sábanas revueltas.

Casi dejé caer el plato al suelo, miré alrededor de inmediato, no hay manera de que haya salido por la puerta, estaba cerrada con llave y sólo yo e Isabella tenemos las copias...Isabella, ¿ella habrá cambiado de opinión y se lo llevó? No, no podría hacerlo...¿O sí?

Tragué saliva con nervios mientras mis manos comenzaban a temblar. No sabía a dónde ir o mirar o qué...no hay...manera...

Se escuchó el ruido de una puerta al abrirse, por puro impulso miré a mis espaldas pero la puerta seguía como si nada. Miré al fondo del cuarto y ví como unas cortinas separadoras medio extendidas después de la cama de _______ se movían ligeramente, escuché unos pasos y poco después mi omega se asomó por detrás de las cortinas. Tenía el cabello mojado y escurriendo agua que caía sobre el piso, mientras se cubría torpemente el cuerpo desnudo con una toalla.

Me alegré tanto al verlo y encima levantado de la cama que casi hubiera podido llorar de alivio, pero me di cuenta de que algo andaba mal cuando se quedó mirando fijamente la ventana en la pared a su lado por más tiempo del que era normal. Ni siquiera me volteo a ver cuándo caminé en su dirección.

Dejé el plato con su comida en el mueble dónde estaban las medicinas y le toqué el hombro.

-_____, ¿Cómo saliste de la cama?

Se tomó un par de segundos más para voltear a verme, y cuando lo hizo ni siquiera me miró a los ojos. Cómo yo era casi diez centímetros más alto que el primero miró mi pecho (que era lo que le quedaba más a la altura, después subió despacio la vista hasta que finalmente sus ojos se encontraron con los míos. Ahí definitivamente se me fue el aliento al notar algo demasiado evidente y horrible.

Sus hermosos y brillantes ojos de colores diferentes pero tan intensos como los de las las alas de los escarabajos estaban casi irreconocibles. Seguían siendo de alguna forma de los mismos colores, pero estaban tan opacos y carentes de brillo que parecía que hubieran puesto un grueso filtro blanco sobre ellos que apenas dejaba ver sus colores originales.

De inmediato tomé sus mejillas para poder verlo mejor, él ni se inmutó cuando lo agarré.

- Tus ojos...ah, además estás helado, ¿Tu...tienes frío?

Miré el espacio que la cortina ocultaba de mi vista, había una puerta entreabierta que no había notado antes, parecía llevar a una especie de baño completo.

- Ya veo, tomaste un baño, ¿Con agua fría?

Lo observé atentamente, tal vez sea un efecto de la luz nocturna que entra por la ventana, pero además de todo lo que ya ví juraría que su piel y sus labios habían perdido color también.

-...tu nombre..., ¿Cuál era...?

Estaba intentando mantener la compostura ante las sorpresas que me había llevado en tan poco tiempo, pero esa pregunta finalmente me hizo perder bastante el control. Varias lágrimas escurrieron por mis mejillas cuando le contesté con voz cortada, mientras sentía que un puño invisible estrujaba mi pecho de una manera dolorosa.

- Soy Ray, ese es mi nombre...¿Lo recuerdas? Tu...¿Tu me re-recuerdas?

Mordí un momento mis labios para evitar llorar más, a pesar de eso el no pareció reaccionar mucho y tardó varios segundos más en volver a hablar.

-...una mujer, me dijo que podía...ir ahí si quería...y me soltó...

Debe referirse a Isabella, seguro que vino antes de la cena, y por lo que entiendo le mostró el cuarto de baño antes de soltarlo.
Se llevó torpemente una mano temblorosa a la cara y continúo hablando.

- Mis ojos...¿Cómo son...?

-...eran como un par de insectos brillantes, pero ahora...parecen dos lunas algo coloridas. Siguen viéndose hermosos en tí, ______

Se verían hermosos sin importar el color que tuvieran, pero su ausencia de brillo es lo que me asusta, parecen muertos.

-...hace frío, creo

- En ese caso será mejor que te vistas, creo que hay más ropa en el mueble de por allá

Dudé un poco sobre cómo hacerlo pero finalmente me decidí a tomar la mano de _____ para guiarlo hasta su cama, o al menos hizo iba a hacer hasta que noté que la toalla comenzó a resbalarse de entre los dedos de su otra mano.

Me apresuré a detenerla y asegurarla mejor.

-...el agua estaba fría...no era agradable

- ¿De-de verdad? Entonces para la próxima espérame y te mostraré como calentar el agua

Cuando estuve lo más seguro posible de que su toalla no iba a resbalar me agaché y lo cargué en mis brazos como en una de esas imágenes de los pocos cuentos infantiles que había en la biblioteca.

Lo dejé con cuidado sobre la cama y fui por otra toalla y por ropa al mueble que había visto antes.
No tardé mucho en encontrarlo todo, regresé con ______ y me puse a secar su cabello, fue bastante tedioso por lo largo que era.

- Voy... voy a secarte ahora, ¿De acuerdo?

No obtuve respuesta, lo más que hizo mi omega fue mirarme de una manera apenas curiosa.

A pesar de lo molesta, confusa y deprimente que estaba resultando toda esta situación para mí no pude evitar avergonzarme cuando después de secarlo llegó el momento de ayudarlo a vestirse.
Tuve que ayudarlo a poner su ropa interior con los ojos cerrados mientras rogaba que mis manos no se fueran a desviar por accidente.

Cuando hube terminado con eso me limité a ponerle un camisón para no complicarlo más todo, saqué su cabello y volví a secarlo antes de ponerme a recoger las toallas e ir a la baño por la ropa sucia, que estaba tirada en el suelo.

Me apresuré a regresar para echarlo todo en un cesto al lado de la puerta.

- Ah, ni siquiera he podido darte de comer aún, perdona si sabe mal pero de momento es lo que hay, intentaré traerte algo mejor para la siguiente vez

-...Ray...cierto, olvidé que ese era tu nombre...

La mano me tembló mientras mezclaba las medicinas con la papilla. Ignoré el creciente peso en mi pecho que me exigía que me derrumbara en el suelo y voltee para llevar el plato a dónde estaba ______, él ya se había abrigado bajo las mantas y se encontraba sentado, abrazando débilmente sus rodillas y mirando fijamente a la nada.

Me senté a su lado, pensé que sería algo más complicado pero en cuanto acerqué una cucharada de la mezcla a su boca el abrió sin protestar y se la comió, ni siquiera hizo muecas o se quejó por el sabor.

Fue ridículamente triste lo fácil que fue alimentarlo con eso. Cuando terminé me forcé a sonreírle y acariciar su cabello semi húmedo y enredado.

- Iré a dejar esto y a traerte agua, espérame aquí ¿Si?

A este punto ni siquiera esperé recibir repuesta y fui hacia la puerta, apenas tomé la perilla con mi mano escuché la vacía voz de _____ llamarme.

- Ray,...te recuerdo, me gustas...te amo...o eso creo...

Tragué saliva y mi mano tembló incontrolablemente al igual que mis piernas, las cuales no tardaron en fallarme y hacerme caer al suelo cuando finalmente me rendí en aguantar más el peso asfixiante que sentía.

Cubrí mi boca mientras sollozaba en el mayor silencio que podía, disculpándome mil veces internamente con mi omega (o ese cascarón semi vacío y automatizado en el que había convertido), quien ahora mismo había vuelto a centrar su atención en la imágen del cielo nocturno a través de la ventana.