Ray evitó mirarme y se quedó sin decir nada durante unos segundos que cada vez se me hacían más y más eternos, pensé que era por los nervios que sentía pero tal vez el que esté cansado por haber usado ese truco con mi escencia también tenga algo que ver.

Finalmente, después de unos pocos instantes más de espera, Ray se animó a dirigir su vista hacia mí.
No sabría interpretar correctamente la manera en que me miraba... parecía molesto, pero al mismo tiempo...

- En verdad eres un idiota, ¿Por qué...por qué tienes que complicarme más esto?

Estaba bastante confundido por sus palabras, pero no tuve mucho de tiempo de pensar que responderle o de preguntarle a qué se refería ya que en cuanto terminó de hablar se acercó repentinamente hacía mí.

Me eché hacia atrás, de inmediato Ray aprovechó para a acorralarme contra el estante a mis espaldas.
Su tono sereno de voz me hizo temblar, sobretodo porque acercó su rostro para murmurar cerca de mis labios.

- ¿Tienes idea de lo difícil que ya era ignorarte sin que dijeras lo de ayer? Y ahora... ahora sales con esto...

- Ray, ¿De qué hablas?

El alfa se alejó ligeramente para mirarme a los ojos con tanta intensidad que aunque hubiera querido apartar la mirada simplemente no habría podido hacerlo.

- Nunca te he querido como a un hermano, siempre que te veo casa parte de mi me grita que te reclame como mi pareja. Desde que Isabella nos presentó cuando éramos pequeños...supe que tu tenías que ser mi omega predestinado

Sentí un revoloteo en el pecho y el estómago, casi podría llorar de alivio. Ray... él acaba de decir...que me quiere como su pareja, en verdad lo dijo...

El calor se me subió a las mejillas, incluso podía sentir las orejas algo calientes, sin embargo un pensamiento confuso no tardó en abrirse paso en mi mente y opacar mi felicidad.

- Si es así, entonces, ¿Por qué insistias en decirme eso?, ¿Y por qué me rechazaste? Acaso, aunque sea tu predestinado, ¿Te parezco desagradable...?

- ¡N-no, para nada!

Me sobresalté un poco cuando Ray reaccionó de golpe y me tomó de los hombros.
Ray balbuceó un par de palabras innentendibles para después apretar por un momento los dientes antes de hablarme.

- ¡Me pareces la persona más linda que jamás he visto! Tu suave piel, tus hermosos ojos con heterocromía, tu lindo cabello, el tono tan relajante de tu voz, la manera en que recargas tu cabeza en mi hombro mientras leo, el cómo vas a dormir conmigo cuando tienes pesadillas... cómo te acurrucas en mi pecho...todo eso y mucho más de ti me encanta, me hace tan feliz que incluso asusta un poco

No sabía que me estaba afectando más, si todo lo que me había dicho o el ver a Ray a pocos centímetros de mi rostro con un notable sonrojo en sus mejillas.

- Ray...

Mi alfa pareció sentirse aún más avergonzado y me soltó mientras carraspeaba un poco.

- Como sea, creo que el que tendría más razones para asquearse de la pareja que le tocó serías t-....¡....!

Interrumpí sus palabras echándole los brazos al cuello y besándolo apresuradamente. Tal vez fui demasiado apresurado, ya que Ray perdió el equilibrio y cayó de espaldas sobre el suelo, como ambos estábamos sentados no se pegó muy fuerte pero aún así me sentí bastante culpable.

Dejé de besarlo de inmediato y me incorporé ligeramente, tampoco podía levantarme mucho ya que Ray me había tomado de la cintura cuando nos caímos.

- ¡L-lo lamento! ¿Estás bien?

- ¿A quién le importa?

Ray me tomó de las mejillas y me atrajo de nuevo hacía él, reanudado el beso que habíamos interrumpido por la caída.
Al menos estoy seguro de que por mi parte yo no tengo nada de experiencia en esto, y mi compañero parecía estar casi igual que yo ya que al inicio el beso lo llevamos de una manera bastante torpe e intuitiva, aunque he de admitir que no me importó, el simple tacto de sus labios contra los míos me hacía sentir tal emoción que por un momento no pude pensar en otra cosa que no fuera mi adorado alfa.

No duró mucho más que unos segundos, pero fue más que suficiente para hacerme quedar jadeando levemente cuando nos separamos.
Nos miramos a los ojos por unos cortos instantes antes de acercarnos para darnos un corto y tierno beso. Casi inmediatamente después Ray se incorporó un poco para poder sentarse, yo hice lo mismo a su lado.

Me acaricié disimuladamente los labios, aún los sentía un poco calientes por el beso con Ray...apuesto a que mis mejillas deben estar igual.

- Ah..., aún no me dijiste porqué me rechazaste

Ray suspiró y  se agarró un momento el cabello que le caía sobre el rostro.

- Lo sé, pero antes de eso...

Ray estiró su mano hacía mi y pellizcó mi mejilla mientras me regañaba por el truco que había utilizado hace unos minutos.

- ....volviendo a tu trampa, en verdad, ¿Cómo se te ocurrió que sería buena idea hacer eso? Si no hubiera sido yo...si te hubieras equivocado...te podría haber ido mal, lo sabías, ¿Verdad?

Me apresuré a asentir y pedir disculpas mientras me lloraban un poco los ojos del dolor.

Cualquier otro alfa que no fuera mi predestinado hubiera reaccionado de una manera algo atontada y mansa, aunque al poco rato de estar expuesto a mi aroma era probable que algún alfa habría intentado hacerme algo no muy agradable, en cambio Ray...él a pesar de parecer en verdad encantado y extasiado ante la mezcla de feromonas que emití (una muy similar a la que yo estaba destinado a emanar con intensidad cuando sucediera mi celo) se mostró sumamente relajado y vulnerable, buscando mi tacto casi de inmediato.

- Más te vale no intentar ninguna locura así de nuevo

Si bien mi alfa lucía molesto, en cuanto su mirada se cruzó con la mía relajó su expresión al mismo tiempo que me soltó la mejilla. Me acaricié un poco la piel aún adolorida y caliente por su pellizco.

- De acuerdo...

Nos quedamos en silencio unos minutos, miré atentamente a Ray esperando el momento en el que el continuara hablando, con suerte acerca de la repuesta pendiente a mi pregunta.

Finalmente me regresó la mirada y se resignó a hablar.

- En verdad quería aceptarte, pero no puedo tener nada contigo, o al menos no hasta que salgamos de este maldito lugar. Ni siquiera puedo marcarte

- ¿Por qué?

Me separé un momento de él para poder verlo a la cara. Ray estaba bastante serio, pero aún así me regaló una sonrisa bastante forzada antes de seguir hablando.

- Por un trato que hice con Isabella

- ¿Un trato...?

- Sí, yo soy el espía que Norman intentaba encontrar
......

Al principio me confundí mucho, después pensé que era algún tipo de broma cruel de Ray... aunque de inmediato recordé que Ray no hace muchas bromas intencionales, aún menos de algo tan importante relacionado con nuestro escape.

Debo admitir que me sentí un poco herido y traicionado por mi alfa (sobretodo porque se podría decir que acabábamos de "confesarnos nuestro amor mutuamente" o algo así) pero en cuanto él me explicó de una manera muy lógica y con sentido que lo había hecho para protegernos a Norman, Emma y a mí, me relajé un poco.

Aún así me perturbaba un poco que el nos hubiera estado espiando desde hace años.

- Básicamente el trato es que yo la hacía de perro ovejero a cambio de posponer mi recogida todo el tiempo que estuviera de su subordinado, y recibir recompensas si cumplía con mi labor

- Ya veo...

- Y, bueno, también tengo que cuidar de ti

- ¿Cuidar de mí?

Ray asintió, parecía no agradarle mucho la idea de decirme lo que me estaba diciendo, aún así terminó de explicar.

- Sí, como eres su producto más valioso actualmente me asignó para vigilar que no te hicieras mucho daño, o que averiguaras el secreto, cosas así. También tengo que asegurarme de que nadie te marque, incluyendome obviamente. Por más que quiera dejar mi marca en tu lindo cuello no puedo hacerlo sin romper mi trato con Isabella, y ahora mismo eso no nos ayudaría mucho

Ray coló uno de sus dedos entre el collar y mi piel, acariciando mi cuello lentamente. No pude evitar estremecerme un poco ante su tacto.

- Ignorando eso último, no me importó mucho aceptar, aunque no es como si hubiera tenido muchas opciones. De todas formas hace mucho que tengo claro que haré lo necesario para cuidar de ti...y sacarte de este lugar. Además, ella me prometió que mientras yo cumpliera el trato tu recogida quedaría pospuesta hasta tu cumpleaños número doce

Esto último me llamó de inmediato la atención y miré a Ray, el pareció notar que algo andaba mal y dejó de hablar.

- ¿Qué sucede?

¿Deberá decírselo...? Si es verdad lo que me dice (que no hay una buena razón para que no lo sea), Isabella falló a su trato con él. Esto está mal, pero si se lo digo no sé que hará...y en verdad tiene razón cuando dice que perder esa "alianza" suya con Isabella no nos ayudaría mucho ahora.

- _______...

Ray acarició mi mano y me miró con algo de preocupación.
No quiero que se angustie de más, de cualquier forma se supone que escaparemos mucho antes de que llegue el tiempo de mi recogida.

- ....no es nada

-....¿Estás molesto? En realidad, tienes todo el derecho de estarlo...

- ¡Claro que no! Después de todo hacías esto por nuestro bien, debió de haber sido difícil para ti...y ahora que lo pienso perdón por indirectamente haberte llamado traidor esa vez en la biblioteca

Le regalé una leve sonrisa a Ray, él tardó un poco pero finalmente me regresó el gesto.

Se escucharon unos pasos acelerados pasar rápidamente frente a la puerta del almacén, acompañados de unas risas que no tardaron en perderse.

- Deberíamos salir, llevamos bastante tiempo aquí, además tenemos que hablar con Emma y Norman

- Tienes razón

Ray me ayudó a ponerme de pie, insistió en acomodar mi cabello en una coleta baja en lo que yo me sacudía un poco la ropa.

Bostecé mientras ambos nos dirigíamos a la puerta, mi alfa me miró brevemente en lo que quitaba la caja que había puesto para bloquearla.

- Te cansaste al usar ese truco, ¿Verdad?

Asentí, era la primera vez que lo hacía, no pensé que fuera a ser agotador.
Ray se acercó a mí y me acarició la mejilla.

- Cuando lleguemos con los demás duerme un poco mientras yo hablo con ellos

- Bien, aunque antes de salir...

Mi alfa me miró atentamente. Acaricié un poco mi cuello mientras le hacía mi petición.

-...¿Me prometes que saldremos juntos de aquí?

Ray dudó durante unos segundos que no me dieron nada de confianza, pero finalmente me sonrió.

- Lo prometo, _______

Recibí un corto beso en los labios antes de que Ray me tomara de la mano y saliéramos del almacén.