Mina está sentada frente a ella en el sillón del living, no quiere abrumarla ni nada parecido así que se queda callada hasta que Nayeon hable.

Algo que toma varios segundos.

—Eres increíble, Minari.

La pelinegra la mira atentamente, Nayeon está haciendo un muy pequeño puchero que significa que está frustrada buscando las palabras.

—Yo no tenía idea de eso. De que me ibas a gustar, de que iba a quererte, de que estés en mi mente todo el tiempo—y suspira, dándose ánimos para lo siguiente—, no sabía que me enamoraría de ti y te amaría como lo hago.

Nayeon la mira finalmente. Mina está seria y callada, pero sus ojos están en la pared detrás de Nayeon. Parece tener una lucha consigo misma.

—Lo siento, es tonto. Y tú lo dijiste, no llevamos ni un año de relación y eso me hace enojar un poco, se supone que no debería tener sentimientos tan fuertes aún y los tengo. Y entiendo perfectamente que tú no-

—Nayeon—la frena, la mencionada aprieta los labios—, está bien.

Por alguna razón desconocida, la mayor siente que pronto llorará.

—Cada persona tiene sus tiempos, no existe una regla para enamorarse—toma su mano y comienza a acariciarla—, no es algo que controles tampoco. Y lo entiendo perfectamente, Nayeon, no tienes que pensar mal de eso, amar es hermoso. Pero—suspira lentamente—, yo no estoy lista para algo tan grande aún. Te quiero demasiado y espero que con el tiempo llegue a amarte, de verdad, quiero hacer las cosas bien contigo.

Lejos de sentirse mal, Nayeon asintió comprendiendo. Mina no era como ella, Mina tomaba su tiempo para todo. Sabía que sus palabras eran sinceras, que buscaba lo mejor para las dos y que no quería arruinarlo. Mina no estaba enamorada, pero quería estarlo así que Nayeon no lo tomó como un rechazo.

Mina la abrazó y dejó un beso en su cabello, Nayeon se dejó querer porque no había mejor lugar para ella, Nayeon siempre encontraría su refugio en Mina.

—Sabes lo que necesito saber yo ahora, ¿verdad?

Nayeon asintió y se separó de ella con calma falsa, estaba nerviosa ahora.

—Sólo promete que no te vas a enfadar.

—Siempre y cuando no sea por una apuesta como en esas películas de mierda...

—No es eso—negó lentamente—. Pero tampoco es algo totalmente inocente.

—Me estás asustando, Nay.

—Mina, yo...—tomó valentía y soltó—. Quería saber qué se sentiría hacerlo con un gamer porque vi un video tonto de eso y...

El celular de Mina sonó, ella lo tomó y leyó el mensaje. —Es Jungkook—dijo poniéndose de pie—, quiere verme, parece que peleó con Jimin.

—Pero estábamos hablando de-

—Ya escuché bastante, Nayeon—fue un poco brusca—. Vengo luego, no esperes despierta.

Nayeon dejó escapar una pequeña lágrima cuando la puerta se cerró.

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espero les haya gustado este maratón, si quieren saber cuando voy a hacer otro o son chusmas en mi perfil está el link con mis redes que les lleva a mi canal de wsp, ahí me gusta andar de esquizo jijiji