Felix es fanático de la atención. Le gusta atraer a la gente, le gusta que estén pendientes de él. Simplemente tener ojos encima era lo que más le gustaba.

Por eso estaba ¿Celoso? Ugh, él no entendía ese sentimiento tan extraño. Solo sabe que salió con Chan al centro, querían pasear y mirar vidrieras. Algo que a Chan no le gustaba mucho pero Felix se veía tan contento preguntando si esa prenda le quedaba bien o debería llevarse otra. Chan haría lo que Felix le pidiera si lo hacía sonreír tan bonito.

Pero volviendo al tema, Felix sigue sin saber porqué sentía aquello después de ver a unas seguidoras de Chan en la calle. Dos chicas lindas (bueno, no tanto si le preguntan a Felix) se acercaron para una foto, Chan aceptó sonriente y posó para la cámara del teléfono de la que era rubia. Claro, él mayor estaba contenta de que lo reconocieran. Lo que no le había gustado es que ellas estaban siendo demasiado cariñosas, demasiado cercanas y dejándolo a un lado. No soltaban su brazo y batían las pestañas de forma tan absurda que Felix se las quiso arrancar.

Chan se despidió de ellas igual de alegre, sin darse cuenta de la mala cara que Felix tenía.

— ¿Seguimos? — preguntó él menor volviendo a su lado — ¿Felix?

Por supuesto que algo raro sucedía con él, al mirarlo un poco más su expresión de desagrado se hacía más notable. Chan se rascó la nuca sin entender.

— ¿Qué sucede?

Felix soltó un bufido sin querer, más estaba más enojado consigo que con Chan. Él no tenía la culpa de ser tan lindo, adorable, amable, carismático... Un momento. Él australiano agitó su cabeza y siguió su camino hacia el área de comida del Centro Comercial.

Chan lo siguió a pasos apresurados. Estaba demasiado confundido. Dejó un pequeño espacio entre ambos sin querer acercarse demasiado, temía haber cometido un error o algo que no le haya agradado a Felix.

Incluso al sentarse con él en la pequeña mesa de un puesto de comida china seguía haciendo movimientos lentos y trataba de no mirarlo.

Chan no quería joderla con Felix, a él de verdad le agradaba mucho. Era una muy buena compañía.

— Lo siento — terminó por decir después de un rato.

Felix parpadeó — ¿Qué sientes?

— No sé, te ves molesto.

Claro, debía de pensar eso. Él mayor se quiso abofetear. No le dirigía la palabra por el simple hecho de que trataba de luchar con su mente y lo tonto que estaba siendo. No quería hacer sentir a Chan de aquella forma.

— No, no. No sientas nada, no estoy molesto contigo.

— ¿Entonces?

Felix se mordió el labio. No quería explicarle, no quería hacerlo sentir incómodo por algo tan tonto.

— No es nada.

— En caso de que haga algo mal sólo dímelo, Felix — comenzó a jugar con sus manos con la vista en ellas —. No tengo problema en que me lo digas.

Tan pequeño y totalmente besable. Felix quería darle un abrazo y protegerlo. Mierda.

— ¿Por qué harías algo mal?

— Porque soy yo — contestó como si fuera obvio — La gente no se me acerca.

— Oh, esas dos si que se acercaron bastante — su comentario sarcástico salió sin pensar. Después de decir eso abrió los ojos y miró a Chan, quien ahora tenía arrugas en la frente y lo miraba directamente.

— ¿Qué quieres decir?

Valentía. Vamos, un poco de eso ahora.

— Estaba molesto porque... Bueno, ellas se te acercaron demasiado. Eran tan descaradas al tocarte y hablarte de cerca — al estar sentados demasiado juntas, aprovechó para poner su rostro a centímetros de él y le habló al oído —. Solo yo puedo hacer eso cuando dormimos juntos.

Ay vvs, me encanta dejarles
metas, pero no sé cuál dejarles (⁠っ⁠˘̩⁠╭⁠╮⁠˘̩⁠)⁠っ
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