Aún nervioso, Chan respondió a las preguntas de los mayores. Por ejemplo sobre su trabajo, algo que costó explicar porque ellos no entendían. Más los padres de Felix se mostraron atentos e interesados en saber más de ese mundo.

— Entonces... Me alegro que hagas lo que te gusta para vivir — le dijo Jungjae con una sonrisa —, hoy en día es un poco complicado.

— Muchas gracias, señor.

El resto de la cena fue algo tranquilo, hablando de metas y deseos del futuro. Parecía ser que Chan tenía todo bien pensado, le gustaba su trabajo actual y lo seguiría un buen tiempo, pero tenía otras ideas en mente como comenzar su propia marca de ropa y hacer eventos de streaming más grandes. Felix se mostró orgulloso de Chan, no solo por saber que cumpliría todo eso, sino porque estaba más relajado y cómodo con todos.

La mujer, Jiwon, era comprensiva y amable. A tal punto que comenzó a hablar maravillas de Chan y darle cumplidos acompañados de palabras de aliento. Y luego dijo cierta frase.

— Sus hijos serán hermosos, estoy segura.

Chan se ahogó con su saliva mientras que Jungjae casi escupe el vino. Los otros dos miraron las reacciones con una expresión de confusión.

— ¿Por qué piensas ya en eso mujer? — le preguntó un poco recuperado Jungjae.

— ¿Y por qué no? — la mujer lo miró mal —. Sí van a estar juntos entonces tienen que pensar en su futuro, es lindo lo enamorados que están ya.

— No llevamos ni un año aún, señora Jiwon —  Mina tomó la palabra avergonzado —, es un poco apresurado, ¿No lo cree?

Felix en ese momento pensó un poco en las palabras de Chan. No tenían mucho tiempo juntos y aún así, él lo quería demasiado. Estaba, ¿Enamorado? Le gustaba mucho, pero, ¿Amar no es una palabra demasiado fuerte de decir?

A Felix le gustaba como Chan lo busca estando dormido por la madrugada, como preparaba el desayuno para él de forma especial, como lo abraza de la nada y le besa el cuello, como lo mira totalmente como un idiota cuando cree que no se da cuenta, como siempre le presta atención y sabe mucho de él sin preguntar porque nota sus comportamientos. Chan le da besitos de amor, Chan lo cuida de la gente, Chan lo acompaña a donde pida, Chan es totalmente un amor de persona que busca el bienestar de Felix sin importar otra cosa.

Felix lo piensa demasiado.

Felix está enamorado. Felix ama a Chan y todo lo que hace por él. Ama totalmente la idea de amarlo. Pero cree que Chan tiene un poco de razón en decir que es apresurado. No quiere asustarlo.

— ¿Estás bien, cariño?

No sabe en qué momento la cena terminó y estaban por irse, pero los ojos preocupados de Chan decían que lleva así un buen rato.

— Uhm, sí — miente. No le gusta hacerlo, no quiere mentir.

— Arrugaste la nariz — observa Chan —, haces eso cuando estás preocupado.

Felix maldice por tener un novio demasiado atento.

En ese momento se despiden de los mayores, Felix pone todo de sí para que no noten su estado como Chan. Algo que parece funcionar. Y luego el camino a su departamento es tranquilo, Chan no pregunta más y sólo habla de lo lindo que fue conocer de esa manera a sus padres.

Una vez en su hogar, Felix sabe que es momento de hablar con la verdad.