Chan bajó sus manos hasta llegar al broche del sostén, de forma impresionantemente rápida se deshizo de el y pudo tener la vista que comenzó a volverse su favorita.

No esperó mucho tiempo antes de acercar su boca a uno de los pechos, besándolo para después meterse el pezón a la boca. Jugó con su lengua de forma pausada, escuchando las palabras de Felix sobre qué estaba funcionando y qué no. Esto no se trataba sólo de él, Felix tenía que disfrutarlo como fuera.

Sentía los dedos de Felix enredarse en su cabello alborotado, algo que lo hacía saber que estaba haciendo un buen trabajo. Luego pasó al otro pezón y siguió el mismo procedimiento.

Felix era sensible en esa zona de sus pechos, le encantaba que se lo estuviera comiendo de esa forma. Con su lengua caliente y húmeda, justo como estaba él ahí abajo.

— Quítate esta mierda — resopló sacándole la camiseta, estaba molestando mucho y Felix quería sentir toda su piel con la suya.

— Grosero — pero le hizo caso y le ayudó a quitarse la prenda.

Chan no solía andar por ahí sin camisa, pero esta se veía como una excepción, pues su torso estaba totalmente desnudo tocando el de Felix.

Los besos volvieron, sintiendo cada uno una ola de placer cuando Chan se colocó bien entre las piernas de Felix y sus centros se rozaron. Fue un primer contacto bastante bueno, por lo que Felix volvió a hacer que se repitiera y escuchó el primer gemido de Chan.

— Dios, no dejes de gemir — pidió Felix, le había encantado ese sonido.

— Déjame sentirte más.

Se levantó un momento para quitarse los pantalones y quedar en su ropa interior, algo que llamó la atención de Felix fue que incluso con la tela esa se veía que su novio era grande.

Una buena polla es lo que necesitaba. No. La buena polla de su novio, esa era la única.

Las pocas prendas que quedaban ya resultaban innecesarias, así que terminaron por quedar desnudos y besándose con pasión y lujuria.

— Quiero saltar sobre tí.

Lo quitó de encima y se sentó sobre sus piernas, sintiendo como ese pene tan grande chocaba contra él y no podía pensar en otra cosa que no sea eso dentro suyo. Así que con Chan sentado él se levantó lo suficiente para alinear su ano con la polla de él menor, metiéndose de a poco.

— Ah~ — gimió cuando estaba completa, Chan cerró los ojos y soltó un suspiro — Tan caliente.

Ningúno quiso alargar el momento, así que Chan comenzó a mover sus caderas mientras que Felix empezó con los saltos. Escuchando las pieles chocar y con sus gemidos de fondo, los dos se metieron por completo en la situación, disfrutando de ella.

Felix ya se sentía bastante cerca desde que Chan le comió las tetas. Después de tanto tiempo sin hacerlo había perdido un poco la resistencia, más se concentró en qué Chan también estuviera disfrutando. Estaba siendo su primera vez, no lo olvidaba.

Para Chan, tener a los pechos de Felix rebotar en sus ojos era más que magnífico. El maldito cielo ante él.

Los movimientos no paraban, cada vez más rápidos y duros. Felix apretó los hombros de Chan con fuerza, estaba por llegar, ya casi.

Unos saltos más y había logrado alcanzar el climax con Chan aún dentro suyo. Y cuando lo miró con los labios rotos de tanto morderlos, se dio cuenta de que él aún no había llegado.

— Está bien — dijo buscando su calma.

— No, vas a llegar también — bajó de la polla aún dura y sin pensarlo mucho llevó su boca a esta.

El sabor salado de Chan le gustó a Felix. Empezó a lamer la punta una y otra vez, después tragando todo lo que su boca podía aguantar.

Jugó con la lengua de la misma forma que Chan con sus pechos, de vez en cuando rozando sus dientes también. Supo que lo estaba haciendo bien porque Chan no se callaba, gimiendo fuerte por él.

Su cabeza iba de abajo a arriba, dejando ver a Chan como se la tragaba toda. Demasiado caliente. Demasiado íntimo.

— Ya-Ya casi, amor — avisó con un suspiro.

— Quiero tu semen en mis tetas, vamos.

Chan se sorprendió de ello, pero no dijo nada. Dejó que Felix lo mastubara con la mano y acomodándose de forma que cuando llegó finalmente estuviera todo sobre su pecho, manchando esa bonita piel blanca.

— Amor, eso fue... Fue increíble — habló Chan levantando a Felix para darle un beso más.

— Puede repetirse mucho.

— Que le jodan aún más a los streams entonces.

Felix se rió y le pidió que lo acompañara al baño para limpiarse ambos.

Sí, había cumplido su capricho. Pero ahora tenía algo mejor, un novio que lo quería. Tenía a Chan, un chico gamer.