002
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Un Jimin decidido por lo que quería, y cansado de esperar a su novio en su cama, iba rumbo una vez más a la habitación del frente.
Tomando asiento de nuevo a su lado, miró las pantallas de los tres monitores, llegando a la conclusión de que nunca entendería nada. E importándole ello tan poco, se acercó a Jungkook para dejarle un beso en la mejilla, llamando así la atención de este, para que bajase el lado izquierdo de su auricular.
—Estoy cansado de esperar —fue lo primero que dijo.
—En un rato voy, amor —murmuró, sin verle.
Decir que Jimin estaba inconforme con esto, era poco, por lo que se arrimó más a Jungkook, y aún estando de lado pasó los brazos por su cuello.
—Vámonos ya, ¿sí? —pidió.
—Ya casi, ¿vale?
—Vamos, Kook. Vayamos a acostarnos juntitos en la cama. —Se acercó a dejarle un beso en la mejilla—. Mira que el clima lo amerita.
—¿Tienes frío? —Tomó uno de sus brazos acariciándolo un poco, para dejarle un fugaz beso en los labios del mayor.
—Mucho. —Ajusto su agarre en su cuello.
—Entonces ve a la cama, y espérame.
—Llevó más de una hora haciéndolo, Jeon.
—Ya casi terminó aquí, amor. Espera un poco —dijo, sin verle, mientras movía sus manos en el teclado.
Haciendo una mueca, se puso de pie, y contrario a lo que Jungkook pensó, Jimin tomó lugar en una de sus piernas, sentándose de lado, con nuevamente sus brazos por su cuello.
Jungkook pasó uno de ellos por su espalda, para posarla de nuevo en su teclado. Aquella posición no era nueva para ellos, y mucho menos le incomodaba al pelinegro, puesto que tener ser a su novio, era una de las cosas que más amaba. Dejando, ahora él, un beso en su cuello, se dispuso a continuar con su juego.
Jimin se quedó viendo un rato la pantalla, observando como varios muñequitos iban caminando con un arma en mano.
¿En serio cómo a alguien podía divertir y entretenerle tanto esto? Bueno, bien dicen que para los gustos, los colores.
Llevando sus labios a mejilla de su novio, empezó a dejar varios besos que tomaron camino rumbo al cuello blanquecino que era adornado por un bello lunar.
—Jiminie...
—¿Hm? —preguntó, por medio de un pequeño sonido, besándole más.
Aquello desconcentro a Jungkook, quien fue herido en la partida.
—¡Maldición! —exclamó.
Jimin se alejó un poco, y aflojó su agarre, para verle.
—¿Me acabaste de maldecir? —preguntó, serio.
Jungkook, alejó sus ojos del juego, y tomó el rostro de Jimin entre sus manos, para depositarle un beso en los labios.
—Obvio no. A mi bebé, jamás —dijo, dejándole uno más, para continuar con la partida, y sacar a su personaje del escondite en el que lo había puesto.
Conforme con la respuesta de Jungkook, Jimin afianzó su agarre en él, para acomodarse ahora a horcajadas y poner su mentón en su cuello.
—Vamos, amor, quiero que me lleves a la cama.
Jungkook sabía que la actitud que estaba tomando su novio era para llamar su atención y lograr su cometido, puesto que Jimin estaba lejos de ser así de meloso-consentido. Eran contadas las ocasiones en las que el mayor exigía estas clases de cosas, dado que siempre era consentido "en contra de su voluntad".
De un momento a otro, Jungkook empezó a sentir como antes la piel que era besada, ahora era succionada.
Fue ahí que supo cuáles eran sus verdaderas intenciones. Y con aquello no pudo evitar sentir un tirón en su parte baja.
—Jimin, mi amor, ahora vamos, ¿sí?
—Ok... —musitó, aún repartiendo besos y succiones, y añadiéndole mordidas.
"Ok" le había dicho, pero el continuó con lo suyo. Jungkook no hizo más que sonreír por su atrevimiento.
—¿Ya te he dicho lo mucho que me encantas, Kookie?
¡Joder, ese apodo!
Jungkook, tragó grueso. Estaba intentando concentrarse lo más que podía en la partida que estaba por concluir, pero Jimin no ayudaba, y mucho menos lo hizo cuando empezó a mover su trasero sobre su ya semi-erecto miembro.
Estaba al borde de la locura.
¿Cómo se supone que podría concentrarse cuando tenía a Jimin comportándose así?
No fue hasta que escuchó y apareció «Game over» en las pantallas, que se dio cuenta de que había perdido el control.
Jimin soltó una pequeña risa nasal, la cual sintió perfectamente Jungkook.
—Tú decidiste jugar esto.
Jimin salió de su cuello para verle con cierta duda y curiosidad de lo que hablaba. Jungkook, en cambio, se encargó de sostenerle bien, para pararse y hacer que enredase sus piernas de su cintura, mientras lo tomaba del trasero para cargarlo. El castaño no hizo más que sonreír, cuando fue llevado en el aire a su habitación, siendo luego depositado en su cama, con Jungkook entre sus piernas.
—Tú decidiste jugar así, amor... —murmuró, quitándose el buzo que traía y dejando su dorso desnudo.
Y mientras besaba con fervor los labios de su novio, y sentía las manos de este una vez más en su cuello, se encargó de frotar sus partes bajas ya bastante hinchadas.
╭ 🎀 ╮
se viene lo chido :p
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