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By Jimin
Corría y corría lo más rápido que mis lastimadas piernas me permitían. Mis músculos se volvían aún más tensos a medida que avanzaba por el terreno enfangado.
Cada paso era un sufrimiento.
Mi pecho ardía al no poder respirar debidamente y por el sobre esfuerzo. Era de noche, no veía con claridad, solo unas cuantas siluetas a las que no le encontraba forma y por las que no me detendría a reconocer, ni siquiera cuando había relámpagos. La estrepitosa lluvia caía sobre mi y la sentía como millones de alfileres debido a lo herido que me encontraba, no llevaba nada sobre mi cuerpo más que un pantalón y un par de botas militares, lo único que tenía.
No se donde estoy... No quien soy.
Había despertado hace no sé cuánto en medio de la nada, con el cuerpo casi destruido y la lluvia cayendo en cataratas sobre mí.
Un gruñido estridente se escuchó a mis espaldas helando mis huesos y me vi obligado a apresurarme, era como si aquel ser me dijera: "No te olvides de mi, muchacho, estoy aquí, detrás de ti y te voy a comer".
No recuerdo nada…
Sólo sé que desde que desperté algo comenzó a darme caza y debido a eso mi mente sólo ocupaba un único pensamiento: sobrevivir.
No sabía lo que era, sólo recordaba que un inexplicable sentimiento me invadió al ver aquellos llameantes ojos dorados que estaban en busca de sangre, mi sangre, algo en mi me lo decía; mis piernas simplemente habían reaccionado solas y eso me llevó a la actual situación.
Apreté el paso mientras un sollozo se me escapaba, si tropezaba estaría muerto y me sorprendía el lograr reunir fuerzas que no tenía y al parecer lograr sacarle una ventaja considerable a la bestia.
Tal vez era adrenalina o el mismo miedo, tal vez una mezcla entre ambos. No lo sé.
Continué corriendo no sé por cuánto tiempo, tal vez horas, minutos o segundos, no lo sé. No tengo noción del tiempo. Me preguntaba miles de cosas que no tenían respuestas por el momento, en ese instante solo supe que no debía distraerme con esas cosas, que debía huir, pero de un momento a otro me encontraba de boca al suelo con un enorme peso en mi espalda y el fango salpicando en mi rostro debido a la tormenta y a mis inútiles intentos de zafarme de su agarre.
El exuberante calor corporal que emanaba aquella bestia, me hacía temblar y un grave aullido o gruñido emanó del ser partiendo en dos el silencio y de momento logró aplacar a la lluvia.
Era como si se vanagloriaba al haberme atrapado y lo gritaba a los cuatro vientos para que todos lo supieran aunque no había nadie a la redonda, o al menos así lo interpretaba al verlo tan imponente sobre mí.
No pude evitar sentirme aturdido ante la potencia de aquel sonido, pero también sabía que mi aturdimiento se debía mayormente a la triste realidad que me envolvía:
El cazador atrapó a su presa.
Y lo supe, mi triste final había llegado y me preguntaba, ¿Tendría familia o alguien que lloraría por mi? ¿Alguien me esperaría en casa?
¿Tenía una siquiera?
Un silencio acompañado de respiraciones agitadas -la mía y la de la bestia- y el sonido la lluvia incrementando con el correr de los segundos, me dio burlonamente la respuesta: un rotundo "No" con mayúsculas que bailaba en el aire; y me vi a mi mismo riéndome por ello mientras me encontraba ahí debajo del peso de aquella peluda garra -o lo que sea que fuera-, mientras me mantenía en el limbo de la consciencia/inconsciencia.
La adrenalina me había abandonado y tal vez yo también a mi mismo. Luego así de rápido como llegó la risa, vino el llanto que estúpidamente se mezclaba con la lluvia, al igual que el sentimiento de sentirme patético.
Y me tensé como las cuerdas de una guitarra, cuando la bestia se movió apenas.
Tal vez fue mi imaginación, pero sentí a la bestia temblar, no lo sé, no presté atención a ello, sólo pensaba en porque no me daba el golpe final.
"¡Mátame! Acaba con mi sufrimiento de una vez."
Me encontré rogando y pataleando histérico contra el suelo, salpicando el lodo; gritando, implorando a pesar de que posiblemente la bestia no me entendía.
¿Quería torturarme?
¿Era como esos gatos que cazan ratones y juegan con ellos antes de comerlos?
Mi cuerpo ya no reaccionaba, estaba perdiendo la conciencia, lo sabía, era mi fin. Pero lo creía conveniente, así no sentiría cuando mi alma abandonara mi cuerpo a manos de la bestia.
De repente sentí como la peluda garra que me sostenía perdió volumen, pelo y peso, hasta que se torno algo suave y cálido como piel, más eso no fue lo que me sorprendió.
"No te mataré."
¿Era mi imaginación jugándome una mala pasada?
¿O ya estaba muerto?
Aquella voz grave sonaba a la de un hombre, más no pude comprobar nada porque lo siguiente que me rodeó fue una oscuridad impenetrable.
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Actualizaciones lentas ahr.
Like always~>>>
Al menos hasta que finalice la maratón de “The Idol” que continúa en breve (^u^ )•°
ARMY_KAWAII987
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