— Y así fue como estuve en prisión y terminé enamorándome de Jiminnie. — Finalizó el relató de casi hora y media con cada pequeño detalle de por medio, el contrario solo lo veía con la cabeza ladeada.

— Me alegro por ustedes. — Le dijo. — Pero... Yo solo te pregunté que pasó para que re abrieran la investigación de Jimin. — Yoongi solo parpadeó repetidas veces con sus manos entrelazadas sobre la mesa, el mayor rió. — No te lo tomes mal, hombre, de verdad me da gusto. Minnie se merece algo mejor que lo que fue... Jaebeom. — Yoongi agachó un momento la mirada.

— Lo lamento. — Daehyun asintió como agradecimiento.

— Anda dime, ¿Qué pasa con Jimin? — Preguntó recargándose sobre la silla, por un momento lo único que se escuchaba eran los murmullos de las personas dentro de la cafetería, las tazas siendo dejadas sobre la mesa y unas risitas de vez en cuando.

— Tenemos pruebas para retirar los cargos por intento de homicidio. — Le respondió antes de dar un sorbo a su café. — Hicimos unas pruebas con las armas de Jimin y Jay, también a la bala que te dispararon y... Él que te disparó fue tu hermano, no Jimin. — Daehyun suspiró, cruzando sus brazos.

— Aunque parezca increíble, eso es más creíble que la versión que me dieron cuando desperté en el hospital. — Confesó con una pequeña risa. — Cuando me dijeron que Jimin me había disparado, no lo pude creer.

— Hyung, necesito que levantes una denuncia para retirarle los cargos. — Le pidió. — Si gana el juicio, le van a retirar al menos diez años de condena más cinco como compensación por la falta de investigación. — Le explicó. — Mira, te lo pido a ti porque el me contó todo. Sus padres no van a querer ayudar en esto y yo no puedo hacerlo, en mi historial ya está que estuve ahí por una misión y si lo hago, solo voy a perder mi trabajo.

— ¿Porqué no investigaron bien el caso desde un principio? — Preguntó el mayor con seriedad, Yoongi agachó la cabeza.

— Esa noche todos los policías declararon que vieron a Jimin disparar. — Le dijo, desanimado. — Eran al menos veinte de ellos diciéndolo y los compañeros de Jimin declararon que no lo tenían claro pero que Jay siempre lo obligaba a hacer trabajos de todos por lo que él juez solo lo declaró culpable.

— Y tú, si tienes poder aquí, ¿Porqué no mandaste a investigar más a fondo?

— Por qué no me importaba. — Respondió tangante. — A mi lo único que me gustaba era ir a encerrarlos a prisión, sean culpables o no... Pero ahora, me arrepiento por eso. Porqué una persona como lo fue Jimin, no merecía pasar por todo lo que pasó ahí dentro. — Yoongi recargó su abdomen sobre la mesa para acercarse un poco al mayor. — Daehyun hyung, por favor. Solo necesito que le retiren los cargos por intento de homicidio para que pueda salir bajo fianza.

— ¿Y no le retirarán los otros cargos? — Preguntó frunciendo el ceño. — Tengo entendido que tienes más.

— Estafa y tráfico de drogas. — Le dijo asintiendo con la cabeza. — Pero no, con esos no podemos hacer nada porque, aunque fue obligado, es culpable de todo eso.

— Yoongi, te agradezco que me lo hayas dicho. — Le agradeció, acabando su café. — Y lo haré, pero prométeme algo.

— Lo que quieras. — Contestó al instante.

— Por favor, no vuelvas a dejar que algo así pase de nuevo. — Yoongi asintió al instante. — Fueron seis años perdidos para Jimin, no cometan el mismo error con alguien más.

— Voy a controlar aún más todos los casos, lo prometo. — Daehyun asintió sonriendo para después ponerse de pie.

— Agradezco que hagas esto por Minnie, Yoongi. — El mencionado le sonrió. — Vamos a levantar la demanda.

El pelinegro asintió y dejó el dinero de la cuenta más la propina sobre la mesa, ambos salieron de ahí y subieron al auto del menor para ir hacia la comisaría.

Yoongi estaba feliz, estaba emocionado y no tenía planeado ocultarlo por ninguna razón. Pero, también estaba algo nervioso, no quería que las cosas se complicaran más de lo que hasta el momento había sido, pero estaba dispuesto a usar todo su poder para sacar a Jimin de ahí. Sea correcto o no.

— Yoongi. — El menor hizo un sonido gutural para informar que le prestaba atención. — ¿Porqué confiaste en Minnie? — Preguntó mirando el perfil de Yoongi.

— Cada vez que él me contaba algo sobre su vida fuera de ahí... — Respondió sin apartar la vista del camino. — Era capaz de sentir su dolor a través de sus ojos, y cuando recordé, ese dolor se volvió el mío también. — Daehyun asintió lentamente, regresando su vista hacia la ventana.

— Es bueno saber que lo quieres de verdad. — Murmuró, Yoongi solo se limitó a sonreír.

Llegaron a la comisaría, Daehyun se quedó hablando con un oficial explicándole que quería que el caso de Park Jimin fuera re abierto para una investigación más profunda, omitiendo el detalle de que en realidad ya estaban hechas las pruebas suficientes para rebajarle la condena.

Y aunque Yoongi trato de soportar, se dirigió a aquella puerta con el impreso "Ingreso reclusos" en color amarillo y se asomó por la pequeña ventanilla de a un lado de ella.

— Min Yoongi, sub jefe del departamento de inteligencia. — Se presentó mostrándole su identificación al policía del otro lado de la ventanilla. — Necesito un Vis a Vis con Park Jimin, es urgente.

— Permítame un momento, señor Min. — El pelinegro asintió guardando su identificación, unos segundos después solo vió al chico hacer una mueca de preocupación.

— ¿Qué sucede? — Le preguntó, el funcionario lo miró.

— Park Jimin no puede recibir visitas ahora, lo siento, señor Min. — Eso no le gustó al contrario.

— ¿Porqué no? — El chico solo se encogió en su lugar. — Dime porque, idiota. — El contrario aclaró su garganta.

— Él está... — Tosió con nerviosismo. — Está en aislamiento. — Murmuró, pero Yoongi logró comprenderlo.

Y claro, el enojo no se hizo esperar en sus sistema. Golpeó con la mano abierta la pared a un lado de la ventanilla, haciendo saltar al chico tras ella.

— ¡Llámale a Seung ahora! — Le ordenó, el chico solo asintió frenéticamente mientras levantaba el teléfono a su lado y marcaba con rapidez.

Después de colgar, el joven le informó entre tartamudeos que el gobernante ya estaba yendo en camino y que lo podía esperar sentado en la recepción, sin embargo, Yoongi lo interrumpió casi gritándole que él lo esperaría donde quiera y solo se recargó en la pared de al lado.

Un par de minutos y vio a Kim Seung salir por la puerta que tenia un cartel de "Solo personal autorizado" con una radio en su mano y se acercó a la ventanilla.

— ¿Quién me necesita con tanta urgencia, Lee? Sabes que no me gusta- — Interrumpió sus propias  palabras cuando su mirada cayó en el chico de al lado, quien se le hizo extrañamente familiar. Y cuando lo terminó de recordar, sus ojos se abrieron abrieron. — ¿Min Yoongi? ¿Qué diablos haces aquí? — El mencionado simplemente se paró bien sobre su lugar con las manos en los bolsillos. — ¿Porqué no estás en prisión?

— Vaya... — Murmuró ladeando su cabeza. — Un bueno gobernador no estaría preguntando porque no estoy encerrado. — Dijo riendo con burla. — Un buen gobernante ya me tendría contra el piso. — El contrario apretó la mandíbula. — Vine a ordenarle que saque a Park Jimin de aislamiento.

— ¿Porqué lo haría? — Preguntó riendo. — Se merece estar ahí. Además, ¿Porqué obedecería las órdenes de un puto criminal? — Posicionó ambas manos sobre su cadera mientras lo veía con superioridad.

— Porqué este puto criminal puede dejarte sin empleo en este momento, Kim. — Le respondió, después entornó la vista por el lugar al darse cuenta que varios funcionarios los miraban expectantes. Sacó su placa y la puso justo en la cara de Seung, cuyos ojos casi salen de sus órbitas. — Saca a Jimin ahora mismo si no quieres que te deje sin empleo aquí, y en todo Corea, ¿Estamos? — El contrario no tuvo más opción, dio media vuelta y entró por la puerta que daba hacia los módulos de prisión.

A los segundos logró escuchar por el radio del chico tras la ventanilla la voz de Seung ordenando que fueran por Jimin a aislamiento y lo llevaran al vis a vis, que tenía una visita importante, que no debían molestarlo y bueno, básicamente, Yoongi le hizo la vida un poco más fácil por el poco tiempo que le quedaba ahí dentro.

Sin decir nada, Yoongi ingresó a la sala del vis a vis. Era raro, hace unas semanas era él el que salía y entraba por la rejas frente a él, porque también se sentó en la misma mesa en la que hablaba con Namjoon durante sus propios vis a vis.

Los segundos eran eternos, deseaba tanto verlo, lo extrañaba mucho.

Y en cuanto escuchó por el radio de algún funcionario la voz de Kihyun y el conocido código para que le abrieran, pasó saliva.

Y ahí estaba, su precioso Jimin estaba tras la puerta de rejas, esos malditos metales. Sabía que era lo único que los separaba y deseaba tanto poder deshacerse de ellos en ese momento. En cuanto la puerta se abrió, Jimin caminó hacia él con la cabeza gacha y se sentó frente a él.

— Jiminnie... — Le habló, sintiéndose feliz después de el tiempo separados.

— Pensé que jamás volvería a pisar este lugar. — Murmuró entre una risa sin gracia, y lo volteó a ver.

El aspecto de Jimin le preocupó mucho, ahora se veía más delgado, pálido y con ojeras marcadas bajo sus preciosos ojos avellana con ausencia del típico brillo que había en ellos.

— Jiminnie, ¿Porqué te metieron a aislamiento? — El menor desvió la mirada. — Contéstame, cariño. Por favor.

— Lo lamento. — Yoongi a penas pudo escucharlo. — Yo... Estaba por regresar a mi negocio. — El mayor se quedó estático, Jimin negó rápidamente. — N-No, Yoongi... No lo hice. — Negó rápidamente. — Mira, el dinero que tenía se me terminó pagándole a Hyungwon y... No tuve otra idea más que hacerlo de nuevo. — Le explicó. — Estaba en aislamiento porque, cuando estaba por hacerlo, me arrepentí. El tipo se puso como loco y yo me enojé por las estupideces que estaba diciendo. Y bueno, me terminé peleando.

— ¿Cuánto tiempo llevas encerrado? — Preguntó en un murmuro.

— No lo sé. — Le respondió con la voz rota. — Creo que... Desde que tú te fuiste. — Eso significaba que, Jimin gastó todo su dinero ese mismo día. — Hyungwon me dijo que no importaba sí le pagara o no, él me iba a proteger, pero, odio que tenga que hacerlo porque le doy lástima, Yoongi. Y-Yo no era así. No había tratos especiales, ni-

— No, Jimin. Tú no debiste pisar ni por error este lugar. — Lo interrumpió. — Hyungwon no lo hace por lastima, a pesar de todo, jamás lo abandonaste. Te quiere, y eso es todo. — Le explicó rápidamente. — Sobre el dinero... — Se acercó a él. — Bajo la mesa pegué algo, tómalo con cuidado y úsalo si lo necesitas. — Susurró, Jimin abrió sus ojitos y negó. — Agarralo, Minnie. Y en la biblioteca, en el último pasillo dentro de los libros grandes, está todo lo que yo dejé, no recuerdo cuanto es, pero probablemente te vaya a servir de aquí hasta que salgas. — Jimin se sorprendió.

— ¿S-Si saldré de aquí, Yoon? — Preguntó cohibido. — ¿De verdad estás...?

— Por supuesto que si, te lo prometí. — Le respondió tomando sus manitos por encima de la mesa. — Y ya no queda mucho, en este momento están levantando la denuncia para retirarle los cargos de intento de homicidio. Haré que el juicio sea lo más pronto posible. Por ahora, logré hacer que tu otro juicio pendiente se retrasara así que aún tenemos tiempo.

— ¿No disparé yo? — Murmuró pasando la vista de sus manos unidas, a él rostro del mayor, quien negó con una sonrisa.

— Fue Jaebeom, cariño. Tú no hiciste nada malo. — Jimin apretó sus ojitos. — Serán diez años menos en tu condena y tal vez unos cinco por compensación y tal vez, pueda sacarte de aquí bajo fianza.

— Yoon...

— No. No me digas nada. — Lo interrumpió. — Te necesito, no me importa tener que mover cielo, mar y tierra. No mereces esto, no mereces todo lo que pasaste en este asqueroso lugar. Solo espérame un poco más. — Jimin levantó la mirada, apretando la mano del mayor entre las suyas.

— Cariño... E vivido en una mentira durante seis años. — Le dijo mirándolo a los ojos. — Puedo vivirla un poco más, confío ciegamente en ti.