⛓55. Compensación⛓
— ¡Yoongi hyung! — Namjoon corrió hasta él con los brazos abiertos, el mayor sonrió y recibió gustoso el abrazo que le fue regalado con infinito cariño, aquel gesto le susurró un "Te extrañé" de la manera más bonita en que Yoongi lo pudo percibir.
— Yo también te extrañé, Nam. — Susurró, sin romper el contacto. — Aunque no sé porqué, si nos veíamos una vez al mes. — Dijo riendo, contagiando al más alto.
— ¡Hyung, nos veíamos todos los días! — Le dijo separándose un poco. — Fue un cambio repentino tener que dejar de verte a diario. — Se quejó infantilmente, a veces Yoongi se preguntaba si de verdad ese grandulón era su jefe. — Da igual, vamos ya. Seguro estás cansado y tienes ganas de comida de verdad. — Le dijo y salió del lugar, en camino al estacionamiento.
Yoongi se quedó en su lugar, simplemente volteó de nuevo y solo miró la puerta por donde, hace ocho o nueve meses había ingresado como Min Yoongi, agente especial del departamento de inteligencia, sin ningún tipo de compromiso y con una vida nada complicada (Fuera del trabajo), y ahora, había salido. Pero todo había cambiado en ese transcurso de tiempo. Porque había salido como Min Yoongi, sub jefe del departamento de inteligencia, con un compromiso y con una situación complicada que resolver.
— Confía en mí, por favor. — Le susurró, acunando el rostro ruborizado entre sus manos. — Te prometo que haré todo lo que este a mi alcance por sacarte de aquí. — Jimin sorbió su naricita.
— ¿Te extrañaré, Yoon? — El menor frunció los labios.
— No se cuanto tiempo tardaré, pero lo simplificaré lo más que pueda. — Le prometió por último, juntado sus frentes.
Aquella última conversación se reproducía una y otra vez en su cabeza, rogando que en verdad no tomara mucho tiempo.
Miró por última vez esa puerta con el grabado de "Ingreso reclusos" imaginando a Jimin saliendo de ahí para no volver a entrar, y se giró, caminando hasta donde Namjoon lo esperaba.
El menor no quiso decir nada, suponía que había sido una temporada difícil para Yoongi y no quiso cuestionarle, simplemente lo abrazó por los hombres y desaparecieron del lugar.
— ¿Ya están los resultados de lo que te pedí? — Preguntó con la cabeza recargada en el vidrio del auto de Namjoon.
— Oh no, hyung. — Negó. — Ni creas que te dejaré trabajar. Tienes que descansar, acabas de terminar una misión complicada. — El mayor lo miró con reproche.
— ¡Por tu culpa soy el sub jefe del departamento! — Le recordó. — No puedo darme el lujo de vacacionar si me acabas de ascender, Kim Namjoon.
— Olvídalo, hyung. — Se negó. — Ahora te llevaré a comer a tu restaurante favorito y después irás directo a tu cama. Ya te hablaré yo para que regreses a las oficinas. — El mayor pataleó, el menor rió por eso.
— ¡Namjoon, vamos! — El más alto simplemente negó con una sonrisa en su rostro y continuó el camino.
Estoy cansado de esperar a las personas, Yoongi.
Yoongi pasó saliva. No, definitivamente no podía perder tiempo.
Después de que Namjoon lo llevara a ese excelente restaurante, lo dejó en su casa, recordándole que esperara su llamada para avisarle cuando regresaría al trabajo y después de un berrinche más de parte del mayor, el más alto se fue, dejándolo en su hogar.
¿Era posible que ahora no lo sintiera como eso? Tanto tiempo deseando volver a ese lugar, para que ahora no sintiera ni una pizca de emoción o alivio.
Durmió a penas una hora esa noche, las pesadillas repentinas no lo dejaban pegar ojo ni por dos minutos y las lagunas mentales eran un infierno.
Los rayos del sol se colaron por su ventana, pegando en su cama con delicadeza. Miró el reloj. 07:38 de la mañana.
Y lo que pasó por su mente fue solo un "A la mierda."
Se levantó de su cama, se duchó cómodamente sin sentir miradas por todos lados y salió a cocinarse unas rebanadas de pan con mantequilla y un café -muy- cargado. Al terminar de comer, dejó limpios los platos que utilizó, lavó sus dientes y salió tomando las llaves de su casa y del auto.
Tenía que confesarlo, subirse a su deportivo negro si lo hizo olvidarse por unos segundos de las preocupaciones ¡Había extrañado tanto su auto!
Y sin más, emprendió camino hacia el edificio donde trabajaba. Tenía una promesa que cumplir.
Al llegar, estacionó su auto en el lugar con la placa que tenia grabado su nombre. Suspiró y bajó del auto.
A penas entró a la recepción, resonaron aplausos por toda la sala, Yoongi sonrió a penas un poco y entronó su vista por el lugar. Todos sus compañeros y los empleados estaban ahí, Namjoon se acercó hasta él.
— Sabía que vendrías, aish. ¡Eres tan terco, hyung! — Se quejó entre risas, abrazando al mayor.
— Si lo sabías, ¿Porqué me negabas tanto el venir, entonces? — Se rió el mayor.
— ¡Porqué sabía que vendrías! — Le repitió.
Después de unos minutos en los que sus compañeros lo felicitaban por el resultado de la misión y el recién ascenso, Yoongi se disculpó por la tardanza y se retiró a su nueva oficina para poder establecerse oficialmente ahí, y en cuanto terminó, se dirigió a la de Namjoon.
A penas se sentó en el escritorio del menor, sacó unos documentos de sus cajones y se los entregó al mayor.
— Aquí están. Son los resultados de los exámenes que me pediste. — Yoongi los tomó de inmediato y comenzó a leer. — Le hicimos las pruebas a las dos armas confiscadas el día del arresto de Park Jimin y Jay Park junto con la bala disparada en el abdomen de Park Daehyun. — Los ojos de Yoongi casi salen de sus cuencas al terminar de leer los documento, Namjoon asintió. — Tenías razón, la bala fue disparada del arma de Jaebeom, no de Jimin. — Por Dios, Yoongi lo sabía, sin embargo sintió alivio. — Su familia puede presentar una demanda para retirar el cargo por intento de homicidio, pueden reducir diez años por los cargos retirados y tal vez unos cinco más como compensación por la falta de investigación. Su condena se rebajaría a sólo diecinueve años más en lugar de treinta y cuatro, además de tener acceso a salida bajo fianza.
— ¿Cómo se podrían remover los demás cargos? — Namjoon entrelazó sus manos sobre el escritorio.
— Eso no es posible, hyung. — Le respondió. — Chae Hyungwon y Lee Minhyuk sí declararon que Jay obligaba a Jimin a hacer todo eso, sin embargo, las acciones las terminaba haciendo. Park Jimin se dejó manipular y desgraciadamente, cometió todos los delitos. De fraude y tráfico de drogas, es culpable. — Yoongi dejó salir un pesado suspiro. — Llamaré a la familia de Park Jimin para avisarles y que puedan-
— No, ellos no lo harán. — Yoongi lo interrumpió. — Yo sé a quien puedes llamar para que realice la demanda.
— ¿A quién? — Preguntó, ladeando la cabeza.
— Park Daehyun. — Namjoon frunció el ceño. — Sus padres no tienen contacto alguno con Jimin, no van a querer ayudar. Y por lo que él me contó, Daehyun le tiene mucho aprecio. Es más probable que él quiera ayudar con esto que sus padres. — Namjoon lo pensó.
— Quieres terminar todo esto antes de dos semanas, ¿Cierto? — Le preguntó Namjoon. — Para evitar el juicio pendiente de Park. — Yoongi asintió. — Hyung, ¿Qué pasó en prisión?
Yoongi desvió la mirada hacia un lado, haciendo una línea con sus labios. Pero sabía que tarde o temprano lo tendría que decir.
— Estoy enamorado de él. — Le confesó sin más, el menor frunció los labios. — Pero te diré lo mismo que le dije a él antes de salir, Namjoon. — Lo miró de nuevo. — Primero confié en él, y después me enamoré. No es que confíe en él porque lo amo. — El más alto talló su rostro.
— Hyung... — Murmuró entre suspiros. — Esto ya es más que-
— Por favor, Nam. — Le pidió, acercándose al escritorio. — Esto es muy importante para mí.
Namjoon lo pensó por un momento, ciertamente, él sospechaba que algo así pasaba desde el Vis a Vis en el que él mismo se lo había sugerido a Yoongi.
Por un momento creí que estabas enamorado de él.
El recuerdo de ese momento llegó a su mente y tuvo que reprimir una sonrisa, por Dios, había adivinado lo que su hyung sentía incluso desde antes de que Yoongi lo tuviese claro.
Tomó el teléfono a su lado y lo llevó a su oreja.
— Jihyo, necesito la carpeta de investigación de Park Jimin. — Yoongi le sonrió en grande. — Llama a Park Daehyun, dile que tenemos información sobre el caso de Jimin y necesitamos hablar con él. — Y segundos después, colgó.
— Dios, Namjoon. Te besaría en estos momentos, pero no planeo ser infiel. — El menor rió.
— Yo tampoco quiero ser infiel, hyung. Me voy a casar pronto. — Le recordó. — ¿Quieres hablar tú con Daehyun?
— Si, yo me encargo. — Aceptó. — Gracias, Namjoon. — El más alto le restó importancia.
— Jamás pensé que te fueras a enamorar, hyung. — Le dijo con calma. — Y aunque fue en una inusual situación y tal vez no muy ético... — Suspiró. — Me alegro por ti, de alguna forma.
Yoongi le sonrió en agradecimiento y salió de ahí. Extrañaba a Jimin y deseaba tanto poder verlo y contarle sobre lo que estaba pasando, pero, no quería que se ilusionara tan pronto.
Solo deseaba que las cosas salieran bien para Jimin a partir de ahora.
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