Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

⛓50. Sorpresas⛓

Un golpe repentino en la puerta en su celda los hizo despertarse unos minutos antes de la ruidosa y molesta alarma. Ambos miraron hacia esa dirección y sin ninguna sorpresa, miraron a Jay fuera.

— Jimin, ven. — El menor odiaba eso, cada vez que Jay lo llamaba o lo miraba, regresaba al trágico día en donde su libertad se perdió en esa sucia casa donde permanecían encerrados. Y también volvía a sentirse indefenso frente a él. — ¡Te estoy hablando, Jimin! — Yoongi se paró de un salto y caminó con tranquilidad a la puerta.

— Oye, tranquilo viejo. — Trató de sonar lo más calmado posible. — ¿Porqué la prisa? Ni siquiera a sonado la alarma. — Se recargó sobre las rejas, prendiendo un cigarro.

— No te incumbe en lo absoluto el motivo por que vengo a buscar a mi novio, Min. — El de piel pálida apretó la mandíbula, ¿Su novio? ¿A caso la distancia que Jimin tenía con el no le daba una idea?

— Es mi castillo, yo debo saber lo que sale y entra de aquí. — Expulsó el humo del cigarro en la cara de Jay, quien sólo volteó la cara. — Y eso incluye a mi princesa.

Okay, la risa reprimida llamó la atención de ambos hombres ahí. Yoongi solo sonrió guiñandole un ojo, y cuando Jay estuvo por hablar, la alarma sonó.

— Jay, ven acá. — Lo llamó Minhyuk, tratando de que no molestara a Jimin. — Hyungwon te quiere decir algo. — Jay miró a Lee un momento y después regresó su vista al par dentro de la celda.

— Te veré ahora, Jimin. — Esa mirada. Sabía lo que significaba.

— No si te saco los ojos antes, idiota. — Dijo Yoongi en cuanto se fue de ahí. Se acercó a Jimin y besó sus labios. — Hoy acabará, cielo. Te prometo que ese idiota no va a molestar más. — Jimin frunció el ceño con una sonrisa.

— ¿Porqué lo dices, Yoon? — El mayor solo le guiñó un ojo y salió de la celda con dirección a las duchas.

La rutina de siempre, todos se ducharon con tranquilidad y el comedor se fue llenando poco a poco para la hora de desayuno.

Cuando Jay llegó ahí no comprendía lo que estaba pasando.

¿Qué mierda hacia Hyungwon, Jimin y los demás sentados junto a la banda de Hoseok como si fuese un puto picnic? Se acercó a ello y dejó caer su bandeja al lado de SeokJin, Hoseok lo estiró de la cintura de inmediato.

— ¡Idiota! — Le gritó Hoseok con enfado. — ¿Eres tonto, Park?

— Deja de tocarlo, el es de mi bando aunque no lo conozca y no quiero que se contagie de tu idiotez, Hoseok. — El mencionado solo pudo verlo con burla en su ojos, Jay se confundió. — ¿Qué hacen con ellos de todas formas, Hyungwon? — El más alto se puso de pie, recargando sus manos sobre la mesa.

— Hay algo que debes de saber. — Jay se cruzó de brazos, pasando su peso a la pierna derecha. — Ken también estuvo encerrado aquí, y hace unos cuatro meses comenzó a meter mierda. — Una ceja se alzó en el rostro de Jaebeom. — Como lógicamente rebajó nuestras ventas y se estaba convirtiendo en una amenaza Hoseok y yo... — Intercambió miradas con con mencionado. — Hicimos un convenio. — Le dijo finalmente, Jay tensó la mandíbula y Hoseok le guiñó un ojo. — Y cuando el problema desapareció, decidimos seguir así porque en realidad, trabajamos bien juntos. — Jay hizo amague de querer decirlo algo, sin embargo Hyungwon continuó. — Y si tratas de querer romper con ese convenio, lamento decirte que no podrás. — El contrario se confundió. — Bueno, digamos que todos ya están más de mi lado que del tuyo, Jay. Y si tratas de conseguir gente de nuevo, no te irá muy bien. Todos aquí saben que no deben meterse conmigo, Hoseok y nuestra gente. — Finalizó con un guiño, sentándose nuevamente.

— Es tu decisión, Park. — Le habló Hoseok. — Te quedas sobre nuestro cuidado, o te vuelves uno de esos orangutanes. — No iba a mentir, estaba disfrutando esto como nunca. — Tienes dos minutos para pensarlo.

— Jimin. — Le llamó Jay, Yoongi se paró de la mesa.

— Un detalle más, Jay. — El chico rodó los ojos. — Jimin es mío. — Dios, tenía tantas ganas de decirlo. — Tú lo vuelves a tocar de cualquier manera, y nosotros nos olvidamos de que eres parte de esto, Jaebeom. No te  conviene jugar con nadie de aquí ni tampoco querer recuperar o ganar poder, porque aquí dentro tú no eres nada. — Finalizó, sentándose junto a Jimin, quien no dudó en darle un sonoro beso, sintiéndose libre de hacerlo y con un peso menos de encima.

A Jay no le agradó mucho.

— Da igual. — Murmuró sentándose de mala gana.

No le agradaba, pero sabía que ahora no le convenía hacer algo contra eso.

— Yo les quiero decir algo más. — Seokjin se paró repentinamente, todos lo miraron extrañados. — No sé cómo vaya a salir, pero ya estoy harto de ocultarme de todos.

— Jin, nos estás asustando. — Le dijo Jimin.

— Si, es el típico momento en el que nos dices que tienes una enfermedad terminal o algo así. — Le dijo Jungkook, Hoseok le dio un golpe en la nuca. — ¡Ah, Hoseok!

— No digas tonterías, imbécil. —  Regañó y devolvió la mirada a SeokJin, ¿A caso él...?

Jin respiró profundo y dejó salir la noticia.

— Hoseok y yo somos pareja.

Y todos en la mesa solo pudieron gritar un ¡¿Qué?! Al unísono.

Vaya que fueran un par de sorpresas para todos.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro