Justo ahora, Yoongi estaba buscando a alguien que le pudiese ayudar. Convencer a Jimin estaba siendo una tarea difícil y, claro, lo esperaba, pero se estaba dificultando más de lo que creyó.

Hace a penas una hora que habían tenido uno de sus encuentros en la biblioteca justo en su turno de trabajo, digamos que como siempre, la biblioteca estaba vacía y Yoongi no pudo evitar calentarse cundo vio a Jimin agacharse porque accidentalmente había tirado el libro de registros que estaba sobre el escritorio. Volvió a pedirle ser novios y volvió a recibir una negativa.

¿Qué más necesitaba? ¿Un cartel y música para pedírselo frente a toda la cárcel? ¡Eso era presión social! ¿Acaso eso le gustaba?

¿Quién podría ayudarle a poder convencer a Jimin que estaba tan encantado como él? Tal vez alguien que lo conociera mucho y claro, a su mente vinieron Taehyung y SeokJin, pero, ¿Quién de los dos podría hacerlo? Taehyung le debía un favor de cuando lo encontró junto a Jimin, de ahí podía aprovecharse pero conociéndolo... Tal vez se reiría de él y no lo iba a ayudar demasiado.

SeokJin. SeokJin fue el que dijo que "Era imposible" pero... Tal vez había algo para convencerlo, no sabía que, pero estaba dispuesto hasta pagar por sacarle información.

¡A la mierda! Caminaría por toda la prisión y le pediría ayuda al primero que vea, sea Taehyung o SeokJin, no perdería nada tampoco.

Se levantó de su cama y tomó una de las paletas sobre el cajón de Jimin como ya era costumbre y salió de ahí, evitó pasar por los baños o la lavandería porque tal vez Jimin estuviera trabajando en eso que no le gustaba a Yoongi y la verdad que no estaba de humor para verlo y terminar peleando con el cliente.

Se dirigió al patio, varios reos estaban jugando basquet y en las gradas estaban otros más, buscó entre ellos encontrándose con Jungkook, tenía expresión aburrida mientras veía como los que estaban jugando se movían de un lado a otro y de vez en cuando querían solo agarrarse a golpes por los pequeños empujones que llegaban a darse.

Se acercó a él, tal vez Taehyung llegaría pronto porque desde que esos dos volvieron, ya estaban siempre acompañados el uno del otro y aprovecharía eso.

— Jeon. — El menor lo miró y lo saludó con un movimiento de cabeza. — ¿Dónde está Taehyung? — Jungkook lo miró con una ceja alzada.

— ¿Qué? ¿Me vas a proponer algo indecente y quieres asegurarte de que no te escuche? — Preguntó. — Mira Yoongi, lo nuestro ya pasó, no me valoraste y-

— Estás más loco que todos aquí, por Dios. — Se burló el mayor, Jungkook rodó los ojos.

— ¿Qué quieres, Min? — Preguntó con fastidio.

— Quiero hablar con Taehyung. Necesito que me diga como demonios puedo hacer para que Jimin acepte de una buena vez que somos el uno para el otro. — Jungkook rió un poco.

— ¿Sigues con eso? — Preguntó negando con la cabeza. — Es más posible que Jin escape de nuevo que eso, Yoongi. — El mayor rodó los ojos.

— Mira, baboso. — El menor lo miró con indignación. — Tú te haces romances solo en tu cabecita de tontito, sin embargo, yo soy un hombre de lógica y la lógica dice que, a Jimin le gusto pero la da miedo aceptarlo.

— Y el que se hace romances solo soy yo. — Murmuró. — Mira, baboso. No tienes idea de lo que Jimin a pasado aquí dentro, así que dudo mucho-

— Claro que lo sé, Jungkook. — Interrumpió, Jeon lo miró asombrado. — Jimin me lo a contado todo, te lo digo yo. Yo mismo hubiese matado al tipo de haber estado aquí.

Wow, ¿Qué? ¿Park Jimin había hablado sobre Taemin con Yoongi? Eso sí era sorprendentemente nuevo. Jungkook, quien ya estaba ahí dentro cuando todo eso ocurrió, sabía que para Jimin sería imposible hablarlo por las buenas, pero de repente llega el baboso y le dice que le contó todo...

¿Se estaba volviendo loco? O tal vez... ¿Tal vez Yoongi tenía razón? Tal vez, Jimin de verdad sentía algo diferente por Yoongi...

¿Valdría la pena intentar ayudar a Yoongi?

— Vaya... — Murmuró, algo sorprendido. — ¿De verdad te lo contó? — Yoongi asintió con el ceño fruncido. — Mira, conozco a Jimin. Cada vez que nos vemos nos queremos reventar la boca de un puñetazo, pero si. — Explicó. — Yo te puedo ayudar. — Las cejas del mayor se alzaron en sorpresa.

— ¿Qué quieres? — inquirió al instante, que Jungkook se ofreciera a eso le sorprendía.

— Nada, inútil. Solo... Tómalo como una disculpa por ponerme loquito antes. — Yoongi lo vio con los ojos entrecerrados, Jungkook alzó su mano derecha. — Sin trucos, puedo ayudarte si eso quieres.

Yoongi lo pensó, era cierto que esos dos se odiaban, pero por experiencia sabe, que un enemigo sabe más de su contrincante que sus propios amigos, entonces... Tal vez no era tan mala idea. Por eso decidió extender su mano hacia Jungkook y confiar en él.

¿Qué podría salir mal?

— Está bien, Jungkook. — El menor aceptó la mano de Yoongi, cerrando su pequeño trato.

Ahora solo quedaba, convencer a Jimin.