⛓30. Estaré bien⛓
Ambos chicos estaban sentados en la mesa, en medio de la celda, uno sentado frente al otro. Jimin tenía recargada su barbilla sobre sus manos, pensando meticulosamente todo lo que quería preguntarle al mayor.
— ¿Porqué estás aquí? — Le preguntó sin cortar el contacto visual.
— Tráfico de drogas y homicidio. — Le respondió simple. — Tengo condena de cincuenta años sin derecho a libertad condicional. — Terminó con tranquilidad.
— ¿No es una condena corta? — Preguntó curioso. — Es decir, yo tengo intento de homicidio, tráfico y estafa y me condenaron con cuarenta. Son solo diez años de diferencia.
— Digamos que mi abogado es muy bueno. — Explicó, guiñandole un ojo.
— ¿Qué traficabas?
— Lo pregunta sería, ¿Qué no traficaba? — Jimin alzó una ceja.
— ¿Porqué no metes cosas aquí? — Preguntó. — Es decir, ¿Porqué decidiste simplemente unirte con Hoseok en vez de seguir aquí? — Yoongi se encogió de hombros.
— Soy inteligente, Jimin. Sabía que, si hubiese hecho eso, yo estaría en el lugar de Ken. — Jimin asintió, dándole la razón. — ¿Algo más?
— Si. — Contestó, recargándose sobre su asiento. — ¿Tienes pareja? — El semblante de Yoongi de inmediato tomó un aire de burla. — No seas idiota. Solo que, por lo general muchos entran aquí con alguien y a las dos semanas están llorando porque los dejaron.
— Yo-
— Y como cada semana tienes un Vis a Vis... Es lo que se da a entender, me sorprende que tu noviecita no te haya dejado. — Yoongi rió.
— Ah, princesa. Eres un caso. — Jimin rodó los ojos. — En primer lugar, no tengo pareja. — Enumeró, como Jimin suele hacerlo con él. — En segundo lugar, soy gay de siempre, no me gustan las mujeres. Y, en tercer lugar, me viene ver un... bueno, mi hermano.
— ¿Tú hermano? — Le preguntó algo sorprendido. — ¿Tú familia aún te quiere?
— No es hermano de sangre, tonto. Es un amigo. — Jimin asintió.
— Le gustas. — Concluyó.
— Eres tonto. — Se burló el mayor. — Está comprometido.
— ¿Y? Eso no quita que quiera que los folles, idiota. — Se burló el rubio.
— Oh, no seas celoso, princesa. — Jugueteó el mayor. — Yo solo tengo ojos para ti.
— Serás imbécil. — Le dijo Jimin, riendo.
Creo que nunca lo había visto reír.
— Imbécil por ti. — Siguió Yoongi, Jimin solo se paró mientras reía.
— Me largo, nos vemos después. — Se despidió saliendo de la celda.
Yoongi no era tonto, sabía que Hoseok lo había mandando a sacarle algún tipo de información, sabía que alguien más también estaba buscando información sobre él, porque sabía que aún estaba en algún tipo de "período de pureba".
Y no le molestaba, en realidad, sabía que Hoseok lo hacia por precaución. Tampoco le preocupaba, Namjoon le dijo que había arreglado todo para que nadie ahí dentro lo descubriera.
Pero la verdad, esta vez, las cosas no eran así. Nadie le había dicho a Jimin que tratara de sacarle algo, el menor tenía una genuina curiosidad sobre Yoongi, y aprovechando el acercamiento que tenían últimamente, quiso sacarse un poco de dudas.
Y ahora qué lo recuerda, Namjoon debería de estar ya ahí, y probablemente estaban a punto de...
Min Yoongi, presentarse a la puerta para el Vis a Vis.
Ahí estaba.
Salió de la celda y caminó con tranquilidad hacia allá, con las manos en los bolsillos y comiendo una paleta que "encontró" en la mesa del lado de Jimin.
Entró a la sala y de inmediato vio a Namjoon en donde solían sentarse siempre, el menor se paró a abrazarlo como saludo y se sentaron de nuevo.
— Hyung, ¿Cómo estás? — Le preguntó, Yoongi ya se sentía extraño al ser llamado con honoríficos.
— Todo bien, Nam. — Le respondió. — ¿Cómo van ustedes?
— Estamos a casi nada, hyung. — Le dijo feliz. — ¿Y tú? Ya llevas tres meses aquí...
— A penas me permitió acercarme a él. — Le contestó. — Hasta ahora podemos tener una conversación sin llamarnos idiota o imbécil y terminar peleando. — Dijo riendo.
— Normal, criminales como él no se confían de nadie. — Comprendió Namjoon. — Para serte honesto, pensé que se llevaría más tiempo en eso.
— Por favor, Namjoon. — Dijo con burla recargándose sobre la silla. — Soy Min Yoongi, me estas subestimando. — El mayor rodó los ojos.
— Que arrogante eres, hyung. — Le reclamó mientras reía. — ¿Y ya arreglaron el asunto de Lee? — Yoongi asintió.
— Hace unas horas dieron la noticia de las bajas. — Informó. — Lástima, lo último que quería aquí era causar más muertes aquí. — Namjoon rió.
— Ajá, si. — Se burló. — Como si no te conociera, hyung. — El mayor se encogió de hombros, sonriendo. — ¿Jimin ya no ha recibido llamadas?
— No. El tipo debe saber que ya le están pisando los talones, Namjoon. Ya no se va a arriesgar. — Kim asintió.
— Me voy ya, entonces. — Avisó parándose de su lugar. — Si necesitas algo, sabes que puedes llamarme, hyung.
— Lo sé. — Se paró para darle un abrazo más al menor. — Te informo cualquier cosa.
— Cuídate mucho, por favor. — Le pidió con preocupación.
— No debes de preocuparte, Nam. Estaré bien. — Namjoon asintió, esperando que así fuera.
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