— ¡Yoongi, estas aquí por una misión, no ha conseguir novio! — Se burló Namjoon por milésima vez en los últimos cinco minutos, por Dios que Yoongi estaba apunto de lanzarle la mesa del Vis a Vis en la cara.

— Eres un idiota, Kim. — Se quejó. — ¡Cierra la boca, todos se nos quedan viendo! — Y era verdad las otras dos parejas de personas que estaban con otros reclusos los miraban extrañados.

¿Quién podía estar así de feliz por tener a alguien en esa cárcel?

— Bueno, ya, ya, me calmó. — Se propuso, respiró hondo un par de veces y con algo de dificultad, volvió a ser el Namjoon serio de siempre. — Ya estoy. — Avisó. — Bueno Yoongi, tienes que buscarle solución a esto de tu... — No te rías, no te rías. — Noviecito. — Eso, aguanta como un campeón. — Porqué si ese loquito está vigilandote y te ve hablando con el objetivo, tal vez te corte los huevos.

— Nadie podría hacerme eso. Deberías saberlo. — Namjoon se encogió de hombros. — Trató de solucionarlo, pero... ¡Aggg! ¡Tiene un culo tan-

— Bueno, ¿Y cómo vas con lo que me contaste la otra vez? — Lo interrumpió, no quería detalles.

— Ya se unieron. — Namjoon sonrió ladino. — De hecho, en cinco minutos tendremos nuestra primer "junta" como convenio. — Le informó. — Así que tengo que irme ya.

— Estás por cumplir casi dos meses aquí, Yoongi. — Le recordó. — ¿Todavía estas cuerdo? — El mayor rodó los ojos.

— Claro que lo estoy, idiota. — Contestó. — o bueno, lo cuerdo que sabes que estoy.

— Seguimos igual de jodidos, entonces. — Se burló, Yoongi bufó y se paró de la silla escuchando la risa de Namjoon a sus espaldas. Se detuvo frente a la puerta para volver al módulo, sonrió burlón y miró sobre su hombro.

— ¿Sabes? Casi le cuento a Jungkook del día del bar. Ya sabes, cuando te pusiste hasta el culo y querías que te folla-

— Nos vemos después, hyung. Hasta pronto. Bye, bye. Adiós~. — Y huyó del lugar sin darle tiempo al mayor para seguir hablando.

Esos recuerdos están mejor cuando no los mencionan.

Yoongi solo rió por la bajo y espero a que el guardia de seguridad diera el código para abrir la puerta y por fin, ir a hablar con su nueva, gran y feliz familia de prisión.

Una buena noticia, era que por fin iba a pasar más tiempo con Jimin y no precisamente para pelear. Pero la mala, era que ahora tenía un supuesto ¿Novio? O algo así, con él que le sería difícil acercarse a Jimin y que no esté Jungkook acariciándole el cuello con una navaja.

Se dirigió hacia la celda de Hoseok, donde habían quedado en juntarse, por una mierda, ¿No había un lugar más pequeño o que?

— Hasts que llegas. — Le dijo Hoseok a penas entró. — Ahora solo falta Jungkook.

Y Yoongi hubiese aprovechado bien esa oportunidad, porque su falso novio no estaba ahí, pero, sería raro tratar de entablar una conversación con Jimin frente a todos los demás. Seamos honestos, toda esa bola de hijos de puta son más inteligentes de lo que parecen y probablemente sospecharían o verían algo de raro en eso.

Además, en estos momentos, Jungkook estaba caminando hacia él.

— ¡Yoonie! — Gritó con entusiasmo y se lanzó a los brazos del mayor, quien no correspondió y solo hizo una mueca.

Taehyung no pasó desapercibido ese apodo ni ese cariñoso abrazo.

— Jeon, quítate. — Le pidió jalandolo de la cintura.

— No se dice Jeon. — Le reclamó con un puchero. — Se dice mi amor. — Yoongi iba a vomitar.

— ¿Cómo que "mi amor"? — Preguntó Taehyung con los brazos cruzados y una ceja alzada. Jungkook lo ignoró completamente, estaba muy ocupado peinando el cabello de Yoongi.

— Después hablan de sus romances adolescentes. — Interrumpió Hyungwon. — Tenemos que solucionar esto rápido. — Hoseok asintió.

— ¿Ya nos dirán contra quienes tenemos que ir? — Preguntó YeonJun. — Hablan entre ustedes sabiendo quien es, pero no nos dicen nada.

— No seas tan despistado, YeonJun. — Le pidió Soobin. — Ellos dicen que es la tercera banda más importante aquí, hasta yo que llevo cerca de dos meses aquí se de quienes hablan. ¿Llevas aquí tres años de verdad? — Yoongi alzó una ceja. Ok, a Soobin ya lo estaba cambiando ese lugar.

— Me pones mucho cuando me hablas así, cariño. — Soobin rodó los ojos. ¿No sabía lo que era la discreción?

— Como sea. — Interrumpió Hoseok. — Lee JaeHwan. — Reveló por fin.

— Como sabrán, tenemos rivalidad con él desde antes de entrar a prisión. — Explicó Hyungwon. — Y por lo tanto, sabemos el tipo de  mercancía que debe de estar metiendo.

— Están metiendo hasta LSD. — Les informó Yoongi, todos le prestaron atención. — Y no me hagan mucho caso, pero creo saber por donde lo están haciendo. — Hyungwon alzó una ceja.

— ¿Y cómo lo están haciendo, blanquito? — Le preguntó.

— Eso lo hablaré con Hoseok, guapo. — Eso era obvio, no le iba a confiar todo a sus rivales.

— Entonces, ¿Qué vamos a hacer? — Preguntó Jooheon, ya un poco harto de la situación.

— No tengo idea, pero tenemos que ser muy discretos. — Le respondió Minhyuk sin mucho interés.

Y Yoongi se quedó pensando, para acabar con su negocio, tenía que desaparecer a al menos el líder de ellos, ahora, ¿Cómo desaparecer a alguien como Lee JaeHwan sin salir tan mal parado?

Yoongi ayudó con las investigaciones para capturarlo, no participó en el arresto porque inmediatamente de que descubrió donde estaba, le dieron otro caso por investigar, que curiosamente, fue el caso de Jimin y su novio fugado.

Tenía que idear como desaparecer a alguien estando en prisión, ¿Eso contaba como homicidio para él?