- Te lo digo en serio, Hyungwon. Creo que hay alguien más en el negocio. - Le insistió Jin, Hyungwon solo rodó los ojos.

Por supuesto que lo sospechaba, no era idiota, sin embargo, no quería sacar prontas conclusiones.

- SeokJin, hay muchas personas en el negocio. - Fue el turno de SeokJin para rodar los ojos.

Por Dios, eso él lo sabía.

- No me estas entendiendo, idiota. - Y el mayor estaba perdiendo la paciencia. - Sé que hay muchas personas en esto, pero a las que me refiero, son una amenaza. Ya van más de cinco clientes que nos dejan.

- También han dejado de ir con Hoseok. - Agregó Wonho, Jin asintió con el ceño fruncido.

- Mierda... creo que ahora entiendo lo que pasaba con ese idiota y sus perros. - Dijo Hyungwon, Jin lo miró confundido.

- ¿De qué hablas? - Hyungwon negó.

- Nada, tengo que ir a hablar con Jimin. Le encargué algo y quiero ver si lleva algo de progreso. - Y Jin se preocupó.

Sabía el tipo de "encargos" que Hyungwon le ponía a Jimin, meterse con algún preso peligroso para conseguir información, y más de una vez, eso había salido mal.

Ya había ocurrido que por estar haciendo esas cosas, terminaban lastimando a Jimin, lo humillaban, lo llegaron a torturar, casi matar.

Por esas cosas, Jimin había perdido toda la empatía y sensibilidad que en algún momento tuvo. Esas eran las consecuencias de terminar en prisión.

- Creo que no hay mucho que hablar, princesa. - Le respondió Yoongi con una sonrisa ladina. Sabía que eso pasaría. Jimin solo rodó los ojos a espaldas del mayor.

- No confío en ti, Min. - El mayor se giró a verlo.

- ¿Qué haces aquí, entonces? - Le preguntó. - Si no confiaras en mí, no estarías solo conmigo. - Le dijo cruzando los brazos sobre su pecho. - Debes de necesitar algo con urgencia para que estés hablándome. - Bueno, eso terminó por sorprender a Jimin.

¿Quién era ese hombre? Siempre sabía lo que pasaba con tan sólo saber un par de detalles sobre la situación en la que se encontrara.

- Iré al punto, Min. - Comenzó. - ¿Qué está pasando contigo y tus amiguitos? - Yoongi rió, Jimin no sabía como manejar las situaciones con el mayor.

- No sé a lo que te refieres. - Yoongi se hizo el desentendido. - Y aunque lo supiera, ¿Porqué te lo diría? Según recuerdo, fuiste tú el que dijo que somos enemigos, no deberíamos de estar hablando. - Le recordó. - Limítate a dormir en la misma celda que yo, Park. Sin hablarnos, sin entablar una linda amistad en prisión, no tenemos nada que ver.

Este hijo de puta...

- Min Yoongi, te voy a matar. - El mayor sonrió con burla.

- Creo que no has tenido mucho éxito en eso de los asesinatos, Park. - Le dijo en tono burlón.

- Vete a la mierda, puto imbécil. - Y ahí estaba, era fácil hacer enojar a Jimin.

Y justo cuando Park iba a seguir con su repertorio de insultos, lo llamaron de la dirección del gobernador, él lo había llamado una vez más. Como si necesitará escuchar a otro imbécil.

El menor solo salió de la celda con la ira al millón.

Yoongi rió un poco y salió pocos minutos después en dirección contraria a Jimin. Tenía que contarle a Hoseok sobre sus avances.

Se dirigió hacia la celda del menor, donde se encontraba "arreglando" asuntos de negocio.

- Ey, Hoseok. - El mencionado volteó a mirarlo. - Tengo lo que me pediste. - El contrario alzó una ceja, eso fue más rápido de lo que pensó.

Aunque pensándolo bien, había escuchado que el drogadicto estaba en enfermería aparentemente muy grave.

El cliente salió del lugar, dejando solos a los dos, no quería meterse en problema de esos traficantes.

- Dime, ¿Qué has conseguido? - Yoongi se sentó en la pequeña mesa que había en medio de la celda.

- Todo. - Le respondió. - He conseguido todo, Hoseok. - Alardió.

- ¿Y? ¿Quiénes son? - Yoongi negó con la cabeza y los ojos cerrados, le gustaba jugar con la paciencia de los demás.

- Confío en la fuerza de nuestra gran banda de matones, pero... - Ahí estaba, el Yoongi más juguetón. - Creo que necesitarás ayuda para esto. - Hoseok frunció el ceño. - La tercera banda más temida del lugar. Al parecer dejaron de ser unos putos violadores con los de nuevo ingreso para unirse a esto. - Hoseok ya se estaba enojando. - Y si, la verdad que tienen buena mercancía, no lo negaré.

- ¿Quieres cerrar la boca ya? - Yoongi se encogió de hombros sin tomarle importancia. - Por una mierda, esto es peor de lo que pensé. Tenemos que hablar con los demás.

- Te digo que no podrán solos, Hoseok.

- ¿Y que planeas que hagamos? No me quedaré a ver como se roban mis clientes.

- Usa la cabeza, Jung. - Le pidió poniéndose de pie, y dirigiéndose a la salida de la celda. - Es eso, o dejar que los maten a todos. Incluyéndome, después de todo estoy con ustedes.

Y eso no debía de pasar.