⛓01. Biblioteca⛓
— Ya, Park. Deja la amargura para después. — Le habló Changkyun con burla.
— Déjame tranquilo si no quieres que te meta el puto tubo de la litera por el culo mientras duermes. — Amenazó azotando el tenedor sobre la mesa.
Estaban en la hora del desayuno, diez minutos antes de eso, había recibido una llamada. Una llamada que lo puso de los nervios y lo hizo enojar muchísimo.
Su estúpido ex novio lo había llamado de algún lugar solo para decirle que había escapado de prisión. Y bueno, ahora probablemente el idiota estaba fuera del país follando y comiendo todo lo que quisiera mientras que él seguía encerrado.
Y estaba ahí por culpa de ese idiota. ¡Ni siquiera tenía la descencia de ayudarlo a él para salir también!
Si siempre solía estar de mal humor, ahora era peor.
— Ya no soy tu compañero de celda, Jimin. — Recordó Changkyun. — No puedes meterme nada y ya necesitamos buscar otro lugar para que yo si te pueda meter algo a ti.
— Cierra la puta boca, Changkyun. Estamos comiendo y no nos importan sus problemas para follar. — Le regañó Hyungwon.
— ¿Estás celoso porque Jimin dijo que Changkyun la tiene más grande que tú, Hyungwon? — Se burló Wonho, Chae lo miró mal.
La mirada que significaba esa última advertencia para que pararan si no querían que les estampara la bandeja de comida en la cara.
Y todos se callaron.
El tiempo para las duchas había terminado y no querían oler a la avena de mierda que preparaban en ese agujero.
— Jimin, ya en serio. — Le llamó Hyungwon. — ¿Porqué tienes cara de culo?
— Jimin siempre tiene cara de culo. — Canturrió Minhyuk con burla.
— Al menos tengo culo, idiota. — Minhyuk miró mal a Jimin, el menor le guiñó el ojo.
— El imbécil se escapó. — Les dijo mientras mutilaba con su tenedor de plástico la manzana en su bandeja. — Me llamaron de la oficina del gobernador, dijeron que tenía una llamada importante y era él. Al parecer necesitaba restregarme en la puta cara que es libre para hacer que no lo buscaran o algo. — Sus compañeros lo miraron algo sorprendidos.
— ¿Qué mierda? ¿Se acaba de escapar de prisión y llamaba a la prisión donde estás? Eso es estúpido, lo pueden rastrear. — Explicó Jin.
— No sabían que se trataba de él. No creo que se pongan a investigar sobre eso. Además creo que no lo saben, ya me hubieran metido a aislamiento por decirles que no se nada de eso. — Le restó importancia, todos guardaron silencio sin saber que decir.
— Al menos ahora tienes la celda para ti solo. — Trató de animarlo Wonho.
Al parecer funcionó un poco, Jimin rodó los ojos divertido.
Al terminar con el desayuno, cada uno de los hombres se dirigieron a su lugar de trabajo. Jimin estaba en la biblioteca y para él, era el mejor trabajo de ese lugar de mierda. Si, ganaba solo cinco wones por hora pero, los simios de la prisión casi nunca iban ahí, tal vez no sabían leer. Además de que a él le gustaba leer, era su manera de huir de la realidad, no como los drogadictos que trabajaban en la lavandería.
El prefería las sobredosis de letras y dramas que la mierda que se inyectaban.
Los días en prisión eran muy rutinarias, y no podían ser diferentes.
Los despertaban a las seis de la mañana, tenían una hora para usar las duchas, iban a desayunar, trabajaban entre una y tres horas, salían al patio una hora más y después solo era tiempo de "convivir" y podían asistir a los distintos club que hace poco habían implementado.
Las horas favoritas de Jimin siempre eran en el trabajo.
— Park Jimin. — A excepción de esas situaciones. Lo malo de trabajar donde mismo siempre, es que todos ya sabían en donde estaba. — ¿Cómo está el chico más hermoso de este jodido lugar?
— ¿Qué quieres, Taehyung? — Preguntó con fastidio, dejando a un lado el libro que estaba leyendo.
— Necesito que hagas algo por mi. — Le dijo sentándose frente al mayor.
— No jodas, Kim. — Negó regresando a su lectura. — Si Hoseok se entera que estas si quiera en el mismo lugar que yo, te va a matar. Quédate con tu gente y déjame tranquilo. Seguro Jeon puede meter lo que necesites en su trasero.
— Wow, al parecer amanecimos de malas, ¿No? — Se burló recargadose en la silla. — ¿Quieres un rapidin para mejorar los ánimos?
— Largo de aquí, Taehyung. — Le repitió, el más alto bufó con frustración y salió de ahí.
Había escuchado al chico amenazar a Changkyun con meterle algo por molestarlo y siendo honestos, Taehyung no quería eso.
𝙺𝚒𝚖 𝚃𝚊𝚎𝚑𝚢𝚞𝚗𝚐. 𝚅𝚎𝚒𝚗𝚝𝚒𝚌𝚒𝚗𝚌𝚘 𝚊𝚗̃𝚘𝚜.
𝙲𝚞𝚕𝚙𝚊𝚋𝚕𝚎 𝚍𝚎 𝚝𝚛𝚊𝚏𝚒𝚌𝚘 𝚍𝚎 𝚙𝚎𝚛𝚘𝚗𝚊𝚜 𝚢 𝚑𝚘𝚖𝚒𝚌𝚒𝚍𝚒𝚘. 𝚅𝚎𝚒𝚗𝚝𝚒𝚘𝚌𝚑𝚘 𝚊𝚗̃𝚘𝚜 𝚍𝚎 𝚌𝚘𝚗𝚍𝚎𝚗𝚊 𝚜𝚒𝚗 𝚍𝚎𝚛𝚎𝚌𝚑𝚘 𝚊 𝚕𝚒𝚋𝚎𝚛𝚝𝚊𝚍 𝚌𝚘𝚗𝚍𝚒𝚌𝚒𝚘𝚗𝚊𝚕.
𝙺𝚒𝚖 𝚂𝚎𝚘𝚔𝙹𝚒𝚗. 𝚅𝚎𝚒𝚗𝚝𝚒𝚗𝚞𝚎𝚟𝚎 𝚊𝚗̃𝚘𝚜.
𝙲𝚞𝚕𝚙𝚊𝚋𝚕𝚎 𝚙𝚘𝚛 𝚟𝚎𝚗𝚝𝚊 𝚒𝚕𝚎𝚐𝚊𝚕 𝚍𝚎 𝚊𝚛𝚖𝚊𝚜 𝚢 𝚏𝚞𝚐𝚊. 𝙲𝚘𝚗𝚍𝚎𝚗𝚊 𝚍𝚎 𝚅𝚎𝚒𝚗𝚝𝚎 𝚊𝚗̃𝚘𝚜 𝚜𝚒𝚗 𝚍𝚎𝚛𝚎𝚌𝚑𝚘 𝚊 𝚏𝚒𝚎𝚗𝚣𝚊.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro