[ Cupido/Eros ]

No podía apartar mi vista del televisor, lo que estaba viendo era surrealista.

—Reportamos disturbios en la zona Metropolitana, específicamente en Santiago Centro. Los detalles los trae mi compañera Adriana. Adelante.

—Gracias Marcos —La periodista hizo una breve pausa, como dudando de lo que iba a decir—. Se presume que los disturbios han ocurrido debido a una ola de rechazos colectivos. Cabe destacar que son pequeños grupos de personas que, a esta hora de la tarde, están siendo controlados por Carabineros¹. Hay una manifestación presente en la Alameda autorizada por el cuerpo policial. Nunca se había visto un Santiago tan triste en San Valentín.

Uno de los manifestantes, con ojos brillantes de rabia y lágrimas contenidas, tomó el micrófono.
—Yo estaba tranqui con mi polola², le dije para pasar el 14 juntos, íbamos a hacer un picnic... —Su voz se quebró mientras apretaba los labios, intentando no llorar—. Todo estaba bien: los sándwiches, las galletas... Y de repente me dice que lo que siente por mí no es real. ¡No es real! Yo sé que algo le hicieron. ¡Algo cambió!

La periodista le pasó un pañuelo, y otra chica, con el rostro desencajado, se acercó para hablar:

—Esto nunca había pasado. —Apretó los puños, buscando calma—. Yo estaba con mi papá. Le compré esas galletas nuevas que vio en la tele y que quería probar. Estábamos bien... hasta que, de repente, se levantó y se fue de la casa. ¡Me dijo que nunca me quiso como su hija! —Su voz se quebró, pero continuó—: Yo sé que no es verdad. Aunque no somos de la misma sangre, él me crió. ¡Algo le hicieron a mi viejito! ¡Santiago está mal, weón!

"Esas galletas nuevas que vio el otro día por la tele"

Ay no.

Espero que no sea lo que estoy pensando. Seguro es solo otra marca de galletas. Por si acaso, abrí Twitter para disipar mis dudas. Mi sangre se heló al ver uno de los hashtags en tendencia:

#CUPIDOGALLETAS

Rápidamente ingresé, fue como si un balde de agua fría cayese sobre mí al momento de leer los tweets con dicha mención.

"@Henriquegomez77: Hermano, literalmente le di Cupidogalletas a mi casi algo y me rechazó sin piedad. Nunca más"

"@Paulaaaortegaaa: Cupido se cansó de hacer su trabajo enamorando a los demás y nos mandó a la cresta³ a toditos con esas Cupidogalletas"

"@Aridnv: Mi perrito comió Cupidogalletas por error y se quiere puro escapar de la casa :( mi perro odia la calle. Algo está pasando"

"@baejmn98: Ksksksks enserio es real la maldición de las Cupidogalletas?"

"@acido_y_aluronico: Y el merluzo cupidín bombín⁷ #Cupidogalletas"

Y así, más de 5mil tweets sobre el tema.

Mi teléfono comenzó a sonar sin cesar. Llamadas de mis socios, de afiliados, de todos lados. Me llevé las manos a la cabeza, aturdido. ¿Cómo explicar algo que ni yo entendía?

El teléfono dejó de sonar por un momento, solo para vibrar con una llamada de un número desconocido. La combinación de dígitos tan corta me hizo sospechar. Esta llamada no venía de la tierra.

Pero si al Olimpo.

—¿¡ME PUEDES EXPLICAR QUÉ ACABAS DE HACER EN LA TIERRA!?

—Atenea⁴...

—¡ESTOY SALVANDO TU PELLEJO BLOQUEANDO LA SEÑAL A TODOS! ¿ME OÍSTE? —gritó tan fuerte que tuve que alejar un poco mi celular

—Baja la voz, estás gritando.

—CUALQUIERA GRITARÍA SI OBSERVARA EL DESORDEN QUE HICISTE, ES QUE NO LE ENCUENTRO LÓGICA.

—Yo tampoco le encuentro lógica. No entiendo qué falló.

—PUES VE PENSÁNDOLA REY PORQUE SI ESTO SE ALARGA Y AFRODITA SE ENTERA... —Atenea hizo una dramática pausa y acto seguido chilló. —ESTOY EVITANDO QUE AFRODITA Y LOS DEMÁS SE ENTEREN DE ESTO, ¿OKAY?

—¿Qué estás evitando que me entere?

Esa no era la voz de Atenea.

Yo reconozco muy bien de quién es aquella voz.

—TE LLAMO DESPUÉS. —Y Atenea cortó.

La voz de fondo era de mi madre, Afrodita⁵.

RIP "Cupido" Eros Amoris 2024, fuiste muy guapo en vida, lástima que nadie entiende a los bonitos.

Mi celular volvió a sonar bajo el mismo número, tragué saliva y tembloroso, atendí.

—¿...Bu-bueno?

—Te quiero aquí ahora mismo.

Ya me puedo ir despidiendo de mi pasaporte terrenal.

...

Llegar al Olimpo para nosotros los inmortales suele ser algo sencillo... A veces, y solo a veces, porque existe la probabilidad de perderte en el valle del limbo entre la fosa de almas y ya nadie más sabe sobre tu existencia. Es un viaje a pie que debe ser muy bien planificado, con semanas e incluso MESES de antelación, debes de tener ciertas condiciones físicas y la capacidad de resistir todo lo que vivirás.

Menos mal yo pedí un Uber.

—Sígale derechito. —Le di instrucciones al chofer, que era un viejito tan tierno que podía considerarlo mi abuelo —No le haga caso a la mujer que está junto a ese árbol.

—Pero la señorita está pidiendo ayuda —Respondió con voz temblorosa.

—Escúcheme bien, abuelo. —Lo miré fijamente mientras él estaba pendiente de la carretera en medio del bosque —Usted ya no está en plano terrenal, hace años que partió de ese mundo. Lo sabe, ¿Verdad?

—Si, mijo, lo sé.

—Entonces, si quiere llegar al cielo, no le haga caso a nadie que le pida subir al auto. Son espíritus. —En ese momento, el señor frenó de golpe, visiblemente pálido. —¿Qué pasa?

—T-tú eres un espirít... —Le interrumpí —¡Yo no abuelo! Yo soy un dios. —Y como si le hubiese dicho la cosa más ofensiva del mundo, explotó de la ira:
—DIOS ES UNO SOLO MUCHACHO DEMONÍACO.

Ah, vale, religión equivocada... ¿Qué? ¿Por qué le saca el seguro a las puertas? —¿¡QUÉ!? NO, ABUELITO, NO ME ECHE DE SU TAXI —Grité a la par mientras me empujaba fuera del vehículo —¡DIOS MÍO SÁLVAME!, UN DEMONIO QUIERE LLEVARME.

—¡YA LE DIJE QUE NO SOY UN DEMONIO, QUE ME LLAMO EROS! —resistí con todas mis fuerzas, tratando de evitar ser expulsado del auto. —¡A PARTE, A DÓNDE VAMOS ES HASTA EL OLIMPO! —añadí, en medio de los empujones. —¡No me deje aquí, abuelito! ¡Por su Dios, no me deje aquí! ¡Tengo que resolver algo con la diosa Afrodita! ¡ASUNTOS MUY IMPORTANTES!

El viejo me miró con desconfianza.

—Te llevo con una condición: No podrás tentarme a consumir tus porquerías, que te quede claro.

—¿Perdón?

—Si, con solo verte ya sé por cuál pecado estás aquí... —Siguió juzgándome desde el retrovisor —Que triste que las almas de los jóvenes como tú se desperdicien de esa forma.

No entendí nada, pero prefiero no tratar de saber a qué se refiere.

Los siguientes diez minutos fueron eternos, con el conductor mirándome de reojo mientras yo solo pensaba en cómo evitar que me dejara en el limbo. Si me bajaba del auto, tendría que caminar hasta casa, y eso no estaba en mis planes.

Finalmente, uno de los servidores de Zeus detuvo el auto frente a una vista impresionante: escaleras de mármol interminables, flanqueadas por elegantes columnas doradas que desaparecían en las nubes.
—Carnet de identificación.

Finalmente llegamos a la entrada del Olimpo. El anciano me dirigió la palabra en cuanto me bajé:
—Por más raro que seas espero que venzas tus adicciones mijo, te ves muy buen muchacho y sé que puedes parar tu adicción a las drogas. Algún día espero verte en el cielo. —Extrañado, le agradecí antes de bajarme, y el auto se fue dejando atrás las escaleras de mármol.

...

—¿Y bien? ¿Qué tienes que contarme? —preguntó mi madre. Aunque probablemente Atenea ya le había contado todo, sentí que mis manos sudaban.

—Antes que nada, tengo una duda. —les dije a ambas, Atenea, quien estaba distraída en un lujoso sillón de terciopelo atrás comenzó a observarme y mi madre hizo lo mismo.
—¿Me veo como un drogadicto?

—Mmm, nah... Afeminado sí. —La mayor fulminó con la mirada a la chica del sillón quién enmudeció y rodó los ojos a mi dirección.
—¿Qué fue lo que pasó en la tierra, hijo mío?

Eh... Bueno... Verás...

—Parece que mi receta de galletas del amor ha presentado fallas, y ahora... ahora hay una ciudad desdichada de amor. —Agaché la cabeza y me senté en una de las elegantes sillas de terciopelo del salón—. No me preguntes cómo, porque yo aún no entiendo qué pudo fallar en mi receta. ¡La seguí al pie de la letra completamente! —Expliqué con la voz entrecortada—. ¿Cómo es posible que mi receta fallara? ¡Se supone que soy el dios del amor! Mis flechas hacen lo que quiero, por el amor de... de... bueno, ya saben.

Otra vez, otra vez soy un fracaso.

Afrodita frunció el cejo y comenzó a divagar por la pieza tratando de encontrar una solución al problema. —¿Qué contiene tu receta? —Preguntó a lo que tambaleante le entregué un papel arrugado que hizo que me viese llena de incredulidad y casi que diciéndome "¿Esto es enserio?" Si, el primer borrador que escribí a las 4 A.M de las Cupidogalletas iba enserio, no lo tiré a la basura por algo.

Atenea se deslizó ágilmente a la par de la rubia mientras analizaban mi receta.
—Son ingredientes terrenales, no comprendo...

—Digamos que usé extracto de mis flechas doradas para que las personas sintiesen el amor verdadero —Y tanto la castaña como la rubia se voltearon a mirarse, pero antes de continuar haciéndome preguntas dos figuras entraron por la puerta interrumpiendo la conversación.

El primero con su imponente voz habló:
—Madre, me enteré de lo que pasó. Permíteme ir a la tierra a resolver esto.

Era mi hermano gemelo, Anteros⁶.

—Señorita Afrodita, concédame el permiso de ir juntos y reparar este caos.

Ay no, y ese es Apolo.

Las dos personas que más me habían subestimado al parecer iban a ser los héroes del día una vez más. Aunque Anteros ignoraba olímpicamente mi existencia, Apolo hacía todo lo contrario, dedicándome una sonrisa triunfal como si hubiera ganado una batalla mental que inició contra mí.

—¡Ama Afrodita! —Un pequeño querubín de aquellos que sirven a mi madre llegó volando a rápida velocidad e interrumpió a todos en la escena.
—¡El señor Zeus mandó a llamar al joven amo Eros!

Mejor me voy dando por muerto.

꒷꒦꒷꒦꒷꒦꒷꒦꒷꒦♡꒷꒦꒷꒦꒷꒦꒷꒦꒷꒦

¹. Carabineros: Nombre de la policía chilena.

². Polola: Novia.

³. Mandar a la cresta: mandar al diablo.

⁴. Atenea: La diosa de la sabiduría, la estrategia y la justicia; fue considerada la deidad protectora de la ciudad de Atenas. En este relato tiene una relación más cercana al dios del amor, Eros, como se puede hacer saber hasta el momento.

⁵. Afrodita: En la mitología griega la diosa de la belleza, la sensualidad y el amor. Su equivalente romano siendo Venus. Aunque a menudo se alude a ella en la cultura moderna como «la diosa del amor», es importante señalar que antiguamente no se refería al amor en el sentido romántico sino erótico. Su hijo Eros siendo concebido por su unión con el dios de la guerra: Ares.

⁶. Anteros: Es la personificación del amor correspondido y a la vez el vengador del amor sin correspondencia. Es uno de los hijos de Afrodita con Ares. Su madre lo concibió como compañero de juego de Eros.

⁷. "El Merluzo Cupidín Bombín": Sobrenombre en burla al presidente actual (Gabriel Boric). (Nunca falta alguien en Twitter hablando del presidente) El "Merluzo" Proviene de un entrevistador que le colocó ese apodo y "Callampín bombín" es el referente a quedarse callado y no hacer nada... Cupidín bombín es como una analogía a ese tema combinándolo con el tema de las galletas. (Muchas gracias a Thejuliawarrer por la idea, me he reído un montón <3 xD)