01
Una mañana más, Lydia abrió los ojos suspirando un poco viendo el techo, su reloj integrado ya estaba acostumbrado a despertar a las siete de la mañana todos los días sin necesidad de poner alguna alarma en el despertador. Las siete era la hora perfecta para levantarse e ir a ducharse, para siempre alcanzar agua caliente, pues con seis hermanos, el agua caliente para todos no era una opción.
Eso fue exactamente lo que hizo levantarse con sus cosas e ir al baño con cuidado sin molestar a nadie, era la única, junto a Fiona en no compartir habitación, pues dormía en la habitación de Frank Gallagher, su padre, quien estaba ausente casi todas las noches. Tomó una ducha rápida y se vistió con shorts pequeños y una blusa de mangas largas para ir a la habitación y colocarse sus botas. Para cuando termino de vestirse, pudo ver en el reloj de su pared que daban las siete con quince de la mañana justo la hora de despertar a todas esas bestias que habitaban su casa.
───Buenos días, Fi─── murmuro con una pequeña sonrisa
───Buenos días, ¿despiertas a Debbie?
Asintió yendo a la habitación de su hermana mientras tomaba ropa sucia del suelo, golpeó un poco y abrió la puerta para ver a su hermana menor frente a la cuna de Liam, quien también estaba despierto por lo que sonrió un poco.
───Siete con quince de la mañana, te veo abajo
Antes de bajar observo a sus hermanos pelear por quién sería el primero en ducharse, esas peleas son las que evitaba por despertarse quince minutos antes, sonrió un poco para meter la ropa en un conducto que la dejaba directamente frente a la lavadora y así, bajó con cuidado para ver a su hermana mayor con unos shorts cortos y una blusa de tres cuartos.
Lydia era la segunda hija de Frank Gallagher, con solo diecinueve años y un espíritu lo más positivo posible, aunque a veces fallaba. Era la segunda al mando, junto a su hermana mayor, Fiona, cuidaba de todos sus hermanos y hacia apenas un año, justo después de graduarse de la preparatoria, comenzó a centrar toda su vida en los menores, especialmente en Ian, su hermano de quince años.
La joven escucho su nombre salir de la boca de su hermana por lo que alzó la mirada para tomar la caja que su hermana le lanzó, suspiro dejando la ropa en el suelo, pues estaba acomodando lo que metería a lavar, para así, ir a la pizarra con las cuentas y tomar la hoja de la electricidad.
───La electricidad, chicos─── mencionó dejando la hoja y la caja de recolección frente a tres de sus hermanos, se volvió para casi chocar con Ian, quien cargaba a Carl en sus espaldas, le sonrió un poco yendo a la cocina ───. Coman rápido
Los menores, con excepción de Carl y Liam, comenzaron a colocar dinero dentro de la caja, mientras Fiona hacia los almuerzos y Lydia colocaba la ropa dentro de la lavadora para apartarla para esa misma noche comenzar a lavar. Se encamino hacia la mesa para sacar los cereales y la leche para que sus hermanos solo comieran.
───Lydia, tengo excursión─── ella lo observo algunos segundos a Ian───, necesito la firma de papá
───Dame eso─── dejó todo en la mesa para tomar la hoja de papel y tomar una pluma de la mesa para firmar como si fuera su padre, ladeo la cabeza viendo como había quedado para asentir y dársela───. Toma
───Realmente parece de papá─── menciono Ian haciéndola sonreír mientras caminaba a la cocina con las cosas en las manos
───Años de mensajes a papá para que asista a la escuela por mis faltas─── menciono la joven guardando todo
─── ¿Quién tiene el teléfono?
───Yo lo tengo─── Lip sacó el dispositivo
─── ¿Cuántos minutos quedan?
───Catorce
Lanzó el teléfono, el cual fue tomado por Fiona, quien le hizo una seña a la joven pelirroja, quien fue a la lavadora, su plan de lavar de noche no funcionaría pues lavaría en ese momento, colocó los detergentes y la encendió colocando una silla en la puerta para que no se abriera.
───Necesito algo para "mostrar y contar" ─── mencionó Debbie
─── ¿Cuánto dinero falta? ─── preguntó Fiona tomando la caja de los billetes
───Dieciocho con treinta
───Ahora solo faltan dieciséis ─── menciono Lydia colocando billetes en la caja, Fiona la observo por lo que se recargo en la silla donde su hermana menor estaba───. ¿Que? No me pagan hasta hoy, el resto del dinero lo guardé en nuestro "fondo" y les di un poco a los niños, tampoco es como que ganemos mucho
───Tengo tutorías después del colegio─── Lydia observo a Lip───. Creo que puedo poner diez más. ¿Carl ha puesto algo? ─── negaron un poco
───Ya casi tienes nueve, cariño─── menciono la segunda al mando───. Vas a tener que arrimar algo de dinero─── le acarició la cabeza para ir a los almuerzos y guardarlos en bolsas de papel
───Es verdad, tendrás que buscarte un trabajo, no solo robar del plato de la recolecta en Sam Tim─── menciono Lip haciendo sonreír a Lydia, quien tomó su taza para beber café justo a la vez que se abría la puerta de la cocina
───Hola, familia
Ahí estaba Malia Turner, una chica del norte con buena familia que solía ir al sur por sus mejores amigos, la familia Gallagher, y por su novio, Ian. Todos sonrieron al verla, más que nada Ian, se acercó rápidamente para sentarse junto al pelirrojo y darle un pequeño beso.
─── ¿Recolectando el dinero? ─── pregunto Malia viendo la factura, ya sabía perfectamente el ritmo y los rituales de aquella familia, desde pequeña había sido mejor amiga de Ian y poco a poco se volvió su novia haciendo que ya fuera parte de esa gran familia.
───Así es─── menciono Fiona con una pequeña sonrisa───. Voy a hacer el turno de Candi. Puedo cubrir el resto. Así que alguien tiene que quedarse con Liam
───Tengo un examen de cálculo
Lip se levantó con su plato haciéndole una cara graciosa al pequeño para dejar el plato en la barra sonriéndole a su hermana mayor, quien le sonrió aun recargada en la barra de brazos cruzados con su taza en la mano, él se acercó tomando el billete que ella le extendió poco después para dejar un beso en su mejilla.
───Trabajo después de la escuela─── mencionó Ian haciendo exactamente lo mismo que su hermano mayor para tomar su almuerzo, dejar el plato e ir con su hermana, quien le extendió otro par de billetes, le sonrió haciendo que la mayor sonriera aún más para dejar su café de lado y tomar la cabeza del joven para dejar un beso en su frente.
───Nos vemos─── Malia se despidió saliendo con Ian junto a ella, Fiona observo a la segunda al mando que negó un poco
───Amo a Liam, pero tengo que ir a tomar mis cosas, mi turno empieza pronto─── mencionó dejando su taza en el fregadero para subir las escaleras
Tomó sus cosas buscando debajo de blusas tiradas o en su cama, todo para dejarlas tiradas junto a la puerta y así, poder vestirse con pantalones negros con las mismas botas para tomar su mochila y vaso, al bajar las escaleras estaban sus hermanos más pequeños tomando sus cosas sonrió un poco haciéndoles una seña.
───Vamos, vamos, tengo que irme pronto
Después de dejar a sus hermanos, Lydia llegó a la tienda en donde trabajaba, una pequeña tienda casi idéntica a la que su hermano trabajaba, pero esta era un poco más pequeña y, aunque tenía un jefe que estaba detrás de ella, era demasiado cómodo porque durante su turno estaba sola.
Tomo asiento detrás de la caja registradora, no sin antes tomar una revista para colocarla en la mesa y abrirla en una hoja al azar, por lo general no veía ni siquiera quién entraba solo dejaba pasar a la gente, la pequeña campana sonó, pero ella siguió en su lectura hasta que algo fue aventado sobre la revista, al alzar la mirada estaba nada más ni nada menos que un Milkovich, eran tantos que ni siquiera sabía sus nombres.
─── ¿Un Milkovich pagando algo? ─── el sucio hombre solamente hizo una mueca───. Son dos dólares, es el chocolate más barato de este lugar
─── ¿Qué cosa no es barata en este lugar? ─── preguntó a la defensiva dejando el dinero incompleto en la mesita antes de tomar el chocolate e irse de ahí, ella tomó el dinero un dólar cincuenta era todo lo que había dejado, según lo que conocía y era básico de aprender, no le hagas bronca a un Milkovich, esos están locos, pero ¿están más locos que los Gallagher? No lo creía
Su turno no era el más largo, era de ocho de la mañana a la una de la tarde con una paga asquerosamente pobre, pero no podía conseguir algo mejor, tenía otro empleo nocturno de diez de la noche a cuatro de la mañana en un bar de mala muerte. Y otro ultimo empleo de fin de semana, en una pequeña tienda de comida.
Su vida era una mierda, en esos momentos debería estar lidiando con el estrés universitario, pero no, estaba trabajando para idiotas que se querían meter debajo de sus pantalones para subirle el sueldo solo cinco dólares más, y aunque esos cinco dólares podrían hacer una diferencia, no quería una enfermedad venérea.
───Oh, cariño─── Lydia despertó de su ensoñación para ver a una mujer mayor frente a ella───, eres una jovencita muy linda para estar trabajando en un lugar como este, ¿no deberías estar en la preparatoria?
───En la universidad, pero no puedo hacerlo─── murmuró tomando los productos para escanearlos───. Son veinte dólares con cuarenta
───Los jovencitos en esta zona no tienen los recursos suficientes para salir adelante─── respondió la mujer───. Es la pena máxima por vivir en el sur. Gracias, cariño
Lydia hizo una mueca recibiendo el dinero, no quería pensar de esa manera, no quería que sus hermanos se quedaran sin un futuro por vivir en el sur, no podría ser, Carl tenía una muy buena mejor amiga del norte, la pequeña hermana de Malia, y esta misma era novia de Ian, también era del norte, ellas podrían ayudarlos a salir adelante, Lip era muy inteligente y sabría cómo hacerlo, Debbie hacia dinero como se le ocurría y le gustaba trabajar, y Liam sería un genio, de eso estaba segura. Y solo quedaban Fiona y ella, quienes tenían la maldición de las hermanas mayores encima.
La hora de salida llegó por lo que se fue a su casa en donde subió a su habitación a dormir un rato, y despertó poco después por todos los movimientos de su hermana mayor, Fiona estaba alistándose para ir a una fiesta, cuando bajo las escaleras también vio a Verónica.
───Oye, linda, iremos a divertirnos─── Lydia hizo una mueca───. ¿Quieres venir?
───Tengo turno en el club─── respondió caminando al refrigerador
───Pensé que renunciarías
───Y lo haré─── asintió───. Justo hoy, planeo terminar mi turno y que me den mi cheque... luego largarme y no volver ahí para dejar de sufrir acoso por mi estúpido jefe─── gruño───. De tener dos acosadores a tener solo uno, prefiero quedarme con uno y es el que más me paga. Pero diviértanse
───Gracias─── Fiona se acercó para dejar un beso en su mejilla───, te vas con cuidado y regresas igual. Te quiero completa, por favor
───Trataré─── soltó una risa viendo a su hermana alejarse para ir hacia arriba y poder escoger su ropa, pero una llamada la hizo detenerse, suspiro tomando el teléfono prepago que ella tenía para responder───. ¿Sí?
──Cariño, tengo malas noticias── Lydia solo hizo un pequeño ruido esperando la respuesta──. Charlie ha decidido hacer un recorte de personal... él ha dicho que has engordado en los últimos meses desde que te ves con el chico con el que sales y...
───Me despidió─── soltó una risa pasando su mano por su cabello mientras negaba───. ¿Ese hijo de perra me despidió porque estoy saliendo con alguien?
──Lo siento, linda, mañana te llevaré tu ultimo cheque── Lydia suspiro──. Cuídate mucho
La llamada se cortó, a Lydia no le molestaba tanto que la despidiera, al final de cuentas, iba a renunciar, pero, el problema aquí fue que la despidió porque estaba saliendo con un chico y porque supuestamente estaba gorda. Aquellas palabras en su cabeza comenzaron a sonar por lo que se fue corriendo al baño para encerrarse y verse en el espejo, tanto de frente como de lado, ¿en serio estaba engordando? ¿acaso estaba mal? Las preguntas comenzaron a rondar por su cabeza hasta que los golpes en la puerta la hicieron reaccionar por lo que abrió viendo a Carl.
───Quiero orinar ─── suspiro asintiendo para salir del baño
───Lávate los dientes, ya son las nueve─── menciono caminando a su habitación para encerrarse en ella para sentarse en su cama, la puerta del baño se abrió por lo que suspiro───. ¡Carl, los dientes!
Un bufido y los pasos de regreso al baño se escucharon por lo que por fin se lanzó en la cama, no ha descansar, pero si a pensar en lo que le había dicho su ex compañera de trabajo. Eran días de mierda, pero que más daba, todos los días, eran días de mierda. La noche continuó con ella recostada en su cama hasta que la noche termino de entrar, escucho a su hermana abajo, pero no se levantó hasta escuchar todos los pasos hacia abajo y a Verónica. Tomo sus zapatos para ir a la escalera que daba a la sala para bajar por ella.
───Oh y ella es mi hermana, Lydia─── un tipo la observo bajar por las escaleras───. Es mi mano derecha
───Hola─── ella le sonrió oprimiendo sus labios mientras se abrazaba para sentarse junto a Ian en las escaleras───. Oye, Debbie, ¿por qué lo llaman Lip?
───Su verdadero nombre es Phillip─── respondió Lydia
───Eh, Verónica, ¿tienes mis llaves? ─── preguntó Kevin entrando a la casa───. ¿Qué pasa aquí?
───Este es Steve, golpeó al cadenero defendiendo mi honor─── respondió Verónica haciendo reír a Fiona
───Mi honor
───Si, ¿a cuál golpeó?
───Jimmy Cliffton─── respondió Fiona
───Jimmy Cliff, ¡por Dios, amigo! ─── estrecharon las manos───. Te felicito. Te respeto
───El sujeto solo esta ahí, no hace nada
───Sería su tercera sentencia ─── el hombre se quedó viendo a Kevin───. ¿Tercera o cuarta? ─── Lip respondió que cuarta───. Si, después de tanta práctica uno creería que habría cometido un homicidio─── Lydia observo como Fiona le quitaba una cerveza a su hermanito menor───. No cometería el mismo error como dejar a su padre respirando
─── ¿A su padre?
───Si, cinco años por un Monte Carlo del ochenta y cinco, trecientos veinte kilómetros de kilometraje─── respondió Kevin───. ¡Es un maldito Monte Carlo!
───Muy bien, hora de dormir─── hablo Fiona volviendo a entrar en la cocina ───. Todos arriba, vamos
───Ya oyeron a Fi─── Lydia se levantó viéndolos a todos───. Arriba a sus habitaciones, ya es muy tarde─── todos comenzaron a quejarse, bueno, los menores───. Ya, vamos, vamos. Sin quejas, no los quiero mañana tardando en levantarse porque se desvelaron─── Lydia le sonrió a su hermana mayor───. Buenas noches, Fi. Me encargaré de que todos vayan a dormir
───Gracias, Ly
───Fue un placer... como sea que te llames─── murmuró antes de subir las escaleras detrás de sus hermanos para ver a Ian en pleno pasillo algo pensativo───. Oye...─── el pelirrojo reaccionó bruscamente viéndola provocando un pequeño susto───, ¿pasa algo?
───No, no es nada─── el rostro de Lydia le dejaba muy en claro que no le creía absolutamente nada───. Estoy un poco mal en la escuela, es todo─── la joven asintió levemente
───Sabes que, si tienes duda de algo, Lip y yo estamos para ayudarte, ¿verdad? ─── Ian asintió un poco───. Bien, ve a dormir, todavía puedes recuperarte en las calificaciones.
Ian dejó un beso en la frente de su hermana tomándola del rostro, desde que su altura había sido más a la de ella, solía hacerlo dejándole ver cuanto la amaba haciendo exactamente lo mismo que ella hacia cuando él todavía era más bajo que ella. Observo a su hermano desaparecer en su habitación antes de ir y adentrarse en la de su padre, la cual había tomado como suya hacia un tiempo, cerró la puerta y colocó sus auriculares para centrarse en la música de su reproductor viejo.
[...]
Al día siguiente todo había sido tan normal que daba miedo, Lydia fue a su trabajo un par de horas antes de regresar a casa aun con luz de día, era demasiado extraño la tranquilidad, aunque claro, en casa de los Gallagher nada podía ser normal o tranquilo, Lip llegó a casa con el pie torcido y con un Ian algo asustado.
─── ¿Dices que esto fue por una anciana en el tren? ─── preguntó Lydia viendo a Fiona mover el pie de Lip
───Si, se estaban cerrando las puertas mientras entraba─── Lydia observo confundida a Ian───. Lip metió el pie justo a tiempo para frenarlas...
─── ¿Desde cuándo se preocupan por la demás gente? ─── preguntó la pelirroja mayor algo molesta, Lip se quejó por lo que Lydia lo observo───. Tranquilo, cielo, Verónica ya venía en camino ─── justo al mencionar eso, la puerta de la habitación se abrió
───No, hay que levantar las extremidades, muévelo o le dará una puta embolia─── Fiona se levanto para que su mejor amiga tomará asiento───. ¿Estás bien, Lip?
───Si, no me toques
───De acuerdo, intenta mover tus dedos─── Verónica hizo una mueca por lo que Lydia se preocupó───. Ve a mi casa y en la nevera hay bolsas de hielos─── Ian se levantó rápidamente───. Trae dos, ibuprofeno líquido, rociador congelante y vendas elásticas
─── ¿Necesitas ayuda con todo eso? ─── preguntó la segunda mayor obteniendo una respuesta negativa del pelirrojo, se volvió hacia Verónica y Fiona───. ¿Necesitara radiografía o algo así?
───Claro que no, estás todo el día en Urgencias─── respondió───. ¿Para qué? "Hematoma metatarsiano" Gracias, díganos algo que no supiéramos hace cinco horas. A la mierda. ¿Podrías gritarle a Ian que traiga mis cigarrillos y encendedor? ─── Lydia fue a la ventana para ver a su hermano apenas cruzando y así, poder gritarle lo que necesitaban, la puerta fue golpeada por lo que Ian corrió hacia la casa de Verónica y Lip se cubría con la manta
─── ¿Qué fue lo que hicieron? ─── preguntó Fiona levantándose───. ¿Qué mierda fue lo que hicieron? ─── Carl salió corriendo detrás de su hermana mayor escaleras abajo
Ian no tardo nada en llegar con las cosas, Lydia ayudo a Verónica con Lip, algunas quejas por parte del chico mayor, y algunos golpes de Lydia por haberse hecho daño sabiendo que el dinero no abundaba con su familia y si llegaba a mayores no podrían pagar algún tipo de hospedaje en aquel lugar.
───Bueno, espero que tengas más cuidado a la próxima, imbécil ─── Lydia le dio un golpe en la cabeza a su hermano mientras ambos reían───. Los espero abajo, ¿o necesitas ayuda con este grandote?
───No, puedo manejarme sola, gracias, Lydia─── la pelirroja sonrió un poco para bajar las escaleras y ver todo lo que estaba ocasionando el ruido
─── ¿Qué es esto? ─── preguntó Lydia confundida───. Pensé que no teníamos dinero
───Eso mismo dije yo─── respondió Ian divertido, mientras Fiona tomaba un ramo de rosas
───Estaban en la lavadora─── emocionada acerco las flores a su hermana menor, quien las observo para tomar la nota
─── ¿Steve? ─── murmuró───. ¿Quién es Steve?
───El hombre de la otra noche─── Lydia asintió un poco algo inconforme por lo que le devolvió las flores a su hermana para ir a la sala, aquella actitud le pareció rara por lo que la siguió───. ¿Pasa algo?
───No, es solo que...─── suspiro negando───. ¿Una lavadora? ¿Tienes idea de lo que cuesta? ─── tomó asiento tomando su cabeza entre sus manos───. No somos un proyecto de caridad, Fiona
───No es eso...───
Negó acercándose a su hermana tomando sus manos, Fiona sabia como ponían esas situaciones a su hermana, jamás le gusto que le regalaran cosas, ni dinero ni material, nunca dejo que alguien más pagará por ella y si lo hacían, devolvía cada centavo y es que, crecer así la volvió de una manera en que, sentía que todos le tenían lastima por su padre borracho que no aportaba nada y que eran pobres niños que apenas y tenían para vivir, claro que tenían el dinero contado, pero siempre había para lo necesario.
───Lydia... le diré que se la lleve o que al menos nos deje pagársela, ¿sí? ─── la pelirroja la observo algunos segundos antes de asentir un poco───. Bien, tranquila, no pasa nada
El día continuo como toda una pesadilla en donde le pidieron doblar un turno en la maldita tiendita de conveniencia, estaba harta de todo, sonreía hacia la gente para que no hubiera quejas y escuchaba desde los comentarios más lindos hasta los más vulgares que pudo haber escuchado, pero al menos no sufría de asaltos por parte de los Milkovich como en la tienda de su hermano.
Como toda las mañanas sonreía aparentando que todo estaba bien, para que, regresando a casa, cuando sus hermanos no la necesitaban más, llorará como si no hubiera un mañana pensando en qué hubiera pasado si mamá se hubiera quedado, si no fuera una drogadicta o bipolar, si papá no fuera un borracho y fuera mejor un hombre de bien. Todo sería diferente, y como lo dijo la mujer aquella vez, estaría en la universidad viviendo su vida universitaria como cualquier persona.
[...]
───Mi día de descanso y quieres que salga de casa─── gruño Lydia cargando una bolsa───. ¡Que gran hermano eres!
Lip solo atino a soltar una risa, y mientras charlaban de muchas cosas cruzaron calles como si de niños se tratase y es que, Lip no solía convivir demasiado con su hermana, pero siempre que tenía la oportunidad, intentaba hacerlo, al final de cuentas era su hermana y la amaba, aunque siempre terminaba olvidando porque no pasaban demasiado tiempo juntos hasta que...
─── ¡Es una mierda ridícula, Lydia!
─── ¡¿Una mierda ridícula?! ¡¿En serio, Lip?! ─── gruño Lydia caminando junto a él───. ¡He pasado toda mi vida cuidándote!
───Ni siquiera me prestas atención─── gruño deteniéndose ───. ¡Tú! Darías tu vida por Ian sin dudarlo, ¿y los demás qué, Lydia? ¿Acaso no contamos? ¡Parece que amas más a Ian que a todos los demás! ¡¿Sabes qué?! ¡Vete a la mierda, Lydia!
Era por eso que decidían no pasar demasiado tiempo juntos, siempre terminaban discutiendo, a veces era por cosas sin sentido, pero la mayoría de esas veces era por la inseguridad que tenía Lip, siempre pensó que Lydia amaba más a Ian por alguna razón y que se lastimaría e incluso daría su vida por el pelirrojo, y que los demás podían pudrirse en el infierno.
Apenas termino la conversación, Lip se giró para cruzar la calle, Lydia corrió a donde él para tomarlo del brazo jalándolo hacia ella, soltando el bolso que había en sus manos provocando que cayera justo sobre su pie, Lip observo aquello por lo que, asustado del auto que se acercaba, ayudo a su hermana y cargo la bolsa para salir de ahí hacia el otro lado de la calle.
─── ¡¿Qué te sucede?! ¡¿Acaso estás loca?! ─── gruño Lip───. ¿Hace unos días estabas matándome por lo de mi pie y ahora tu te lastimas el tuyo? ¡Mierda, Lydia! ─── se arrodillo frente a ella para tomar su pie y subirlo a su rodilla para examinarlo───. ¿Estás bien? ¿te duele mucho?
───Considerando que cayó una bolsa entera de herramientas─── murmuró aguantándose el dolor, quería llorar, muy en el fondo quería soltar cada lagrima que pudiera, pero ella siempre se había reusado a llorar frente a sus hermanos pasara lo que pasara, Lip noto aquello por lo que se levanto
───Lydia, puedes llorar, ¿lo sabes? ─── ella asintió sonriendo un poco───. ¿Y por qué no lo haces?
───No vale la pena─── murmuró negando───. Todo esta bien, vamos, tenemos que entregarle esto a Ian
───Pero, tenemos que revisar...
───Mi pie puede esperar─── murmuró ella───. Estamos más cerca de la tienda que de casa, podemos entregar las herramientas y luego irnos a casa, ¿bien?
Le sonrió a su hermanito para tomar la bolsa y caminar como si nada hubiera pasado, aguantando el dolor mordiéndose la lengua y caminando un poco chueco, Lip siempre había admirado como Lydia no se rompía frente a ellos, aun cuando lo necesitara. Cuando llegaron a la tienda, esta estaba cerrada, pero con los focos encendidos por lo que Lydia frunció el ceño antes de ver a su hermano.
─── ¿Crees que este cerrado? Aun no termina el turno de los niños─── mencionó Lydia
───Ven, podemos entrar por detrás─── mencionó Lip
─── ¿Podemos? ─── Lydia solo opto por seguirlo rápidamente aun cojeando, cuando entraron no había nadie, ni Malia, ni Kash o Ian───. Que raro. ¿Estarán haciendo inventario? ─── ambos caminaron juntos por la tienda hasta casi llegar a la puerta del frente
───Oye, Kash...
───Acomoda la mantequilla y yo colocó las papitas─── ambos hermanos se voltearon a ver al mayor───. Oh, por Dios, chicos, me dieron un susto─── la sonrisa pequeña de Lydia fue disminuyendo de poco en poco al ver a Ian y Kash
───No quisimos asustarte, Kash─── mencionó Lip───. Trajimos tus herramientas. Gracias
───Pídemelas cuando quieras─── Lip asintió antes de ver a su hermana, quien se mantenía callada y sin ninguna expresión hasta que observo lo mismo que ella
───Dime que es un chiste─── mencionó Lip hacia su hermano───. Entonces, ¿fornicas con este hombre? ─── ambos se quedaron en silencio───. Carajo─── Lip dejó caer la bolsa antes caminar a la salida molesto, la mayor se quedo algunos segundos más antes de caminar hacia ellos para salir
───Lydia...─── se detuvo junto a Ian cuando lo escucho, se observaron algunos segundos antes de que ella le diera una pequeña sonrisa colocando una de sus manos en su mejilla───. Yo...
───Todo está bien, cariño, pero... hablaremos en casa─── murmuró antes de observar al jefe de su hermano, provocando que la sonrisa desapareciera───. Y usted, más le vale que se mantenga a raya con mi hermano si no quiere que llame a la policía. Tiene solo quince años, es un niño y...─── antes de que pudiera terminar de hablar, la puerta se abrió dejando ver a Malia con una sonrisa enorme y algunos cafés en las manos, Lydia le sonrió un poco al ver a la niña
───Hola, Lydia, ¿qué haces por aquí? ─── preguntó Malia───. Y, ¿por qué la puerta esta cerrada? ─── Lydia se acerco a las herramientas para tomarlas y alzarlas
───Vine a dejar las herramientas que nos prestó Kash─── las colocó justo frente a los pies de su hermano para que Malia no viera los zapatos───. Pero ya me tengo que ir, y esa fue la misma pregunta que le hice, dijeron que estaban haciendo algo de inventario y no quería que los ladrones aparecieran a tomar cosas─── Malia pareció comprender por lo que asintió con una sonrisa
───Bien, por cierto, les traje sus cafés, había mucha gente─── mencionó Malia colocándolos en el mostrador de Kash───. Iré por una caja
Malia camino hacia algún otro lado mientras Lydia volvía a ver a su hermano para salir por la puerta delantera, camino solo un poco antes de que uno de los Milkovich apareciera frente a ella provocando que rodara los ojos, este ya había observado su caminar un par de metros atrás.
─── ¿Qué te paso?
───Que te importa─── mencionó continuando con su camino
─── ¿Qué hicieron algo? ─── preguntó caminando detrás de ella───. Oye, te estoy hablando, Gallagher
───Y a mi me importa una mierda, Milkovich─── gruño la joven pelirroja, tratando de avanzar un poco más rápido, aunque casi le era imposible───. ¿Podrías dejar de seguirme?
─── ¡Bien! ¡Vete a la mierda, Gallagher!
─── ¡Gracias, igualmente! ─── gruño alejándose de una vez por todas de ahí, la realidad fue que él no dejó de seguirla y ella lo sabía, aunque le dio completamente igual, cuando llegó a casa, él se fue de ahí.
La noche llegó más pronto de lo que cualquiera esperaba y fue Lydia quien detuvo la pequeña pelea que estaban teniendo aquellos dos para sacar a Ian de ahí e ir a la habitación donde ella dormía, lo dejó ahí para revisar a Lip y verificar que no tuviera algo antes de ir a Ian y ver que no estuviera herido. Al percatarse que estaba bien, suspiro para recargarse en un mueble viéndolo de brazos cruzados
─── ¿Estás molesta conmigo? ─── Lydia frunció los labios negando un poco
───No, claro que no─── suspiro───. ¿Cómo podría molestarme contigo, cariño? ¿por qué debería?
───Porque soy...
─── ¿Gay? ─── ella sonrió y negó un poco───. No, claro que no. Jamás podría molestarme contigo por eso. No puedo decir que ya lo sabía, porque estaría mintiendo, pero, tampoco me tomó por sorpresa─── Ian seguía cabizbajo───. Ian, jamás podría molestarme contigo y menos por una estupidez como esa. Me da igual si eres homosexual o no. Debería molestarme si me llaman en la madrugada para decirme que tengo que ir a recogerte en prisión o algo así ...─── Ian solo la observaba───. Pero, eso no es lo importante, eres gay, que bueno, no es nada del otro mundo, tienes mi apoyo completo. Lo importante es... ¿qué hay con Malia? La has estado engañando y puedo soportar todo excepto una infidelidad, te lo cubrí en la tienda... pero solo porque supuse que no sabía, así que... ¿has hablado con ella sobre esto?
───No─── negó rápidamente
─── ¿Por qué siquiera estás con ella si no te gustan las mujeres?
───La costumbre, supongo─── murmuro───. Era mi mejor amiga cuando éramos niños, como Carl y Allison. Y luego teníamos once años y ella estaba frente a mí confesándome sus sentimientos y yo... no pude negarme, la quería demasiado en ese momento como para perderla, igual que ahora. Además, pensé que era un juego de niños, pero luego... para cuando me di cuenta, nuestra relación siguió y siguió hasta ahora...─── Ian la observo con los ojos llenos de agua───. Y ahora... temó lastimarla diciéndole esto... ¿y si me odia y no quiere saber nada más de mí?
───Malia nunca podría odiarte─── murmuró Lydia hincándose frente a su hermano───. La única forma en que ella podría odiarte por esta noticia es si se entera por otra persona que no seas tú. Y ni siquiera te odiaría por ser gay, sino porque la estas engañando. Así que, dile antes de que se entere por alguien más, cariño...
Ian observo a su hermana algunos segundos antes de abrazarla con fuerza, le aterraba perder a su familia por ser como era, aunque al final todos lo aceptarían porque no había nada anormal con él, pero lo que más le aterraba, era perderla, perder a Malia, su mejor amiga de toda la vida.
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