
Capitulo 67: Descubrimos al traidor.
Luego de que el asalto a la ciudad de hierro llegara a su punto álgido, Gengar y sus subordinados finalmente optaron por fugarse, llevando consigo todo tipo de información clave que pudiera ser filtrada por los asaltantes y provocando que la operación se redujera a un simple acontecimiento anecdótico e irrelevante, pues además de liberar a Audino no se había conseguido nada además de intercambiar un par de golpes... Weavile se había infiltrado y escapado con Litten, quien era realmente el único pokemon clave en toda la operación, el rescate de Audino no había sido trascendental, pues no contaba con ningún tipo de información relevante y siempre se le vio como un rehén desechable, cuya presencia en la base solamente se justificaba con la intención de mantener a raya a Banette y a su incontrolable libido, los pokemon que pertenecían al grupo de Sableye estaban conscientes de que habían sufrido una total y aplastante derrota, una que había sido un punto de inflexión en aquella guerra táctica, pues bajo su perspectiva, esta jugada había definido la victoria del bando contrario... análogamente similar a la clásica jugada arriesgada en un juego de mesa, donde acertar implicaba hacerse con la victoria, pero se debía de asumir un gran riesgo y con él, una probabilidad.
Los pokemon se habían reunido en un edificio remoto a la zona del conflicto, en donde procederían a discutir sobre temas relativos a los acontecimientos y los siguientes movimientos que harían en respuesta a su aplastante fracaso.
Todos se encontraban formando un circulo, la gran mayoría con ambos brazos cruzados, esperando a que cualquier otro tomara la vanguardia y alzara la palabra, se mostraban reservados y desmotivados al respecto, ¿Quién sería el primero en hacer una sugerencia?
Sableye suspiro pesadamente después de que trascurrieran varios minutos, el pokemon recargaba todo el peso de su cuerpo sobre su espalda, que a su vez se apoyaba en un pilar que sobresalía del suelo. Abandono la comodidad de su posición para ser el primero en hablar, poniéndose de pie y caminando hasta el centro del círculo, llamando la atención del resto de sus compañeros que en su mayoría se encontraban lo suficientemente inmersos en sus pensamientos como para verse obligados a espabilar ante la repentina acción del pokemon siniestro.
Sableye junto ambas manos dando un leve aplauso como recurso para asegurarse de que todos le prestaran atención, cayendo un poco en la redundancia; acto seguido, procedió a sentarse.
- Necesitamos discutir lo que haremos respecto a nuestro fracaso en la operación. Si continuamos insistiendo, todavía estaremos a tiempo de rescatar a los rehenes –
- No creo que nos sirva de nada Sableye... la operación tenia probabilidad de funcionar porque atacamos por sorpresa, de hecho, hubiéramos tenido éxito de no ser porque Ariados termino por delatarnos. Debemos de volver a la ciudad de hierro y asegurarnos de que ese asqueroso traidor no siga filtrando más información sobre nosotros, tuvimos suerte de que Blaziken lo haya encontrado, interceptado e incapacitado antes de que soltara más datos claves –
Respondió Lopunny, cerrando ambos puños y levantando el volumen de su voz cada vez que se refería al pokemon que había sido el responsable por la derrota del equipo. Lucy coloco su ala derecha por encima del hombro de Lopunny para calmarla e inconscientemente Sableye le cedió la palabra a ella. Lucy hablo.
- En realidad... no sabemos cuanta información pudo haber filtrado, por lo que todavía hay una pequeña posibilidad de que, si Gengar pide refuerzos a la colmena, terminemos infiltrándonos en sus líneas nuevamente.
Aunque todo depende de la probabilidad, en caso de que ocurra este escenario, pues Scizor nos terminaría por avisar. Por cierto, ¿alguien supo que le ocurrió a Pichu? Desde que fue a buscar a Litten jamás regreso con nosotros, ¿Y si Weavile lo tomo como rehén también? –
Sableye llevo su dedo índice hacia su mentón y levanto la mirada sutilmente para comenzar a observar hacia el techo.
- Ahora que lo mencionas, no recuerdo a detalle lo que paso... estaba tan concentrado combatiendo a Mega Gengar que no pude distraerme totalmente de la pelea ni siquiera por un segundo, me sorprende que tuviera tanto poder como para darme pelea aun con desventaja de tipos.
Pero es una alta probabilidad, ¿O sugieren que deberíamos ir a la ciudad de hierro y hacer una inspección nueva para ver si podemos re encontrarnos con Pichu por ahí? –
- No creo que sea buena idea, Sableye -
Interrumpió Alakazam, poniéndose de pie y acercándose más hacia el circulo. Blaziken en respuesta, opto por alejarse y caminar hacia uno de los balcones que se ceñía en las afueras de la inmensa y desgastada edificación, llamando la atención de todos.
- ¿Por qué dices eso? –
- Porque aparentemente algo muy serio ocurrió ahí adentro, relativo a las investigaciones de Aggron con los ultra umbrales... -
Alakazam bajo considerablemente el volumen de su voz con la intención de que el resto del grupo se viera obligado a reducir todavía más el perímetro del círculo, todo con tal de que Blaziken no escuchara.
- Aparentemente apareció algo que según los arqueólogos se conoce como ultra ente, un ultra ente es un pokemon perteneciente a la dimensión del ultra espacio con habilidades destructivas inconmensurables y un poder tan pero tan grande que serían capaces de arrasar con ejércitos de pokemon enteros por sí solos.
El pokemon ataco a Greninja y lo derroto en escasos segundos y también logro deshacerse de Blaziken con facilidad, por lo que él no fue capaz de proteger a Aggron. Cuando estaba levitando entre los pasillos para ubicarlos, me encontré a ese pokemon y lo pude observar de reojo, paso de largo y desapareció entre la oscuridad de los callejones –
- ¿Y cómo se veía? – Pregunto Lucy.
- No lo sé, se movía a una velocidad tan abrumadora que no logre verlo... y también me obligo a taparme los oídos, fue como si hubiese roto la barrera del sonido, por lo que debe de tener una capacidad física increíble como para alcanzar tal velocidad, ni siquiera Blaziken con un incremento por su impulso fue capaz de superar a ese monstruoso pokemon –
- ¿De verdad son rápidos a tal punto? Entonces creo que tienes razón, sería una mala idea ir a la ciudad de hierro si tenemos la probabilidad de encontrarnos con ese poderoso monstruo –
- Yo sí vi como era –
Interrumpió Blaziken, provocando que todos desviaran sus miradas hacia él, acaparando toda la atención.
- Era un pokemon extraño... no era imponente, de hecho, aparentaba tener una figura femenina, también se asemejaba a un insecto... delgado, frágil... nunca pensamos que nos atacaría de una forma tan despiadada y brutal.
Me dejo inconsciente con un par de golpes y fue entonces que se dedicó a luchar contra Aggron y Greninja... desconozco como lidiaron con ella, pero cuando conseguí ponerme de pie, Greninja se encontraba en un estado crítico, perdiendo sangre sin ningún tipo de filtro y Aggron se encontraba en el suelo con todo el rostro desfigurado.
Ese maldito insecto asesino a mi mejor amigo... y todo porque no fui lo suficientemente fuerte como para deshacerme rápido de Greninja y detener su estúpida investigación...
Ganas no me faltan para volver y sepultarlo tres metros bajo tierra; es más... iré ya mismo –
- No digas estupideces Blaziken... Entiendo tu frustración, pero no es prudente que vuelvas a ir a enfrentar a un pokemon que te supera ampliamente en casi todos los sentidos... de milagro saliste vivo la primera vez que luchaste contra ese tal ultra ente, ¿Qué ganarías con ir y tirar tu vida a la basura? ¿Cuál sería el propósito? Por favor, piensa un poco, deja de ser tan impulsivo de una buena vez y no hagas estupideces, que lo que sea que pretendas hacer en la ciudad de hierro nos puede afectar a todo el grupo y ya de por sí la tenemos algo complicada –
Respondió Lopunny, insistiendo para que Blaziken abandonara sus arrebatos y se integrara nuevamente a la conversación. El pokemon respondió cerrando ambos ojos y negando un par de veces con su cabeza.
- Tu no me vas a decir que hacer... iré a vengar a mi amigo, aunque sea lo último que haga –
- Pero si es por culpa de tu impulsividad y de tu poca planeación que Aggron está muerto. Si hubieras pensado una mejor forma de infiltrarte en el laboratorio además de correr como tarado, destruir todo a tu alrededor y lanzarte a los golpes sin pensarlo, quizás hubieras logrado convencer a Greninja con palabras o inclusive tomarlo con sorpresa... pero eres tan testarudo que piensas que con tus métodos vas a lograrlo todo y cuando alguien te ofrece opciones alternas, te cierras a creer que siempre va a funcionar tu forma de actuar y haces lo que se te plazca sin pensar en las consecuencias.
Bueno Blaziken... Ahí tienes las consecuencias, es hora de que madures y enfrentes la realidad... -
Blaziken frunció el ceño rápidamente y se dio la vuelta, encarando a Lopunny. El pokemon apretó ambos puños con tanta fuerza que sus venas resaltaron y se marcaron a lo largo y ancho de sus brazos y este comenzó a caminar hasta detenerse frente a la doncella que había despertado toda su furia.
- ¡Cierra el maldito hocico! ¡Tú no sabes nada de lo que paso ahí adentro! ¡Eres una niña mimada y entrometida que jamás se cansa de estar buscando problemas! –
Blaziken levanto su puño derecho en el aire y tomo a Lopunny desde el cuello con su brazo izquierdo para acercarla hacia él, posterior a esto amenazo con golpearla usando el susodicho nudillo mientras que sus ojos consumidos en llamas la devoraban por completo, sin embargo, Lopunny no se dejó intimidar... devolviéndole a Blaziken la misma mirada imponente.
Alakazam y Lucy no demoraron en intervenir, tomando el control de los cuerpos de ambos pokemon para separarlos por la fuerza, pero Blaziken intento resistirse. Eventualmente el pokemon soltó el pellejo de Lopunny del cual se aferraba y solo entonces Alakazam soltó al iracundo pokemon de fuego.
- Blaziken, entendemos que estás enojado y frustrado por lo que paso, pero tienes que entender que lanzarse sin un plan no siempre va a ser la respuesta a todos tus problemas. Debes de cambiar tu metodología y ser menos impulsivo.
Si quieres puedes ir y cumplir tu venganza, estamos conscientes de que, para empezar, te uniste a nuestro grupo con la idea o ambición de reunirte con tu compañero... lamentablemente perdió la vida en el ataque de ese monstruo, pero por ahora nuestras prioridades deben de ser rescatar a los rehenes bajo cualquier circunstancia... de lo contrario todo lo que hemos hecho hasta ahora no será más que una simple anécdota y también estoy seguro de que Aggron hubiera querido que colaboraras con nosotros.
¿Entonces qué vas a hacer? ¿Seguirás con nosotros o iras a lanzar tu vida a la basura en un intento en vano de vencer a ese ultra ente? Porque no vas a lograrlo... Necesitas un incremento de poder drástico para lograr ponerte al nivel de esa criatura y nuestra posición actual no nos lo permite. Enfría tu cabeza, piensa con detenimiento... sé que puedes hacerlo –
Blaziken comenzó a respirar pesadamente tras recibir las palabras de Alakazam, extendiendo sus manos en el proceso y sustituyendo esa expresión de enojo consumible por una mucho más neutral e imparcial... aunque en el fondo, las palabras que habían salido de la boca de Lopunny todavía perforaban en lo más profundo de su consciencia como si se trataran de un afilado taladro, que dañaba toda estructura al más mínimo contacto... ¿acaso ese taladro se había activado bajo una motivación y un enfoque constructivo? ¿o simplemente una manifestación de las ganas de molestarlo por parte de la doncella? Intento ignorar este extraño dilema para que se diluyera en sus pensamientos... no podía perder su enfoque.
- Esta bien... ¿Y qué es lo que pretenden hacer para rescatar a Litten? ¿Y quieren que demos por muerto a Pichu? Para asegurarnos de que no lo hayan secuestrado necesitamos regresar a la ciudad de hierro, eso no está a discusión –
- Por supuesto, pero primero tenemos que esclarecer nuestras prioridades... porque en caso de que necesitemos declararle lo que sucedió a nuestros aliados en la colmena, tendríamos que viajar ya mismo hacia la ciudad donde se encuentra esa antena extraña que nos permite comunicarnos con una señal internacional. En todo caso, ir a buscar a Pichu ahora mismo podría representar una pérdida de tiempo, pero como dije, eso depende de nuestra prioridad.
Hay que tomar una decisión ya mismo –
Dijo Alakazam, poniéndose de pie y levantando su brazo derecho para manifestar su voto a favor de que todo el grupo se decantara por esta última alternativa.
- Los que estén a favor de la última alternativa tienen que levantar el brazo derecho, los que prefieran ir a encontrar a Pichu primero que levanten su brazo izquierdo –
Una vez que Alakazam dio las indicaciones, el primero en manifestar su opinión fue Sableye, levantando igualmente el brazo derecho y uniéndose a la propuesta del pokemon de tipo psíquico, Lucy fue la siguiente, levantando su ala izquierda para evidenciar su apoyo incondicional hacia el pequeño roedor y estableciendo su seguridad como una prioridad antes de tratar de rescatar a los rehenes, Lopunny siguió a Lucy en su manifestación, por lo que de ese modo quedaron empatados en cuanto a votos...
El voto decisivo quedaría en manos de Blaziken, pokemon el cual nuevamente se convirtió en el centro de atención de todo el grupo, que esperaba impaciente porque este manifestara su opinión.
- ¿Y quién dijo que todos tenemos que hacer una sola cosa? Somos un grupo relativamente grande... ¿Por qué no dividimos las tareas? Que un grupo vaya a la ciudad de hierro a buscar a Pichu y que otro vaya a comunicarse con el resto de los aliados que residen en la colmena; de esa forma, cubrimos ambas necesidades –
- Ahora que lo pienso, tienes una buena idea Blaziken... pero en caso de que tengamos que ir a la colmena, deberemos concentrar el mayor poder en este grupo... si llegamos a encontrarnos con ese ultra ente, necesitaremos todas nuestras fuerzas para vencerlo –
- ¿Por qué no me acompañas? Tu eres muy fuerte y tienes una mega evolución, el resto de pokemon solo serían carne de cañón –
Dijo Blaziken refiriéndose a Sableye, el cual después de esperar por un par de segundos por una respuesta, asintió levemente siendo seguido por el resto del grupo.
- Entonces así nos organizamos, la tarea de comunicarse con la colmena queda designada al grupo de Alakazam, Lopunny y Lucy, mientras que Blaziken y yo iremos a la ciudad de hierro a hacer una inspección con la intención de localizar a Pichu –
.
.
.
.
Todos en el grupo asintieron y caminaron en direcciones separadas, organizándose tal y como se había acordado en la plática... estaban a punto de abandonar la edificación en perfecta sincronía hasta que una misteriosa sombra apareció dentro de las instalaciones. Cruzada de brazos, la susodicha presencia se encargó de llevar dos de sus garras hacia su boca y exhalar con fuerza, produciendo un violento silbido que detuvo a todos en seco y llamo la atención al instante.
¿De quién se trataba esta presencia? Nada más y nada menos que Weavile... Este hecho sorprendió a todos los pokemon, quienes rápidamente se reagruparon con la intención de encarar a la ladrona.
- ¿Qué demonios haces aquí? ¿Weavile? ¿Acaso viniste hasta aquí con el único propósito de alardear por tu victoria? –
Pregunto Alakazam, arqueando ambas cejas y apuntándole con una de sus cucharas, sin embargo, Blaziken interrumpió la conversación dando un paso adelante e interponiéndose entre Alakazam y aquella ladrona que se había manifestado misteriosamente. El pokemon de tipo fuego, más que mostrarse sorprendido, evidencio su poco autocontrol al dejar que la furia comenzara a fluir por sus venas, consumiéndolo nuevamente.
- ¡Ahora voy a hacer que los insurgentes pierdan a uno de los suyos! Si viniste hasta acá para negociar, debo decirte que terminaras en el panteón, a no ser que nos digas que hiciste con los rehenes y donde esta Pichu... si te resistes, te sacare la información a golpes, maldita bruja –
- Bajare un poco a tu ira, Blaziken... en realidad estoy con ustedes... bueno... no estoy con ustedes, simplemente hice esto por los pequeñitos –
Weavile rodo ambos ojos, respondiendo con un tono irónico ante las amenazas de Blaziken que percibía como simples manifestaciones de ira vacías... Pasados unos segundos, Weavile nuevamente hizo un silbido usando dos garras de su mano derecha y en consecuente, tanto Litten como Pichu salieron detrás de uno de los pilares que servía de soporte para el techo del edificio, la sorpresa del grupo se volvió evidente, pero la más emocionada de todas era Audino; quien, a pesar de ni siquiera ser capaz de reaccionar a otros estímulos, sonrió alegremente al ver a Litten, levantando ambas comisuras de su boca y extendió ambos brazos hacia afuera para recibirla. Litten corrió hacia Audino y se abalanzo sobre ella, momento en el que la repostera la rodeo con sus brazos y la abrazo con fuerza, las lágrimas comenzaron a brotar desde las retinas de ambas pokemon.
- Estas bien Litten, que alegría que estes bien –
- De acuerdo, estoy algo confundida... ¿No se supone que Weavile era nuestra enemiga? –
Pregunto Lopunny, señalando a la ladrona con su dedo índice mientras que todos observaban la escena con cierta incredulidad en sus ojos, Pichu camino lentamente hasta acoplarse con el grupo, después, el pokemon aclaro su garganta para testificar sobre lo que había ocurrido mientras que el resto del grupo combatía con los adeptos a la insurgencia.
- Pues, resulta que Weavile se reunió con Gallade en Alveria y por razones que desconocemos, ella accedió a volverse una especie de doble agente para conspirar en contra de los insurgentes... así que fue ella quien nos ayudó a vencer a Mismagius y después de platicar un rato, nos pusimos de acuerdo para fingir el secuestro de Litten... eso significa, que ahora que recuperamos a los rehenes, finalmente podemos hacer que Gallade suelte lo que sea que descubrió, esperemos que sea clave para ganarles a los tontos subordinados del loco de Gengar –
- Pero estoy confundida... ¿Por qué Weavile quiso ayudar a Gallade? No le encuentro ninguna lógica a lo que acaba de pasar –
Volvió a preguntar Lopunny, provocando que todos miraran a Weavile, quien respondió negando con la cabeza y extendiendo ambos brazos hacia adelante en señal de rechazo.
- Eso ya no es asunto de ustedes... sean las que sean mis razones, finalmente terminé por ayudarlos y cumplí con la parte de mi trato que hice con Gallade... no se entrometan en los detalles –
- Bueno, entonces ahora que ya tenemos a los rehenes a salvo, ¿Qué es lo que vamos a hacer? ¿volveremos a Alveria? –
Pregunto nuevamente Lopunny, a lo que Sableye rápidamente respondió.
- Podria ser, pero necesitamos llegar de forma extremadamente cautelosa, no es como si regresaramos y fingiéramos que nada hubiera pasado... no... tenemos que mantener un perfil bajo, no dejar que sepan que volvimos a la ciudad y que estamos planeando sabotear sus planes.
Tenemos que aprovechar la ventaja que nos consiguió Weavile... ellos piensan que tienen a los rehenes en su poder y lógicamente también piensan que nosotros estamos detrás de ellos, por lo que, mientras más tiempo podamos retener esa idea dentro de sus cabezas, mejor.
Weavile... ¿Puedes asegurarte de que no descubran lo de los rehenes de forma instantánea? –
- Weavile negó con la cabeza –
No puedo. En el momento preciso en el que escape de la ciudad de hierro, me obligaron a que me reportara en un punto concreto de la ciudad para reunirme con ellos... no me fue posible inventar ninguna excusa, básicamente ya saben que soy una traidora, pero podría tratar de ver como retrasarlos... sin embargo, no será mucho tiempo, quizás un día o dos... no más.
Lo que tengan planeado hacer, háganlo de inmediato –
- Entonces es un hecho, debemos de volver a Alveria rápido y comunicarle lo que sabemos a Gallade para que pueda hablar... solamente que yo me tomare una pequeña desviación –
Dicho esto, Blaziken comenzó a caminar hacia la salida del edificio, dejando a todos sus compañeros ampliamente desconcertados, pues no sabían lo que pretendía el pokemon, sobre todo en un momento tan crítico del plan.
Como era de esperarse, la primera en tener el atrevimiento de cuestionar esto fue Lopunny.
- ¿Y ahora que pretendes hacer, Blaziken? –
- Ustedes lo han dicho... ese monstruo del ultra espacio es demasiado para mí... necesito encontrar una forma de volverme más fuerte si quiero ser capaz de proteger a mis amigos.
No permitiré que otro más muera, así que eso hare... cualquier cosa, cualquier medio... lo encontrare y regresare al reino de Alveria después.
Si Gengar ahora tiene control de esos portales raros, la posibilidad de que intente utilizarlos para someternos es muy latente, entonces cada uno de nosotros debe de estar en su máximo estado de fuerza si queremos sobrevivir a la tormenta que se avecina.
Nos vemos, estoy seguro de que encontrare esa fuerza que me falta dentro de poco, después de todo soy lo suficientemente bueno como para que el fortalecerme represente un contratiempo considerable –
Y dicho esto, Blaziken bajo las escaleras, descendiendo al primer piso del edificio y desapareciendo de los ojos de sus compañeros, disolviéndose con las sombras. Todo el grupo nuevamente se enfocó en el plan.
- Bien, entonces ya sabemos que hacer... tenemos que irnos inmediatamente a Alveria, no sin antes comunicarle a Scizor y a nuestros aliados en la colmena sobre lo ocurrido –
Todo el grupo asintió y emprendieron el viaje. Los pokemon fueron a casa de Krookodile y tomaron a Zoroark como rehén en señal de agradecimiento, despojándolo de toda su responsabilidad que lo ataba al grupo y por supuesto, pagándole con una jugosa recompensa por sus esfuerzos y sacrificios... posteriormente, el grupo subió a un barco de carga que los llevaría al reino, ese fue el último favor que les haría aquel ejemplar ciudadano de tipo siniestro... de esa forma, el grupo llegaría al reino en cuestión de tan solo horas, en donde concluirían la enrevesada operación y pondrían fin al plan del pokemon de tipo fantasma que tantos problemas había representado.
.
.
.
.
Mientras tanto en la colmena, todo el reino continuaba festejando con fervor la llegada de su nuevo rey, desde que Scizor y sus compañeros lograron derrocar a Escavalier aquella fría noche, las manifestaciones de alegría de los ciudadanos no habían cesado ni siquiera un ínfimo instante, rebosaban en gratificante libertad, libertad que había que celebrar, de modo que la estancia del grupo en la colmena se había reducido a participar en ostentosos festivales y desfiles durante el día... y lujosas cenas durante todas las noches. En este preciso instante, Scizor y sus compañeros se encontraban sentados en una mesa redonda en el amplio comedor del castillo, acompañados por la más armoniosa música y platillos de gran variedad; sin embargo, la gran mayoría de asistentes que se encontraban a su alrededor se limitaban a bailar de forma explícita y a embriagarse con toneladas y toneladas de licor.
Lucario se encontraba a escasos centímetros de la mesa principal, bailando armoniosamente con Primarina y Lurantis, sujetando a la ex princesa del reino con una mano y con la otra, a una jarra de cerveza...
El pokemon noto la apatía de Scizor y camino hacia la mesa, dejando que la princesa se divirtiera con Primarina.
- ¿Qué sucede Scizor? ¿No quieres una jarra? –
Scizor negó al instante con la cabeza y extendió ambos brazos hacia adelante, empujando sutilmente el viento con sus tenazas y evidenciando rechazo con su lenguaje corporal, Lucario inmediatamente arqueo ambas cejas en señal de duda... a lo que Scizor nuevamente coloco ambos brazos en la mesa y aclaro su garganta.
- Nunca me he considerado fan del alcohol... mi hermano constantemente tomaba, pero yo jamás quise caer en ese mal habito.
De hecho; tu tampoco deberías tomar, Lucario. Tu cuerpo todavía no se ha recuperado por completo, cuando llegábamos estabas en un estado deplorable, no sé si ingerir alcohol sea buena idea teniendo en cuenta tu condición actual –
Lucario golpeo de forma inocua el hombro de Scizor y se ubicó en una silla cercana a la de su compañero, esto a modo de broma. Una sonrisa sutil se dibujó en el rostro del pokemon, inmediatamente después de esto, inclino la jarra hacia adelante y todo el fresco licor se deslizo por su garganta hasta que eventualmente solo quedaron residuos de la bebida asentados en el fondo.
- No te preocupes, ya me siento de maravilla... Lo creas o no, estas constantes fiestas me han servido mucho para reponer mis energías... y es que los banquetes siempre son lo mejor, sirven toda la comida que puedas devorar y también tienen alto valor nutricional... cualquiera podría reponer sus fuerzas de ese modo. ¿No crees? –
- Supongo que tienes un punto, solo procura no embriagarte... puede que estén divirtiéndose con bailes no tan explícitos, pero no me gustaría que conforme avance la noche, tengamos al lujurioso Sceptile aprovechándose de que Lurantis y Primarina... eh... bueno... mejor no pensar en eso –
- Y sí... Sceptile está muy feliz... Por cierto, ¿no has recibido ninguna llamada de los chicos de Brozodia? –
Scizor negó al instante ante la pregunta de su compañero. El pokemon estaba aburrido, se podía ver en su mirada apagada como este ansiaba algún acontecimiento que rompiera el tedio que, bajo su perspectiva, rodeaba todo ese ambiente imprudente de festividad. Comenzó a jugar con sus cubiertos, golpeándolos entre sí y produciendo armoniosos ruidos metálicos que se mezclaron con la música del ambiente, fue en ese preciso momento que el teléfono de Sceptile quien se encontraba bailando con Primarina, comenzó a vibrar.
Lucario apunto con la palma de su mano a Scizor, en señal de que este dejara de jugar con los cubiertos para aclarar su audición, de modo que Scizor los dejo caer en su plano y posteriormente aplaudió un par de veces con sus tenazas, provocando que toda la música se silenciara inmediatamente, en consecuente, Sceptile se percató de que su teléfono estaba sonando; por lo que, ruborizado, el pokemon soltó a Primarina y se dio la vuelta para contestar la llamada.
- Hola... ¿Quién es? ¿Qué se le ofrece? –
- Buenas... Necesito hablar con Escavalier ahora mismo... Tenemos problemas muy serios –
- A... ¿Aegislash? –
En cuanto Sceptile pronunció estas palabras, todos en el salón quedaron ampliamente desconcertados, especialmente por Scizor, Primarina, Lurantis y Lucario, quienes inmediatamente se acercaron a Sceptile para poder escuchar la voz que se expulsaba desde las bocinas del teléfono... efectivamente, se trataba de nada más y de nada menos que el pokemon que se denominaba como la mano derecha del rey Empoleon. ¿A qué se debía su llamada?
- Estamos en problemas... Weavile traiciono al movimiento y rescato a los rehenes, por lo que ahora Gallade tiene toda la libertad para poder delatarnos.
De todos modos, tenemos la información necesaria para manipular los ultra umbrales, por lo que solo tenemos que hacer tiempo. Si los ciudadanos se llegan a manifestar, no podremos retenerlos y necesitamos pokemon fuertes que sean capaces de vencer a los guardias reales.
Armen al mejor escuadrón de pokemon de tipo bicho que tengan a su disposición y envíenlos a Alveria inmediatamente, a la ciudad capital... yo enviare a un equipo especial para acabar con Gallade, pero de cualquier forma necesitamos tomar las debidas precauciones.
¿Me escuchaste? ¡Necesito hablar con Escavalier ahora mismo! –
En ese momento, todos se habían enterado de la traición de Aegislash. La alta voz delato las intenciones del pokemon, cuya voz se filtró en cada esquina del castillo, rebotando en las paredes huecas y viajando por doquier, se le percibía alarmado y ciertamente nervioso, pues era tan solo cuestión de tiempo para que todo su plan se derrumbara de forma definitiva y debía de tomar todas las medidas posibles para evitar que lo delataran.
- Lo siento, el señor Escavalier no se encuentra con nosotros, salió por un viaje de negocios...-
- ¿Con quién estoy hablando ahora? –
- Con Beedril, uno de los pokemon de su guardia real –
Sceptile aprovecho que Aegislash no conocía su voz para mentir y encubrir al resto de su equipo, pues caso contrario al suyo, Lucario, Primarina o Scizor se le harían inmediatamente reconocibles al pokemon de tipo fantasma y acero.
- ¿Es enserio? No me jodas...
Bueno; como sea, necesito que envíen a su tropa más poderosa... quiero ahí a los cuatro guardias reales: Heracross, Pinsir, tú y a Escavalier... una vez que logremos invocar a Necrozma y lo pongamos de nuestro lado, jamás podrán oponerse a nosotros por más enterados que estén de la situación... caso contrario, pueden detenernos –
- ¿Necrozma? –
- Tus arqueólogos saben a lo que me refiero... simplemente haz lo que ordene y ya, es parte del acuerdo –
Aegislash colgó la llamada inmediatamente, dejando a todos los pokemon presentes en shock. Nadie sabía cómo reaccionar ante la llamada que habían recibido, pero se veían obligados a digerir rápidamente sus pensamientos, pues Sceptile recibió otra llamada al instante.
El pokemon parpadeo un par de veces y nuevamente respondió al teléfono, esta vez se encontró a nada más y nada menos que a Sableye.
- Sceptile... ¿Estás ahí? Ya tenemos a los rehenes a salvo, así que podemos hacer que Gallade hable –
- Shhh... no es necesario, ya sabemos suficiente – Interrumpió el pokemon de tipo planta, llamando la atención de Sableye.
- ¿De qué hablas? –
- Lo que Gallade descubrió es que Aegislash es un asqueroso traidor... y está pensando enviar a un equipo de pokemon especiales para acabar con él...
No podemos esperar a que diga lo que tenga que decir, entonces lo diremos nosotros por él.
Aegislash es un traidor, repito... Aegislash es un traidor –
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro